Cómo propagar las buenas nuevas con gozo
1 “Ponte en camino; tu hijo vive.” ¡Puede usted imaginarse el gozo que Jesús sintió al decir estas palabras consoladoras a aquel servidor del rey, cuyo hijo estaba a punto de morir! ¡Y el niño ciertamente vivió! (Juan 4:46-53) Vez tras vez Jesús declaró buenas nuevas como éstas. (Mat. 8:13; 15:28) También resultaron buenas nuevas cuando los apóstoles dijeron: “¡En el nombre de Jesucristo el nazareno, anda!” ¡Y el cojo echó a andar! ¡De seguro el corazón de ellos rebosó de gozo al llevar buenas nuevas a otros!—Hech. 3:1-10; 5:15.
¿BUENAS NUEVAS SEMEJANTES HOY DÍA?
2 ¿Podemos declarar buenas nuevas como éstas hoy día? ¡Ciertamente podemos! Podemos decir a la gente: ‘¡Su hijo redimido vivirá,’ o, ‘Usted andará otra vez, sí, saltará y correrá justamente como lo hace el ciervo!’ No, esto no ocurrirá al momento en que usted lo diga como sucedió cuando Jesús y sus apóstoles hablaron, pero en realidad sucederá bajo el gobierno del reino de Dios. Y cuando esto suceda será aún más maravilloso, porque entonces las personas curadas no tendrán que volver a enfermar o ni siquiera morir. Podemos abrir la Palabra de Dios y presentar prueba sólida de que nadie se enfermará y morirá.—Rev. 21:3, 4.
3 Quizás le sea grato enterarse de que las Escrituras Griegas Cristianas usan la expresión “buenas nuevas” más de 125 veces. Puede notar en la lista de palabras importantes de la Traducción del Nuevo Mundo (bi12S) que, comenzando con Mateo, se hace alusión a “las buenas nuevas del reino.” También hallará que en otros casos la expresión que se usa sencillamente es “las buenas nuevas,” o “las buenas nuevas acerca del Cristo,” y así por el estilo. En tales casos se hace alusión a las buenas cosas que se efectuarán por medio del arreglo del reino de Jehová.—Compare con Hechos 8:4, 12, 25, 35, 40.
4 ¿No es este mensaje acerca del Reino las mejores nuevas que usted pudiera darle a alguien? Sí, ciertamente. A usted no le sería posible ofrecerle a una persona alguna cosa más valiosa... ni lingotes de oro, ni bolsas de diamantes son tan preciosos como las “buenas nuevas.” ¡De seguro el privilegio de propagar este mensaje acerca de los propósitos de Dios debe traernos gozo! ¿Por qué, pues, a veces falta el gozo entre algunos de los que llevan las buenas nuevas?
ENEMIGOS DE NUESTRO GOZO
5 Principalmente la falta de gozo se debe a la oposición e indiferencia que se manifiesta hacia las buenas nuevas. La mayoría de las personas sencillamente no quieren oír las buenas nuevas; quizás se burlen y ridiculicen. Pero recuerde, el apóstol Pablo dijo que “las buenas nuevas . . . están veladas entre los que están pereciendo.” ¿Veladas por quién? Por Satanás. Sí, él ha cegado la mente de las personas a fin de que “la iluminación de las gloriosas buenas nuevas . . . no resplandezca a través.” (2 Cor. 4:3, 4) El tener este hecho presente nos puede ayudar a mantener el gozo. ¿Cómo es eso?
6 Un fiel hermano del Betel de Brooklyn, que pasó muchos años en la obra de circuito, dice que a medida que habla con la gente, continuamente se recuerda de que está batallando contra ideas y actitudes inspiradas por los demonios. Sí, si nos damos cuenta de que el propósito de Satanás es matar nuestro gozo y detener nuestra proclamación de las buenas nuevas, esto de por sí nos fortalecerá a continuar intrépidamente. Podemos obtener gozo de conocer que estamos de parte de Dios en esta batalla contra la influencia maligna que ejercen Satanás y sus demonios.
7 Como se hizo notar antes, la indiferencia y hasta la oposición de la gente a nuestros esfuerzos por evangelizar empañan el gozo de algunos publicadores. ¿Qué pueden hacer esos publicadores a fin de mantener vivo su gozo?
LA MANERA EN QUE MUCHOS MANTIENEN EL GOZO
8 Muchos hermanos mantienen su gozo por medio de meditar con regularidad en las maravillosas verdades bíblicas que poseen, y en lo vital que es que otros oigan esas verdades. (Jer. 15:16) Piense en esto por un instante: “Los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús,” dice la Biblia, “sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna” cuando el Señor sea revelado “en fuego llameante.” (2 Tes. 1:6-9) Es preciso que estas personas tengan oportunidades repetidas de responder al mensaje del Reino. ¿Por qué? Porque el modo en que ellas responden es la base misma sobre la cual Dios las juzgará, ya sea dignas de vida o dignas de destrucción. (1 Tim. 4:16) Al darnos cuenta de este hecho, ¿no podemos hallar gozo al perseverar en traer información que puede preservar la vida de las personas que son como ovejas?
9 Podemos hacerlo si tenemos amor e interés genuinos por el bienestar de la gente. ¿Lo tiene usted? Jehová, el Dios a quien adoramos, lo tiene. Él no desea que nadie sea destruido, sino que desea que todos respondan y obtengan la vida. (Eze. 33:11; 2 Ped. 3:9) Esa es una razón por la cual él está haciendo que se prediquen las buenas nuevas. Fue tierno cariño por la gente lo que movió al apóstol Pablo y a sus compañeros a impartir a otros, no solo las buenas nuevas, sino, como él dijo “nuestras propias almas.” (1 Tes. 2:8) Un deseo semejante de ayudar a la gente también puede sernos útil para mantener el gozo.
10 Además, como dijo un hermano: “El gozo a menudo se enlaza con el buen éxito, y el buen éxito con la buena preparación.” Sí, el tener temas bíblicos para considerar bien preparados contribuye al buen éxito en la obra de la predicación, y éste, a su vez, al gozo. Cuando los amos de casa escuchan, participan en la conversación y aceptan las verdades bíblicas, el predicar es muy placentero. Y cuando, en las revisitas, estas personas responden al estímulo de leer y estudiar la Biblia, nuestro gozo aumenta.
11 Pero éste también es un punto importante: Nuestro gozo no puede depender sencillamente de la manera en que la gente responda a las buenas nuevas. En algunos territorios pocas personas, y a veces ninguna, responden, al menos durante muchas semanas, meses y a veces hasta por años. (Jer. 7:27) No obstante todavía es posible mantener el gozo. “Me siento bien después de pasar la tarde en la obra de predicación,” explica un hermano, “sencillamente porque sé que he participado en la obra que Dios nos ha comisionado a hacer.” Una hermana se expresó de manera similar y añadió: “El que alguien responda sencillamente le añade incentivo a la obra... es un gozo adicional.”
12 ¡Que muchos, muchos más, de nosotros, obtengamos los gozos maravillosos de participar en la obra de hacer discípulos! Mantenga su gozo en la seguridad de que las buenas nuevas que usted lleva son el don más preciado que usted pudiera ofrecerle a alguien, y que Jehová se complace con su obra.—Heb. 6:10; Neh. 8:10.