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  • Examinando las Escrituras diariamente 2019
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Examinando las Escrituras diariamente 2019
es19

Julio

Lunes 1 de julio

Humíllense bajo la poderosa mano de Dios, para que él los ensalce al tiempo debido (1 Ped. 5:6).

Al parecer, Sebná estaba a cargo de la casa de Ezequías, así que tenía mucha autoridad (Is. 22:15). Por desgracia, se volvió orgulloso y comenzó a buscar su propia gloria (Is. 22:16-18). Como Sebná buscaba su propia gloria, Dios le quitó su cargo y se lo dio a Eliaquim (Is. 22:19-21). Esto pasó cuando el rey asirio Senaquerib estaba planeando atacar Jerusalén. Más tarde, Senaquerib envió a un grupo de altos funcionarios y un gran ejército para intimidar a los judíos y hacer que el rey Ezequías se rindiera (2 Rey. 18:17-25). Ezequías envió a encontrarse con los oficiales asirios a Eliaquim y a otros dos hombres. Uno de estos era Sebná, que ahora estaba sirviendo como secretario del rey. Esto podría indicar que Sebná no había dejado que la amargura y el resentimiento lo dominaran y que se había hecho más humilde, pues había aceptado un puesto menos importante que el que había tenido antes. w18.03 4:7, 8, 10

Martes 2 de julio

Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal (Gál. 5:16).

Si nos damos cuenta de que tenemos deseos materialistas o carnales, no nos rindamos. Sigamos pidiendo espíritu santo, y Jehová nos ayudará a centrar nuestra mente en lo que es correcto (Luc. 11:13). Recordemos el caso del apóstol Pedro. Hubo varias ocasiones en las que no actuó como un hombre espiritual (Mat. 16:22, 23; Luc. 22:34, 54-62; Gál. 2:11-14). Pero no se dio por vencido. Con la ayuda de Dios, poco a poco llegó a pensar como Cristo. Y nosotros también podemos hacerlo. De hecho, Pedro mencionó tiempo después cualidades específicas que debemos cultivar, como autodominio, aguante y cariño fraternal (2 Ped. 1:5-8). Hacer un “esfuerzo solícito” por tener estas cualidades nos ayudará a seguir creciendo espiritualmente. Sería bueno que todos los días nos preguntáramos: “¿En qué puedo trabajar hoy para ser más espiritual?”. w18.02 4:12, 13

Miércoles 3 de julio

He atesorado los dichos de su boca más de lo que para mí está prescrito (Job 23:12).

Job comprendía muy bien los principios divinos. Conocía de verdad a Jehová, y este conocimiento lo motivó a hacer lo correcto. Por ejemplo, sabía que no podía decir que amaba a Dios y, al mismo tiempo, tratar mal a los demás (Job 6:14). No pensaba que era superior a su prójimo, fuera rico o pobre, sino que lo trataba como si fuera su familia. Dijo: “¿Acaso Aquel que me hizo en el vientre no lo hizo a él [...]?” (Job 31:13-22). Está claro que Job no permitió que la fama o las riquezas influyeran en su opinión de sí mismo y de los demás. Su actitud es muy diferente de la de muchos ricos y poderosos del mundo actual. Job no dejó que nada, ni las cosas materiales ni ninguna otra cosa, se volviera más importante para él que Jehová, ni siquiera en su corazón. Sabía que, si hubiera pasado eso, habría cometido idolatría. Como él mismo dijo: “Habría negado al Dios verdadero” (Job 31:24-28). Además, veía el matrimonio como una unión sagrada entre un hombre y una mujer. Incluso hizo “un pacto” con sus ojos para no mirar con deseos inmorales a ninguna mujer (Job 31:1). w18.02 2:16, 18, 19

Jueves 4 de julio

Noé resultó exento de falta entre sus contemporáneos. Noé andaba con el Dios verdadero (Gén. 6:9).

Noé no se conformó con ser un hombre bueno, sino que habló con valor de su fe en Jehová. Por eso la Biblia lo llama “predicador de justicia” (2 Ped. 2:5). El apóstol Pablo escribió: “Por esta fe condenó al mundo” (Heb. 11:7). No hay duda de que soportó burlas, oposición y quizás incluso amenazas violentas. Pero no cayó en la trampa de “temblar ante los hombres” (Prov. 29:25). Al contrario, tuvo el valor que Jehová les da a quienes le sirven con fe. Después de que Noé anduvo con Dios durante más de quinientos años, Jehová le mandó construir un arca para que se salvaran los seres humanos y los animales (Gén. 5:32; 6:14). A Noé debió parecerle muy difícil construir un arca tan grande. Y, además, de seguro sabía que sufriría más burlas y oposición. Pero tuvo fe y fue obediente. “Hizo precisamente así”, tal como Jehová le dijo (Gén. 6:22). w18.02 1:4, 6, 7

Viernes 5 de julio

¡Qué bueno y qué agradable es que moren juntos en unidad! (Sal. 133:1).

Una manera importante de fomentar la unidad es demostrando amor tal como lo hace Jehová, el Dios de amor (1 Juan 4:8). Nunca digamos cosas como esta: “Sé qué tengo que soportar a los hermanos, pero no tienen por qué caerme bien”. Pensar así va en contra del consejo de Pablo que dice que los cristianos deben estar “soportándose unos a otros en amor” (Efes. 4:2). Fijémonos en que no solo dijo que debemos soportarnos unos a otros, sino que debemos hacerlo “en amor”. ¿Verdad que son dos cosas diferentes? Jehová ha atraído a las congregaciones a personas de toda clase (Juan 6:44). Así que él ve buenas razones para amarlas. Entonces, ¿cómo podríamos decir que un hermano no merece que lo amemos? No debemos negarle a nadie el amor que Jehová nos manda demostrar (1 Juan 4:20, 21). w18.01 2:14

Sábado 6 de julio

Acuérdate de tu Magnífico Creador en los días de tu mocedad (Ecl. 12:1).

Algunos padres creen que lo mejor para su hijo es que, antes de bautizarse, estudie una carrera y busque un buen empleo. Y es posible que sus intenciones sean buenas. Pero ¿ayudan así a sus hijos a ser felices de verdad? Y, sobre todo, ¿es eso lo que enseña la Biblia? Es importante recordar que este mundo y todo lo que hay en él son contrarios a lo que Jehová quiere y piensa (Sant. 4:7, 8; 1 Juan 2:15-17; 5:19). ¿Qué es lo que mejor puede proteger a un niño contra Satanás, su mundo y el modo de pensar de este? Que sea un buen amigo de Dios. Si los padres les dan prioridad a las metas materialistas, es probable que su hijo crea que las cosas del mundo son más importantes que su amistad con Jehová. Sin duda, ningún padre Testigo desea que este mundo influya en las decisiones que toma su querido hijo. Lo cierto es que la única manera de ser felices de verdad es poniendo a Jehová en primer lugar en la vida (Sal. 1:2, 3). w18.03 2:10, 11

Domingo 7 de julio

Busquen primero el reino y la justicia (Mat. 6:33).

Muchos se han dado cuenta de que llevar una vida sencilla no solo los hace más felices, sino que les da más tiempo para servir a Jehová. Jack tenía una casa grande y un negocio, pero los vendió para hacerse precursor junto con su esposa. Él explica: “Por años volvía a casa frustrado por los problemas del trabajo. En cambio, mi esposa, que es precursora, siempre estaba tan feliz. Ella decía: ‘Tengo el mejor jefe que puede haber’. Ahora que yo también soy precursor, los dos trabajamos para la misma persona, Jehová”. ¿Qué nos ayudará a saber lo que de verdad pensamos del dinero? Debemos preguntarnos con sinceridad: “¿Demuestra mi vida que realmente creo lo que la Biblia dice sobre el dinero? ¿Es ganar dinero lo más importante para mí? ¿Me preocupo más por las cosas materiales que por mi relación con Jehová y con los que me rodean? ¿Confío de veras en que Jehová me dará lo necesario?”. Podemos estar seguros de que Dios nunca abandonará a los que confían en él. w18.01 4:12, 13

Lunes 8 de julio

Tal como siempre han obedecido, sigan obrando su propia salvación con temor y temblor (Filip. 2:12).

Obrar nuestra propia salvación es una seria responsabilidad. Para ello, tenemos que leer la Biblia y meditar en ella, orar a Dios y pensar en las bendiciones que él nos ha dado. Estas cosas nos ayudarán a estar mucho más seguro de que Jehová es nuestro amigo. Y eso nos motivará a hablar de lo que creemos (Sal. 73:28). Jesús dijo: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento y sígame de continuo” (Mat. 16:24). Está claro que seguir a Jesús implica dedicarle nuestra vida a Jehová y bautizarnos. Esto nos abre las puertas a recibir innumerables bendiciones ahora y la vida eterna en el nuevo mundo que Dios promete. Así que tenemos muchas razones para seguir obrando nuestra propia salvación. w17.12 4:18, 19

Martes 9 de julio

Vístanse de gran paciencia (Col. 3:12).

Cuando los padres son pacientes, los hijos poco a poco van comprendiendo “la anchura y longitud y altura y profundidad” de la fe (Efes. 3:18). Deben adaptar lo que les enseñan a su edad y capacidad. Mientras más convencidos estén los hijos de lo que aprenden, mejor defenderán sus creencias ante sus compañeros de clase y otras personas (1 Ped. 3:15). Por ejemplo, ¿pueden explicar con la Biblia lo que ocurre cuando morimos? ¿Les parece razonable? Está claro que se necesita paciencia para inculcarles las enseñanzas bíblicas a los hijos, pero vale la pena (Deut. 6:6, 7). Por supuesto, para lograr que los hijos se convenzan de la verdad, también es importante que los padres den un buen ejemplo. Stephanie, que tiene tres hijas, dice: “Me pregunto: ‘¿Les explico por qué yo estoy convencida de que Jehová existe y de que es justo y amoroso?’. No puedo esperar que ellas estén convencidas si yo no lo estoy”. w17.12 3:8-10

Miércoles 10 de julio

Tu hermano se levantará (Juan 11:23).

¿Por qué estaba Marta tan segura de que su hermano resucitaría? Porque, cuando era una jovencita, antes de que comenzara el ministerio de Jesús, es probable que oyera hablar de este tipo de milagros en su casa y en la sinagoga. Quizá nos vengan a la memoria tres relatos de las Escrituras. La primera resurrección de la que habla la Biblia la efectuó el profeta Elías. Fue en una época en la que Jehová le dio el poder para hacer milagros. En una ciudad costera de Fenicia llamada Sarepta, una viuda pobre fue hospitalaria con el profeta. Entonces, Dios hizo que no se le acabaran el aceite y la harina, por lo que tanto ella como su hijo pudieron sobrevivir (1 Rey. 17:8-16). Tiempo después, el niño se enfermó y murió. Pero Elías tocó el cadáver y suplicó: “Dios, por favor, haz que el alma de este niño vuelva dentro de él”. Jehová escuchó la oración de Elías y le devolvió el alma, es decir, la vida (1 Rey. 17:17-24). No hay duda de que Marta conocía este extraordinario milagro. w17.12 1:1, 3, 5, 6

Jueves 11 de julio

No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas (Mat. 6:24).

Muchas personas nos aconsejan que dediquemos nuestro tiempo y energías a una carrera en el mundo. Tal vez nos aseguren que así obtendremos una buena posición, poder y dinero. Esa es la meta principal en la vida para muchas personas, por lo que algunos cristianos podrían llegar a pensar igual. ¿Es verdad que triunfar en una carrera que dé poder y prestigio produce la felicidad? No. Recordemos el caso de Satanás. Él tenía un fuerte deseo de controlar a los demás y de que lo admiraran. Pero, aunque en cierto modo lo consiguió, no está feliz, sino enojado (Mat. 4:8, 9; Rev. 12:12). La satisfacción que da una carrera en el mundo es limitada. No es nada en comparación con la felicidad que sentimos al ayudar a las personas a conocer a Dios y sus enseñanzas para que puedan vivir para siempre. Además, este mundo tan competitivo fomenta la envidia y nos empuja a querer ser más que los demás. Pero, al final, todo eso es tan inútil como intentar atrapar el viento con las manos (Ecl. 4:4). w17.11 4:11-13

Viernes 12 de julio

Después de cantar alabanzas, salieron al monte de los Olivos (Mat. 26:30).

En los días de Jesús, la música seguía siendo fundamental en la adoración verdadera. Después de instituir la Cena del Señor, en la noche más importante de la historia, Jesús cantó canciones junto con sus discípulos. Los cristianos del siglo primero nos dieron el ejemplo al cantarle juntos a Dios como parte de su adoración. Es verdad que ya no se reunían en el templo, sino en hogares sencillos. Aun así, no cantaban con menos entusiasmo. Por inspiración divina, el apóstol Pablo les dijo a sus compañeros cristianos: “Sigan enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, alabanzas a Dios, canciones espirituales con gracia” y gratitud (Col. 3:16). Así es como debemos cantar las “canciones espirituales” de nuestro cancionero. Estas canciones son parte del alimento espiritual que nos da “el esclavo fiel y discreto” (Mat. 24:45). w17.11 1:7, 8

Sábado 13 de julio

Tienen que escoger ciudades que les sean convenientes a ustedes. Como ciudades de refugio les servirán (Núm. 35:11).

Jehová se aseguró de que fuera fácil llegar a las seis ciudades de refugio. Mandó que hubiera tres ciudades a cada lado del río Jordán. Así, el homicida podría llegar a una de ellas rápido y sin dificultades (Núm. 35:12-14). Los israelitas tenían que mantener en buen estado los caminos que llevaban a esas ciudades (Deut. 19:3). Además, según la tradición judía, colocaban letreros para guiar al homicida. Gracias a que existían estas ciudades, los homicidas no se sentían obligados a huir a una tierra extranjera, donde podrían verse tentados a adorar a dioses falsos. Pensemos en esto: Jehová mandó que los asesinos fueran ejecutados, pero a los homicidas involuntarios les dio la posibilidad de recibir misericordia y protección. Un experto en temas bíblicos escribió: “Todo se había dispuesto de la manera más clara, más sencilla y más fácil posible”. Jehová no es un juez cruel empeñado en castigar a sus siervos. Más bien, es “rico en misericordia” (Efes. 2:4). w17.11 3:4, 5

Domingo 14 de julio

Vuelvan a mí, y yo volveré a ustedes (Zac. 1:3).

Un rollo que vuela, una mujer encerrada en un recipiente y dos mujeres con alas como las de una cigüeña elevándose con el viento. Encontramos estas impresionantes imágenes en el libro del profeta Zacarías (Zac. 5:1, 7-9). ¿Por qué le dio Jehová estas sorprendentes visiones a su profeta? Las visiones sexta y séptima de Zacarías son una clara advertencia para los que actúan con falta de honradez. Además, nos recuerdan que Jehová no tolera la maldad. Sus siervos debemos odiar lo que es malo. Con estas visiones, Jehová nos asegura que si luchamos por agradarlo no recibiremos una maldición. Él nos protegerá y nos bendecirá. Y tenemos la garantía de que nos ayudará a vencer en nuestra lucha por mantenernos limpios en este mundo malvado. w17.10 3:1, 19

Lunes 15 de julio

Que las mujeres de edad sean reverentes en su comportamiento, para que hagan recobrar el juicio a las mujeres jóvenes (Tito 2:3, 4).

Las hermanas solteras ahora tienen muchas oportunidades de hacer más en el servicio de Jehová. Pueden ser precursoras, mudarse adonde se necesite ayuda para predicar, colaborar con el Departamento Local de Diseño y Construcción, y llenar la solicitud para asistir a la Escuela para Evangelizadores del Reino. Algunas incluso tienen la posibilidad de asistir a la Escuela de Galaad. Aunque las hermanas mayores ya no puedan hacer muchas de estas cosas, todos las queremos mucho y agradecemos tenerlas con nosotros. Es cierto que algunas ya no pueden hacer tanto como antes en el servicio a Dios, pero todavía pueden demostrar valor y ayudar en la congregación. Por ejemplo, si los ancianos les piden que hablen con alguna hermana joven sobre la importancia de vestirse con modestia, ellas necesitarán valor para hacerlo. Claro, no regañarán a la hermana joven, sino que tratarán de animarla a pensar en cómo su manera de vestir puede afectar a los demás (1 Tim. 2:9, 10). El amor e interés de las hermanas mayores beneficia a la congregación. w17.09 5:17, 18

Martes 16 de julio

Hallarás el mismísimo conocimiento de Dios (Prov. 2:5).

En ocasiones, personas muy poderosas han tratado de impedir que la gente común tenga y lea la Biblia. Sin embargo, quienes aman a Dios han luchado para ponerla al alcance de todo el mundo. Uno de ellos fue John Wyclef. Este teólogo inglés del siglo catorce estaba convencido de que todos deberían poder leer la Palabra de Dios. Pero en sus días casi nadie tenía acceso a la Biblia en Inglaterra. En 1382, se presentó una traducción de la Biblia al inglés hecha por John Wyclef y sus colaboradores. Los lolardos, como se llamaba a los seguidores de Wyclef, amaban la Biblia. Recorrieron a pie toda Inglaterra yendo de un pueblo a otro. Les leían de la Biblia a las personas y les dejaban copias hechas a mano de algunos pasajes. En los siglos posteriores, tanto en Europa como en otras partes del mundo, se fomentó la traducción y distribución de la Biblia para beneficio de la gente común. w17.09 3:10-12

Miércoles 17 de julio

Los que se casen tendrán tribulación en la carne (1 Cor. 7:28).

Desear tener hijos y no lograrlo puede ser una forma de tribulación (Prov. 13:12). En tiempos bíblicos, no poder tener hijos solía considerarse una deshonra. Raquel, esposa de Jacob, se deprimió muchísimo cuando vio que su hermana tenía hijos y ella no (Gén. 30:1, 2). Cuando pensamos en los problemas que podría tener un matrimonio, hay uno que no siempre viene a la mente: la muerte del cónyuge. Quien la sufre tal vez nunca pensó que eso podía ocurrirle a él en este sistema. Los cristianos creen firmemente en la promesa de Jesús de la resurrección, una esperanza que consuela mucho al viudo (Juan 5:28, 29). Esta es otra manera en la que nuestro cariñoso Padre les ofrece consuelo y apoyo mediante su Palabra a los que están pasando por momentos difíciles. w17.06 1:1, 6, 9

Jueves 18 de julio

Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y benévolo (Éx. 34:6).

En cierta ocasión, Dios se le reveló a Moisés declarándole su nombre y algunas de sus cualidades. En vez de enfatizar que era sabio o poderoso, lo primero que mencionó fue que era misericordioso y benévolo, o compasivo (Éx. 34:5-7). Él sabía que Moisés quería asegurarse de tener su apoyo, y por eso destacó cualidades que demuestran que él está dispuesto a ayudar a sus siervos (Éx. 33:13). Fuimos creados para ser compasivos. Pero, como hemos heredado la imperfección de Adán, tenemos la tendencia a ser egoístas. A veces, puede ser difícil decidir si ayudaremos a otra persona o si nos concentraremos en nosotros mismos. ¿Qué nos ayudará a ser más compasivos? Primero, veamos cómo Jehová y otras personas han mostrado compasión. Luego, analicemos cómo podemos imitar el ejemplo de Jehová y cómo nos beneficiará hacerlo. w17.09 2:1, 3

Viernes 19 de julio

Considerando con humildad mental que los demás son superiores a ustedes (Filip. 2:3).

El motivo para ponernos la nueva personalidad debe ser dar honra a Jehová, no recibir elogios de los hombres. Recordemos que un ángel perfecto pecó porque se volvió orgulloso (compare con Ezequiel 28:17). A nosotros nos resulta mucho más difícil evitar el orgullo porque somos imperfectos. Pese a ello, podemos vestirnos de humildad. ¿Cómo? Tenemos que dedicar tiempo todos los días a leer la Biblia y a meditar (Deut. 17:18-20). Algo que nos ayudará mucho es pensar en las enseñanzas de Jesús y en su maravilloso ejemplo de humildad (Mat. 20:28). Él fue tan humilde que incluso les lavó los pies a los apóstoles (Juan 13:12-17). También debemos pedirle a Dios con frecuencia que nos dé su espíritu a fin de luchar contra cualquier tendencia a creernos superiores a los demás (Gál. 6:3, 4). w17.08 4:11, 12

Sábado 20 de julio

Dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones (Filip. 4:6, 7).

Quizás alguna vez le pedimos ayuda a Dios para tomar una decisión y nos parecía que estábamos siguiendo la guía del espíritu santo. Pero puede que las cosas no salieran como esperábamos. Tal vez enfrentamos dificultades o situaciones que nos llevaron a hacer cambios grandes en nuestra vida (Ecl. 9:11). ¿Qué podemos hacer para no inquietarnos y tener “la paz de Dios”? Lo que Pablo les dijo a los filipenses nos enseña que el remedio para la preocupación es orar. Así que oremos cada vez que nos sintamos muy preocupados (1 Ped. 5:6, 7). Y hagámoslo con fe, con plena confianza en que Jehová se interesa en nosotros. También démosle las gracias por las bendiciones que nos da. Nuestra confianza en él se fortalecerá cuando recordemos que él “puede hacer más que sobreabundantemente en exceso de todas las cosas que pedimos o concebimos” (Efes. 3:20). w17.08 2:4, 6, 10

Domingo 21 de julio

Resultan frustrados los planes donde no hay habla confidencial, pero en la multitud de consejeros hay logro (Prov. 15:22).

Muchos cristianos se hicieron precursores cuando eran jóvenes, y esto los hizo felices. Si eres joven, ¿por qué no le cuentas tus planes a alguno de ellos? Estos hermanos maduros de seguro te dirán que en el servicio de tiempo completo aprenderás cosas que te servirán toda la vida. Jesús aprendió mucho de su Padre mientras estuvo en el cielo. Pero siguió aprendiendo cuando predicó en la Tierra. Por ejemplo, vio que lo hacía feliz llegar al corazón de la gente con el mensaje y mantenerse fiel ante las pruebas (Is. 50:4; Heb. 5:8; 12:2). Jesús dijo que los cristianos debemos ir y hacer discípulos enseñándoles la verdad (Mat. 28:19, 20). Si piensas dedicar tu vida a realizar esta obra, serás muy feliz y darás honra a Dios. Por supuesto, igual que sucede con otras cosas de la vida, necesitarás tiempo para llegar a ser hábil. w17.07 4:6, 7

Lunes 22 de julio

Yo mismo seguiré consolándolos a ustedes (Is. 66:13).

Sin duda, la principal fuente de consuelo que tenemos es nuestro compasivo Padre, Jehová (2 Cor. 1:3, 4). Los que han perdido a un ser querido también pueden encontrar consuelo en la congregación (1 Tes. 5:11). ¿Cómo podemos fortalecer y consolar a quienes tienen “un espíritu que está herido”? (Prov. 17:22). Recordemos que hay “tiempo de callar y tiempo de hablar” (Ecl. 3:7). Veamos lo que dicen dos cristianas. Una viuda llamada Dalene explica: “Los dolientes necesitan expresar lo que piensan y sienten. Por eso, lo más importante que podemos hacer por ellos es escucharlos sin interrumpirlos”. Junia, cuyo hermano se suicidó, añade: “Aunque tal vez no podamos entender del todo lo que siente quien pierde a alguien, lo importante es que queremos comprenderlo”. Debemos recordar que cada persona siente y expresa su dolor de manera distinta. w17.07 2:3, 11-13

Martes 23 de julio

Para que la gente sepa que tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra (Sal. 83:18).

Para muchas personas, lo más importante es el dinero. Por eso, se concentran en conseguir riquezas o en no perder las que tienen. Para otras, lo más importante es la familia, la salud o los logros personales. Ahora bien, hay un asunto mucho más importante que cualquiera de estos y que no debemos olvidar jamás: la vindicación de la soberanía de Jehová. Si nos descuidamos, podemos llegar a estar tan distraídos con la rutina diaria o tan preocupados con nuestros problemas que perdamos de vista lo importante que es este asunto. Por otro lado, mientras mejor comprendamos la importancia de reconocer a Jehová como gobernante, mejor preparados estaremos para enfrentar los problemas cotidianos y más estrecha será nuestra amistad con él. w17.06 3:1, 2

Miércoles 24 de julio

Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo (1 Cor. 11:1).

Jehová ejerce su autoridad con amor. Por eso, los cabezas de familia y los ancianos que aman su soberanía no serán exigentes, como si tuvieran una soberanía propia. Más bien, imitarán a Jehová. Así lo hizo Pablo, que imitó a Dios y a su Hijo. No avergonzó ni presionó a otros para que hicieran lo correcto, sino que los motivó con cariño (Rom. 12:1; Efes. 4:1; Filem. 8-10). Así es como Jehová hace las cosas. Y así es como deben hacerlas quienes aman y apoyan su manera de gobernar. ¿De qué otra manera apoyamos el gobierno de Dios? Colaborando respetuosamente con aquellos a los que él ha dado autoridad. Apoyaremos el orden teocrático incluso si no comprendemos bien una decisión o no estamos totalmente de acuerdo con ella. Esta es una actitud muy distinta a la del mundo, pero es la forma de hacer las cosas bajo el gobierno de Dios (Efes. 5:22, 23; 6:1-3; Heb. 13:17). w17.06 4:14, 15

Jueves 25 de julio

Ustedes son enseñados por Dios a amarse unos a otros (1 Tes. 4:9).

Los que se sienten desanimados o deprimidos, o los que pasan por dificultades, no importa la edad o el sexo, necesitan que les demos atención, ánimo y consuelo (Prov. 12:25; Col. 4:11). Demostramos que de verdad amamos a “los que están relacionados con nosotros en la fe” mediante palabras y acciones (Gál. 6:10). La Biblia predijo que el egoísmo y la codicia caracterizarían “los últimos días” de este malvado sistema de cosas (2 Tim. 3:1, 2). Por eso, los cristianos debemos esforzarnos para que crezca nuestro amor a Dios, a las verdades de la Biblia y a los hermanos. A veces, puede que surjan pequeñas diferencias entre nosotros. Sin embargo, cuando el amor nos motiva a resolverlas pacíficamente, toda la congregación se beneficia (Efes. 4:32; Col. 3:14). Así que sigamos amando intensamente a Jehová, a su Palabra y a los hermanos. w17.05 3:17, 18

Viernes 26 de julio

Si hacemos la declaración: “No tenemos pecado”, a nosotros mismos nos estamos extraviando y la verdad no está en nosotros (1 Juan 1:8).

Los cristianos esperamos sufrir injusticias fuera de la congregación. Sin embargo, se podría poner a prueba nuestra fe si dentro de ella vemos o sufrimos lo que nos parece que es una injusticia. ¿Cómo reaccionaremos si creemos que se nos ha hecho daño en la congregación o que algún hermano nos ha tratado mal? ¿Permitiremos que eso nos haga tropezar? Todos somos imperfectos y por tanto pecamos, así que sabemos que existe la posibilidad de que seamos la víctima o la causa de alguna injusticia en la congregación. Es cierto que estas situaciones se dan raras veces, pero los cristianos fieles no se sorprenden ni tropiezan cuando ocurren. Por algo Jehová nos ha dado consejos útiles en su Palabra que nos ayudan a mantenernos íntegros aunque un hermano nos trate mal (Sal. 55:12-14). w17.04 3:4, 5

Sábado 27 de julio

Los que se casen tendrán tribulación en la carne (1 Cor. 7:28).

Si nuestro cónyuge no es testigo de Jehová, tal vez tengamos más tensiones en nuestro matrimonio. Aun así, el que nuestro cónyuge no quiera servirle a Jehová no es un motivo válido para la separación o el divorcio (1 Cor. 7:12-16). La esposa cristiana debe respetar a su esposo como cabeza aunque él no atienda las necesidades espirituales de la familia. Del mismo modo, el esposo cristiano debe amar a su esposa y cuidarla con ternura aunque ella no le sirva a Jehová (Efes. 5:22, 23, 28, 29). ¿Y qué podemos hacer si nuestro cónyuge trata de poner límites a lo que hacemos para servirle a Jehová? Por ejemplo, el esposo de una Testigo le dijo que solo predicara ciertos días de la semana. Si enfrentamos una situación similar, preguntémonos: “¿Me está exigiendo mi cónyuge que deje de adorar a Jehová? Si no es así, ¿puedo ceder y hacer lo que me pide?”. Ser razonables puede ayudarnos a evitar conflictos innecesarios (Filip. 4:5). w17.10 2:7, 8

Domingo 28 de julio

Tienes que inculcarlas en tu hijo (Deut. 6:7).

Como se predijo, personas “de todos los lenguajes de las naciones” se están uniendo a la organización de Dios (Zac. 8:23). Pero el idioma puede ser una barrera que dificulte que los padres les enseñen la verdad a sus hijos. Ellos son los estudiantes más importantes que jamás tendrán, y su vida eterna depende de que lleguen a conocer a Jehová (Juan 17:3). Por eso, los padres deben aprovechar toda oportunidad para hablarles de las enseñanzas de Dios (Deut. 6:6, 7). Es muy probable que los hijos aprendan el idioma local en la escuela y en su entorno, pero el idioma materno lo aprenden principalmente hablándolo con frecuencia con los padres. El que los hijos hablen el idioma de sus padres tiene ventajas. Además de facilitar conversaciones francas con ellos, ser bilingües estimula la mente y la capacidad de relacionarse con otros. w17.05 2:5, 6

Lunes 29 de julio

Ve, y tienes que desplegarte sobre el monte Tabor. Y ciertamente atraeré hacia ti a Sísara y lo daré en tu mano (Juec. 4:6, 7).

Los israelitas estaban mal equipados, ya que no tenían ni armas ofensivas ni defensivas. Sus enemigos, en cambio, tenían 900 carros de guerra con hoces de hierro (Juec. 4:1-3, 13; 5:6-8). Jehová le ordenó a Barac el mandato que leemos en el texto de hoy. Barac no perdió tiempo en obedecer las instrucciones de Jehová (Juec. 4:14-16). Durante la batalla principal, en Taanac, un aguacero repentino convirtió el terreno en un lodazal. Barac persiguió al ejército de Sísara por 24 kilómetros (15 millas), hasta Haróset. En algún momento, Sísara abandonó su temible carro de guerra, ahora inútil, y corrió hasta Zaananim, tal vez cerca de Quedes. Fue a ocultarse a la tienda de Jael, la esposa de Héber el quenita, y ella lo recibió amablemente. Cansado por la batalla, se quedó dormido. Ahora estaba en las manos de Jael, quien, actuando con valor y decisión, le dio muerte (Juec. 4:17-21). El enemigo de Israel había sido derrotado. w17.04 5:6-8

Martes 30 de julio

Hay una controversia que Jehová tiene con las naciones. En cuanto a los inicuos, tiene que darlos a la espada (Jer. 25:31).

¿Existirá alguna organización en la Tierra después de Armagedón? La Biblia responde: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar” (2 Ped. 3:13). Los viejos cielos y la vieja tierra, es decir, los gobiernos corruptos y la sociedad bajo su control, habrán desaparecido. ¿Qué los sustituirá? La expresión “nuevos cielos y una nueva tierra” nos da a entender que habrá un nuevo gobierno y una nueva sociedad gobernada por él. El Reino, en manos de Jesucristo, reflejará a la perfección la personalidad de Jehová, un Dios de orden (1 Cor. 14:33). Eso significa que “la nueva tierra” será una sociedad organizada. Hombres buenos se encargarán de atender los asuntos (Sal. 45:16). Los dirigirán Cristo y los 144.000 que gobiernen con él. ¡Qué maravilloso será cuando todas las organizaciones corruptas sean reemplazadas por una única organización, unida e imposible de corromper! w17.04 2:8, 9

Miércoles 31 de julio

Tienen que llegar a ser una sola carne (Gén. 2:24).

El matrimonio es sagrado. Los novios intercambian sus votos ante Dios y otros testigos. Por lo general, prometen que se amarán, se cuidarán con ternura y se respetarán, y que lo harán mientras ambos vivan juntos en la Tierra, dentro de la institución divina del matrimonio. Otras parejas seguramente no pronunciaron estas mismas palabras, pero aun así hicieron un voto ante Dios. Entonces, se les declaró marido y mujer, y entraron en una unión que debe durar toda la vida (1 Cor. 7:39). “Por lo tanto —en palabras de Jesús—, lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre”, ni el esposo ni la esposa ni nadie. De modo que quienes se casen deben tener claro que el divorcio no es una opción (Mar. 10:9). Por supuesto, no ha habido ningún matrimonio perfecto, porque todos están formados por dos personas imperfectas. Por eso, la Biblia dice que los casados en ocasiones “tendrán tribulación” (1 Cor. 7:28). w17.04 1:14, 15

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