De nuestros lectores

Libertad de pensamiento Antes dejaba divagar la mente y me recreaba en malos pensamientos. Por eso me impactó el artículo “El punto de vista bíblico: ¿Desaprueba la Biblia la libertad de pensamiento?” (8 de junio de 1994). No imaginaba que Jehová Dios considerara pecado meditar en la comisión de algún mal. Doy gracias a Jehová por darme un consejo tan directo que va a ayudarme a corregir los pensamientos impropios.

J. P., Filipinas

Problemas sentimentales Muchas gracias por los artículos “Los jóvenes preguntan... ¿Qué puedo hacer si me enamoro de un incrédulo?” (22 de mayo de 1994) y “¿Qué puedo hacer para que deje de gustarme?” (8 de junio de 1994). Una compañera de trabajo se enamoró de mí, y yo empecé a corresponderle. Sabía que estaba mal y pedí ayuda a Jehová. Cuando salieron estos artículos, los leí una y otra vez. Ahora me doy cuenta de que es preferible el dolor pasajero de la ruptura a toda una vida llena de problemas por culpa de una relación perjudicial.

P. J., Estados Unidos

Parecía que los artículos estuvieran dirigidos a mí. Me pregunto qué me habría ocurrido si no se hubieran publicado. Gracias por estar pendientes de los problemas que tenemos los jóvenes.

S. J., Nigeria

Me gusta un chico de mi clase que es muy atractivo y galante. Pero desde que leí el artículo no dejo de preguntarme: ‘¿Comparte mis metas y mi modo de vida?’. Ahora me doy cuenta de lo tonta que he sido. Quiero que deje de atraerme cuanto antes.

S. T., Japón

Me enamoré de un incrédulo y me casé con él. Había ido a las reuniones cristianas para complacerme, pero en cuanto nos casamos, cambió. Trató incluso de obligarme a dejar de servir a Jehová. Me golpeaba y finalmente me fue infiel. Ahora estoy divorciada. Espero que todos los jóvenes entiendan lo peligroso que es entablar relaciones con un incrédulo. No quiero que nadie tenga que pasar por lo mismo que yo.

T. F., Puerto Rico

Estrés Muchas gracias por el artículo: “El punto de vista bíblico: Cómo superar el estrés” (8 de septiembre de 1994). Aunque me crié en la verdad, la dejé en la adolescencia. Hace ya tres años que volví, pero mi cónyuge no comparte mi fe. He estado pensando constantemente en los errores que cometí, sin darme cuenta de que eso me causaba estrés. Les agradezco que me hayan ayudado a comprender que no sirve de nada darle vueltas al pasado, y que debo, más bien, preocuparme por el futuro.

R. L., Estados Unidos

El artículo decía que ‘personas de todas las edades se ven afectadas por el estrés’. Tengo 21 años y sufro de estrés agudo. He ido al hospital dos veces en un período de ocho meses porque tenía espasmos musculares y jaquecas a consecuencia de la tensión nerviosa. En ambas ocasiones los médicos me han dicho que soy muy joven para padecer estrés. Su artículo ha hecho que me sienta un poco aliviada.

V. P., Estados Unidos

Lección de geografía Soy una niña de 11 años, y me ayudó mucho el artículo “Las islas flotantes del lago Titicaca” (22 de junio de 1994). Un día la maestra de Geografía nos preguntó si el lago Titicaca estaba habitado. Todos respondieron que no, pero yo dije que sí, porque había leído el artículo de ¡Despertad! La maestra me preguntó que cómo lo sabía, lo que me permitió darle un buen testimonio.

S. B., Italia