BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • mwbr18 septiembre págs. 1-10
  • Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos
  • Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos 2018
  • Subtítulos
  • 3-9 DE SEPTIEMBRE
  • 10-16 DE SEPTIEMBRE
  • 17-23 DE SEPTIEMBRE
  • 24-30 DE SEPTIEMBRE
Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos 2018
mwbr18 septiembre págs. 1-10

Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos

3-9 DE SEPTIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JUAN 1, 2

“Jesús realiza su primer milagro”

(Juan 2:1-3) Ahora bien, al tercer día se efectuó un banquete de bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. 2 Jesús y sus discípulos también fueron invitados al banquete de bodas. 3 Cuando faltó el vino, la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino”.

w15 15/6 pág. 3 párr. 3

Cristo es “el poder de Dios”

3 Jesús realizó su primer milagro cuando asistió a un banquete de bodas en Caná de Galilea. Quizás porque había más invitados de lo esperado, el vino se acabó. ¡Qué situación tan incómoda para los novios, quienes tenían la obligación de ser hospitalarios! María, la madre de Jesús, también estaba allí. Por años había meditado en las profecías sobre el Mesías. Sabía que Jesús sería llamado “Hijo del Altísimo” (Luc. 1:30-32; 2:52). ¿Habrá pensado que él tenía algún poder especial? No lo sabemos. Lo que está claro es que tanto ella como su hijo sintieron compasión por los recién casados y quisieron ayudarlos. Por eso, Jesús transformó 380 litros (100 galones) de agua en “vino excelente” (lea Juan 2:3, 6-11). ¿Estaba obligado a realizar ese milagro? No. Lo hizo porque para él las personas son importantes y porque quería imitar la generosidad de su Padre.

(Juan 2:4-11) Pero Jesús le dijo: “¿Qué tengo que ver contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora”. 5 Su madre dijo a los que ministraban: “Todo cuanto les diga, háganlo”. 6 Sucedió que había puestas allí seis tinajas de piedra para agua según lo exigido por los reglamentos de purificación de los judíos, cada una de las cuales podía contener dos o tres medidas de líquido. 7 Jesús les dijo: “Llenen de agua las tinajas de agua”. Y las llenaron hasta el borde. 8 Y les dijo: “Saquen un poco ahora y llévenlo al director del banquete”. De modo que ellos lo llevaron. 9 Pues bien, cuando el director del banquete probó el agua que había sido convertida en vino, pero no sabía de dónde venía, aunque lo sabían los que ministraban que habían sacado el agua, el director del banquete llamó al novio 10 y le dijo: “Todo otro hombre pone primero el vino excelente, y cuando la gente está embriagada, el inferior. Tú has reservado el vino excelente hasta ahora”. 11 Jesús ejecutó esto en Caná de Galilea como principio de sus señales, y puso de manifiesto su gloria; y sus discípulos pusieron su fe en él.

jy pág. 41 párr. 6

Realiza su primer milagro

Este milagro, que es el primero que realiza Jesús, fortalece mucho la fe que tienen en él sus nuevos discípulos. Después de la boda, Jesús se va con su madre y sus medio hermanos a la ciudad de Capernaúm, situada en la costa noroeste del mar de Galilea.

Busquemos perlas escondidas

(Juan 1:1) En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios.

nwtsty notas de estudio para Jn 1:1

la Palabra: O “el Logos”. Aquí, la expresión griega ho lógos se usa como título. Lo mismo ocurre en Juan 1:14 y Revelación 19:13. Juan usa este título para referirse a Jesús en su existencia prehumana, durante su ministerio terrestre como hombre perfecto y después de ascender al cielo. Jesús era el Portavoz de Dios, es decir, el medio que Dios usaba para comunicarse con sus otros hijos espirituales y con los seres humanos. Por lo tanto, es razonable pensar que antes de que Jesús viniera a la Tierra, Jehová se comunicaba con la humanidad mediante la Palabra, su portavoz angelical (Gé 16:7-11; 22:11; 31:11; Éx 3:2-5; Jue 2:1-4; 6:11, 12; 13:3).

con: Lit., “hacia”. En este contexto, la preposición griega pros implica proximidad y compañerismo. También indica la existencia de personas diferentes, en este caso, la Palabra y el único Dios verdadero.

la Palabra era un dios: O “la Palabra era divina [alguien parecido a Dios]”. Con esta expresión, Juan describe una cualidad o característica de “la Palabra” (en griego ho lógos; vea la nota de estudio sobre la Palabra para este versículo), es decir, de Jesucristo. Aquí se le describe como “un dios”, “alguien parecido a un dios” o “un ser divino” porque ocupa una posición destacada en el universo: es el Hijo primogénito de Dios y el medio por el que Dios creó todas las cosas. Muchos traductores vierten esta expresión como “la Palabra era Dios”, igualando así a Jesús con el Dios todopoderoso. Sin embargo, hay buenas razones para afirmar que Juan no quiso decir que “la Palabra” fuera el Dios todopoderoso. En primer lugar, tanto la frase que va antes como la que va después dejan claro que “la Palabra” estaba “con Dios”. Por otro lado, la palabra griega theós aparece tres veces en los versículos 1 y 2. El primer y el tercer theós van precedidos por el artículo definido, mientras que el segundo no. Muchos expertos concuerdan en que este detalle es significativo. Cuando theós va precedido del artículo definido, hace referencia al Dios todopoderoso, pero, en esta frase, la ausencia del artículo definido hace que theós funcione como un adjetivo que describe una característica de “la Palabra”. Por esa razón, varias traducciones de la Biblia al inglés, al francés y al alemán vierten este versículo de forma parecida a la Traducción del Nuevo Mundo, dando a entender que “la Palabra” era “divina”, “de naturaleza divina”, “un dios”, “alguien parecido a un dios” o “un ser divino”. Este punto de vista cuenta con el apoyo de las antiguas traducciones del Evangelio de Juan al copto sahídico y al copto bohaírico (probablemente de los siglos tercero y cuarto), donde se traducen de manera diferente los dos theós de Juan 1:1. Estas traducciones destacan una característica de “la Palabra”: su parecido con Dios. Sin embargo, no dan a entender que sea igual a su Padre, el Dios todopoderoso. En armonía con este versículo, Colosenses 2:9 dice que Cristo posee “toda la plenitud de la cualidad divina”. Y, según 2 Pedro 1:4, los coherederos de Cristo también son “partícipes de la naturaleza divina”. Además, en la Septuaginta, se suele usar la palabra griega theós como equivalente de las palabras hebreas que se traducen Dios (‘el y ‘elohím), que probablemente significan “poderoso” o “fuerte”. Estas palabras hebreas se utilizan para referirse al Dios todopoderoso, a otros dioses y a hombres. Decir que “la Palabra” es “un dios” o alguien “poderoso” concuerda con Isaías 9:6, donde se predice que al Mesías se le llamaría “Dios Poderoso”, no “el Dios todopoderoso”, y que sería el “Padre Eterno” de todos aquellos que tuvieran el honor de ser sus súbditos. El celo de su propio Padre, “Jehová de los ejércitos”, se encargaría de que eso se cumpliera (Isa 9:7).

(Juan 1:29) Al día siguiente contempló a Jesús que venía hacia él, y dijo: “¡Mira, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!

nwtsty nota de estudio para Jn 1:29

el Cordero de Dios: Después de que Jesús se bautizó y fue tentado por el Diablo, Juan el Bautista lo presentó como “el Cordero de Dios”. Esta expresión solo aparece aquí y en Juan 1:36 (vea sgd, sección 4, págs. 20, 21). Es apropiado comparar a Jesús con un cordero. En la Biblia hay muchos ejemplos de siervos de Dios que le ofrecían ovejas porque reconocían que eran pecadores y querían acercarse a él. Esos sacrificios representaron el que haría Jesús al dar su vida humana perfecta por la humanidad. La expresión “el Cordero de Dios” podría hacer referencia a varios pasajes de las Escrituras. Como Juan el Bautista conocía bien las Escrituras Hebreas, sus palabras podían ser una alusión a lo siguiente: al carnero que Abrahán ofreció en lugar de su hijo Isaac (Gé 22:13), al cordero de Pascua que los israelitas sacrificaron justo antes de ser liberados de la esclavitud en Egipto (Éx 12:1-13) o al carnero que se ofrecía todos los días por la mañana y por la tarde en el altar de Jehová en Jerusalén (Éx 29:38-42). Juan quizás también tenía presente la profecía de Isaías, donde Jehová dice que su siervo sería llevado “como una oveja a la degollación” (Isa 52:13; 53:5, 7, 11). Cuando el apóstol Pablo escribió su primera carta a los Corintios, llamó a Jesús “nuestra pascua”, es decir, cordero de Pascua (1Co 5:7). El apóstol Pedro dijo que la sangre de Cristo era “preciosa, como la de un cordero sin tacha e inmaculado” (1Pe 1:19). Y, usando lenguaje figurado, el libro de Revelación llama a Jesús glorificado “el Cordero” en más de veinticinco ocasiones (vea algunos ejemplos: Rev 5:8; 6:1; 7:9; 12:11; 13:8; 14:1; 15:3; 17:14; 19:7; 21:9; 22:1).

Lectura de la Biblia

(Juan 1:1-18) En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios. 2 Este estaba en [el] principio con Dios. 3 Todas las cosas vinieron a existir por medio de él, y sin él ni siquiera una cosa vino a existir. Lo que ha venido a existir 4 por medio de él era vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz resplandece en la oscuridad, mas la oscuridad no la ha subyugado. 6 Se levantó un hombre que fue enviado como representante de Dios: su nombre era Juan. 7 Este [hombre] vino para testimonio, a fin de dar testimonio acerca de la luz, para que gente de toda clase creyera por medio de él. 8 Él no era aquella luz, sino que había de dar testimonio acerca de aquella luz. 9 La luz verdadera que da luz a toda clase de hombre estaba para venir al mundo. 10 Estaba en el mundo, y el mundo vino a existir por medio de él, pero el mundo no lo conoció. 11 Vino a su propia casa, pero los suyos no lo recibieron. 12 No obstante, a cuantos sí lo recibieron, a ellos les dio autoridad de llegar a ser hijos de Dios, porque ejercían fe en su nombre; 13 y ellos nacieron, no de sangre, ni de voluntad carnal, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 14 De modo que la Palabra vino a ser carne y residió entre nosotros, y tuvimos una vista de su gloria, gloria como la que pertenece a un hijo unigénito de parte de un padre; y estaba lleno de bondad inmerecida y verdad. 15 (Juan dio testimonio acerca de él, sí, realmente clamó —este fue el que [lo] dijo— diciendo: “El que viene detrás de mí se me ha adelantado, porque existió antes que yo”.) 16 Porque todos nosotros recibimos de su plenitud, sí, bondad inmerecida sobre bondad inmerecida. 17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés, la bondad inmerecida y la verdad vinieron a ser por medio de Jesucristo. 18 A Dios ningún hombre lo ha visto jamás; el dios unigénito que está en [la posición del] seno para con el Padre es el que lo ha explicado.

10-16 DE SEPTIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JUAN 3, 4

“Jesús le predica a una samaritana”

(Juan 4:6, 7) De hecho, allí estaba la fuente de Jacob. Ahora Jesús, cansado del viaje, estaba sentado junto a la fuente tal como estaba. La hora era a eso de la sexta. 7 Llegó una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dijo: “Dame de beber”.

nwtsty nota de estudio para Jn 4:6

cansado: Esta es la única ocasión en la que las Escrituras dicen que Jesús estaba “cansado”. Eran aproximadamente las doce del mediodía. Es probable que, esa mañana, Jesús viajara desde el valle del Jordán (Judea) hasta Sicar (Samaria), un trayecto de subida con un desnivel de 900 metros (3.000 pies) o más (vea sgd, sección 4, págs. 20, 21).

(Juan 4:21-24) Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. 22 Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos. 23 No obstante, la hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren. 24 Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”.

(Juan 4:39-41) Ahora bien, muchos de los samaritanos de aquella ciudad pusieron fe en él a causa de la palabra de la mujer que había dicho en testimonio: “Me dijo todas las cosas que hice”. 40 Por eso, cuando los samaritanos vinieron a él, se pusieron a pedirle que se quedara con ellos; y él se quedó allí dos días. 41 Por consiguiente, muchos más creyeron a causa de lo que él dijo,

Busquemos perlas escondidas

(Juan 3:29) El que tiene la novia es el novio. Sin embargo, el amigo del novio, cuando está de pie y lo oye, tiene mucho gozo a causa de la voz del novio. Por eso, este gozo mío se ha hecho pleno.

nwtsty nota de estudio para Jn 3:29

el amigo del novio: En tiempos bíblicos, un buen amigo del novio actuaba como su representante legal y se encargaba de los trámites de la boda. A él se le atribuía el mérito de haber logrado que los novios se casaran. El día de la boda, la procesión nupcial llegaba a la casa del novio o a la del padre del novio, donde se celebraría el banquete de bodas. Durante el banquete, el amigo del novio se sentía feliz al escuchar la voz del novio cuando este hablaba con la novia, porque eso significaba que había cumplido con su deber. Juan el Bautista se comparó a sí mismo con “el amigo del novio”. Jesús era el novio y los discípulos como grupo eran la novia simbólica. Juan el Bautista preparó el camino para el Mesías al presentar a los primeros miembros de “la novia” a Jesucristo (Jn 1:29, 35; 2Co 11:2; Ef 5:22-27; Rev 21:2, 9). Cuando “el amigo del novio” cumplía con su misión, pasaba a un segundo plano. Por eso, Juan, hablando de Jesús y de sí mismo, dijo: “Aquel tiene que seguir aumentando, pero yo tengo que seguir menguando” (Jn 3:30).

(Juan 4:10) En respuesta, Jesús le dijo: “Si hubieras conocido la dádiva gratuita de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’, tú le habrías pedido, y él te habría dado agua viva”.

nwtsty nota de estudio para Jn 4:10

agua viva: Esta expresión griega se usa en sentido literal para referirse a una corriente de agua, a un manantial o al agua de un pozo procedente de un río subterráneo. Por tanto, el “agua viva” contrasta con el agua almacenada en una cisterna. En Levítico 14:5, la expresión hebrea que se traduce “agua corriente” significa literalmente “agua viva”. En Jeremías 2:13 y 17:13, leemos que Jehová es “la fuente [o manantial] de agua viva”, es decir, el agua simbólica que da vida. Cuando Jesús habló con la samaritana, usó la expresión “agua viva” en sentido figurado, pero parece que ella al principio entendió que se refería al agua literal (Jn 4:11).

Lectura de la Biblia

(Juan 4:1-15) Ahora bien, cuando el Señor se dio cuenta de que los fariseos habían oído que Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan 2 —aunque, en realidad, Jesús mismo en ningún caso bautizaba, sino sus discípulos— 3 salió de Judea y partió otra vez para Galilea. 4 Pero era necesario que pasara por Samaria. 5 Por consiguiente, vino a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca del campo que Jacob había dado a José su hijo. 6 De hecho, allí estaba la fuente de Jacob. Ahora Jesús, cansado del viaje, estaba sentado junto a la fuente tal como estaba. La hora era a eso de la sexta. 7 Llegó una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dijo: “Dame de beber”. 8 (Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar víveres.) 9 Por lo tanto, la mujer, la samaritana, le dijo: “¿Cómo es que tú, a pesar de ser judío, me pides de beber a mí, que soy mujer samaritana?”. (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) 10 En respuesta, Jesús le dijo: “Si hubieras conocido la dádiva gratuita de Dios, y quién es el que te dice: ‘Dame de beber’, tú le habrías pedido, y él te habría dado agua viva”. 11 Ella le dijo: “Señor, ni siquiera tienes un cubo para sacar agua, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes esta agua viva? 12 Tú no eres mayor que nuestro antepasado Jacob, que nos dio el pozo y que bebió de él él mismo junto con sus hijos y su ganado vacuno, ¿verdad?”. 13 En respuesta, Jesús le dijo: “A todo el que bebe de esta agua le dará sed otra vez. 14 A cualquiera que beba del agua que yo le daré de ningún modo le dará sed jamás, sino que el agua que yo le daré se hará en él una fuente de agua que brotará para impartir vida eterna”. 15 La mujer le dijo: “Señor, dame esta agua, para que ni tenga sed ni siga viniendo acá a este lugar a sacar agua”.

17-23 DE SEPTIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JUAN 5, 6

“Siga a Jesús con la motivación correcta”

(Juan 6:9-11) “Aquí está un muchachito que tiene cinco panes de cebada y dos pescaditos. Pero ¿qué son estos entre tantos?”. 10 Jesús dijo: “Hagan que los varones se reclinen como en una comida”. Bueno, había mucha hierba en el lugar. Entonces los hombres se reclinaron, en número de unos cinco mil. 11 De modo que Jesús tomó los panes y, después de dar gracias, los distribuyó a los que estaban reclinados; igualmente también todo lo que querían de los pescaditos.

nwtsty nota de estudio para Jn 6:10

los hombres se reclinaron, en número de unos cinco mil: Solo el Evangelio de Mateo añade la frase “además de mujeres y niñitos” al relatar este milagro (Mt 14:21). Es posible que, en esta ocasión, Jesús alimentara milagrosamente a más de quince mil personas.

(Juan 6:14) Por consiguiente, cuando los hombres vieron las señales que él ejecutó, empezaron a decir: “Con certeza este es el profeta que había de venir al mundo”.

(Juan 6:24) Por lo tanto, cuando la muchedumbre vio que no estaba allí Jesús, ni sus discípulos, subieron a sus barquillas y fueron a Capernaum para buscar a Jesús.

nwtsty nota de estudio para Jn 6:14

el profeta: Muchos judíos del siglo primero esperaban que el Mesías fuera el profeta semejante a Moisés del que habla Deuteronomio 18:15, 18. En este contexto, parece que la expresión venir al mundo se refiere a la esperada llegada del Mesías. Juan es el único que menciona estos sucesos.

(Juan 6:25-27) Entonces, al hallarlo al otro lado del mar, le dijeron: “Rabí, ¿cuándo llegaste acá?”. 26 Jesús les contestó y dijo: “Muy verdaderamente les digo: Ustedes me buscan, no porque vieron señales, sino porque comieron de los panes y quedaron satisfechos. 27 Trabajen, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, que el Hijo del hombre les dará; porque sobre este el Padre, sí, Dios, ha puesto su sello [de aprobación]”.

(Juan 6:54) El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día;

(Juan 6:60) Por lo tanto, muchos de sus discípulos, al oír esto, dijeron: “Este discurso es ofensivo; ¿quién puede escucharlo?”.

(Juan 6:66-69) Debido a esto, muchos de sus discípulos se fueron a las cosas de atrás, y ya no andaban con él. 67 Por eso Jesús dijo a los doce: “Ustedes no quieren irse también, ¿verdad?”. 68 Simón Pedro le contestó: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna; 69 y nosotros hemos creído y llegado a conocer que tú eres el Santo de Dios”.

nwtsty notas de estudio para Jn 6:27, 54

el alimento que perece [...] el alimento que permanece para vida eterna: Jesús se dio cuenta de que algunas personas iban con él y sus discípulos por motivos egoístas. Comer a diario nos mantiene con vida, pero “alimentarnos” de la Palabra de Dios puede darnos vida eterna. Jesús les dice a todas aquellas personas que trabajen [...] por “el alimento que permanece para vida eterna”, es decir, que se esfuercen por satisfacer su necesidad espiritual y demostrar que tienen fe en lo que aprenden (Mt 4:4; 5:3; Jn 6:28-39).

se alimenta de mi carne y bebe mi sangre: El contexto indica que quienes comen y beben lo hacen en sentido figurado al demostrar fe en Jesucristo (Jn 6:35, 40). Jesús hizo esta afirmación en el año 32, por lo que, obviamente, no estaba hablando de la Cena del Señor, celebración que establecería un año después. Como dijo esto justo antes de “la pascua, la fiesta de los judíos” (Jn 6:4), es probable que, al oírlo, la gente recordara esa fiesta y lo importante que fue la sangre del cordero para salvar vidas la noche que Israel salió de Egipto (Éx 12:24-27). Jesús quiso destacar que su sangre sería esencial para que sus discípulos pudieran tener vida eterna.

w05 1/9 pág. 21 párrs. 13, 14

Nosotros andaremos en el nombre de Jehová, nuestro Dios

13 Pese a todo, la multitud no se dio por vencida. Siguieron a Jesús y lo encontraron, como señala Juan, “al otro lado del mar”. ¿Por qué fueron en busca de él después de que había rechazado sus intentos de hacerlo rey? Muchos revelaron un punto de vista carnal al aludir claramente al alimento que Jehová suministró a los israelitas en el desierto en los días de Moisés. Insinuaron que Jesús debería seguir encargándose de sus necesidades físicas. Percibiendo sus malos motivos, él empezó a enseñarles verdades espirituales para ayudarlos a corregir su forma de pensar (Juan 6:17, 24, 25, 30, 31, 35-40). Algunos reaccionaron criticándolo, sobre todo cuando dijo a modo de ilustración: “Muy verdaderamente les digo: A menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no tienen vida en ustedes. El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día” (Juan 6:53, 54).

14 Las ilustraciones de Jesús lograban que las personas demostraran si de verdad querían andar con Dios, y desde luego, esta no fue la excepción, pues provocó fuertes reacciones. Leemos: “Muchos de sus discípulos, al oír esto, dijeron: ‘Este discurso es ofensivo; ¿quién puede escucharlo?’”. Para indicarles que debían buscar el significado espiritual de sus palabras, Jesús dijo: “El espíritu es lo que es dador de vida; la carne no sirve para nada. Los dichos que yo les he hablado son espíritu y son vida”. Aun así, la mayoría no escuchó, pues el pasaje añade: “Debido a esto, muchos de sus discípulos se fueron a las cosas de atrás, y ya no andaban con él” (Juan 6:60, 63, 66).

Busquemos perlas escondidas

(Juan 6:44) Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga; y yo lo resucitaré en el último día.

nwtsty nota de estudio para Jn 6:44

lo atraiga: Aunque el significado literal del verbo griego que se usa aquí es “arrastrar” y se usa para referirse a la acción de tirar de una red con peces (Jn 21:6, 11), eso no quiere decir que Dios “arrastre” a las personas en contra de su voluntad. Esta afirmación de Jesús quizás sea una alusión a Jeremías 31:3, donde Jehová dijo a su pueblo: “Te he atraído con bondad amorosa” (aquí, la Septuaginta usa el mismo verbo griego). Juan 12:32 menciona que, de manera parecida, Jesús atrae a hombres de toda clase. La Biblia muestra que Jehová dotó al ser humano con libertad de elección. Cada uno decide si quiere servirle o no (Dt 30:19, 20). Dios atrae con cariño a quienes tienen un buen corazón (Sl 11:5; Pr 21:2; Hch 13:48). Lo hace mediante su espíritu santo y el mensaje de la Biblia. La profecía de Isaías 54:13, citada en Juan 6:45, se cumple en las personas que el Padre atrae (compare con Juan 6:65).

(Juan 6:64) Pero hay algunos de ustedes que no creen”. Porque Jesús supo desde [el] principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo traicionaría.

nwtsty notas de estudio para Jn 6:64

Jesús supo [...] quién era el que lo traicionaría: Jesús estaba hablando de Judas Iscariote. Antes de escoger a los 12 apóstoles, Jesús pasó toda la noche orando a su Padre (Lu 6:12-16). De modo que, al principio, Judas era un siervo fiel de Dios. Ahora bien, Jesús sabía por las profecías de las Escrituras Hebreas que un buen amigo lo traicionaría (Sl 41:9; 109:8; Jn 13:18, 19). Además, como podía ver lo que había en la mente y el corazón de las personas, cuando Judas empezó a actuar mal, Jesús lo notó (Mt 9:4). Gracias a su capacidad para conocer el futuro, Dios sabía que Jesús sería traicionado por un buen amigo. No obstante, pensar que el traidor tenía que ser Judas, es decir, pensar que estaba predestinado, no concuerda ni con las cualidades de Dios ni con su forma de tratar a sus siervos.

desde el principio: Esta expresión no se refiere ni al día que Judas nació ni al momento en que Jesús lo nombró apóstol después de pasar toda la noche orando (Lu 6:12-16). Más bien, se refiere al momento en el que Judas empezó a traicionar la confianza de Jesús, algo que él detectó inmediatamente (Jn 6:70; 13:11; compare con Jn 2:24, 25; Rev 1:1; 2:23). Esto también prueba que las acciones de Judas no fueron impulsivas, sino premeditadas. El significado de la palabra “principio” (en griego arkjé) en las Escrituras Griegas varía en función del contexto. Por ejemplo, en 2 Pedro 3:4, “principio” se refiere al comienzo de la creación. Ahora bien, en la mayoría de los casos, su significado es mucho más limitado. Por ejemplo, Pedro dijo que el espíritu santo cayó sobre los gentiles “así como también había caído sobre nosotros en el principio” (Hch 11:15). En este caso, Pedro no se estaba refiriendo al día de su nacimiento ni al día que fue nombrado apóstol. Más bien, se estaba refiriendo al Pentecostés del año 33, cuando empezó a derramarse el espíritu santo con un propósito específico (Hch 2:1-4). Pueden encontrarse más ejemplos de cómo el contexto influye en el significado de la palabra “principio” en Lucas 1:2, Juan 15:27 y 1 Juan 2:7.

Lectura de la Biblia

(Juan 6:41-59) Por lo tanto, los judíos se pusieron a murmurar de él porque había dicho: “Yo soy el pan que bajó del cielo”; 42 y empezaron a decir: “¿No es este Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: ‘Yo he bajado del cielo’?”. 43 En respuesta, Jesús les dijo: “Dejen de murmurar entre ustedes. 44 Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga; y yo lo resucitaré en el último día. 45 Está escrito en los Profetas: ‘Y todos ellos serán enseñados por Jehová’. Todo el que ha oído de parte del Padre, y ha aprendido, viene a mí. 46 No que hombre alguno haya visto al Padre, salvo aquel que es de Dios; este ha visto al Padre. 47 Muy verdaderamente les digo: El que cree tiene vida eterna. 48 “Yo soy el pan de la vida. 49 Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto y sin embargo murieron. 50 Este es el pan que baja del cielo, para que cualquiera pueda comer de él y no morir. 51 Yo soy el pan vivo que bajó del cielo; si alguien come de este pan vivirá para siempre; y, de hecho, el pan que yo daré es mi carne a favor de la vida del mundo”. 52 Por eso, los judíos se pusieron a contender unos con otros, y decían: “¿Cómo puede este hombre darnos a comer su carne?”. 53 Entonces Jesús les dijo: “Muy verdaderamente les digo: A menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no tienen vida en ustedes. 54 El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día; 55 porque mi carne es verdadero alimento, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre permanece en unión conmigo, y yo en unión con él. 57 Así como me envió el Padre viviente y yo vivo a causa del Padre, así también el que se alimenta de mí, sí, ese mismo vivirá a causa de mí. 58 Este es el pan que bajó del cielo. No es como cuando sus antepasados comieron y sin embargo murieron. El que se alimenta de este pan vivirá para siempre”. 59 Estas cosas las dijo enseñando en asamblea pública en Capernaum.

24-30 DE SEPTIEMBRE

TESOROS DE LA BIBLIA | JUAN 7, 8

“Jesús honró y glorificó a su Padre”

(Juan 7:15-18) Por eso los judíos se admiraban, y decían: “¿Cómo tiene este hombre conocimiento de letras, cuando no ha estudiado en las escuelas?”. 16 Jesús, a su vez, les contestó y dijo: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me ha enviado. 17 Si alguien desea hacer la voluntad de Él, conocerá respecto a la enseñanza si es de Dios o si hablo por mí mismo. 18 El que habla por sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo envió, este es veraz, y no hay injusticia en él.

cf pág. 100 párrs. 5, 6

“Está escrito”

5 Jesús deseaba que sus oyentes entendieran cuál era el origen de su mensaje. Por eso dijo: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me ha enviado” (Juan 7:16). También señaló: “No hago nada por mi propia iniciativa; sino que hablo estas cosas así como el Padre me ha enseñado” (Juan 8:28). Y admitió: “Las cosas que les digo a ustedes no las hablo por mí mismo; sino que el Padre que permanece en unión conmigo está haciendo sus obras” (Juan 14:10). Una manera como demostró que esas afirmaciones eran ciertas fue citando constantemente de la Palabra escrita de Dios.

6 Al estudiar con detenimiento las palabras de Jesús referidas en la Biblia, vemos que citó directa o indirectamente de más de la mitad de los libros de las Escrituras Hebreas. A primera vista, tal vez no parezca un dato destacable, e incluso habrá quien pregunte por qué no citó de todos los libros inspirados existentes en su día, ya que al fin y al cabo pasó tres años y medio enseñando y predicando públicamente. En realidad, es muy posible que lo hiciera. Recordemos que solo se ha puesto por escrito una pequeña parte de sus palabras y obras (Juan 21:25). De hecho, basta con unas pocas horas para leer en voz alta todas las palabras de Jesús incluidas en la Biblia. Teniendo esto presente, es toda una hazaña que en unas pocas horas de enseñanza sobre Dios y su Reino lograra incluir referencias a más de la mitad de los libros de las Escrituras Hebreas. Además, en la mayoría de las ocasiones, Jesús no tenía a su disposición rollos manuscritos. Cuando pronunció su famoso Sermón del Monte, hizo referencia a las Escrituras Hebreas o citó textualmente de estas en decenas de ocasiones, todas ellas de memoria.

(Juan 7:28, 29) Por lo tanto, Jesús clamó mientras enseñaba en el templo, y dijo: “Ustedes me conocen, y también saben de dónde soy. Además, yo no he venido por mi propia iniciativa, pero el que me ha enviado es real, y ustedes no lo conocen. 29 Yo lo conozco, porque soy representante de parte de él, y Aquel me ha enviado”.

(Juan 8:29) Y el que me ha enviado está conmigo; no me ha dejado solo, porque yo siempre hago las cosas que le agradan”.

w11 15/3 pág. 11 párr. 19

Resistamos el espíritu del mundo y recibamos el de Dios

19 Obedezcamos siempre a Jehová. Jesús siempre hizo lo que le agradaba a Dios. No obstante, hubo al menos una vez en la que habría querido enfrentarse a una situación de una manera que no coincidía con los deseos de su Padre. Aun así, demostró total confianza en él y le dijo: “No se efectúe mi voluntad, sino la tuya” (Luc. 22:42). Preguntémonos: “¿Obedezco yo a Dios incluso cuando no es fácil?”. A menos que así lo hagamos, no obtendremos la vida. Recordemos que le debemos obediencia absoluta, pues él es quien nos ha dado la vida y todo lo necesario para mantenerla (Sal. 95:6, 7). La obediencia es imprescindible. Sin ella no podremos tener nunca el favor de Dios.

Busquemos perlas escondidas

(Juan 7:8-10) Ustedes suban a la fiesta; yo no subo todavía a esta fiesta, porque mi debido tiempo todavía no ha llegado cabalmente”. 9 Así fue que, después de decirles estas cosas, permaneció en Galilea. 10 Pero cuando sus hermanos hubieron subido a la fiesta, entonces él mismo también subió, no abiertamente, sino como en secreto.

w07 1/2 pág. 6 párr. 4

¿Por qué decir la verdad?

¿Qué ejemplo nos dio Jesucristo al respecto? En cierta ocasión, unas personas que no tenían fe en él le recomendaron: “Sal de aquí y ve a Judea”. Jesús respondió: “Ustedes suban a la fiesta [que se celebra en Jerusalén]; yo no subo todavía a esta fiesta, porque mi debido tiempo todavía no ha llegado cabalmente”. Poco después, Jesús sí fue a Judea para celebrar la fiesta en Jerusalén. ¿Por qué les respondió de aquella manera? Porque a ellos no les correspondía conocer con todo detalle su paradero. Así que, aunque Jesús no dijo nada falso, la respuesta que les dio fue incompleta y así limitó el daño que hubieran podido hacerle a él o a sus seguidores. Pero no mintió. El apóstol Pedro precisamente dijo sobre Cristo: “Él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño” (Juan 7:1-13; 1 Pedro 2:22).

(Juan 8:58) Jesús les dijo: “Muy verdaderamente les digo: Antes que Abrahán llegara a existir, yo he sido”.

nwtsty nota de estudio para Jn 8:58

yo he sido: Los judíos que estaban en contra de Jesús querían apedrearlo porque, aunque no tenía ni cincuenta años, dijo que había “visto a Abrahán” (Jn 8:57). Con su respuesta, Jesús dio a entender que, antes de venir a la Tierra y antes de que Abrahán naciera, él había sido un ángel poderoso en el cielo. Hay quienes afirman que este versículo prueba que Jesús es Dios. Dicen que la expresión griega que aparece aquí, egó eimí (que algunas Biblias traducen “Yo Soy”), es una alusión a la forma como la Septuaginta traduce Éxodo 3:14 y que por eso ambos versículos deben traducirse de la misma manera. Sin embargo, en este contexto, la acción expresada por el verbo griego eimí comenzó “antes que Abrahán llegara a existir” y aún no había terminado. De modo que, lo apropiado es traducirlo por “yo he sido” en lugar de “Yo Soy”. Varias traducciones, tanto modernas como antiguas, usan expresiones similares a “yo he sido”. De hecho, la misma forma del verbo griego eimí aparece en Juan 14:9, donde Jesús dijo: “¿He estado con ustedes tanto tiempo, y aun así, Felipe, no has llegado a conocerme?”. Muchas traducciones vierten este versículo con expresiones parecidas, lo que demuestra que, en determinados contextos, no hay una razón gramatical que impida traducir eimí por “he sido” (pueden verse más ejemplos de verbos griegos escritos originalmente en presente y traducidos con un pasado en Lu 2:48; 13:7; 15:29; Jn 1:9; 5:6; 15:27; Hch 15:21; 2Co 12:19; 1Jn 3:8). Además, el razonamiento de Jesús que aparece en Juan 8:54, 55 prueba que Jesús nunca quiso dar a entender que su Padre y él fueran la misma persona.

Lectura de la Biblia

(Juan 8:31-47) De modo que Jesús siguió diciendo a los judíos que le habían creído: “Si permanecen en mi palabra, verdaderamente son mis discípulos, 32 y conocerán la verdad, y la verdad los libertará”. 33 Ellos le respondieron: “Somos prole de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo es que dices tú: ‘Llegarán a ser libres’?”. 34 Jesús les contestó: “Muy verdaderamente les digo: Todo hacedor de pecado es esclavo del pecado. 35 Además, el esclavo no permanece en la casa para siempre; el hijo permanece para siempre. 36 Por eso, si el Hijo los liberta, serán realmente libres. 37 Yo sé que son prole de Abrahán; pero procuran matarme, porque mi palabra no hace progreso entre ustedes. 38 Cuantas cosas he visto con mi Padre las hablo; y ustedes, por tanto, hacen las cosas que han oído de [su] padre”. 39 En respuesta, le dijeron: “Nuestro padre es Abrahán”. Jesús les dijo: “Si son hijos de Abrahán, hagan las obras de Abrahán. 40 Pero ahora procuran matarme, un hombre que les ha dicho la verdad que oí de parte de Dios. Abrahán no hizo esto. 41 Ustedes hacen las obras de su padre”. Le dijeron ellos: “Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un solo Padre, Dios”. 42 Jesús les dijo: “Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían a mí, porque de Dios vine yo y estoy aquí. Tampoco he venido por mi propia iniciativa, no, sino que Aquel me ha enviado. 43 ¿Por qué no saben ustedes lo que hablo? Porque no pueden escuchar mi palabra. 44 Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, habla según su propia disposición, porque es mentiroso y el padre de [la mentira]. 45 Porque yo, por otra parte, digo la verdad, ustedes no me creen. 46 ¿Quién de ustedes me prueba culpable de pecado? Si yo hablo la verdad, ¿por qué no me creen ustedes? 47 El que procede de Dios escucha los dichos de Dios. Por esto no escuchan ustedes, porque no proceden de Dios”.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir