El Parque de Yellowstone, la torre del Diablo
Es el parque nacional más antiguo, más extenso y más famoso de Estados Unidos. Está ubicado principalmente en el estado de Wyoming, y fue fundado en 1872. Tiene una extensión de aproximadamente nueve mil kilómetros cuadrados, y anualmente lo visitan más de dos millones de personas. En el parque se encuentran montañas escarpadas, cañones profundos, rugientes cascadas, lagos relucientes, bosques de hoja perenne y praderas exuberantes: un entorno magnífico para el oso, el alce y el bisonte, que vagan por estos alrededores, y también para las águilas, los cisnes y los pelícanos, que crían en este lugar a sus polluelos.
El Parque de Yellowstone debe mucha de su fama a los miles de fuentes de aguas termales y a los centenares de géiseres, entre los que destaca el Old Faithful (el Viejo Fiel). Dicho géiser solía producir una emisión de vapor cada 65 minutos como promedio, pero en años recientes ya no ha sido tan fiel.
El Primer Monumento Nacional: Devil’s Tower (La torre del Diablo)
Wyoming también fue el primer estado en tener un monumento nacional. La torre del Diablo, que tiene el aspecto de un enorme tocón de árbol petrificado, fue declarada monumento nacional en 1906. Se dice que dicha torre es de origen volcánico, y se eleva, imponente, a 264 metros de altura. Los geólogos dicen que es el resto de una intrusión volcánica. Con el tiempo, el efecto de la erosión le dio la forma actual.
Una leyenda india cuenta que siete jovencitas indias fueron perseguidas por osos y buscaron refugio en una roca baja, y que, para protegerlas, los dioses levantaron la roca hacia el cielo. La leyenda dice que todavía puede verse a las muchachas, que ahora son siete estrellas: las Pléyades. Los enfurecidos osos arañaron los lados de la roca en un esfuerzo infructífero por alcanzarlas; las acanaladuras a los lados de la torre recuerdan las marcas de los zarpazos.
Esa es la leyenda. Pero una cosa es cierta: tras la magnificencia de este parque nacional y del monumento nacional está su Creador, el Dios vivo Jehová: “Él está estableciendo las montañas firmemente con su poder”. (Salmo 65:6.)