La familia de Jehová disfruta de preciosa unidad
“¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!” (SALMO 133:1.)
1. ¿En qué condición se encuentran muchas familias en la actualidad?
LA FAMILIA está en crisis. En muchos hogares, el vínculo matrimonial se encuentra al borde de la ruptura. El divorcio es cada vez más común, y un gran número de hijos de parejas divorciadas experimentan profunda tristeza. En millones de familias reinan la infelicidad y la desunión. No obstante, existe una familia que sabe lo que es el gozo y la unidad verdaderos. Se trata de la familia universal de Jehová Dios. En ella, miríadas de ángeles invisibles efectúan las tareas que se les han encomendado en armonía con la voluntad divina. (Salmo 103:20, 21.) Ahora, ¿hay en la Tierra una familia que goce de tal unidad?
2, 3. a) ¿Quiénes forman parte ahora de la familia universal de Dios, y con qué puede compararse hoy día la totalidad de los testigos de Jehová? b) ¿Qué preguntas analizaremos?
2 El apóstol Pablo escribió: “Doblo mis rodillas ante el Padre, a quien toda familia en el cielo y en la tierra debe su nombre”. (Efesios 3:14, 15.) Todo linaje en la Tierra debe su nombre a Dios porque él es el Creador. Si bien no existen familias humanas en el cielo, metafóricamente hablando Dios está casado con su organización celestial y Jesús se unirá a una novia espiritual en los cielos. (Isaías 54:5; Lucas 20:34, 35; 1 Corintios 15:50; 2 Corintios 11:2.) Los fieles ungidos en la Tierra ahora forman parte de la familia universal de Dios, y las “otras ovejas” de Jesús, que abrigan la esperanza terrenal, son sus miembros futuros. (Juan 10:16; Romanos 8:14-17; La Atalaya del 15 de enero de 1996, página 31.) Por otro lado, el colectivo de los testigos de Jehová de la actualidad puede compararse con una familia mundial unida.
3 ¿Forma usted parte de la maravillosa familia internacional de siervos de Dios? De ser así, disfruta de una de las mayores bendiciones que alguien pueda tener. Millones de personas pueden atestiguar que la familia mundial de Jehová, su organización visible, es un oasis de paz y unidad en medio del desierto de conflictos y desunión de este mundo. ¿Cómo puede describirse la unidad de la familia mundial de Jehová? ¿Y qué factores contribuyen a la misma?
¡Qué bueno y qué agradable!
4. ¿Cómo expresaría en sus propias palabras lo que dice el Salmo 133 sobre la unidad fraternal?
4 El salmista David apreciaba profundamente la unidad fraternal. Incluso fue inspirado a cantarle. Imagíneselo acompañándose con el arpa mientras canta: “¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad! Es como el buen aceite sobre la cabeza, que viene bajando sobre la barba —la barba de Aarón—, que viene bajando hasta el cuello de sus prendas de vestir. Es como el rocío de Hermón que viene descendiendo sobre las montañas de Sión. Porque allí ordenó Jehová que estuviera la bendición, aun vida hasta tiempo indefinido”. (Salmo 133:1-3.)
5. Sobre la base de lo que dice Salmo 133:1, 2, ¿qué semejanza existe entre los israelitas y los siervos de Dios del presente?
5 Estas palabras fueron aplicables a la unidad fraternal de que gozaba el pueblo antiguo de Dios, los israelitas. Cuando estos se congregaban en Jerusalén con ocasión de sus tres fiestas anuales, realmente moraban en unidad. Aun procediendo de diversas tribus, componían una sola familia. El estar juntos tenía un buen efecto en ellos; era como el aceite de unción, refrescante y perfumado. Cuando este se derramó sobre la cabeza de Aarón, bajó por su barba hasta el cuello de su vestidura. Para los israelitas, congregarse ejercía una influencia positiva que se difundía por todo el pueblo. Se aclaraban los malentendidos y se promovía la paz. Una unidad semejante existe en la actualidad en la familia mundial de Jehová. El que sus miembros se reúnan regularmente tiene una beneficiosa influencia espiritual en ellos. Cualquier malentendido o dificultad que surja se elimina aplicando el consejo de la Palabra de Dios. (Mateo 5:23, 24; 18:15-17.) El pueblo de Jehová aprecia inmensamente el estímulo mutuo que proviene de su fraternidad.
6, 7. ¿En qué se parecía la unidad de Israel al rocío del monte Hermón, y dónde podemos hallar la bendición de Jehová hoy?
6 ¿En qué sentido era la convivencia de Israel también como el rocío del Hermón? Puesto que la cima de esta montaña se eleva 2.800 metros sobre el nivel del mar, permanece coronada de nieve casi todo el año. Sus cumbres nevadas condensan los vapores nocturnos, y así producen el abundante rocío que conserva la vegetación durante la larga temporada seca. Las frías corrientes de aire procedentes de la cordillera del Hermón pueden transportar estos vapores muy al sur, hasta los alrededores de Jerusalén, donde se condensan en forma de rocío. De modo que el salmista no se equivocó al decir que ‘el rocío de Hermón desciende sobre las montañas de Sión’. ¡Qué magnífico recordatorio de la refrescante influencia que promueve la unidad de la familia de adoradores de Jehová!
7 Antes de que se estableciera la congregación cristiana, Sión, o Jerusalén, constituía el centro del culto verdadero. Por lo tanto, fue allí donde Dios ordenó que estuviera la bendición. En vista de que la Fuente de toda bendición residía de modo representativo en el santuario de Jerusalén, de allí emanarían las bendiciones. Sin embargo, puesto que el culto verdadero ya no depende de un lugar, la bendición, el amor y la unidad de los siervos de Dios se puede hallar por toda la Tierra hoy día. (Juan 13:34, 35.) ¿Cuáles son algunos de los factores que promueven dicha unidad?
Factores que promueven la unidad
8. ¿Qué aprendemos sobre la unidad en Juan 17:20, 21?
8 La unidad de los adoradores de Jehová se funda en la obediencia a la Palabra de Dios correctamente entendida, y en especial a las enseñanzas de Jesucristo. Al enviar a su Hijo al mundo a fin de que diera testimonio de la verdad y muriera en sacrificio, Jehová abrió el camino para la formación de la congregación cristiana unida. (Juan 3:16; 18:37.) Que entre sus miembros debería reinar auténtica unidad quedó claro cuando Jesús oró: “Hago petición, no respecto a estos solamente, sino también respecto a los que pongan fe en mí mediante la palabra de ellos; para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste”. (Juan 17:20, 21.) Los seguidores de Jesús alcanzaron una unidad análoga a la que existe entre Dios y su Hijo, y ello debido a que observaron la Palabra de Dios y las enseñanzas de Jesús. La misma actitud constituye un factor importante ahora en la unidad de la familia mundial de Jehová.
9. ¿Qué función desempeña el espíritu santo en la unidad que reina en el pueblo de Jehová?
9 Otro elemento unificador del pueblo de Jehová es que disponemos del espíritu santo, o fuerza activa, de Dios, que nos permite entender la verdad revelada de la Palabra de Jehová y así servirle unidos. (Juan 16:12, 13.) El espíritu de Dios nos ayuda a evitar las obras divisorias de la carne, como contiendas, celos, arrebatos de cólera y altercaciones; y en su lugar, hace que cultivemos el fruto unificador de amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad y autodominio. (Gálatas 5:19-23.)
10. a) ¿Qué paralelo hay entre el amor que existe en una familia unida y el que evidencian los que están dedicados a Jehová? b) ¿Cómo describió un miembro del Cuerpo Gobernante lo que siente cuando se reúne con sus hermanos espirituales?
10 Los miembros de una familia unida se aman mutuamente y disfrutan de estar juntos. De igual modo, los que componen la familia unificada de adoradores de Jehová lo aman a él, aman a su Hijo y se aman entre sí. (Marcos 12:30; Juan 21:15-17; 1 Juan 4:21.) Tal como a una familia amorosa le gusta comer junta, quienes están dedicados a Dios disfrutan yendo a las reuniones y las asambleas, donde se benefician de la excelente compañía y el magnífico alimento espiritual. (Mateo 24:45-47; Hebreos 10:24, 25.) Uno de los miembros del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová se expresó así en cierta ocasión: “Reunirme con los hermanos constituye para mí uno de los mayores placeres de la vida y una fuente de ánimo. Me encanta ser de los primeros en llegar al Salón del Reino y de los últimos en salir, si es posible. Hablar con otros siervos de Dios me causa gozo interior. Estando con ellos, me siento en casa con mi familia”. ¿Es así como se siente usted? (Salmo 27:4.)
11. ¿Qué obra les causa particular placer a los testigos de Jehová, y en qué resulta el que hagamos del servicio de Dios el centro de nuestra vida?
11 A los miembros de una familia unida les alegra hacer cosas juntos. Así mismo, los integrantes de la familia de adoradores de Jehová gustan de efectuar unidamente la obra de predicar el Reino y hacer discípulos. (Mateo 24:14; 28:19, 20.) La participación regular en dicha obra nos acerca más a otros testigos de Jehová. Hacer del servicio a Dios el centro de nuestra vida y apoyar todas las actividades de su pueblo también aviva el espíritu de familia entre nosotros.
El orden teocrático es fundamental
12. ¿Qué caracteriza a una familia unida y feliz, y qué provisión favorecía la unidad de las congregaciones cristianas del siglo I?
12 Una familia que cuenta con jefatura firme y amorosa y que es organizada tiene muchas posibilidades de disfrutar de concordia y felicidad. (Efesios 5:22, 33; 6:1.) Jehová es un Dios de paz y orden, y todos los integrantes de su familia lo reconocen como el “Supremo”. (Daniel 7:18, 22, 25, 27; 1 Corintios 14:33.) También reconocen que él ha constituido a su Hijo, Jesucristo, heredero de todas las cosas, y que ha delegado en él toda autoridad en el cielo y en la Tierra. (Mateo 28:18; Hebreos 1:1, 2.) Con Cristo como Cabeza, la congregación cristiana es una organización unida y ordenada. (Efesios 5:23.) La supervisión de las actividades de las congregaciones en el siglo I corría a cargo de un cuerpo gobernante conformado por los apóstoles y otros “ancianos” espiritualmente maduros. Cada congregación tenía superintendentes, o ancianos, y siervos ministeriales nombrados. (Hechos 15:6; Filipenses 1:1.) La obediencia a los que llevaban la delantera propiciaba la unidad. (Hebreos 13:17.)
13. ¿Cómo atrae Jehová a la gente, y con qué resultados?
13 ¿Significa todo este orden que la unidad de los adoradores de Jehová se atribuye a la existencia de una jefatura firme e impersonal? ¡De ninguna manera! No hay nada en Dios ni en su organización que carezca de amor. Jehová atrae a la gente con su amor, y todos los años centenares de miles de personas entran alegre y voluntariamente a formar parte de la organización de Jehová, al bautizarse en símbolo de su dedicación incondicional a Dios. Su espíritu es como el de Josué, quien exhortó a sus hermanos israelitas: “Escójanse hoy a quién quieren servir [...]. Pero en cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová”. (Josué 24:15.)
14. ¿Por qué podemos decir que la organización de Jehová es teocrática?
14 Ser parte de la familia de Jehová no solo nos hace sentir gozosos, sino también seguros, pues su organización es teocrática. El Reino de Dios es una teocracia (del griego the·ós, dios, y krá·tos, dominio); es un gobierno de Dios, ordenado y establecido por él. La “nación santa” ungida de Jehová está sujeta a su dominio, y por ello es también teocrática. (1 Pedro 2:9.) Con el Gran Teócrata, Jehová, como nuestro Juez, Dador de Estatutos y Rey, tenemos razones de sobra para sentirnos seguros. (Isaías 33:22.) Pero ¿qué sucede si alguna disputa amenaza el gozo, la seguridad y la unidad de que disfrutamos?
El cuerpo gobernante adopta medidas
15, 16. ¿Qué disputa se suscitó en el siglo I, y por qué?
15 A fin de preservar la unidad de una familia, en ocasiones es preciso dirimir alguna disputa. Supóngase, entonces, que hubiera sido menester solucionar cierto problema de índole espiritual para salvaguardar la unidad de la familia de adoradores de Dios en el siglo I E.C. ¿Cómo se hubiera procedido? El cuerpo gobernante adoptaba las medidas correspondientes en cuestiones espirituales. Su intervención quedó consignada en la Escritura.
16 Alrededor del año 49, el cuerpo gobernante se reunió en Jerusalén para resolver un problema grave y proteger así la unidad de “la casa de Dios”. (Efesios 2:19.) Unos trece años antes, el apóstol Pedro había predicado a Cornelio, y los primeros gentiles, o gentes de las naciones, se habían hecho creyentes bautizados. (Hechos, capítulo 10.) Durante el primer viaje misionero de Pablo, muchos gentiles habían abrazado el cristianismo. (Hechos 13:1–14:28.) De hecho, se había establecido una congregación de cristianos gentiles en Antioquía de Siria. Algunos cristianos judíos creían que los conversos gentiles estaban obligados a circuncidarse y cumplir la Ley mosaica; otros, sin embargo, disentían. (Hechos 15:1-5.) Tal disputa pudo haber causado total desunión o incluso haber ocasionado la formación de congregaciones separadas de judíos y gentiles. Por consiguiente, el cuerpo gobernante intervino prontamente con miras a preservar la unidad cristiana.
17. ¿Qué procedimiento armonioso y teocrático describe el capítulo 15 de los Hechos 15?
17 De acuerdo con Hechos 15:6-22, “los apóstoles y los ancianos se reunieron para ver acerca de este asunto”. Había asimismo otras personas presentes, entre ellas una delegación de Antioquía. Pedro explicó primero que ‘por boca suya la gente de las naciones había oído las buenas nuevas y había creído en ellas’. Luego, “toda la multitud” escuchó a Bernabé y a Pablo ‘contar las muchas señales y portentos que Dios había hecho mediante ellos entre las naciones’, es decir, entre los gentiles. Seguidamente, Santiago propuso la solución al problema. Cuando el cuerpo gobernante llegó a una decisión, se nos dice que ‘los apóstoles y los ancianos, junto con toda la congregación, acordaron enviar a varones escogidos de entre ellos a Antioquía junto con Pablo y Bernabé’. Estos “varones escogidos”, Judas y Silas, llevaron una animadora carta a los hermanos.
18. ¿Qué decidió el cuerpo gobernante con relación a la Ley mosaica, y qué efecto tuvo en los cristianos judíos y gentiles?
18 La carta que anunciaba la decisión del cuerpo gobernante empezaba así: “Los apóstoles y los ancianos, hermanos, a los hermanos de Antioquía y Siria y Cilicia que son de las naciones: ¡Saludos!”. Aunque hubo otros hermanos que concurrieron a la histórica reunión, parece ser que el cuerpo gobernante lo componían “los apóstoles y los ancianos”. El espíritu de Dios los dirigió, pues la carta declara: “Al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de cosas estranguladas, y de fornicación”. (Hechos 15:23-29.) No se requería que los cristianos se circuncidaran y cumplieran la Ley mosaica. Esta resolución contribuyó a que los cristianos judíos y gentiles actuaran y hablaran en unidad. Las congregaciones se regocijaron y la preciada unidad continuó, tal como ocurre hoy en la familia mundial de Dios bajo la guía espiritual del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová. (Hechos 15:30-35.)
Sirvamos en unidad teocrática
19. ¿Por qué ha florecido la unidad en la familia de adoradores de Jehová?
19 La unidad de la familia florece cuando hay colaboración entre sus miembros. Lo mismo es cierto respecto de la familia de adoradores de Jehová. Siendo personas teocráticas, los ancianos y demás cristianos de la congregación del primer siglo servían a Dios en total cooperación con el cuerpo gobernante y aceptaban las decisiones que este tomaba. Con la asistencia del cuerpo gobernante, los ancianos ‘predicaban la palabra’ y los miembros de las congregaciones en general ‘hablaban de acuerdo’. (2 Timoteo 4:1, 2; 1 Corintios 1:10.) Así pues, las mismas verdades de la Escritura se presentaban en el ministerio y en las reuniones cristianas, ya fuera en Jerusalén, Antioquía, Roma, Corinto o en cualquier otro lugar. Igual unidad teocrática existe hoy día.
20. ¿Qué tenemos que hacer a fin de proteger nuestra unidad cristiana?
20 Para proteger nuestra unidad, todos los que formamos parte de la familia mundial de Jehová debemos esforzarnos por mostrar amor teocrático. (1 Juan 4:16.) Necesitamos someternos a la voluntad divina y mostrar profundo respeto al “esclavo fiel” y al Cuerpo Gobernante. A semejanza de nuestra dedicación a Dios, nuestra obediencia es, por supuesto, voluntaria y produce gozo. (1 Juan 5:3.) ¡Qué bien relacionó el salmista el gozo con la obediencia! Cantó: “¡Alaben a Jah! Feliz es el hombre que teme a Jehová, en cuyos mandamientos se ha deleitado muchísimo”. (Salmo 112:1.)
21. ¿Cómo podemos demostrar que somos teocráticos?
21 Jesús, el Cabeza de la congregación, es del todo teocrático y siempre hace la voluntad de su Padre. (Juan 5:30.) Por lo tanto, imitemos a nuestro Dechado efectuando unidamente y de modo teocrático la voluntad de Jehová en total colaboración con su organización. Así, con gratitud y gozo sinceros podremos hacernos eco de la canción del salmista: “¡Miren! ¡Qué bueno y qué agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!”.
¿Qué respondería usted?
◻ ¿Qué relación guarda nuestra unidad cristiana con el Salmo 133?
◻ ¿Cuáles son algunos factores que promueven la unidad?
◻ ¿Por qué es imprescindible el orden teocrático para la unidad del pueblo de Dios?
◻ ¿Qué medidas tomó el cuerpo gobernante en el siglo I para salvaguardar la unidad?
◻ ¿Qué significa para usted servir en unidad teocrática?
[Ilustración de la página 13]
El cuerpo gobernante intervino para preservar la unidad