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“Tiene un corazón sabio”Acerquémonos a Jehová
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SECCIÓN 3
“Tiene un corazón sabio”
La verdadera sabiduría es uno de los tesoros más valiosos que usted podría buscar. Jehová es la única fuente de esa sabiduría. En esta sección aprenderemos más detalles sobre la infinita sabiduría de Dios. Job, su fiel siervo, lo describió así: “Él tiene un corazón sabio” (Job 9:4).
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¡Qué profunda es “la sabiduría [...] de Dios”!Acerquémonos a Jehová
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CAPÍTULO 17
¡Qué profunda es “la sabiduría [...] de Dios”!
1, 2. ¿Cuál era el propósito de Jehová para el séptimo día, y cómo se puso a prueba la sabiduría de Dios al comienzo de ese día?
“DIOS vio todo lo que había hecho y, ¡mire!, todo era muy bueno” (Génesis 1:31). Estas palabras describen lo que pasó al terminar el sexto día creativo, cuando Jehová hizo al ser humano, su obra maestra. Pero, cuando comenzó el séptimo día, Adán y Eva decidieron unirse a Satanás y se rebelaron contra Dios. Así, cayeron en el pecado y la imperfección, y al final murieron. ¡Qué desastre!
2 Podía parecer que el propósito de Jehová para el séptimo día no se cumpliría jamás. Ese día, igual que los seis días anteriores, iba a durar miles de años. Jehová había dicho que ese día sería santo y que, cuando terminara, toda la Tierra sería un paraíso lleno de seres humanos perfectos (Génesis 1:28; 2:3). Pero, después de lo que hicieron Adán y Eva, ¿cómo se cumpliría el propósito de Dios? ¿Qué haría él? Esto puso a prueba la sabiduría de Jehová. De hecho, podría decirse que fue una prueba de fuego.
3, 4. a) ¿Por qué la solución de Jehová a lo que pasó en el Edén es una asombrosa muestra de su sabiduría? b) ¿Qué reconoceremos con humildad al ir aprendiendo más sobre la sabiduría de Jehová?
3 Jehová reaccionó de inmediato. Por un lado, dictó la sentencia contra los rebeldes. Y, por otro, brindó un maravilloso rayo de esperanza al dar la solución a todos los problemas que ellos acababan de desencadenar (Génesis 3:15). Jehová iría solucionando la situación poco a poco. Sería durante un periodo que abarcaría miles de años: desde lo que pasó en el Edén hasta el futuro lejano. Su solución es tan sencilla pero a la vez tan profunda que podemos estar toda la vida estudiándola y meditando en ella. Además, esa solución tiene el éxito garantizado: eliminará de raíz la maldad, el pecado y la muerte. Además, hará que los seres humanos fieles alcancen la perfección. Y todo esto se cumplirá antes de que termine el séptimo día. Así que, a pesar de todo, Jehová habrá cumplido a tiempo su propósito para la Tierra y la humanidad.
4 ¡Cuánto nos impresiona lo sabio que es Jehová! El apóstol Pablo se sintió impulsado a escribir que “la sabiduría [...] de Dios” es muy profunda (Romanos 11:33). Cuanto más aprendamos sobre la sabiduría de Jehová, más fácil será para nosotros reconocer con humildad que, por más que estudiemos, solo podremos llegar a conocer por encima esta cualidad de Dios (Job 26:14). Pero veamos primero en qué consiste esta asombrosa cualidad.
¿En qué consiste la sabiduría de Dios?
5, 6. ¿Qué relación hay entre el conocimiento y la sabiduría, y qué cosas sabe Jehová?
5 La sabiduría no es lo mismo que el conocimiento. Una computadora puede almacenar muchísimos datos, pero no diríamos que es sabia. Aun así, hay una estrecha relación entre la sabiduría y el conocimiento (Proverbios 10:14). Por ejemplo, si tuviéramos una enfermedad grave, ¿a quién le preguntaríamos para saber cuál es el mejor tratamiento? ¿A alguien que no supiera nada o casi nada de medicina? ¡Claro que no! Así que, para que alguien sea sabio de verdad, primero debe saber o conocer algo bien.
6 Jehová lo sabe todo. Él siempre ha existido, pues es el “Rey de la eternidad” (Apocalipsis 15:3). Así que ha estado al tanto de todo lo que ha pasado. La Biblia dice: “Ninguna cosa creada está escondida de la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y totalmente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que rendir cuentas” (Hebreos 4:13; Proverbios 15:3). Además, como lo creó todo, conoce hasta el más mínimo detalle de cada una de sus creaciones. Sabe todo lo que el ser humano ha hecho desde el principio. “Jehová examina todos los corazones” y no se le escapa nada (1 Crónicas 28:9). Y, como nos dio la libertad para elegir, se alegra cuando ve que tomamos buenas decisiones. Es más, Jehová es “el que escucha las oraciones”, incluso si millones de personas le oran a la vez (Salmo 65:2). Y, sin duda, su memoria es perfecta.
7, 8. ¿Cómo demuestra Jehová entendimiento, discernimiento y sabiduría?
7 Además de conocimiento, Jehová tiene entendimiento y discernimiento. Él entiende la relación de unas cosas con otras, y siempre ve cómo se forma el cuadro completo al unir todos los detalles. Decide lo que es bueno y lo que es malo, lo que es importante y lo que no. Y no se deja llevar por las apariencias, sino que es capaz de ver lo que hay en el corazón (1 Samuel 16:7). Como hemos visto, el entendimiento y el discernimiento son superiores al conocimiento. Pero la sabiduría los supera a los tres.
8 Ser sabio significa usar el conocimiento, el discernimiento y el entendimiento para lograr algo bueno. Por eso, algunas de las palabras originales que en la Biblia se traducen como “sabiduría” transmiten la idea de un trabajo eficaz o bien hecho. Así que Jehová usa su conocimiento, entendimiento y discernimiento para hacer lo que se propone, y siempre logra los mejores resultados. Él lo sabe y lo entiende todo, y por eso siempre toma las mejores decisiones y elige la mejor manera de llevarlas a cabo. Esa es la verdadera sabiduría. Jehová es un ejemplo vivo de lo ciertas que son estas palabras de Jesús: “La sabiduría queda demostrada por sus resultados” (Mateo 11:19). Podemos ver claramente la sabiduría de Jehová en todo lo que hace y en todo lo que ha creado.
La creación demuestra la sabiduría de Dios
9, 10. a) ¿Qué clase de sabiduría demuestra Jehová, y cómo lo hace? b) ¿Cómo se refleja en la célula la sabiduría de Jehová?
9 ¿Nos asombra el ingenio de un artesano que crea objetos hermosos y a la vez prácticos? ¡Esta clase de sabiduría nos deja boquiabiertos! (Éxodo 31:1-3). Jehová es la fuente de esa sabiduría y nadie lo supera. De hecho, el rey David le dijo: “Te alabo porque estoy hecho de forma maravillosa, impresionante. Tus obras son maravillosas, y eso lo sé muy bien” (Salmo 139:14). Y es que, cuanto más aprendemos sobre el cuerpo humano, más nos impresiona lo sabio que es Jehová.
10 Todos empezamos siendo una sola célula: un óvulo fertilizado por un espermatozoide. Enseguida, esta célula empezó a dividirse hasta llegar a ser un cuerpo formado por 100 billones de células. Unas 10.000 células de tamaño medio caben en la cabeza de un alfiler. Pero, aunque son microscópicas, son mucho más complejas que cualquier máquina o fábrica diseñada por el hombre. Según los científicos, la célula es comparable a una ciudad protegida por un muro. Cuenta con entradas y salidas controladas, sistemas de transporte, redes de comunicaciones, centrales eléctricas, instalaciones industriales y plantas de reciclaje y tratamiento de residuos. También tiene cuerpos de defensa y hasta una especie de gobierno central en el núcleo. Además, es capaz de duplicarse en pocas horas.
11, 12. a) ¿Dónde está programada la función de las células, y cómo confirma esto lo que dice Salmo 139:16? b) ¿Qué características del cerebro demuestran que estamos hechos de forma maravillosa?
11 No todas las células son iguales. Según crece un embrión, se generan distintos tipos de células con diferentes funciones. Algunas serán parte del sistema nervioso y otras de los huesos, los músculos, la sangre o los ojos. Dentro de cada célula está programada la función que tendrá, y esos datos se almacenan en una “biblioteca” gigante: el ADN. El rey David también le dijo a Dios por inspiración: “Tus ojos me vieron hasta cuando yo era un embrión; todas sus partes estaban escritas en tu libro” (Salmo 139:16).
12 Hay partes del cuerpo sumamente complejas; por ejemplo, el cerebro. Según la ciencia, es único y no hay nada igual en el universo. Contiene unos 100.000 millones de neuronas, quizá tantas como las estrellas de nuestra galaxia. Cada una de ellas se conecta con miles de neuronas más. Los científicos dicen que el cerebro podría contener la información que hay en todas las bibliotecas del mundo, y a lo mejor mucho más que eso. Con todo, reconocen que tal vez nunca lleguen a comprender por completo cómo funciona, y eso que llevan décadas estudiando este órgano que está “hecho de forma maravillosa”.
13, 14. a) ¿Por qué decimos que las hormigas y otros animales son instintivamente sabios, y qué nos enseña esto sobre el Creador? b) ¿Por qué es la telaraña un ejemplo de la sabiduría de Jehová?
13 Ahora bien, aparte del ser humano, hay muchos ejemplos más de la sabiduría de Jehová. Salmo 104:24 dice: “¡Cuántas son tus obras, oh, Jehová! Con sabiduría las has hecho todas. La tierra está llena de tus creaciones”. Esta cualidad de Dios se puede ver en todo lo que nos rodea. Pensemos en las hormigas, que son “instintivamente sabias” (Proverbios 30:24). Sus colonias son un ejemplo impresionante de organización. En algunas de ellas hay pulgones, unos insectos que les dan alimento a las hormigas a cambio de hospedaje y protección. Además, hay hormigas que cultivan y cuidan sus propias “plantaciones” de hongos. Pero Jehová también les ha dado a muchos otros seres vivos capacidades así de increíbles. Por ejemplo, las moscas realizan acrobacias aéreas que ni el avión más moderno puede repetir. Y las aves migratorias se orientan por las estrellas, por el campo magnético terrestre o por algún tipo de mapa interno. A los biólogos les toma años entender las extraordinarias habilidades que estos animales tienen por instinto. ¡Imaginemos lo sabio que debe ser Jehová, quien puso en ellos ese instinto!
14 La ciencia ha aprendido mucho de la sabiduría que se ve en la creación. Hay incluso una rama de la ingeniería, la biomimética, que trata de imitar los diseños de la naturaleza. ¿Qué ocurre, por ejemplo, cuando vemos una telaraña? Quizá nos asombre su belleza. Pero un ingeniero irá más allá y se fijará en su estructura. Sus hilos parecen frágiles, pero en proporción son más fuertes que el acero y más resistentes que las fibras de un chaleco antibalas. De hecho, si ampliáramos una telaraña al tamaño de una red de pescar, podría detener un avión comercial en pleno vuelo. Está claro que Jehová ha hecho todo esto con sabiduría.
¿Quién hizo que fueran instintivamente sabios?
Más allá de la Tierra
15, 16. a) ¿Qué nos enseñan las estrellas sobre la sabiduría de Jehová? b) ¿Cómo demuestra la forma en que Jehová dirige a tantos ángeles que él es muy sabio?
15 La sabiduría de Dios se ve por todo el universo. En el capítulo 5 vimos que Jehová organizó las estrellas y los planetas mediante “las leyes que rigen los cuerpos celestes” (Job 38:33). Así, agrupó las estrellas en galaxias, las galaxias en cúmulos, y los cúmulos en supercúmulos. ¡Qué sabiduría! Con razón Dios mismo dice que las estrellas y los planetas son “como un ejército” (Isaías 40:26). Pero hay otro ejército que refleja con más claridad su sabiduría.
16 Como señalamos en el capítulo 4, Dios recibe el título “Jehová de los ejércitos” porque dirige un grupo de muchos millones de ángeles. Esto es una muestra de su gran poder. ¿Y qué tiene que ver esto con su sabiduría? Piénselo: Jehová y Jesús nunca están de brazos cruzados (Juan 5:17). Así que es de esperar que estos siervos de Dios, los ángeles, tampoco estén desocupados. Además, recordemos que son superiores a nosotros; son mucho más inteligentes y poderosos (Hebreos 1:7; 2:7). Aun así, él los ha mantenido a todos muy ocupados durante miles de millones de años. Y todos ellos, muy contentos, cumplen “lo que él dice” y “hacen su voluntad” (Salmo 103:20, 21). Si Jehová ha logrado mantener a todos esos ángeles contentos y ocupados durante tanto tiempo, es porque es muy sabio.
Jehová es “el único que es sabio”
17, 18. ¿Por qué dice la Biblia que Jehová es “el único que es sabio”, y por qué su sabiduría nos causa una gran admiración?
17 Por todo lo anterior, es lógico que la Biblia alabe a Jehová por su gran sabiduría. Entre otras cosas, dice que él es “el único que es sabio” (Romanos 16:27). Solo él es totalmente sabio, así que él es la fuente de la sabiduría verdadera (Proverbios 2:6). Jesús es el ser más sabio que Jehová creó. Pero nunca enseñaba sus propias ideas, sino lo que su Padre le había mandado (Juan 12:48-50).
18 Pablo expresó así lo que le hacía sentir la incomparable sabiduría de Jehová: “¡Oh, qué profundas son las riquezas, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Qué inexplicables son sus juicios e inexplorables sus caminos!” (Romanos 11:33). Con la expresión “oh”, demostró una emoción muy intensa, una gran admiración. El término griego para “profundas” se relaciona con el que se traduce como “abismo”. De este modo, él transmitió una imagen muy gráfica: meditar en la sabiduría de Dios es como asomarnos hacia un abismo tan profundo que no alcanzamos a ver el fondo. Así, por mucho que nos esforcemos, nunca entenderemos la inmensidad de la sabiduría de Jehová. Y tampoco sabremos todo lo que sabe Jehová (Salmo 92:5). ¡Qué poquita cosa somos en comparación con él!
19, 20. a) ¿Por qué es el águila un símbolo perfecto de la sabiduría de Dios? b) ¿Cómo sabemos que Jehová puede ver el futuro?
19 Pero hay otra razón por la que Jehová es “el único que es sabio”: es el único que puede saber el futuro. Como sabemos, él usa el águila como símbolo de su sabiduría. Aunque el águila real es mucho más pequeña que un ser humano, sus ojos son más grandes que los de un hombre adulto. Su vista tiene tanto alcance que puede ver presas diminutas desde una altura muy elevada y tal vez a kilómetros o millas de distancia. El propio Jehová dijo sobre el águila: “Sus ojos miran muy lejos, en la distancia” (Job 39:29). Y los ojos de Jehová también “miran muy lejos, en la distancia”, es decir, pueden ver hacia el futuro lejano.
20 En la Biblia hay muchos ejemplos que demuestran esto. Contiene cientos de profecías, o sea, sucesos que se escribieron tiempo antes de que pasaran. Jehová predijo —a veces, cientos de años antes— quién ganaría ciertas guerras, qué potencias mundiales surgirían y caerían, y hasta cómo se ganarían algunas batallas y quién lo haría (Isaías 44:25-45:4; Daniel 8:2-8, 20-22).
21, 22. a) ¿Qué ejemplo demuestra que Jehová no escribe el futuro de cada uno de nosotros? b) ¿Usa Jehová su sabiduría sin compasión?
21 ¿Quiere decir esto que Dios ya tiene escrito nuestro futuro? Eso es lo que enseñan algunas religiones. Pero, si fuera así, esto rebajaría la sabiduría de Jehová, pues indicaría que es incapaz de controlarse, de controlar su capacidad de ver el futuro. Piense en este ejemplo: si usted tuviera una voz espectacular y cantara superbién, ¿tendría que cantar todo el tiempo? ¡Sería absurdo! Pues Jehová tiene la capacidad de ver el futuro, pero no la usa todo el tiempo. Si lo hiciera, no respetaría nuestro libre albedrío —es decir, nuestra libertad de elección— un regalo muy valioso que él nunca nos quitará (Deuteronomio 30:19, 20).
22 Lo que es peor, quienes creen en la predestinación culpan a Dios de todo lo malo que pasa y creen que usa su sabiduría sin compasión. ¡Qué mentira! La Biblia enseña que Jehová “tiene un corazón sabio” (Job 9:4). Claro, él no tiene un corazón literal. En la Biblia, el corazón representa la esencia de una persona, sus motivos y sentimientos, como el amor. Así que la sabiduría de Dios, como sus otras cualidades, también se basa en el amor (1 Juan 4:8).
23. ¿Por qué podemos confiar en la sabiduría de Jehová, y cómo demostramos que lo hacemos?
23 Está claro que podemos confiar totalmente en la sabiduría de Dios. Como él es mucho más sabio que nosotros, su Palabra nos aconseja: “Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. Tómalo en cuenta en todos tus caminos, y él hará rectas tus sendas” (Proverbios 3:5, 6). En los siguientes capítulos aprenderemos más sobre la sabiduría de Jehová. Esto nos acercará más a él, nuestro Dios de infinita sabiduría.
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La sabiduría de la Palabra de DiosAcerquémonos a Jehová
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CAPÍTULO 18
La sabiduría de la Palabra de Dios
1, 2. ¿Qué “carta” nos ha enviado Jehová, y por qué?
¿ALGUNA vez ha recibido una carta de un ser querido que vive lejos? A todos nos emociona recibir noticias de alguien a quien queremos: saber cómo está, lo que le ha pasado, qué planes tiene... Gracias a ese tipo de comunicación, nos sentimos más cerca de esa persona a la que tanto queremos, aunque estemos lejos.
2 Pero ningún otro mensaje nos alegra tanto como el que viene de nuestro querido Dios. La “carta” que él nos mandó es su Palabra, la Biblia. En ella nos cuenta quién es, qué ha hecho, qué hará y mucho más. Nos la dio porque quiere que nos sintamos cerca de él. Y, como Jehová es tan sabio, eligió el mejor medio para comunicarse con nosotros. La gran sabiduría de Jehová también se ve por la forma en que la Biblia está escrita y por lo que dice en ella.
¿Por qué puso por escrito su mensaje?
3. ¿Cómo le transmitió Jehová la Ley a Moisés?
3 Quizás alguien se pregunte: “¿Por qué no se comunicó Jehová con nosotros de una forma más espectacular, como con una voz del cielo?”. Bueno, lo cierto es que a veces sí habló desde el cielo mediante ángeles. Por ejemplo, lo hizo cuando le dio la Ley a Israel (Gálatas 3:19). Pero, cuando los israelitas lo escucharon, les dio muchísimo miedo. Así que pidieron que Jehová se comunicara con ellos a través de Moisés (Éxodo 20:18-20). Finalmente, Jehová habló con Moisés y le dictó más de 600 leyes palabra por palabra. Ese conjunto de leyes es la Ley mosaica.
4. ¿Qué hubiera pasado si Moisés no hubiera puesto por escrito la Ley de Dios?
4 Pero, si esa Ley nunca se hubiera puesto por escrito, ¿habría podido Moisés recordar a la perfección todo lo que Jehová le dijo para transmitírselo fielmente al resto del pueblo? Y la gente, ¿habría podido recordar todo lo que Moisés les dijera y así transmitirlo generación tras generación? Ese no habría sido un método muy confiable para transmitir los mandatos de Dios. Imagínese que tuviera una larga fila de gente ante usted y le contara una historia a la primera persona de la fila para que esta se la contara a la siguiente, y así hasta llegar al final. Lo que escucharía el último de la fila seguramente sería muy distinto del mensaje original. Pero eso nunca pasó con la Ley de Dios.
5, 6. ¿Qué mandó Jehová que se hiciera con sus palabras, y por qué es eso una bendición para nosotros?
5 Jehová decidió sabiamente encargarse de que sus palabras se escribieran. Le mandó a Moisés: “Escribe estas palabras, porque estoy celebrando un pacto contigo y con Israel de acuerdo con estas palabras” (Éxodo 34:27). Por eso, en el año 1513 antes de nuestra era se empezó a escribir la Biblia. A lo largo de los siguientes 1.610 años, Dios “les habló [...] en muchas ocasiones y de muchas maneras” a unos 40 hombres para que escribieran la Biblia (Hebreos 1:1). Durante ese tiempo, muchos hombres fieles también fueron copiando las Escrituras con mucho cuidado para conservarlas (Esdras 7:6; Salmo 45:1).
6 Es una bendición que Jehová se haya comunicado con nosotros por escrito. ¿Ha recibido alguna carta de ánimo justo cuando más lo necesitaba? De seguro la guardó con cariño para leerla una y otra vez. Eso es lo que pasa con la “carta” que recibimos de Jehová. Como puso sus palabras por escrito, podemos leerlas y meditar en ellas una y otra vez (Salmo 1:2). Así podemos recibir “el consuelo de las Escrituras” siempre que lo necesitemos (Romanos 15:4).
¿Por qué usó escritores humanos?
7. ¿Por qué fue sabio que Jehová usara escritores humanos?
7 Jehová fue muy sabio al usar humanos para que escribieran su Palabra. Piénselo: si Dios les hubiera dado esa tarea a los ángeles, ¿nos llegaría la Biblia al corazón tanto como ahora? Ellos podrían haber descrito a Jehová como ellos lo ven, explicar por qué lo aman y lo adoran, y contar la historia de algunos siervos fieles de Dios. Pero ellos son superiores a nosotros, saben más y tienen mucha más experiencia y fuerza. Así que, ¿de verdad habríamos entendido su visión de las cosas? ¿Nos habríamos sentido identificados con sus sentimientos? (Hebreos 2:6, 7).
8. ¿En qué sentido se les permitió a los escritores bíblicos valerse de sus capacidades? (Vea también la nota).
8 Al usar seres humanos para escribir la Biblia, Jehová nos dio justo lo que necesitamos: una carta “inspirada por Dios” que al mismo tiempo refleja el toque humano (2 Timoteo 3:16). ¿Cómo lo logró? Al parecer, en muchos casos les permitió valerse de su capacidad mental para seleccionar “palabras agradables” y “escribir con exactitud palabras de verdad” (Eclesiastés 12:10, 11). Por eso hay tantos estilos distintos: cada libro refleja el origen y la personalidad de su escritor.a Sin embargo, aquellos hombres “hablaron de parte de Dios impulsados por espíritu santo” (2 Pedro 1:21). Así que, en realidad, la Biblia es “la palabra de Dios” (1 Tesalonicenses 2:13).
“Toda la Escritura está inspirada por Dios”.
9, 10. ¿Qué contribuye a que la Biblia nos llegue al corazón?
9 Gracias a que Jehová usó escritores humanos, la Biblia nos llega al corazón. Ellos tenían los mismos sentimientos que nosotros. Eran imperfectos y pasaron por pruebas y dificultades parecidas a las nuestras. A veces, el espíritu de Jehová los impulsó a hablar de sus emociones y sus luchas (2 Corintios 12:7-10). Ningún ángel podría haber escrito algo así en primera persona, como lo hicieron ellos.
10 Pensemos en el caso del rey David, del antiguo Israel. Después de haber cometido varios pecados graves, compuso un salmo en el que le abrió su corazón a Jehová y le suplicó que lo perdonara. Él escribió: “Límpiame de mi pecado. Porque conozco muy bien mis ofensas y mi pecado está siempre delante de mí. Mira, cuando nací ya era culpable de error, y en pecado me concibió mi madre. No me eches de tu presencia; no me quites tu espíritu santo. El sacrificio que a Dios le agrada es un espíritu destrozado; un corazón destrozado y aplastado, oh, Dios, no lo rechazarás” (Salmo 51:2, 3, 5, 11, 17). ¿Verdad que podemos sentir la angustia de David? Solo un ser humano podría expresar estos sentimientos.
¿Por qué se incluyen historias de personas?
11. ¿Qué historias reales incluye la Biblia “para nuestra enseñanza”?
11 La Biblia también nos llega al corazón porque incluye muchas historias de personas reales. Algunas servían a Dios y otras no. Nos narra sus experiencias, así como sus tristezas y alegrías. También aprendemos mucho de las decisiones que tomaron y de sus resultados. Todos esos relatos de la vida real están allí “para nuestra enseñanza” (Romanos 15:4). Con ellos, Jehová nos enseña de una forma que nos llega a lo más profundo. Veamos algunos casos.
12. ¿En qué sentido nos ayudan los relatos de personas infieles?
12 La Biblia habla de personas que fueron infieles o malvadas y también de las consecuencias de sus acciones. Sus historias nos ayudan a entender claramente por qué debemos evitar ciertas actitudes. Por ejemplo, ¿qué tiene más fuerza: un mandato que prohíbe la traición, o el relato en el que Judas traiciona a Jesús? (Mateo 26:14-16, 46-50; 27:3-10). Relatos como este pueden tener un profundo impacto en nosotros, y esto nos ayuda a identificar ciertos defectos que pudiéramos tener y a luchar contra ellos.
13. ¿De qué formas nos ayuda la Biblia a desarrollar cualidades?
13 La Biblia también incluye historias de muchos siervos fieles de Dios que nos dan un ejemplo de lealtad y devoción. Ver sus cualidades en acción nos enseña cómo acercarnos a Dios. Una de esas cualidades es la fe. La Biblia define esta cualidad y explica lo importante que es para hacer feliz a Jehová (Hebreos 11:1, 6). Pero también incluye relatos que demuestran claramente la fe tan grande de algunas personas, como la de Abrahán cuando iba a sacrificar a su hijo Isaac (Génesis, capítulo 22; Hebreos 11:17-19). Gracias a este tipo de relatos, entendemos mucho mejor qué significa tener fe. Así que Jehová no solo nos anima a desarrollar cualidades, sino que a través de ejemplos como estos nos enseña cómo hacerlo. ¡Qué sabio es Jehová!
14, 15. ¿Qué cuenta la Biblia sobre una viuda que fue al templo, y qué nos enseña sobre Jehová este relato?
14 Las historias de la vida real que hay en la Biblia por lo general nos enseñan algo sobre la personalidad de Jehová. Piense en un episodio del ministerio de Jesús. Sentado cerca de las arcas del tesoro del templo, ve cómo la gente echa dinero en ellas y que muchos ricos “dan de lo que les sobra”. Entonces se fija en una mujer, una viuda pobre que echa lo último que le queda, “dos moneditas de muy poco valor”.b Jesús —que reflejaba a la perfección el punto de vista de Jehová— dice: “Esta viuda pobre echó en las arcas del tesoro más que todos los demás”. Así que, para Jehová, ella había dado más que todas aquellas personas juntas (Marcos 12:41-44; Lucas 21:1-4; Juan 8:28).
15 Es curioso que, de toda la gente que fue al templo ese día, Jesús se fijara en esa viuda. ¿Verdad que nos conmueve que Dios haya incluido este relato en la Biblia? Con esta historia, Jehová nos demuestra que valora lo que hacemos por él. Le encanta lo que le damos de corazón y jamás nos compara con nadie. ¿No nos enternece que Jehová haya usado un relato así para enseñarnos esta lección?
Lo que no cuenta la Biblia
16, 17. ¿Cómo vemos la sabiduría de Jehová hasta en los detalles que decidió no contar en su Palabra?
16 Cuando le escribimos una carta a un ser querido, no podemos incluir todos los detalles. Escogemos muy bien lo que vamos a contarle. Jehová también escogió muy bien de qué sucesos y personas se hablaría en su Palabra, pero no siempre dio todos los detalles (Juan 21:25). Por ejemplo, al hablar de la forma en que Dios juzga a la gente, tal vez la Biblia no responda todas nuestras preguntas. Pero hasta en esas cosas que Dios decide no contar vemos su sabiduría. ¿De qué manera?
17 La forma en que la Biblia está escrita nos ayuda a descubrir lo que llevamos dentro. Respecto a “la palabra de Dios”, o su mensaje, Hebreos 4:12 dice: “Está viva y actúa con poder. Está más afilada que cualquier espada de dos filos y penetra hasta separar el alma del espíritu [...], y es capaz de revelar los pensamientos y las intenciones del corazón”. Así que el mensaje de la Biblia llega hasta lo más hondo de nuestro ser y revela nuestros verdaderos pensamientos y motivos. Quien la lee con una actitud crítica suele decepcionarse al llegar a relatos que no dan tanta información como le gustaría. Quizás hasta cuestione que Jehová de veras sea amoroso, sabio y justo.
18, 19. a) ¿Por qué no nos desanimamos si no vemos enseguida las respuestas a nuestras preguntas sobre un relato? b) ¿Qué hace falta para entender la Biblia, y cómo muestra esto lo sabio que es Dios?
18 Sin embargo, cuando tenemos la actitud correcta al estudiar la Biblia, no cuestionamos a Jehová ni nos desanimamos si no vemos enseguida las respuestas a nuestras preguntas sobre un relato. ¿Por qué? Pongamos un ejemplo: al hacer un rompecabezas de muchas piezas, al principio tal vez no encontremos la que buscamos o no sepamos dónde encajar una de ellas. Pero puede que las piezas que ya están en su lugar nos den una idea de cómo es la imagen completa. Lo mismo pasa con el estudio de la Biblia. Si aprendemos poco a poco qué clase de Dios es Jehová, llegaremos a ver la imagen completa. Así, al leer algo que al principio no entendamos o que nos parezca que no encaja con la personalidad de Jehová, sabremos lo suficiente como para estar seguros de que él lo hace todo con amor y siempre actúa con justicia.
19 Por lo tanto, solo comprenderemos la Palabra de Dios si la leemos y estudiamos con un corazón sincero y una mente abierta. Esto es una prueba de la inmensa sabiduría de Jehová. ¿Verdad que hay genios que escriben libros que solo pueden entender “los intelectuales y sabios”? Pero ellos no podrían escribir un libro que solo entiendan quienes tengan un corazón puro. El único que puede lograr eso es Jehová, que es sabio de verdad (Mateo 11:25).
Un libro lleno de “sabiduría práctica”
20. ¿Por qué es Jehová el único que puede enseñarnos cuál es el mejor modo de vivir, y qué información útil da la Biblia?
20 Mediante su Palabra, Jehová nos enseña cuál es el mejor modo de vivir. Como nos creó, sabe mejor que nosotros lo que necesitamos. Al fin y al cabo, el ser humano tiene las mismas necesidades básicas que cuando se escribió la Biblia: recibir amor, ser feliz y tener buenos amigos. La “sabiduría práctica” que contiene la Biblia es útil y puede ayudarnos a que nos vaya bien y a ser felices (Proverbios 2:7). El último capítulo de cada sección de este libro muestra cómo podemos seguir los sabios consejos de la Biblia. Pero aquí veremos un ejemplo por adelantado.
21-23. ¿Qué sabios consejos nos ayudan a evitar la ira y el rencor?
21 ¿Se ha dado cuenta de que la gente resentida suele acabar amargándose y haciéndose daño a sí misma? El rencor es una carga. Y, cuando lo alimentamos, nos desgasta mentalmente y nos roba la paz y la alegría. La ciencia ha descubierto que la ira puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas y muchos otros problemas de salud crónicos. Pero mucho antes de estos descubrimientos, la Biblia dio este sabio consejo: “Deja de lado la ira, renuncia a la furia” (Salmo 37:8). ¿Y cómo podemos hacerlo?
22 La Biblia nos dice estas sabias palabras: “La perspicacia del hombre frena su furia, y es un gesto hermoso que él pase por alto una ofensa” (Proverbios 19:11). La perspicacia nos ayuda a ver más allá y entender lo que hay detrás de las palabras o acciones de otros. Si tratamos de entender las intenciones, los sentimientos y las circunstancias de los demás, se nos hará más fácil no sentirnos heridos y no guardarles rencor.
23 La Biblia también nos aconseja: “Sigan soportándose unos a otros y perdonándose con generosidad” (Colosenses 3:13). La expresión “sigan soportándose unos a otros” nos invita a ser pacientes y a tolerar lo que nos molesta de los demás. Esta actitud nos ayudará a no ofendernos por cosas sin importancia. Y la expresión “perdonándose” transmite la idea de dejar que se vaya el resentimiento. Nuestro Dios, que es tan sabio, sabe que necesitamos perdonar cuando hay buenas razones para hacerlo. Si perdonamos, no solo les hacemos un favor a los demás; también nosotros conservamos nuestra paz interior (Lucas 17:3, 4). ¡Cuánta sabiduría hay en la Palabra de Dios!
24. ¿Qué lograremos si seguimos los sabios consejos de Jehová?
24 Como Jehová nos ama tanto, eligió el mejor medio posible para comunicarse con nosotros: una “carta” escrita por hombres dirigidos por el espíritu santo. Así, hizo que sus sabios consejos, “dignos de toda confianza”, se guardaran en la Biblia (Salmo 93:5). Cuando seguimos estos consejos y los compartimos con los demás, nos acercamos más a Dios, la fuente de la sabiduría. En el próximo capítulo, veremos otra prueba asombrosa de su sabiduría: su capacidad de predecir el futuro y cumplir su propósito.
a Por ejemplo, como David era pastor, usó ejemplos sacados de su experiencia con las ovejas (Salmo 23). Mateo, que había sido cobrador de impuestos, solía hacer referencia a cifras y cantidades de dinero (Mateo 17:27; 26:15; 27:3). Y Lucas, que era médico, mencionó detalles relacionados con la medicina (Lucas 4:38; 14:2; 16:20).
b Las dos monedas que echó la viuda eran leptones. El leptón era la moneda judía más pequeña y de menos valor que había en circulación. Dos leptones equivalían al salario que ganaba un trabajador en 15 minutos. Esas dos moneditas no alcanzaban ni siquiera para comprar un gorrión, el ave más barata que comían los pobres.
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“La sabiduría de Dios expresada en un secreto sagrado”Acerquémonos a Jehová
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CAPÍTULO 19
“La sabiduría de Dios expresada en un secreto sagrado”
1, 2. ¿Qué “secreto sagrado” debería interesarnos, y por qué?
¿LE GUSTAN los secretos? Cuando nos cuentan un secreto, puede que nos emocionemos tanto que nos cueste quedarnos callados. Sin embargo, la Biblia dice: “La gloria de Dios es mantener secreto un asunto” (Proverbios 25:2). Jehová, nuestro Soberano y Creador, tiene el derecho a no contarnos algo hasta que llegue el momento de hacerlo.
2 Ahora bien, hay un secreto fascinante que Jehová nos da a conocer en su Palabra: “el secreto sagrado de su voluntad” (Efesios 1:9). Esta información no solo satisface nuestra curiosidad. También puede salvarnos la vida y permitirnos entender un poquito mejor la inmensa sabiduría de Dios.
Poco a poco se revela el secreto
3, 4. ¿Qué esperanza y qué “secreto sagrado” hay en Génesis 3:15?
3 Cuando Adán y Eva pecaron, parecía que el propósito de Dios de que la Tierra fuera un paraíso lleno de personas perfectas no se cumpliría. Pero Jehová actuó de inmediato. Dijo: “Haré que haya enemistad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te aplastará la cabeza, y tú le herirás el talón” (Génesis 3:15).
4 ¿Quién sería la mujer? ¿Quién sería la serpiente? ¿Quién sería “la descendencia” que aplastaría la cabeza de la serpiente? ¡Era todo un enigma! Adán y Eva no sabían las respuestas. Aun así, esas palabras les darían esperanza a los descendientes fieles de aquella pareja desleal. La justicia triunfaría y el propósito de Jehová se cumpliría. Pero ¿cómo se lograría? ¡Ah, eso era un misterio! La Biblia se refiere a esto como “la sabiduría de Dios expresada en un secreto sagrado, la sabiduría escondida” (1 Corintios 2:7).
5. ¿Por qué Dios reveló poco a poco su secreto? Ponga un ejemplo.
5 Jehová es el “que revela los secretos” (Daniel 2:28). Así que, con el tiempo, les daría a sus siervos más detalles sobre este secreto. Pero lo haría poco a poco. Para entenderlo mejor, veamos un ejemplo. Si un niño pregunta: “Papá, ¿de dónde vengo?”, un padre sensato solo le dirá al niño lo que puede entender a su edad, y al ir creciendo le dará más detalles. De forma parecida, Jehová sabe cuándo estará listo su pueblo para recibir más información sobre lo que se propone hacer (Proverbios 4:18; Daniel 12:4).
6. a) ¿Para qué sirven los pactos o contratos? b) ¿Por qué llama la atención que Jehová hiciera pactos con seres humanos?
6 ¿Cómo fue dando Jehová más detalles sobre este secreto? Lo hizo mediante varios pactos o contratos. Es probable que usted haya firmado alguna vez un contrato, quizás para comprar una casa o para hacer o pedir un préstamo. Con ese contrato, las dos partes se comprometen legalmente a cumplir lo acordado. Ahora bien, ¿qué necesidad tenía Dios de hacer pactos con seres humanos? La verdad es que, cuando Jehová da su palabra, eso ya es una garantía. Pero él es tan bueno que quiere que a nosotros, que somos imperfectos, se nos haga más fácil confiar por completo en sus promesas. Y por eso ha hecho varios pactos para respaldar lo que ha prometido (Hebreos 6:16-18).
El pacto con Abrahán
7, 8. a) ¿Qué promesas incluía el pacto con Abrahán, y qué detalles indicó este pacto sobre el secreto sagrado? b) ¿Cómo fue precisando Jehová la línea de antepasados de la Descendencia prometida?
7 Más de 2.000 años después de expulsar a Adán y Eva del Paraíso, Jehová le dijo a su siervo Abrahán: “De veras haré que tu descendencia sea tan numerosa como las estrellas de los cielos [...]. Y todas las naciones de la tierra conseguirán una bendición para ellas mismas mediante tu descendencia, porque tú has escuchado mi voz” (Génesis 22:17, 18). No era solo una promesa. Era un contrato legal, y Jehová garantizaba con un juramento que se cumpliría (Génesis 17:1, 2; Hebreos 6:13-15). ¡Increíble! El Altísimo se comprometió mediante un pacto a bendecir a la humanidad.
“Haré que tu descendencia sea tan numerosa como las estrellas de los cielos”.
8 El pacto con Abrahán reveló que él sería antepasado de la Descendencia prometida. Así que esa Descendencia sería un ser humano. Pero ¿quién sería? Jehová dio a conocer años más tarde que, de los hijos de Abrahán, el antepasado de la Descendencia sería Isaac. Y, de sus dos hijos, Jehová eligió a Jacob (Génesis 21:12; 28:13, 14). Más tarde, Jacob dio esta profecía sobre uno de sus 12 hijos: “El cetro no se apartará de Judá, ni el bastón de mando se apartará de entre sus pies, hasta que venga Siló [que significa ‘aquel a quien pertenece’], y a él pertenecerá la obediencia de los pueblos” (Génesis 49:10; nota). Así se supo que la Descendencia sería un rey y que vendría de la tribu de Judá.
El pacto con la nación de Israel
9, 10. a) ¿Qué pacto hizo Dios con Israel, y por qué fue una protección? b) ¿Cómo mostró la Ley que el hombre necesitaba un rescate?
9 En el 1513 antes de nuestra era, Jehová hizo el pacto de la Ley mosaica con los descendientes de Abrahán. Mediante este acuerdo con Israel, fue dando más detalles sobre el secreto sagrado. Aunque este pacto ya no está en vigor, fue un instrumento clave para que llegara la Descendencia prometida. ¿Por qué? Por tres razones. Primero, porque la Ley era como un muro protector (Efesios 2:14). Y es que sus justas normas mantenían separados a los judíos de la gente de otras naciones. Al separarlos de quienes no servían a Jehová, la Ley contribuyó a proteger la línea de la Descendencia. Gracias a esto, la nación aún existía cuando llegó el momento de que naciera el Mesías en la tribu de Judá.
10 Segundo, porque la Ley mostró claramente que la humanidad necesitaba un rescate. Como la Ley era perfecta, ayudaba a los israelitas a darse cuenta de que nadie imperfecto podría obedecerla por completo. De esta forma sirvió “para poner al descubierto las transgresiones hasta que llegara la descendencia a quien se le había hecho la promesa” (Gálatas 3:19). Además, la Ley permitió que se perdonaran provisionalmente los pecados mediante sacrificios de animales. Pero estos sacrificios se limitaron a representar el sacrificio redentor de Jesús. Como indicó Pablo, “no es posible que la sangre de toros y de cabras elimine los pecados” (Hebreos 10:1-4). Así que el pacto de la Ley fue “el tutor que [...] guio hasta Cristo” a los judíos fieles (Gálatas 3:24).
11. ¿Qué oportunidad maravillosa les dio a los israelitas el pacto de la Ley, pero cómo la desaprovecharon?
11 Y, tercero, porque aquel pacto les dio a los israelitas una oportunidad maravillosa. Jehová les dijo que, si eran fieles, se convertirían en “un reino de sacerdotes y una nación santa” (Éxodo 19:5, 6). Aunque los primeros miembros del reino celestial de sacerdotes salieron de Israel, la nación en conjunto desaprovechó esa oportunidad; se rebeló contra el pacto de la Ley y rechazó al Mesías. Entonces, ¿a quiénes elegiría Jehová para completar el reino de sacerdotes, y qué relación tendría ese reino con la Descendencia prometida? Dios contestaría a su tiempo estas preguntas.
El pacto con David para un reino
12. ¿Qué promesas incluía el pacto que Jehová hizo con David, y qué indicaron sobre el secreto sagrado de Dios?
12 En el siglo once antes de nuestra era, Jehová aportó más información sobre el secreto sagrado cuando hizo un pacto con el fiel rey David. Le prometió: “Yo levantaré después de ti a tu descendencia [...], y estableceré con firmeza su reino”. Y añadió: “Yo estableceré con firmeza el trono de su reino para siempre” (2 Samuel 7:12, 13; Salmo 89:3). Aquellas palabras indicaron que la Descendencia prometida vendría de la casa de David. Pero ¿podría un hombre común y corriente reinar “para siempre” y rescatar del pecado y la muerte a la humanidad? (Salmo 89:20, 29, 34-36).
13, 14. a) Según el Salmo 110, ¿qué promesa hizo Jehová sobre el Rey que él ungió? b) ¿Qué otros detalles dio Jehová mediante sus profetas sobre la Descendencia prometida?
13 David escribió por inspiración: “Jehová le declaró a mi Señor: ‘Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos como banquillo para tus pies’”. Y añadió: “Jehová ha hecho un juramento y no cambiará de opinión: ‘¡Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec!’” (Salmo 110:1, 4). Estas palabras se refirieron directamente a la Descendencia prometida: el Mesías (Hechos 2:35, 36). Él no reinaría desde Jerusalén, sino desde los cielos, a la “derecha” de Jehová. Eso le daría la autoridad de gobernar en toda la Tierra, no solo en el territorio de Israel (Salmo 2:6-8). Pero lo que dijo Jehová indica algo más. Él juró solemnemente que el Mesías sería “sacerdote [...] a la manera de Melquisedec”. ¿Por qué es esto interesante? Melquisedec, que vivió en la época de Abrahán, era rey y también sacerdote. De igual manera, Dios nombraría a la Descendencia prometida Rey y también Sacerdote (Génesis 14:17-20).
14 A lo largo de los años, Jehová fue dando más detalles sobre el secreto sagrado mediante sus profetas. Por ejemplo, Isaías reveló que la Descendencia sacrificaría su vida (Isaías 53:3-12). Miqueas predijo dónde nacería el Mesías (Miqueas 5:2). Y Daniel hasta dijo exactamente cuándo empezaría su ministerio y cuándo moriría (Daniel 9:24-27).
¡Por fin se revela el secreto sagrado!
15, 16. a) ¿Qué hizo posible que el Hijo de Dios naciera de una mujer? b) ¿Qué heredó Jesús de sus padres humanos, y cuándo llegó como la Descendencia prometida?
15 ¿Cuándo dejó de ser un misterio la forma en que se cumplirían estas profecías? En el momento en que llegó la Descendencia. Gálatas 4:4 dice: “Cuando se cumplió el tiempo fijado, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer”. En el año 2 antes de nuestra era, un ángel le dijo a una virgen judía llamada María: “Mira, quedarás embarazada y darás a luz un hijo, y tienes que llamarlo Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. Y Jehová Dios le dará el trono de David su padre”. Luego añadió: “Sobre ti vendrá espíritu santo, y el poder del Altísimo te envolverá con su sombra. Por eso el que va a nacer será llamado santo, Hijo de Dios” (Lucas 1:31, 32, 35).
16 Más tarde, Jehová hizo que la vida de su Hijo pasara desde el cielo a la matriz de María. Así fue como Jesús nació de una mujer. Aunque María era imperfecta, él no heredó la imperfección, pues era “Hijo de Dios”. Lo que sí heredó de sus padres humanos fue el derecho a ocupar el trono de David, pues ellos eran descendientes de este rey (Hechos 13:22, 23). Cuando Jesús se bautizó, en el año 29 de nuestra era, Jehová lo ungió con espíritu santo y dijo: “Este es mi Hijo amado” (Mateo 3:16, 17). ¡Al fin había llegado la Descendencia! (Gálatas 3:16). Era el momento de revelar más detalles sobre el secreto sagrado (2 Timoteo 1:10).
17. ¿Cómo se aclaró el significado de Génesis 3:15?
17 Durante su ministerio, Jesús indicó que la serpiente de Génesis 3:15 es Satanás y que su descendencia son quienes apoyan al Diablo (Mateo 23:33; Juan 8:44). Más tarde, Jehová reveló cómo se les “aplastará” o destruirá a todos ellos para siempre (Apocalipsis 20:1-3, 10, 15). Además, dio a conocer que la mujer de la profecía era “la Jerusalén de arriba” —o la esposa de Dios—, es decir, la parte celestial de la organización de Jehová, formada por los ángeles fieles (Gálatas 4:26; Apocalipsis 12:1-6).a
El nuevo pacto
18. ¿Qué objetivo tiene “el nuevo pacto”?
18 La revelación más sorprendente sobre el secreto sagrado quizás sea la que hizo Jesús la noche antes de morir, al hablarles a sus discípulos fieles sobre “el nuevo pacto” (Lucas 22:20). Este pacto tendría el mismo objetivo que el de la Ley: producir “un reino de sacerdotes” (Éxodo 19:6; 1 Pedro 2:9). Pero con este pacto no se formaría una nación literal, sino espiritual: “el Israel de Dios”, compuesto exclusivamente por los cristianos ungidos fieles (Gálatas 6:16). Ellos serían parte del nuevo pacto y colaborarían con Jesús para que la humanidad disfrutara de bendiciones.
19. a) ¿Por qué decimos que el nuevo pacto logra formar “un reino de sacerdotes”? b) ¿Por qué se les llama a los cristianos ungidos “una nueva creación”, y cuántos reinarán con Jesús en el cielo?
19 Como vemos, el nuevo pacto consigue formar “un reino de sacerdotes” que bendecirá a la humanidad. ¿Y cómo lo logra? Pues bien, este pacto no condena a los discípulos de Cristo como pecadores. En vez de eso, permite que reciban el perdón total de los pecados gracias al sacrificio de Jesús (Jeremías 31:31-34). Jehová los declara justos, los adopta como miembros de su familia celestial y los unge con espíritu santo (Romanos 8:15-17; 2 Corintios 1:21). Así experimentan “un nuevo nacimiento a una esperanza viva” que “se ha reservado en los cielos” para ellos (1 Pedro 1:3, 4). Como para un ser humano la vida en los cielos era algo nuevo, a estos cristianos ungidos se les llama “una nueva creación” (2 Corintios 5:17). La Biblia indica que serán un total de 144.000 los que gobiernen desde el cielo a la humanidad (Apocalipsis 5:9, 10; 14:1-4).
20. a) ¿Qué se reveló sobre el secreto sagrado en el año 36? b) ¿Quiénes disfrutarán de las bendiciones que se le prometieron a Abrahán?
20 Junto con Jesús, los cristianos ungidos llegan a ser “descendencia de Abrahán” (Gálatas 3:29).b Los primeros ungidos eran de origen judío. Pero en el año 36 de nuestra era se reveló otro aspecto del secreto sagrado: también habría personas no judías que gobernarían con Jesús (Romanos 9:6-8; 11:25, 26; Efesios 3:5, 6). ¿Serían los ungidos los únicos en disfrutar de las bendiciones que se le prometieron a Abrahán? No, porque el sacrificio de Jesús beneficia a todo el mundo (1 Juan 2:2). Años después, Jehová reveló que “una gran muchedumbre” que nadie podía contar sobreviviría al fin del sistema de Satanás (Apocalipsis 7:9, 14). Y muchos, muchísimos más, resucitarían y tendrían la oportunidad de vivir para siempre en el Paraíso (Lucas 23:43; Juan 5:28, 29; Apocalipsis 20:11-15; 21:3, 4).
La sabiduría de Dios y el secreto sagrado
21, 22. ¿Cómo demuestra el secreto sagrado la sabiduría de Jehová?
21 El secreto sagrado fue una impresionante muestra de “la sabiduría de Dios en sus múltiples formas” (Efesios 3:8-10). ¡Qué sabio fue Jehová al formular este secreto e ir revelándolo poco a poco! Sabiamente, tomó en cuenta las limitaciones de los seres humanos y dejó que demostraran lo que había en su corazón (Salmo 103:14).
22 Jehová también mostró su incomparable sabiduría al nombrar Rey a Jesús. Es el ser más confiable que Dios ha creado. Como fue un hombre de carne y hueso, sufrió distintos tipos de problemas. Así que nos entiende a la perfección (Hebreos 5:7-9). Y lo mismo puede decirse de quienes gobernarán con él. A lo largo de los siglos, Dios ha escogido a hombres y mujeres de todos los idiomas, razas y orígenes. Cualquier problema que tengamos ya lo ha afrontado alguno de ellos (Efesios 4:22-24). ¡Será un placer que nos gobiernen estos reyes y sacerdotes tan compasivos!
23. ¿Qué honor nos concede Jehová?
23 Pablo escribió: “El secreto sagrado que estuvo escondido durante los sistemas pasados y las generaciones pasadas [...] ha sido revelado a sus santos” (Colosenses 1:26). Como vemos, los “santos” —los ungidos— ahora tienen mucha información sobre el secreto sagrado. Y la comparten con millones de cristianos. ¡Qué honor nos concede a todos Jehová “dándonos a conocer el secreto sagrado de su voluntad”! (Efesios 1:9). Compartamos este maravilloso secreto con otras personas para que ellas también puedan aprender sobre la infinita sabiduría de Dios.
a Gracias a Jesús, también se reveló el secreto sagrado de la devoción a Dios (1 Timoteo 3:16). Por siglos, no se supo si alguien podría ser leal a Jehová a la perfección. Cristo resolvió este misterio al mantenerse fiel a pesar de las pruebas del Diablo (Mateo 4:1-11; 27:26-50).
b Además, Jesús hizo con este mismo grupo “un pacto [...] para un reino” (Lucas 22:29, 30). Con este pacto, Jesús les prometió a todos los que forman parte del “rebaño pequeño” que reinarían con él en los cielos como parte secundaria de la descendencia de Abrahán (Lucas 12:32).
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“Él tiene un corazón sabio” pero es humildeAcerquémonos a Jehová
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CAPÍTULO 20
“Él tiene un corazón sabio” pero es humilde
1-3. ¿Cómo sabemos que Jehová es humilde?
IMAGÍNESE a un padre que quiere enseñarle algo muy importante a su niño. Su intención es llegarle al corazón. Pero ¿qué debería hacer? ¿Quedarse de pie delante de él, todo serio, y hablarle con dureza? ¿O bajarse a su nivel y utilizar un tono atrayente y dulce? Si es sabio y humilde, elegirá esta última opción.
2 Pues bien, ¿qué clase de Padre es Jehová? ¿Prepotente, o humilde? ¿Duro, o cariñoso? Recordemos que el conocimiento y la sabiduría de Jehová son infinitos. En cambio, las personas que saben mucho y son muy inteligentes por lo general no son humildes. Es como dice la Biblia: “El conocimiento llena de orgullo” (1 Corintios 3:19; 8:1). Sin embargo, aunque “tiene un corazón sabio”, Dios es humilde (Job 9:4). Claro, no es que tenga una posición inferior o le falte grandeza, sino que no es para nada arrogante. ¿Cómo lo sabemos?
3 Jehová es santo. Así que no tiene ningún defecto que lo contamine, como la arrogancia (Marcos 7:20-22). Además, fijémonos en lo que Jeremías le dijo a Jehová: “Seguro que te acordarás y te inclinarás hacia mí” (Lamentaciones 3:20).a ¡Imagínese! El Soberano del universo estaba dispuesto a inclinarse, a bajarse al nivel del profeta —un humano imperfecto— y concederle su atención (Salmo 113:7). Está claro que Jehová es humilde. Ahora bien, ¿cómo demuestra su humildad?, ¿qué relación hay entre esta cualidad y la sabiduría? y ¿qué tiene que ver esto con nosotros?
Cómo demuestra humildad Jehová
4, 5. a) ¿Qué implica ser humilde, y por qué no debe confundirse con ser débil o cobarde? b) ¿Cómo demostró humildad Jehová en su forma de tratar a David, y cómo nos beneficia esta cualidad de Dios?
4 La humildad es lo contrario al orgullo o arrogancia; es una cualidad que nace del corazón y se demuestra con una actitud apacible, paciente y razonable (Gálatas 5:22, 23). Sin embargo, estas cualidades espirituales no deben confundirse con la debilidad ni la cobardía. Tampoco hay que pensar que son incompatibles con el poder para destruir y la justa indignación de Jehová. Más bien, demuestran que él es capaz de controlarse a la perfección y que siempre usará bien su poder (Isaías 42:14). Ahora bien, ¿qué relación hay entre la sabiduría y la humildad? Un diccionario bíblico explica que, para ser humilde, hay que ser totalmente abnegado y pensar en los demás, y dice que esta es la base de la auténtica sabiduría. ¿Y cómo nos beneficia que Jehová sea humilde?
Los padres que tratan a sus hijos con humildad y ternura demuestran que son sabios.
5 El rey David le cantó a Jehová: “Tú me das tu escudo de salvación, tu mano derecha me sostiene, y tu humildad me hace grande” (Salmo 18:35). Así que Jehová se agachaba al nivel de David, un ser humano imperfecto, con tal de cuidarlo y protegerlo a diario. David reconoció que solo podría librarse de sus enemigos y llegar a ser un rey importante gracias a que Jehová era humilde y lo ayudaba. Y la verdad es que ninguno de nosotros tendría esperanzas de salvarse si no fuera porque Jehová es humilde y se agacha a nuestro nivel como un padre tierno y cariñoso.
6, 7. a) ¿Por qué la Biblia nunca dice que Jehová sea modesto? b) ¿Qué relación hay entre la apacibilidad y la sabiduría, y quién nos da el mejor ejemplo?
6 Por cierto, ¿hay alguna diferencia entre la humildad y la modestia? Igual que la humildad, la modestia está muy relacionada con la sabiduría. Por ejemplo, Proverbios 11:2 afirma: “La sabiduría está con los modestos”. Así que los siervos de Dios haríamos bien en cultivarla. Ahora bien, la Biblia nunca dice que Jehová sea modesto. ¿Por qué? Porque, en la Biblia, esta cualidad implica reconocer las limitaciones que uno tiene. Y el Todopoderoso no tiene más limitaciones que las que él mismo se impone a causa de sus justos principios (Marcos 10:27; Tito 1:2). Además, él es el Altísimo, así que no tiene que rendirle cuentas a nadie. Viéndolo así, Jehová no es modesto.
7 Pero Jehová sí es humilde y apacible. De hecho, les enseña a sus siervos que, para ser realmente sabios, deben ser apacibles. Por eso, su Palabra habla de “la apacibilidad que da la sabiduría” (Santiago 3:13).b Veamos cómo demuestra estas cualidades Jehová, quien nos da el mejor ejemplo.
Jehová es humilde al delegar y al escuchar
8-10. a) ¿Por qué es sorprendente que Jehová esté dispuesto a delegar y escuchar? b) ¿Cómo vemos la humildad del Todopoderoso en su forma de tratar a los ángeles?
8 Nos conmueve ver lo humilde que es Jehová. Por ejemplo, él está dispuesto a delegar responsabilidades en otros y a escucharlos. Esto es sorprendente, porque él no necesita que nadie lo ayude ni lo aconseje (Isaías 40:13, 14; Romanos 11:34, 35). En la Biblia hay muchos ejemplos de cómo Jehová demuestra humildad en este sentido.
9 Pensemos en un episodio muy importante de la vida de Abrahán. Resulta que recibió una visita especial: eran tres ángeles. A uno de ellos lo llamó “Jehová” porque iba en nombre, o representación, de Dios mismo. Lo que el ángel decía y hacía era como si lo dijera y lo hiciera el propio Jehová. A través de este ángel, Jehová le dijo a Abrahán que había oído fuertes “gritos de queja contra Sodoma y Gomorra”. Y le avisó: “Voy a bajar para ver si las quejas que me han llegado son ciertas y de veras se están comportando tan mal. Y, si no son ciertas, lo sabré” (Génesis 18:3, 20, 21). Claro, eso no quiere decir que el Todopoderoso fuera a “bajar” en persona. Más bien, él volvería a enviar ángeles a ver lo que estaba pasando (Génesis 19:1). Pero, si Dios lo ve todo, ¿por qué tenía que enviarlos? ¿Acaso no podía saber él, sin la ayuda de nadie, cómo estaba realmente aquella región? ¡Pues claro que sí! Pero, como es humilde, delegó en unos ángeles la tarea de ir a Sodoma para investigar la situación y visitar a Lot y su familia.
10 Además, Jehová está dispuesto a escuchar. Una vez, les pidió a los ángeles que propusieran estrategias para provocar la caída del malvado rey Acab. La verdad es que Jehová no necesitaba sugerencias, pero aceptó la propuesta de uno de los ángeles. Y, lo que es más, le encargó que la llevara a cabo (1 Reyes 22:19-22). ¡Eso sí que es humildad!
11, 12. ¿Cómo comprobó Abrahán que Jehová es humilde?
11 Jehová está dispuesto a escuchar hasta a las personas imperfectas que quieren contarle sus problemas. Piense en la vez en que le dijo a Abrahán que iba a destruir Sodoma y Gomorra. Eso desconcertó a Abrahán, que dijo: “Sería imposible que tú hicieras algo así. ¿El Juez de toda la tierra no hará lo que es justo?”. Además, le preguntó si perdonaría a esas ciudades si hubiera 50 justos allí. Él le aseguró que sí, pero Abrahán insistió y fue bajando el número: primero a 45, luego a 40, y así hasta llegar a 10. Aunque Jehová le aseguró lo mismo vez tras vez, parece que Abrahán no entendía bien lo misericordioso que es Dios. Pero Jehová fue paciente y humilde con su amigo Abrahán al permitirle expresar su inquietud (Génesis 18:23-33).
12 ¿Cuántas personas cultas y con estudios escucharían con tanta paciencia a alguien que sabe mucho menos que ellas?c Pues nuestro Dios, que es tan humilde, lo hizo. Aquella conversación también le ayudó a Abrahán a ver que Jehová es “un Dios [...] paciente” (Éxodo 34:6). Como probablemente reconocía que no tenía ningún derecho a cuestionar las decisiones del Altísimo, le suplicó dos veces: “Jehová, no te vayas a enojar” (Génesis 18:30, 32). Por supuesto, Jehová no se enojó. Él de veras demuestra “la apacibilidad que da la sabiduría”.
Jehová es razonable
13. ¿Qué significa en la Biblia la palabra razonable, y por qué describe muy bien a Jehová?
13 La humildad de Jehová también se ve en lo razonable que es. Esta valiosa característica, por desgracia, no es muy común en la gente. Pero en el caso de Jehová, él está dispuesto a escuchar a los seres inteligentes que él creó. Incluso está dispuesto a hacer lo que ellos le piden, si no va en contra de sus justos principios. De hecho, la palabra razonable en la Biblia significa literalmente “que cede”. Además, esta cualidad de Jehová es otra prueba clara de lo sabio que es. Con razón, Santiago 3:17 dice: “La sabiduría de arriba es [...] razonable”. ¿Y cómo demuestra nuestro sabio Dios que él es así? Por ejemplo, siendo adaptable. Recordemos que su propio nombre nos enseña que él llega a ser lo que haga falta para cumplir sus propósitos (Éxodo 3:14). ¿Verdad que esto demuestra que es adaptable y razonable?
14, 15. ¿Qué nos enseña la visión del carro sobre la parte celestial de la organización de Dios, y por qué es diferente a las del mundo?
14 Hay un pasaje bíblico muy impactante que nos ayuda a entender un poquito mejor lo adaptable que es Jehová. Se trata de la visión del profeta Ezequiel de la parte celestial de la organización de Jehová, formada por ángeles. En ella vio un enorme carro dirigido por Jehová en todo momento. ¿Y cómo se movía? Sus cuatro gigantescas ruedas se veían como si hubiera una rueda dentro de otra rueda, y estaban llenas de ojos. Gracias a esto, lo veían todo y cambiaban de dirección al instante, sin detenerse ni dar la vuelta. Aunque el carro era descomunal, no era lento como una torpe y pesada máquina. Más bien, se movía a la velocidad del relámpago, girando incluso en ángulo recto (Ezequiel 1:1, 14-28). Así que la organización de Jehová es tan adaptable como él mismo. Siempre reacciona rápidamente ante cualquier cambio de circunstancias.
15 Como mucho, los seres humanos solo pueden tratar de imitar la capacidad perfecta de Jehová para adaptarse. Pero la mayoría de las veces, tanto las personas como las organizaciones tardan en reaccionar ante los cambios y son más inflexibles que razonables. Piense en lo siguiente. Un tren de mercancías y un enorme barco petrolero impresionan por su tamaño y potencia. Pero ¿cómo responden si de repente surge un imprevisto? En el caso del tren, si se topa con un obstáculo, no puede girar. Y tampoco puede parar en seco, porque recorrería unos 2 kilómetros (más de 1 milla) después de accionar el freno. En el caso del superpetrolero, puede avanzar unos 8 kilómetros (5 millas) después de apagar los motores. Incluso si diera marcha atrás, podría seguir avanzando unos 3 kilómetros (2 millas). Algo parecido pasa con las instituciones humanas, que no pueden o no quieren adaptarse cuando cambian las necesidades o circunstancias, y muchas veces esto se debe al orgullo. Esta inflexibilidad ha provocado la caída de empresas y hasta de gobiernos (Proverbios 16:18). ¡Menos mal que Jehová y su organización no son así!
Cómo demuestra Jehová que es razonable
16. ¿Cómo mostró el caso de Lot que Jehová es razonable?
16 Pensemos de nuevo en la destrucción de Sodoma y Gomorra. Lot y su familia recibieron instrucciones claras. El ángel de Dios dijo: “Huye a la región montañosa”. Sin embargo, a Lot no le gustó la idea y suplicó: “¡No, Jehová, allí no, por favor!”. Estaba convencido de que, si huían a las montañas, morirían. Así que rogó que se les permitiera a él y a su familia refugiarse en la cercana ciudad de Zóar. Pero Jehová se proponía acabar con esa ciudad. Y, además, Lot no tenía motivos para sentir miedo, pues el Todopoderoso podía mantenerlo a salvo en las montañas. Con todo y eso, Jehová cedió y le hizo caso. El ángel le dijo a Lot: “De acuerdo, volveré a mostrarte consideración y no destruiré la ciudad de la que hablas” (Génesis 19:17-22). ¿Verdad que Jehová fue muy razonable?
17, 18. ¿Cómo muestra el caso de Nínive que Dios es razonable?
17 Jehová siempre actúa con misericordia y justicia. Por eso está dispuesto a cambiar sus decisiones si alguien se arrepiente de verdad. Pensemos en lo que sucedió cuando envió a Jonás a Nínive, una ciudad violenta y cruel. El profeta fue por las calles de Nínive anunciando un mensaje muy claro de parte de Jehová: la ciudad sería destruida al cabo de 40 días. Pero la situación cambió de forma inesperada; los ninivitas se arrepintieron (Jonás, capítulo 3).
18 Jehová y Jonás reaccionaron de forma muy diferente. Esta vez, Jehová no se convirtió en “un poderoso guerrero”, sino que se adaptó a la nueva situación y perdonó a los ninivitas (Éxodo 15:3).d Pero Jonás no quiso adaptarse ni mostrar misericordia. No reflejó la actitud razonable de Jehová. Más bien, respondió como el tren de mercancías o el superpetrolero que mencionamos antes. ¡Había anunciado destrucción, y destrucción tenía que haber! Pero Dios tuvo paciencia con aquel impaciente profeta y le enseñó una lección que jamás olvidaría: lo importante que es ser razonable y misericordioso (Jonás, capítulo 4).
Jehová es razonable y entiende nuestras limitaciones.
19. a) ¿Cómo sabemos que Jehová es razonable en lo que espera de nosotros? b) ¿Cómo muestra Proverbios 19:17 que Jehová es un amo bueno, razonable y muy humilde?
19 Por último, Jehová es razonable en lo que espera de nosotros. El rey David dijo: “Él sabe bien cómo estamos formados, se acuerda de que somos polvo” (Salmo 103:14). Jehová comprende mejor que nosotros mismos nuestras limitaciones e imperfecciones. Y nunca espera de nosotros más de lo que podemos hacer. La Biblia marca el contraste entre los amos “buenos y razonables” y “los que son difíciles de complacer” (1 Pedro 2:18). Pues bien, ¿qué clase de amo es Jehová? Fíjese en lo que dice Proverbios 19:17: “El que le muestra compasión al necesitado le hace un préstamo a Jehová”. Así que está claro que Jehová es bueno y razonable, pues está muy atento a todas las cosas buenas que se hacen por los necesitados. Y no solo eso, este versículo indica que el Creador del universo se siente en deuda con simples mortales que hacen buenas obras. ¿Se puede ser más humilde?
20. ¿Cómo sabemos que Jehová oye y contesta nuestras oraciones?
20 Hoy, Jehová sigue siendo igual de apacible y razonable con sus siervos. Aunque no se comunica con nosotros a través de ángeles, él nos escucha si le oramos con fe. Jamás debemos pensar que no responde nuestras oraciones. Cuando el apóstol Pablo les pidió a otros cristianos que siguieran orando para que lo liberaran de la cárcel, dijo: “Les pido que oren para que yo vuelva antes adonde están ustedes” (Hebreos 13:18, 19). Por lo tanto, nuestras oraciones pueden impulsar a Jehová para que haga algo que de otro modo no haría (Santiago 5:16).
21. ¿Qué es lo que no implica la humildad de Jehová? ¿Qué siente usted al pensar en esta cualidad de Dios?
21 Es cierto que Jehová muestra humildad siendo apacible, paciente y razonable, y estando dispuesto a escuchar. Pero eso no significa que permita que se desobedezcan sus leyes. El clero de la cristiandad quizá se imagine que es razonable por decirle a la gente lo que quiere oír, aunque eso rebaje las normas de Dios (2 Timoteo 4:3). El ser humano tiende a hacer lo que está mal porque es más fácil, y se justifica diciendo que eso es ser razonable. Pero, para Jehová, eso no es ser razonable. Él es santo y nunca pasará por alto sus justas normas (Levítico 11:44). Por tanto, valoremos esta virtud de Jehová y veámosla como una muestra de humildad. ¿No le emociona pensar que Jehová, el ser más sabio del universo, es también el más humilde? Es un placer acercarse a este Dios tan impresionante y, al mismo tiempo, tan tierno, paciente y razonable.
a Unos antiguos escribas, conocidos como soferim, modificaron este versículo para que indicara que el que se inclinaba era Jeremías, no Jehová. Por lo visto, decir que Dios hiciera algo tan humilde les parecía mal. Por esa razón, muchas versiones no reflejan el verdadero sentido de este hermoso versículo. Pero la Traducción Israelita Restaurada de YHVH transmite con exactitud lo que Jeremías le dice a Dios: “Estarás dispuesto a bajar hacia mí”.
b Otras versiones usan expresiones como “la humildad que proviene de la sabiduría” y “la mansedumbre propia de la sabiduría”.
c Es interesante que la Biblia indique que, si alguien no es paciente, en el fondo es arrogante (Eclesiastés 7:8). Así que la paciencia de Jehová es otra prueba de que es humilde (2 Pedro 3:9).
d Salmo 86:5 dice: “Jehová, eres bueno y estás dispuesto a perdonar”. Cuando esto se tradujo al griego, se usó el término epieikḗs (que significa “razonable”) para la expresión “dispuesto a perdonar”.
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Jesús revela la “sabiduría que viene de Dios”Acerquémonos a Jehová
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CAPÍTULO 21
Jesús revela la “sabiduría que viene de Dios”
1-3. ¿Cómo reaccionó la gente del pueblo de Jesús a lo que él enseñaba, y de qué no se dieron cuenta?
JESÚS estaba enseñando en la sinagoga y la gente, asombrada, lo escuchaba con atención. Todos lo conocían, ya que se había criado en la localidad y había trabajado por muchos años de carpintero allí. Puede que algunos vivieran en casas que él había ayudado a construir o que cultivaran la tierra con arados y yugos que él había hecho.a Ahora bien, ¿cómo reaccionarían a la enseñanza de aquel excarpintero?
2 Aunque casi todos se preguntaban sorprendidos dónde había conseguido este hombre esta sabiduría, también decían: “Este es el carpintero, el hijo de María” (Mateo 13:54-58; Marcos 6:1-3). Por desgracia, sus anteriores vecinos lo veían como un simple carpintero, nada del otro mundo. A pesar de sus enseñanzas tan sabias, lo rechazaron. No se daban cuenta de que esa sabiduría no la había conseguido por sí mismo.
3 Pues bien, ¿dónde consiguió Jesús realmente esta sabiduría? Él mismo aseguró: “Lo que yo enseño no es mío, sino del que me envió” (Juan 7:16). Y el apóstol Pablo explicó: “Cristo [...] ha llegado a ser para nosotros sabiduría que viene de Dios” (1 Corintios 1:30). Jesús reflejó tan bien la sabiduría de Jehová que dijo: “Yo y el Padre somos uno” (Juan 10:30). Veamos tres formas en las que Jesús demostró la “sabiduría que viene de Dios”.
Lo que enseñaba
4. a) ¿En qué se centraba el mensaje de Jesús, y por qué era tan importante? b) ¿Por qué los consejos de Jesús siempre eran prácticos y daban buenos resultados?
4 En primer lugar, hablemos de lo que él enseñaba. Su mensaje se centraba en “las buenas noticias del Reino” (Lucas 4:43). Ese mensaje era muy importante porque, gracias al Reino, Jehová santificará su nombre, dejará claro que es el mejor gobernante y le dará bendiciones eternas a la humanidad. Además, Jesús dio sabios consejos para la vida diaria. Esto demostró que él era el “Maravilloso Consejero” que Isaías había predicho (Isaías 9:6). ¿Y por qué eran tan buenos sus consejos? Pues bien, conocía a fondo la Palabra de Dios y sabía muy bien lo que Jehová espera de sus siervos. Por otra parte, entendía perfectamente las actitudes y sentimientos del ser humano. Y, además, sentía un gran amor por las personas. Por eso sus consejos siempre eran prácticos y daban buenos resultados. De hecho, él enseñaba “palabras de vida eterna”. Así que, si seguimos sus consejos, podremos vivir para siempre (Juan 6:68).
5. ¿De qué asuntos habló Jesús en el Sermón del Monte?
5 El Sermón del Monte es un ejemplo extraordinario de la sabiduría inigualable de las enseñanzas de Jesús. Aquel discurso, tal y como se encuentra en Mateo 5:3 a 7:27, duraría solo unos 20 minutos. Sin embargo, el valor de sus consejos es eterno porque serán útiles en cualquier época. Jesús habló de una gran variedad de asuntos. Por ejemplo, explicó cómo mejorar las relaciones personales (5:23-26, 38-42; 7:1-5, 12), cómo mantener la pureza moral (5:27-32) y cómo llevar una vida con sentido (6:19-24; 7:24-27). Pero no solo dijo cómo conseguir sabiduría, sino que lo demostró dando explicaciones, razones y pruebas.
6-8. a) ¿Qué buenas razones dio Jesús para no preocuparse demasiado? b) ¿Qué muestra que sus consejos reflejan la sabiduría que viene de Dios?
6 Pensemos, por ejemplo, en los consejos de Jesús que aparecen en el capítulo 6 de Mateo sobre cómo manejar las preocupaciones por las necesidades materiales. Jesús nos recomienda: “Dejen de angustiarse por su vida, por lo que van a comer y beber; o por su cuerpo, por lo que van a ponerse” (versículo 25). La comida y la ropa son necesidades básicas, y es muy lógico preocuparse por obtenerlas. Entonces, ¿por qué indicó que dejáramos de angustiarnos por ellas?b
7 Imagínese que usted está allí, escuchando los argumentos convincentes de Jesús. Si Jehová nos regaló la vida y el cuerpo, ¿no podrá darnos alimento para seguir viviendo y ropa para cubrirnos? (Versículo 25). Y, si alimenta a las aves y viste de hermosura las flores, ¿cómo no va cuidar a sus siervos? (Versículos 26, 28-30). En realidad, preocuparse más de la cuenta no tiene sentido; eso no nos va a servir para alargar la vida (versículo 27).c ¿Qué podemos hacer para no angustiarnos por las necesidades diarias? Jesús nos aconseja que siempre pongamos en primer lugar la adoración a Dios. Quienes así lo hagan pueden estar seguros de que “recibirán también todas esas cosas” de parte de su Padre celestial (versículo 33). Por último, Jesús ofrece una recomendación muy práctica: vivir cada día con las preocupaciones de cada día. Y es que, ¿para qué sumar las preocupaciones de mañana a las de hoy? (Versículo 34). Además, ¿por qué dejar que nos abrume lo que tal vez nunca suceda? Seguir estos sabios consejos nos ahorrará muchos sufrimientos en este mundo tan estresante.
8 Está claro que los consejos que Jesús dio hace casi 2.000 años siguen siendo igual de prácticos. ¿No refleja esto la sabiduría que viene de Dios? Hasta los mejores consejos de los expertos deben adaptarse o incluso sustituirse porque con el tiempo se desfasan. En cambio, las enseñanzas de Jesús han superado la prueba del tiempo. Y no debería sorprendernos, pues el Maravilloso Consejero pronunció “las palabras de Dios” (Juan 3:34).
La forma en que enseñaba
9. ¿Qué dijeron unos soldados sobre la enseñanza de Jesús, y por qué no exageraban?
9 La segunda manera en que Jesús reflejó la sabiduría de Dios fue su forma de enseñar. En cierta ocasión, unos soldados que tenían que arrestar a Jesús volvieron con las manos vacías y dijeron: “¡Nunca ha hablado así ningún hombre!” (Juan 7:45, 46). Y no exageraban. Jesús ha sido el único ser humano que ha venido “de las regiones de arriba” (Juan 8:23). Así que, ¿quién iba a tener tanto conocimiento y experiencia como él? La verdad es que ningún ser humano podría enseñar igual que él. Veamos tan solo dos métodos que utilizó este sabio Maestro.
“Las multitudes estaban impactadas con su manera de enseñar”.
10, 11. a) ¿Por qué los ejemplos y las comparaciones de Jesús eran tan eficaces? b) ¿Qué son las parábolas, y qué ejemplo muestra que las parábolas de Jesús eran muy buenas?
10 Usaba ejemplos y comparaciones con eficacia. La Biblia explica: “Jesús les dijo todas estas cosas a las multitudes usando comparaciones. De hecho, nunca les hablaba sin utilizar alguna comparación” (Mateo 13:34). Su habilidad para enseñar verdades profundas usando ejemplos tomados de la vida diaria era increíble. Habló de situaciones comunes: agricultores sembrando, mujeres preparando pan, niños jugando en el mercado, pescadores recogiendo las redes, pastores buscando ovejas perdidas... Cuando se relacionan verdades importantes con situaciones familiares, las lecciones se graban enseguida en la mente y el corazón (Mateo 11:16-19; 13:3-8, 33, 47-50; 18:12-14).
11 Muchas veces, Jesús contaba parábolas, es decir, historias breves que enseñan lecciones morales o espirituales. Como las historias se entienden y se recuerdan fácilmente, las parábolas conseguían grabar las enseñanzas de Jesús en la mente de las personas. En muchas parábolas, describió a su Padre con imágenes mentales claras e inolvidables. Pensemos, por ejemplo, en la lección de la parábola del hijo pródigo. ¿Quién no capta la idea de que Jehová se compadece de quienes se arrepienten sinceramente y los recibe de nuevo con ternura? (Lucas 15:11-32).
12. a) ¿Cómo usó Jesús las preguntas al enseñar? b) ¿Qué hizo cuando unos líderes religiosos cuestionaron su autoridad?
12 Usaba preguntas con habilidad. Jesús las usaba para ayudar a sus oyentes a sacar sus propias conclusiones, analizar sus motivos o tomar decisiones (Mateo 12:24-30; 17:24-27; 22:41-46). Cuando los líderes religiosos cuestionaron que Dios le hubiera dado autoridad, él les preguntó: “El bautismo que Juan realizaba, ¿venía del cielo, o venía de los hombres?”. Aquello los tomó por sorpresa, y se dijeron entre ellos: “Si le contestamos que venía del cielo, él dirá: ‘Entonces, ¿por qué no le creyeron?’. Pero ¿quién se atreve a decir que venía de los hombres?”. En realidad, “le tenían miedo a la multitud, porque todos consideraban que Juan realmente había sido un profeta”. Por eso, al final contestaron: “No lo sabemos” (Marcos 11:27-33; Mateo 21:23-27). Con una sencilla pregunta, Jesús los dejó sin palabras y sacó a la luz sus malas intenciones.
13-15. ¿Cómo refleja la sabiduría de Jesús una de sus parábolas?
13 A veces, Jesús hacía preguntas para que la gente reflexionara en sus ejemplos, y así combinaba los dos métodos. Un día, un judío experto en la Ley le preguntó cómo podría vivir para siempre. Jesús le hizo recordar lo que decía la Ley sobre amar a Dios y al prójimo. Pero ese hombre, que quería demostrar que era justo, le preguntó: “Y ¿quién es en realidad mi prójimo?”. Entonces, Jesús le contó la siguiente parábola. Cierto judío, que iba viajando solo, fue atacado por unos ladrones que lo dejaron medio muerto. Pasaron a su lado dos judíos: primero un sacerdote y luego un levita. Pero ninguno lo ayudó. Ahora bien, luego pasó un samaritano que se compadeció de él. Le vendó las heridas con cuidado y tuvo la bondad de llevarlo a una posada para que se recuperara. Al final, Jesús le preguntó al experto en la Ley: “¿Cuál de los tres piensas que se hizo prójimo del que cayó en manos de los ladrones?”. El hombre se vio obligado a responder: “El que lo trató con compasión” (Lucas 10:25-37).
14 ¿Cómo vemos la sabiduría de Jesús en esta historia? Los judíos solo consideraban su prójimo a quienes tenían las mismas tradiciones que ellos, pero jamás a los samaritanos (Juan 4:9). Si en la historia la víctima hubiera sido un samaritano y el hombre bueno un judío, ¿habría logrado Jesús combatir aquellos prejuicios? ¿Verdad que fue muy sabio al poner a un samaritano cuidando con bondad a un judío? Pero fíjese también en la pregunta que hizo al terminar la historia; cambió el enfoque que ese hombre le estaba dando a la palabra prójimo. En el fondo, lo que el experto estaba preguntando era a quién debía mostrarle ese tipo de amor, el amor al prójimo. Sin embargo, Jesús le preguntó: “¿Cuál de los tres piensas que se hizo prójimo del que cayó en manos de los ladrones?”. Así pues, Jesús no se centró en el que recibió los actos de bondad, sino en el que actuó con bondad: el samaritano. El verdadero prójimo toma la iniciativa y muestra amor a los demás, sin importar su origen. Jesús no pudo haberlo explicado mejor.
15 Con razón, las personas se sorprendían por la “manera de enseñar” de Jesús y lo buscaban para escucharlo (Mateo 7:28, 29). En cierta ocasión, “una gran multitud” se quedó cerca de él durante tres días. De hecho, hasta se les terminó la comida que llevaban (Marcos 8:1, 2).
Lo que él hacía
16. ¿Cómo demostró Jesús que la sabiduría de Dios influía en él?
16 La tercera manera en que Jesús reflejó la sabiduría de Dios fue por sus acciones. La sabiduría no se queda en la teoría; se lleva a la práctica y es muy útil. Según el Nuevo Testamento Judío, Santiago 3:13 dice: “¿Quién de entre vosotros es sabio y entendido? Que lo demuestre por su buena manera de vivir, por medio de acciones”. En todas sus acciones, Jesús dejó claro que la sabiduría de Dios influía en su vida. Veamos cómo demostró buen juicio y equilibrio, tanto en su vida como en su forma de tratar a los demás.
17. ¿Cómo sabemos que Jesús llevaba una vida totalmente equilibrada?
17 ¿Se ha dado cuenta de que la gente poco sensata suele irse a los extremos? Y es que hace falta sabiduría para ser equilibrados. Jesús, que reflejaba la sabiduría de Dios, demostraba un perfecto equilibrio. Su prioridad en la vida era lo espiritual. Se mantenía muy ocupado predicando las buenas noticias. De hecho, dijo: “Para eso he venido” (Marcos 1:38). Con razón tenía muy pocas cosas, pues lo material no era lo más importante para él (Mateo 8:20). Pero tampoco era un santurrón; al igual que su Padre, el “Dios feliz”, él era muy alegre y le gustaba hacer felices a los demás (1 Timoteo 1:11; 6:15). No era un aguafiestas. Por ejemplo, una vez fue a un banquete de boda. En esas ocasiones solía haber música, se cantaba, la gente estaba muy contenta y había vino, una bebida que “alegra el corazón del hombre” (Salmo 104:15). Cuando el vino se terminó, Jesús convirtió el agua en un vino de excelente calidad (Juan 2:1-11). Además, aceptó muchas invitaciones a comer, y a menudo las aprovechó para enseñar (Lucas 10:38-42; 14:1-6).
18. ¿Cómo refleja sabiduría la forma en que Jesús trató a sus discípulos?
18 Jesús también reflejó una gran sabiduría en su manera de tratar a los demás. Como conocía muy bien las actitudes y sentimientos del ser humano, entendía perfectamente a sus discípulos. Sabía que eran imperfectos, pero reconocía sus cualidades. Veía el potencial de aquellos hombres a quienes Jehová había traído hacia él (Juan 6:44). Estuvo dispuesto a confiar en ellos a pesar de sus limitaciones. Y lo demostró al darles una comisión muy importante: predicar las buenas noticias. Estaba convencido de que la podían cumplir (Mateo 28:19, 20). El libro de Hechos confirma que hicieron fielmente lo que Jesús les pidió (Hechos 2:41, 42; 4:33; 5:27-32). Está claro que Jesús fue sabio al haber confiado en ellos.
19. ¿Cómo demostró Jesús que era “apacible y humilde de corazón”?
19 Como vimos en el capítulo 20, la Biblia relaciona la humildad y la apacibilidad con la sabiduría. Sin duda, Jehová es el mejor ejemplo de estas cualidades. Y Jesús también las demostró. Nos impresiona ver la humildad con la que trató a sus discípulos. Él era superior a ellos porque era perfecto. Pero no los rebajaba ni los hacía sentir como si fueran unos ineptos. Al contrario: tuvo en consideración sus limitaciones y fue paciente cuando no hacían las cosas bien (Marcos 14:34-38; Juan 16:12). ¡Hasta los niños se sentían a gusto con él! Seguramente lo buscaban porque se daban cuenta de que era “apacible y humilde de corazón” (Mateo 11:29; Marcos 10:13-16).
20. ¿Cómo demostró la forma en que Jesús trató a una mujer no judía que él era flexible?
20 Veamos otra forma importante en la que Jesús reflejó la humildad de Dios: era flexible y mostraba misericordia siempre que había razones para hacerlo. Recordemos la ocasión en que una mujer que no era judía le suplicó que curara a su hija, que estaba “cruelmente poseída por un demonio”. Al principio, Jesús le indicó de tres maneras que no la ayudaría. Primero, no le contestó; luego, le dijo claramente que Dios solo lo había enviado a los judíos, y, por último, le explicó esto con cariño mediante un ejemplo. Pero la mujer tenía tanta fe que siguió insistiendo. ¿Qué haría él en este caso poco común? Aunque había dicho que no lo haría, curó a su hija (Mateo 15:21-28). ¿Verdad que fue flexible y, por lo tanto, muy humilde? Así que recuerde: para ser realmente sabios, hay que ser realmente humildes.
21. ¿Por qué es importante que tratemos de imitar la personalidad y la manera de hablar y actuar de Jesús?
21 Estamos muy agradecidos de que los Evangelios nos cuenten lo que hizo y dijo el hombre más sabio de todos los tiempos. Recordemos que Jesús era la viva imagen de su Padre. Por eso, si imitamos la personalidad y la forma de hablar y actuar de Jesús, aprenderemos a reflejar la sabiduría que viene de Jehová. En el siguiente capítulo veremos cómo podemos demostrar en nuestra vida esta sabiduría.
a En tiempos bíblicos, los carpinteros hacían casas, muebles e instrumentos de labranza. Justino Mártir, un escritor del siglo segundo de nuestra era, explicó que Jesús trabajó “como un carpintero [...] que hacía obras de este oficio, arados y yugos, mientras estaba entre los hombres”.
b El verbo griego para “angustiarse” significa “tener la mente distraída”. En Mateo 6:25 se refiere a la preocupación que divide la atención de una persona, la distrae y le roba la alegría de vivir.
c De hecho, la ciencia ha demostrado que estar demasiado preocupados y estresados puede aumentar el riesgo de sufrir problemas del corazón y otras enfermedades que acortan la vida.
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¿Influye en su vida “la sabiduría de arriba”?Acerquémonos a Jehová
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CAPÍTULO 22
¿Influye en su vida “la sabiduría de arriba”?
1-3. a) ¿Qué situación demostró que Salomón era muy sabio? b) ¿Qué promete darnos Jehová, y qué preguntas surgen?
LA SOLUCIÓN no era fácil. Dos mujeres se estaban peleando por un recién nacido. Ambas vivían en la misma casa y cada una había dado a luz un niño con pocos días de diferencia. El bebé de una de ellas murió, pero las dos afirmaban ser la madre del que quedaba vivo.a Para colmo, no había testigos de lo que pasó. Es probable que un tribunal inferior ya hubiera tratado el caso pero no lograra resolverlo. Así que el asunto llegó hasta el rey de Israel, Salomón. Ahora bien, ¿podría él descubrir la verdad?
2 Después de escuchar la versión de cada mujer, Salomón pidió una espada. Entonces, ordenó que cortaran al bebé en dos y les dieran la mitad a cada una de ellas. La verdadera madre le suplicó de inmediato al rey que no lo hiciera y que la otra mujer se quedara con el bebé, su querido hijito. En cambio, la otra insistió en que lo cortaran. Así Salomón descubrió la verdad. Él sabía muy bien cuánto quiere una madre a sus hijos, y saber esto le sirvió para encontrar la solución. Entonces, Salomón dijo: “Ella es su madre”. ¡Imagínese el alivio que sintió aquella mujer! (1 Reyes 3:16-27).
3 ¿No le impresiona la sabiduría de Salomón? Al enterarse de esto, el pueblo se sorprendió muchísimo “porque vieron que Dios le había dado sabiduría”. Y es que la sabiduría de Salomón era un regalo de Jehová, quien le dio “un corazón sabio y capaz de entender” (1 Reyes 3:12, 28). Y nosotros, ¿podemos tener ese tipo de sabiduría? Sí, pues el propio Salomón escribió por inspiración: “Jehová es quien da sabiduría” (Proverbios 2:6). De hecho, él promete darles sabiduría a quienes de verdad la buscan. Pero ¿cómo conseguimos esa sabiduría, es decir, la capacidad de usar bien el conocimiento, el entendimiento y el discernimiento? ¿Y cómo logramos que influya en nuestra vida?
¿Cómo se “consigue sabiduría”?
4-7. ¿Qué cuatro claves son fundamentales para conseguir sabiduría?
4 ¿Hay que ser muy inteligentes o cultos para recibir la sabiduría de Jehová? No, porque él está dispuesto a compartirla con nosotros sin importar nuestro origen o nuestra educación (1 Corintios 1:26-29). Ahora bien, la Biblia nos dice: “Consigue sabiduría”. Así que nosotros debemos tomar la iniciativa (Proverbios 4:7). Pero ¿cómo se consigue? Veamos cuatro claves.
5 Proverbios 9:10 dice: “El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría”. Así que la primera clave para conseguir sabiduría es temer a Dios. O, como dice la Nueva Biblia al Día, es “lo primero que hay que hacer”. Por lo tanto, para ser realmente sabios debemos temer a Dios. ¿Por qué? Recordemos que la sabiduría implica usar bien el conocimiento. Además, temer a Dios no significa tenerle miedo, sino obedecerle porque lo respetamos y confiamos en él. Es un temor sano que nos mueve a hacer lo que está bien y a vivir de acuerdo con lo que sabemos que Dios espera de nosotros. Y eso es lo más sabio que podemos hacer, porque siempre nos irá bien si seguimos sus normas.
6 La segunda clave es ser humildes y modestos. Solo quienes son así pueden reflejar la sabiduría de Dios (Proverbios 11:2). ¿Por qué? Porque la humildad y la modestia nos ayudan a reconocer que no lo sabemos todo, que nuestra opinión no siempre será la mejor y que necesitamos aprender lo que Jehová piensa de las cosas. Él “se opone a los arrogantes”, pero le encanta regalarles sabiduría a quienes son humildes de corazón (Santiago 4:6).
7 La tercera clave es estudiar la Biblia, donde Dios nos ofrece su sabiduría. Pero, para conseguir esa sabiduría, debemos esforzarnos y buscarla con empeño (Proverbios 2:1-5). Y la cuarta clave es orarle a Dios. Si le pedimos de corazón que nos dé sabiduría, él nos la dará generosamente (Santiago 1:5). También nos ayudará mediante su espíritu santo si se lo pedimos. Y, gracias a su espíritu, podremos encontrar en la Biblia tesoros que nos ayuden a resolver los problemas, evitar los peligros y tomar buenas decisiones (Lucas 11:13).
Para conseguir la sabiduría de Dios, debemos esforzarnos y buscarla con empeño.
8. ¿Cómo se notará que tenemos la sabiduría de Dios?
8 Como vimos en el capítulo 17, la sabiduría de Jehová siempre produce buenos resultados. Por eso, si tenemos ese tipo de sabiduría, se notará en nuestra conducta. Santiago 3:17 explica qué características produce en la gente. Dice: “La sabiduría de arriba es en primer lugar pura, luego es pacífica y razonable, está lista para obedecer y llena de misericordia y buenos frutos, es imparcial y no es hipócrita”. A continuación, se analizarán estas características. Y, al ir avanzando, pregúntese: “¿Está influyendo la sabiduría de arriba en mi vida?”.
Es “pura, luego es pacífica”
9. ¿Qué significa ser puro, y por qué es apropiado que la pureza sea la primera característica de la lista de Santiago 3:17?
9 “En primer lugar pura”. Aquí, “pura” transmite la idea de limpieza, tanto interior como exterior. La Biblia relaciona la sabiduría con el corazón. Ahora bien, Jehová no les da sabiduría a quienes tienen un corazón sucio, lleno de malos pensamientos, deseos o motivos (Proverbios 2:10; Mateo 15:19, 20). Para tener un corazón puro —hasta donde nos lo permita la imperfección—, debemos apartarnos del mal y hacer el bien (Salmo 37:27; Proverbios 3:7). ¡Qué apropiado es que la pureza sea la primera característica de la lista! Después de todo, ¿cómo vamos a reflejar las otras cualidades si no somos limpios moral y espiritualmente?
10, 11. a) ¿Por qué es importante vivir en paz? b) Si cree que ofendió a un hermano, ¿qué podría hacer para fomentar la paz? (Vea también la nota).
10 “Luego es pacífica”. La sabiduría de arriba nos impulsa a fomentar la paz, un aspecto del fruto del espíritu santo (Gálatas 5:22). Por eso, tratamos de no hacer nada que pueda romper “el vínculo de la paz” que une al pueblo de Jehová (Efesios 4:3). Y, si tenemos un desacuerdo con alguien, nos esforzamos al máximo por hacer las paces con él. ¿Por qué es importante hacerlo? Porque la Biblia dice: “Sigan [...] viviendo en paz, y así el Dios de amor y de paz estará con ustedes” (2 Corintios 13:11). Así que, mientras vivamos en paz con los demás, el Dios de paz estará con nosotros. La forma en que tratamos a nuestros hermanos influye directamente en nuestra relación con Jehová. Ahora bien, ¿cómo podemos fomentar la paz? Veamos un ejemplo.
11 ¿Qué debería hacer usted si cree que ofendió a algún hermano? Jesús dijo: “Si estás llevando tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete. Primero haz las paces con tu hermano, y luego vuelve y presenta tu ofrenda” (Mateo 5:23, 24). Como vemos, se esperaría que usted tomara la iniciativa y fuera a hablar con el hermano. ¿Y cuál será el objetivo? Hacer las paces.b En vez de decirle que no tiene por qué ofenderse, quizá deba reconocer delante de él que lo lastimó. Si no olvida que su objetivo es hacer las paces, es probable que terminen solucionando el problema y perdonándose. Al hacer todo lo que pueda, demostrará que se deja guiar por la sabiduría de Dios.
Es “razonable, está lista para obedecer”
12, 13. a) ¿Qué significa el término traducido “razonable” en Santiago 3:17? b) ¿Cómo demostramos que somos razonables?
12 “Razonable”. ¿Qué significa esta palabra? Los expertos dicen que no es fácil traducir la palabra griega que se usó originalmente en Santiago 3:17. En algunas Biblias se traduce como “amable”, “paciente” o “considerada”. Este término transmite la idea de alguien que cede. ¿Cómo demostramos que este aspecto de la sabiduría de Dios influye en nosotros?
13 Filipenses 4:5 dice: “Que todos sepan que ustedes son personas razonables”. ¿Se dio cuenta? No se trata de cómo nos vemos a nosotros mismos, sino de cómo nos ven los demás, es decir, de la fama que tenemos. La persona razonable no insiste en que se cumplan las cosas al pie de la letra o en que se hagan siempre a su manera. Al contrario, está dispuesta a escuchar a los demás y, siempre que sea posible, a hacer lo que le pidan. No es una persona brusca ni desconsiderada, sino amable. Todos en la congregación tenemos que ser así, pero especialmente los ancianos. El cariño de los ancianos atrae a los hermanos (1 Tesalonicenses 2:7, 8). Todos deberíamos preguntarnos: “¿Tengo la fama de ser una persona considerada, flexible y amable?”.
14. ¿Cómo demuestra una persona que está “lista para obedecer”?
14 “Está lista para obedecer”. La expresión original que se traduce como “lista para obedecer” solo aparece en este versículo de las Escrituras Griegas Cristianas. Según un comentarista bíblico, este término “suele utilizarse en el contexto de la disciplina militar”. Comunica la idea de ser alguien “sumiso” y “fácil de persuadir”. Por lo tanto, alguien que se deja guiar por la sabiduría de arriba obedece de muy buena gana y de inmediato lo que dice la Biblia. No tiene fama de ser de las personas que se aferran a sus ideas y se niegan a cambiar. Al contrario, si alguien le demuestra con la Biblia que alguna decisión que ha tomado no está bien o que cierta idea que tiene es incorrecta, está dispuesto a cambiar enseguida. Y en nuestro caso, ¿sabe todo el mundo que somos así?
Está “llena de misericordia y buenos frutos”
15. ¿Qué es la misericordia, y por qué es lógico que aparezca junto con la expresión “buenos frutos” en Santiago 3:17?
15 “Llena de misericordia y buenos frutos”.c La misericordia es un aspecto muy importante de la sabiduría de arriba. De hecho, se dice que la sabiduría de arriba está “llena de misericordia”. Notemos que “misericordia” aparece al lado de “buenos frutos”. Y es lógico, pues en la Biblia la palabra misericordia tiene que ver con hacer muchas cosas buenas a favor de los demás por compasión. Una obra de consulta define la misericordia como “sentimiento de tristeza por los que sufren y que impulsa a ayudarles”. Así que la sabiduría de Dios no es fría, insensible ni se queda en el intelecto. Más bien, quienes reflejan la sabiduría de Dios son cariñosos, amables y considerados. ¿Cómo podemos demostrar que estamos llenos de misericordia?
16, 17. a) Además del amor a Dios, ¿qué nos mueve a predicar, y por qué? b) ¿Cómo mostramos que estamos llenos de misericordia?
16 Una forma importante de demostrar que estamos llenos de misericordia es predicando las buenas noticias del Reino. ¿Por qué lo hacemos? Sobre todo, por amor a Jehová. Pero también por la misericordia o compasión que sentimos por los demás (Mateo 22:37-39). En la actualidad hay muchas personas “maltratadas y abandonadas como ovejas sin pastor” (Mateo 9:36). Como sus líderes religiosos las han descuidado y engañado, esas personas no conocen los sabios consejos de la Biblia ni las promesas que el Reino pronto hará realidad. ¡Cuánta falta les hace escuchar las buenas noticias! Pensar en esto nos llena de compasión y nos impulsa a hacer todo lo posible por predicarles.
Reflejamos “la sabiduría de arriba” al tratar con misericordia y compasión a los demás.
17 ¿De qué otras maneras mostramos que estamos llenos de misericordia? Recordemos la parábola de Jesús sobre el samaritano que, mientras viajaba, se encontró en el camino a un hombre al que habían asaltado. ¿Qué hizo cuando lo vio todo golpeado? “Lo trató con compasión” y, lleno de misericordia, le vendó las heridas y lo cuidó (Lucas 10:29-37). Esto nos enseña que la misericordia implica ayudar de formas prácticas a quienes lo necesitan. De hecho, la Biblia nos invita a que “hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe” (Gálatas 6:10). ¿Cómo podemos hacerlo? Por ejemplo, tal vez haya un hermano mayor que necesite que lo lleven a las reuniones. O quizá la casa de una hermana viuda necesite algunas reparaciones (Santiago 1:27). También podríamos pensar en “una buena palabra” para reanimar a alguien que esté deprimido (Proverbios 12:25). Si tratamos a los demás con misericordia, demostraremos que la sabiduría de arriba influye en nosotros.
“Es imparcial y no es hipócrita”
18. Si nos guía la sabiduría de arriba, ¿qué debemos arrancarnos del corazón, y por qué?
18 “Es imparcial”. La sabiduría de Dios nos ayuda a superar las actitudes racistas y nacionalistas. Si nos dejamos guiar por ella, arrancaremos de nuestro corazón cualquier tendencia al favoritismo (Santiago 2:9). No tratamos mejor a quienes tienen más estudios académicos, más dinero o más responsabilidades en la congregación. Y, aunque haya hermanos que nos parezcan poco brillantes, no los menospreciamos. Si Jehová los quiere tanto, ¿nosotros por qué no?
19, 20. a) ¿Qué origen tiene la palabra griega para “hipócrita”? b) ¿Cómo demostramos “cariño fraternal sin hipocresía”, y cuál será el resultado?
19 “No es hipócrita”. La palabra griega que se traduce “hipócrita” originalmente se refería a los actores de teatro. En la antigüedad, los actores griegos y romanos llevaban grandes máscaras. Por eso, esa palabra griega acabó usándose para referirse a quienes fingen o esconden lo que son. Este aspecto de la sabiduría de Dios no solo debería influir en la forma en que tratamos a nuestros hermanos, sino también en lo que sentimos por ellos.
20 El apóstol Pedro señaló que nuestra “obediencia a la verdad” debe dar como resultado “un cariño fraternal sin hipocresía” (1 Pedro 1:22). Así es, el cariño que les tenemos a nuestros hermanos no debe ser fingido. No llevamos una máscara ni hacemos teatro. Nuestro amor debe ser auténtico y brotar del corazón. De este modo nos ganaremos la confianza de los hermanos, pues verán que de veras somos lo que parecemos. Esa sinceridad produce un ambiente donde es más fácil tener amigos verdaderos y donde uno se puede sentir seguro.
“Protege la sabiduría práctica”
21, 22. a) ¿Cómo sabemos que Salomón no protegió la sabiduría? b) ¿Qué debemos hacer para proteger la sabiduría, y de qué maneras nos beneficiará hacerlo?
21 La sabiduría de arriba es un regalo de Jehová que debemos cuidar. Salomón escribió: “Hijo mío, [...] protege la sabiduría práctica y la capacidad de pensar” (Proverbios 3:21). Lamentablemente, él mismo no siguió este consejo. Fue sabio mientras tuvo un corazón obediente. Pero se casó con muchas mujeres extranjeras, permitió que ellas le desviaran el corazón y terminó dejando la adoración pura (1 Reyes 11:1-8). Este triste final muestra que, si el conocimiento no se usa bien, no sirve de nada.
22 ¿Qué debemos hacer para proteger la sabiduría práctica? Debemos leer regularmente la Biblia y las publicaciones que nos da “el esclavo fiel y prudente”. Pero además debemos esforzarnos por poner en práctica lo que aprendemos (Mateo 24:45). Reflejar la sabiduría de Dios nos beneficia de muchas maneras. Por un lado, nos permite disfrutar de la vida ahora. Por otro lado, nos ayuda a aferrarnos “a la vida que realmente es vida”, la vida en el nuevo mundo de Dios (1 Timoteo 6:19). Y, sobre todo, nos acerca a la fuente inagotable de sabiduría: Jehová.
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