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¡Despertad! 1989
g89 22/10 págs. 21-22

Un futuro en el que creer

“Sin visión, el pueblo se relaja”, dijo hace mucho tiempo un escritor de la Biblia. (Proverbios 29:18, “Serafín de Ausejo”.) La gente necesita una visión, necesita la esperanza de un brillante porvenir, o, en caso contrario, se desmoraliza y anda desenfrenada. Pero, ¿existe algún futuro en el que podamos creer?

El tema del concurso de redacción “Voice of Democracy” convocado el año pasado en Estados Unidos era: “Cómo prepararnos para el futuro de América”. La ganadora del primer premio de un distrito del estado de Virginia fue una muchacha de dieciséis años testigo de Jehová. También se la invitó a asistir a una reunión local de veteranos de guerras extranjeras, donde recitó su redacción ante un centenar de veteranos. La redacción se publicó en el periódico local “Saltville News-Messenger”, del 15 de diciembre de 1988. Léala y vea por qué esta joven cree de veras que existe un hermoso futuro.

“Imagínese que está en el paraíso. Se encuentra en un prado con una suave alfombra verde de hierba bajo sus pies. A su lado, una impresionante cascada se precipita sobre las rocas de la ladera de una colina, y en lo alto se aprecian unos hermosos sauces llorones y matas de violetas que llenan el aire con su agradabilísima fragancia. A lo lejos pueden verse unos ciervos pastando. Se le acerca un oso pardo y le permite acariciar su abundante pelaje, al mismo tiempo que se oye el precioso canto de unas aves del paraíso. ¿No sería maravilloso? ¡Qué hermoso futuro en el que cifrar nuestra esperanza!

”¿Qué falta en esta descripción? No le hablé de los vidrios rotos ni de las latas de refresco que ensuciaban el río, porque no había ninguna. No le mencioné la expresión de preocupación reflejada en su rostro por temor a una guerra nuclear, porque no la tenía. No le dije nada del lamentable hecho de que iba a morir de SIDA al cabo de dos meses, porque esto tampoco era cierto. Discierna ahora cuál de las dos escenas encaja con la realidad. No le será difícil. Entonces, ¿cuál es el futuro de los americanos?

”Durante un período de cuarenta años —desde 1945 hasta 1985—, Estados Unidos se gastó 82.000 millones de dólares en la fabricación de 60.000 ojivas nucleares, lo que equivale a 1.500 ojivas anuales o cuatro diarias. La palabra ‘contaminación’ habla por sí sola. Somos testigos del problema en nuestras inmediaciones y en las de los condados vecinos. Las aguas de un río cercano que atraviesa varios condados están prácticamente estancadas y apestan a contaminación química. ¿Dónde está la frontera americana de vastas tierras que los primeros exploradores contemplaron? Se calcula que para el año 2000, tres cuartas partes de la creciente población vivirá en zonas urbanas.

”También se ha producido un derrumbe moral. Como resultado de años de promiscuidad, tan solo en Nueva York, entre 250.000 y 400.000 personas tienen el SIDA. Esto le cuesta a cada víctima 50.000 dólares al año. Dichas normas morales rebajadas también han sido la causa de que hoy día 12 millones de jóvenes lleven una vida sexual activa. No es de extrañar, entonces, que Estados Unidos sea notable por tener el mayor índice de embarazos entre adolescentes de todos los países industrializados. También existe falta de honradez. Los empleados que roban tiempo a sus empresas añaden a la cuenta de Estados Unidos 170.000 millones de dólares al año.

”Todos conocemos estos problemas y todos tenemos que encararnos a ellos. Hay que admitir que puede ser deprimente, pero una vez oí una poesía que decía: ‘Dos hombres miraban a través de los barrotes de su celda, uno vio el hoyo de fango, el otro vio las estrellas’. Para resolver estos problemas, tenemos que mirar a las estrellas, es decir, debemos tener una actitud positiva. Durante miles de años el hombre ha establecido gobiernos, cada uno diferente, pero ninguno ha tenido éxito ni ha resistido mucho tiempo. En cierta ocasión un profeta dijo: ‘No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso’, y un rey sabio dijo que el hombre domina al hombre para perjuicio suyo. A fin de tener un futuro, debemos mirar a las estrellas, no a las de la bandera, ni tampoco a aquellas a las que miran los astrólogos para, según afirman, adivinar el futuro, debemos mirar más allá, a una fuente superior, a nuestro Creador.

”Él promete en el Salmo 46:9 que hará cesar las guerras. En Revelación capítulo 11 y Rev 11 versículo 18 nos asegura que traerá la ruina de los que están arruinando la Tierra. También podemos confiar en el cumplimiento de Daniel 2:44, donde se habla de un reino, un gobierno que durará para siempre. Este gobierno perfecto hará para la Tierra lo que nos imaginamos al comienzo de esta disertación.

”Cuando estudiamos la Biblia, aprendemos lo que Jehová Dios tiene reservado para el futuro. El presidente Reagan sabe que esto es cierto, porque en 1983 firmó una resolución aprobada por ambas cámaras del Congreso en la que declaraba el año 1983 ‘año nacional de la Biblia’. Esta resolución reconocía una ‘necesidad nacional de estudiar y aplicar las enseñanzas de las Santas Escrituras’. El señor Reagan preguntó: ‘¿Podemos resolvernos a alcanzar, aprender y tratar de cumplir el mensaje más magnífico que jamás se ha puesto por escrito, la Palabra de Dios, la Santa Biblia? En sus páginas están todas las respuestas a todos los problemas que el hombre jamás ha conocido’.

”Imagínese otra vez un paraíso. Este es el futuro en el que yo creo, un tiempo en el que la gente estará motivada por un amor honrado y sincero. Los problemas de Estados Unidos no son singulares de este país. Son los mismos que se sufren en todo el mundo, y lo podemos comprobar al simplemente leer la prensa diaria o ver las noticias de la noche. La única manera de resolverlos es acudiendo a nuestro Creador. Su propósito original para la Tierra era que fuese un paraíso. ¿Recuerda el jardín de Edén donde colocó a Adán y Eva? Estoy convencida de que Él cumplirá ese propósito. Solo tenemos que confiar en Él. Con ese fin, aprendamos lo que la Biblia predice y aguardemos con ánimo un hermoso futuro.”

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