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Examinando las Escrituras diariamente 2020
es20

Julio

Miércoles 1 de julio

Sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová (Efes. 5:17).

Vivimos en “tiempos críticos, difíciles de manejar”, y la vida se irá poniendo cada vez más difícil antes de que amanezca un nuevo día y vuelva a haber verdadera paz en la Tierra (2 Tim. 3:1). Por eso, hacemos bien en preguntarnos: “¿Hacia dónde dirigimos los ojos?”, es decir, ¿a quién acudimos en busca de ayuda y guía? Hace siglos, el escritor de un salmo dijo cuánto necesitamos dirigir la vista a Jehová para buscar ayuda en tiempos de dificultad (Sal. 123:1-4). Comparó esto con lo que hace un siervo. Al decir que los ojos de un siervo están pendientes de la mano de su amo, no solo quiso decir que confía en que este le dará alimento y protección. También quiso decir que debe observar en todo momento a su amo para darse cuenta de lo que desea y complacerlo. De modo parecido, es necesario que estudiemos a diario la Palabra de Dios para percibir o comprender cuál es la voluntad de Jehová y seguir su dirección. Solo entonces él nos dará su ayuda. w18.07 2:1, 2

Jueves 2 de julio

Si el Hijo los liberta, serán realmente libres (Juan 8:36).

Jesús se refería a la liberación de la mayor tiranía que sufre la humanidad: la esclavitud al pecado (Juan 8:34). El pecado no solo nos lleva a hacer lo malo, sino que nos impide hacer lo que sabemos que está bien o hacer todo lo que podríamos. En este sentido somos esclavos del pecado. Esto nos provoca frustraciones, sufrimientos y, por último, la muerte (Rom. 6:23). Solo cuando nos libremos de las cadenas del pecado, disfrutaremos de la verdadera libertad que perdieron Adán y Eva. Cuando Jesús dijo que debemos permanecer en su palabra, se refería a que debemos cumplir determinados requisitos para que nos libere (Juan 8:31). Los cristianos dedicados nos repudiamos a nosotros mismos y decidimos aceptar los límites que Jesús les pone a sus discípulos (Mat. 16:24). Tal como prometió, seremos libres de verdad cuando aplique por completo sobre nosotros los beneficios del rescate. w18.04 1:14-16

Viernes 3 de julio

Solo tú mismo conoces bien el corazón de los hijos de la humanidad (2 Crón. 6:30).

Jehová tiene en cuenta los sentimientos de sus siervos incluso cuando están equivocados. Veamos lo que le ocurrió al profeta Jonás. Dios lo envió a Nínive para proclamar un mensaje de condenación contra sus habitantes. Pero, como se arrepintieron, los perdonó. Esto molestó a Jonás, que “llegó a estar enardecido de cólera” porque su profecía no se había hecho realidad. Sin embargo, Jehová fue paciente con su profeta y lo ayudó a cambiar su modo de pensar (Jon. 3:10-4:11). Con el tiempo, Jonás entendió lo que había ocurrido, y Dios incluso hizo que pusiera por escrito su historia para nuestro provecho (Rom. 15:4). Lo que Jehová hizo en este y otros casos nos da la seguridad de que siente empatía por sus siervos. Está al tanto del dolor y los sufrimientos de cada uno de nosotros. Comprende nuestros pensamientos y emociones más profundos, así como nuestras limitaciones. Y nos promete que no dejará que seamos tentados más allá de lo que podemos soportar (1 Cor. 10:13). ¿No es verdad que nos consuela saber esto? w19.03 12:6, 7

Sábado 4 de julio

Todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta (Heb. 4:13).

Según la Ley mosaica, los ancianos nombrados no solo tenían que atender cuestiones espirituales, sino también civiles y criminales. Veamos algunos ejemplos. Si un israelita mataba a alguien, no se le ejecutaba automáticamente. Los ancianos de la ciudad tenían que investigar el caso antes de decidir si merecía la sentencia de muerte (Deut. 19:2-7, 11-13). Por otro lado, también debían juzgar cuestiones cotidianas muy diversas, desde controversias sobre bienes personales hasta disputas matrimoniales (Éx. 21:35; Deut. 22:13-19). Cuando los ancianos actuaban con justicia y los israelitas obedecían la Ley, todos salían beneficiados y la nación honraba a Jehová (Lev. 20:7, 8; Is. 48:17, 18). De estos ejemplos aprendemos que a Jehová le interesa todo aspecto de nuestra vida. Quiere que tratemos a los demás con amor y justicia. Y se fija en lo que decimos y hacemos incluso cuando estamos solos en casa. w19.02 9:16-18

Domingo 5 de julio

Él fue dejando que se le afligiera; no obstante, no abría la boca (Is. 53:7).

No es fácil ser mansos cuando estamos bajo tensión. Puede que les digamos cosas desconsideradas a los demás o los tratemos mal. Si alguna vez nos hemos sentido estresados, pensemos en el caso de Jesús. Durante sus últimos meses de vida en la Tierra, tuvo que soportar mucha presión. Sabía que lo iban a matar y que iba a sufrir una horrible tortura (Juan 3:14, 15; Gál. 3:13). Unos meses antes de morir, dijo que se sentía muy angustiado (Luc. 12:50). Y pocos días antes de su muerte reconoció: “Mi alma está perturbada”. Podemos ver su humildad y su obediencia a Dios por la forma en que le abrió el corazón cuando le oró (Juan 12:27, 28). Cuando llegó el momento, fue valiente y se entregó a los enemigos de Dios, quienes lo asesinaron de la manera más humillante y cruel imaginable. Pese a tanto estrés y sufrimiento, Jesús fue manso e hizo la voluntad de Dios. Sin duda, él es el mejor ejemplo de lo que significa ser manso a pesar de estar bajo estrés (Is. 53:10). w19.02 7:14, 15

Lunes 6 de julio

Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes (Heb. 10:24).

Quizás haya circunstancias que hagan difícil que asistamos con regularidad a las reuniones. Si ese es el caso, necesitamos valor. Algunos hermanos sufren problemas de salud, una profunda tristeza o desánimo. Otros soportan fuerte oposición de parte de sus familiares o de los gobiernos. Meditemos por un momento en los hermanos que están presos debido a sus creencias. ¿Habíamos pensado alguna vez en que nuestro ejemplo puede ayudarlos? (Heb. 13:3). Cuando se enteran de que seguimos sirviendo a Jehová pese a los problemas, sienten las fuerzas necesarias para mantener su fe, valor e integridad. Cuando Pablo estaba preso en Roma, se alegraba cada vez que oía que sus hermanos servían fielmente a Dios (Filip. 1:3-5, 12-14). Poco antes de su liberación o inmediatamente después, escribió la carta a los Hebreos. En ella, mandó a sus fieles hermanos que no dejaran de reunirse (Heb. 10: 25). w19.01 5:9

Martes 7 de julio

El mundo entero yace en el poder del inicuo (1 Juan 5:19).

Satanás es un rebelde egoísta que desobedece las normas de Jehová y quiere conseguir que pensemos y actuemos como él. Nos rodea de personas a las que ya ha logrado corromper, pues espera que estas echen a perder o corrompan nuestra manera de pensar y actuar (1 Cor. 15:33; nota). También trata de contaminarnos el corazón haciendo que confiemos en la sabiduría humana y no en la de Dios (Col. 2:8). Por ejemplo, fomenta la idea de que lo más importante en la vida es hacerse rico. ¿Por qué es peligrosa esta idea? Porque, sea que lo logren o no, los que piensan así se pueden centrar tanto en ganar dinero que sacrifiquen su salud, su familia y hasta su amistad con Dios (1 Tim. 6:10). Qué agradecidos estamos de que nuestro sabio Padre celestial nos ayude a tener un criterio equilibrado sobre el dinero (Ecl. 7:12; Luc. 12:15). w19.01 3:6, 9

Miércoles 8 de julio

¡Bien hecho, esclavo bueno y fiel! Fuiste fiel sobre unas cuantas cosas. Te nombraré sobre muchas cosas. Entra en el gozo de tu amo (Mat. 25:21).

Antes de que Jesús viniera a la Tierra y diera un ejemplo perfecto, los siervos fieles de Dios ya comprendían muy bien la importancia de animar a los demás. Veamos lo que hizo el rey Ezequías. Cuando los asirios amenazaban Judá, reunió a los jefes militares y al pueblo, y les dirigió unas palabras que los fortalecieron (2 Crón. 32:6-8). Hablemos ahora de lo que le ocurrió a Job. Él estaba deprimido, pero quienes fueron a darle ánimos resultaron ser “consoladores molestos” y solo le dijeron palabras hirientes. Aun así, él mismo les enseñó a animar a los demás. Les dijo que, si él estuviera en su lugar, les diría cosas que los fortalecieran y los hicieran sentirse mejor (Job 16:1-5). Al final, fueron Elihú y Jehová mismo quienes animaron a Job (Job 33:24, 25; 36:1, 11; 42:7, 10). w18.04 3:6, 8, 9

Jueves 9 de julio

Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré (Is. 41:10).

Isaías ya había explicado cómo fortalecería Jehová a su pueblo. Dijo: “Jehová mismo vendrá aun como un fuerte, y su brazo estará gobernando para él” (Is. 40:10). La Biblia utiliza a menudo la palabra brazo como símbolo de poder. Así que las palabras de Isaías nos recuerdan que Jehová es un Rey poderoso. En el pasado, Dios utilizó su poder invencible para apoyar y defender a sus siervos. Hoy día, sigue fortaleciendo y protegiendo a los que confían en él (Deut. 1:30, 31; Is. 43:10). Jehová cumple su promesa de darnos fuerzas sobre todo cuando nos persiguen nuestros enemigos. En algunas partes del mundo, están haciendo todo lo posible por detener la predicación o prohibir nuestra organización. Pero sus ataques no nos causan una preocupación excesiva. Jehová nos da una garantía que nos fortalece y nos llena de confianza. Dice: “Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito” (Is. 54:17). w19.01 1:12, 13

Viernes 10 de julio

Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual (Mat. 5:3).

A diferencia de los animales, nosotros tenemos necesidades espirituales, que solo el Creador puede satisfacer (Mat. 4:4). Cuando escuchamos lo que nos dice, conseguimos entendimiento, sabiduría y felicidad. Jehová satisface nuestras necesidades espirituales mediante su Palabra y la enorme variedad de alimento espiritual nutritivo que suministra a través del “esclavo fiel y discreto” (Mat. 24:45; Is. 65:13, 14). El alimento espiritual que Jehová suministra nos dará sabiduría y capacidad de pensar, que nos protegerán de muchas maneras (Prov. 2:10-14). Por ejemplo, nos ayudarán a reconocer mentiras como que Dios no existe o que para ser feliz hay que tener mucho dinero y cosas materiales. Además, nos ayudarán a resistir los malos deseos y a no caer en vicios que nos perjudican. Por lo tanto, hagamos todo lo que podamos por tener la sabiduría de Dios y capacidad de pensar. w18.12 3:6, 7

Sábado 11 de julio

Como los días de un árbol serán los días de mi pueblo (Is. 65:22).

Nuestros días serán “como los días de un árbol”. Algunos árboles viven miles de años. Los hombres necesitaríamos una salud extraordinaria para vivir tanto tiempo. Una vida tan larga en las condiciones predichas por Isaías podría parecer un sueño. Pero no lo es. Esta profecía se cumplirá. Pensemos en cómo las promesas indican que en el futuro habrá un paraíso. Dios bendecirá a personas de toda la Tierra. Nadie sufrirá ataques de animales o personas violentas. Los ciegos, los sordos y los cojos serán curados. La gente construirá sus propias casas y cultivará alimentos ricos y saludables. Las personas vivirán más años que los árboles. Así es: en la Biblia encontramos pruebas de que ese es el futuro que nos espera. Ahora bien, ¿qué responderíamos si alguien nos dijera que estamos yendo más allá de lo que realmente dicen esas profecías? ¿Por qué podemos creer que habrá un paraíso en la Tierra? El hombre más importante de la historia nos dio una poderosa razón (Luc. 23:43). w18.12 1:13-15.

Domingo 12 de julio

Transfórmense rehaciendo su mente (Rom. 12:2).

La mente es flexible y puede seguir cambiando. Los cambios dependerán en buena medida de lo que dejemos que entre y permanezca en ella. Si centramos nuestros pensamientos en lo que Dios desea, comprobaremos que su forma de ver las cosas es la correcta. El resultado será que sentiremos el deseo natural de pensar como él. Fijémonos en que para rehacer la mente tenemos que dejar de permitir que el mundo la moldee. En otras palabras, debemos cerrarla a las ideas y opiniones opuestas a las de Dios. Este primer paso es muy importante. Para entender por qué, pongamos un ejemplo. Supongamos que una persona que quiere mejorar su salud empieza a tomar alimentos saludables. ¿De qué le servirá si sigue comiendo de manera regular alimentos contaminados? Del mismo modo, alimentar la mente con lo que Dios piensa no nos servirá de mucho si seguimos contaminándola con las ideas del mundo. w18.11 4:14, 15

Lunes 13 de julio

Estén firmes, teniendo los lomos ceñidos con la verdad (Efes. 6:14).

Resolvámonos a vivir de acuerdo con la verdad todos los días. Llevemos puesto el cinturón de la verdad. En tiempos bíblicos, los soldados se ponían un cinturón que les protegía la cintura y los órganos internos. Eso sí, tenían que ajustárselo bien, pues de otro modo no cumpliría esta función. La verdad de la Biblia es como un cinturón en sentido espiritual. Si lo llevamos bien apretado, nos protegerá de ideas falsas y nos ayudará a tomar decisiones sensatas. Y, cuando nos veamos ante una prueba o tentación, fortalecerá nuestro deseo de hacer lo correcto. Un soldado jamás pensaría en ir a la batalla sin el cinturón. De manera parecida, tenemos que estar decididos a nunca quitarnos o aflojarnos el cinturón de la verdad. Al contrario, llevémoslo bien puesto viviendo de acuerdo con ella. w18.11 2:15

Martes 14 de julio

Compra la verdad misma y no la vendas (Prov. 23:23).

Conseguir la verdad de la Palabra de Dios requiere esfuerzo. Tenemos que estar dispuestos a hacer los sacrificios que sean necesarios. Como dijo el sabio escritor de Proverbios, una vez que hemos adquirido la verdad, debemos tener cuidado de no venderla o renunciar a ella. Hasta cuando una cosa se nos ofrece gratis, quizás tengamos que dar o hacer algo a cambio. La palabra hebrea que se traduce “compra” en Proverbios 23:23 también puede significar “consigue” o “adquiere”. Todas estas palabras conllevan la idea de obtener algo haciendo un esfuerzo o intercambiándolo por un artículo de valor. Por ejemplo, supongamos que en un mercado hay un letrero que anuncia que hay bananas gratis. ¿Aparecerán por sí solas en nuestra mesa? Claro que no. Aunque sean gratis, tenemos que dedicar tiempo y esfuerzo para ir al mercado y conseguirlas. De manera parecida, para comprar la verdad no tenemos que dar dinero, pero sí hacer algo a cambio. w18.11 1:4, 5

Miércoles 15 de julio

Su rostro resplandeció como el sol, y sus prendas de vestir exteriores se hicieron esplendorosas (Mat. 17:2).

Jesús les había pedido a Pedro, Santiago y Juan que lo acompañaran a una montaña alta. Allí tuvieron una visión extraordinaria. La cara de Jesús resplandeció y su ropa se volvió brillante. Dos figuras, que representaban a Moisés y a Elías, empezaron a hablar con Jesús sobre su muerte y resurrección (Luc. 9:29-32). Después, una nube brillante los cubrió, y de ella salió la voz de Dios. La visión fue un anticipo de la gloria y el poder que Jesús tendría cuando se convirtiera en rey del Reino de Dios. Seguro que animó y fortaleció a Cristo para los sufrimientos y la horrible muerte que padecería. Además, fortaleció la fe de los discípulos y les dio fuerzas para las pruebas de integridad y los años de ardua labor que tenían por delante. El apóstol Pedro hizo referencia a esta visión unos treinta años más tarde, lo que demuestra que la tenía muy fresca en la memoria (2 Ped. 1:16-18). w19.03 11:7, 8

Jueves 16 de julio

Nos recomendamos como ministros de Dios por habla verídica (2 Cor. 6:4, 7).

¿Cuál es una diferencia entre los cristianos verdaderos y los miembros de las religiones falsas? Que los siervos de Dios decimos la verdad (Zac. 8:16, 17). No decimos mentiras grandes ni pequeñas, sino que siempre les decimos la verdad a extraños, compañeros de trabajo, amigos y seres queridos. Si eres joven, es normal que quieras sentirte aceptado por tus compañeros, pero nunca lleves una doble vida. No finjas ser un buen cristiano delante de tu familia y en la congregación, mientras te comportas de una manera muy diferente cuando estás con jóvenes del mundo o cuando usas las redes sociales. Eso es vivir una mentira: les estarías mintiendo a tus padres, a los hermanos y a Dios (Sal. 26:4, 5). Sin embargo, Jehová sabe si lo honramos solo con los labios, pero nuestro corazón está muy lejos de él (Mar. 7:6). Es mucho mejor que hagas como dice este proverbio: “No envidie tu corazón a los pecadores; antes bien, esté en el temor de Jehová todo el día” (Prov. 23:17). w18.10 1:14, 15

Viernes 17 de julio

Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en unión con Dios, y Dios permanece en unión con él (1 Juan 4:16).

Los siervos de Dios formamos una familia espiritual que se caracteriza por el amor (1 Juan 4:21). En la mayoría de los casos, ese amor no se refleja en unas pocas acciones heroicas, sino en innumerables actos pequeños, como las palabras cariñosas y los gestos amables. Cuando tratamos a los demás con bondad y consideración, somos “imitadores de Dios, como hijos amados” (Efes. 5:1). Jesús imitó a su Padre a la perfección. Siempre trató a la gente con amabilidad. Dijo: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré”. Y añadió: “Porque soy de genio apacible y humilde de corazón” (Mat. 11:28, 29). Cuando seguimos su ejemplo y mostramos “consideración para con el de condición humilde”, nuestro Padre celestial nos da su aprobación y somos muy felices (Sal. 41:1). Demostremos amor siendo considerados en la familia, en la congregación y en la predicación. w18.09 5:1, 2

Sábado 18 de julio

Somos colaboradores de Dios (1 Cor. 3:9).

Los desastres ofrecen a los siervos de Dios la oportunidad de trabajar con él ayudando a los hermanos de maneras prácticas. Por ejemplo, pueden donar dinero para los afectados (Juan 13:34, 35; Hech. 11:27-30). También pueden participar en las labores de limpieza y reconstrucción. Una hermana de Polonia llamada Gabriela se quedó prácticamente sin casa por una inundación. Pero se sintió muy aliviada cuando fueron a ayudarla hermanos de congregaciones cercanas. Ella cuenta: “No quiero hablar de lo que perdí, pues al fin y al cabo son solo cosas materiales. Prefiero hablar de lo mucho que gané. Lo que viví me confirmó que formar parte de la congregación cristiana es un honor incomparable y una fuente de felicidad”. Muchos hermanos que han recibido ayuda después de un desastre dicen que la experiencia los ha enriquecido. Y quienes colaboran con Jehová dando esa ayuda se sienten muy satisfechos (Hech. 20:35; 2 Cor. 9:6, 7). w18.08 4:12

Domingo 19 de julio

Salvaguarda tu corazón (Prov. 4:23).

A fin de proteger el corazón, debemos ser capaces de identificar los peligros y reaccionar de inmediato. Las palabras del texto de hoy nos recuerdan a los centinelas de los tiempos del rey Salomón. Ellos hacían guardia sobre las murallas de la ciudad y, si veían acercarse un peligro, daban la voz de alarma. Esta imagen nos ayuda a entender lo que debemos hacer para impedir que Satanás nos corrompa la mente. En la antigüedad, los centinelas colaboraban con los porteros de la ciudad (2 Sam. 18:24-26). Juntos la protegían asegurándose de que las puertas estuvieran cerradas cuando se acercaba un enemigo (Neh. 7:1-3). Nuestra conciencia educada por la Biblia puede actuar como un centinela. ¿Cómo? Dando la voz de alarma cuando Satanás intente atacar nuestro corazón, es decir, cuando intente influir en nuestros pensamientos, sentimientos, motivos o deseos. Siempre que la conciencia nos advierta, tenemos que prestarle atención y, por decirlo así, cerrarle las puertas a Satanás. w19.01 3:10, 11

Lunes 20 de julio

Que ellos sirvan como ministros, al estar libres de acusación (1 Tim. 3:10).

Los ancianos no deben juzgar a los jóvenes según su criterio personal o las costumbres locales, sino según lo que dice la Palabra de Dios (2 Tim. 3:16, 17). Si se dejan llevar por su cultura en vez de por la Biblia, quizás no recomienden a hermanos que llenan los requisitos para ser siervos ministeriales o ancianos. En cierto país, un siervo ministerial confiable llevaba algunas responsabilidades de peso en su congregación. Aunque los ancianos estaban de acuerdo en que reunía a un grado razonable los requisitos bíblicos para ser anciano, no lo recomendaron. Unos pocos ancianos de mayor edad insistían en que se veía demasiado joven para ser anciano. Por desgracia, el único motivo por el que no fue nombrado fue su aspecto. Los informes indican que así es como piensan muchos ancianos en distintas partes del mundo. Qué importante es que nos apoyemos en la Biblia y no en nuestra opinión. Solo así obedeceremos a Jesús y dejaremos de juzgar por las apariencias (Juan 7:24). w18.08 2:16, 17

Martes 21 de julio

Cuando alguien responde a un asunto antes de oírlo, eso es tontedad de su parte y una humillación (Prov. 18:13).

Reenviar enseguida correos electrónicos y mensajes de texto puede ser peligroso. En algunos lugares, nuestra obra está restringida o incluso prohibida. Puede que allí nuestros enemigos hagan circular rumores con el fin de sembrar miedo o desconfianza entre nosotros. Pensemos en lo que pasó hace años en la Unión Soviética. La policía secreta (conocida como KGB) lanzó el rumor falso de que varios hermanos muy conocidos habían traicionado a los siervos de Jehová. Muchos lo creyeron, y tristemente dejaron la organización de Dios. Un buen número de ellos volvió, pero otros nunca lo hicieron, pues su fe naufragó (1 Tim. 1:19). ¿Cómo podemos evitar que nos pase algo tan lamentable? Jamás reenviemos noticias negativas o sin base. No seamos ingenuos ni creamos todo lo que oímos. Asegurémonos de tener todos los datos. w18.08 1:8

Miércoles 22 de julio

Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso (Luc. 23:43).

En los manuscritos griegos más antiguos, no encontramos puntuación en todos los casos. Por eso, hay dudas sobre qué quiso decir Jesús: ¿en verdad te digo: hoy conmigo estarás en el paraíso?, o ¿en verdad te digo hoy: conmigo estarás en el paraíso? Recordemos una cosa que Jesús les había dicho antes a sus seguidores: “El Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mat. 12:40; 16:21; 17:22, 23; Mar. 10:34; Hech. 10:39, 40). Por lo tanto, Jesús no fue a ningún paraíso el día en que él y el malhechor murieron. De hecho, pasó varios días en “el Hades”, hasta que Jehová lo resucitó (Hech. 2:31, 32). Aquel malhechor no había sido escogido para ir al cielo. Él no sabía que Jesús había hecho un pacto con sus apóstoles fieles para que reinaran con él en el cielo (Luc. 22:29). Además, ni siquiera estaba bautizado (Juan 3:3-6, 12). Por ello, Jesús le estaba hablando de un paraíso terrestre que estaba por venir. w18.12 1:17, 18, 20, 21

Jueves 23 de julio

Haznos un dios que vaya delante de nosotros, porque ciertamente no sabemos qué le habrá pasado a Moisés (Éx. 32:1).

Los israelitas no tardaron en adorar a un becerro de oro. Sabían que esto era una clara desobediencia a Dios, pero de alguna manera se engañaron y pensaron que seguían estando de parte de Jehová. Aarón incluso dijo que aquella era una “fiesta a Jehová”. Pero Dios se sintió traicionado. Le dijo a Moisés que los israelitas se habían corrompido y se habían desviado del camino que les había mandado seguir. La cólera de Jehová se encendió contra ellos, y hasta pensó en acabar con aquella nación recién formada (Éx. 32:5-10). Sin embargo, como Jehová es misericordioso, decidió no exterminar a los israelitas (Éx. 32:14). Aunque fue Aarón quien hizo el ídolo, luego se arrepintió y se unió a los demás levitas que se habían puesto del lado de Dios. Miles de israelitas murieron por adorar a un dios falso, pero los que se pusieron de parte de Jehová recibieron la promesa de ser bendecidos (Éx. 32:26-29). w18.07 3:13-16

Viernes 24 de julio

Cuídense de los escribas, a quienes les gustan los saludos en las plazas de mercado y los asientos en lugares muy prominentes en las cenas (Luc. 20:46).

¿Cuál es el reconocimiento más importante que podemos buscar? No es el que este mundo concede en campos como la educación, los negocios o el entretenimiento. Más bien, es el que Pablo describió con estas palabras: “Ahora que han llegado a conocer a Dios, o, más bien, ahora que han llegado a ser conocidos por Dios, ¿cómo es que se vuelven de nuevo a las débiles y miserables cosas elementales y quieren servirles como esclavos otra vez?” (Gál. 4:9). ¡Qué privilegio tan extraordinario es llegar a “ser conocidos por Dios”, el Rey del universo! Él desea tener una amistad estrecha con nosotros. Como lo explicó un especialista bíblico, “llegamos a ser objeto de su favor y atención”. Cuando Jehová nos reconoce como amigos suyos, alcanzamos el objetivo de nuestra existencia (Ecl. 12:13, 14). w18.07 1:3, 4

Sábado 25 de julio

Tus recordatorios me son de interés intenso (Sal. 119:99).

Para beneficiarnos de las leyes divinas, tenemos que llegar a amarlas y respetarlas (Amós 5:15). Una clave para lograrlo es aprender a ver las cosas como las ve Jehová. Supongamos que llevamos una temporada durmiendo mal. Entonces, nuestro médico nos manda seguir una dieta, hacer ejercicio y cambiar algunos hábitos. Si vemos que nuestra vida mejora cuando hacemos todo lo que nos manda, ¿verdad que valoraremos mucho a ese médico y sus consejos? De modo similar, nuestro Creador nos ha dado leyes que nos protegen de las consecuencias del pecado y mejoran nuestra vida. Por ejemplo, pensemos en cuánto nos beneficia obedecer lo que dice la Biblia sobre la mentira, el engaño, el robo, la inmoralidad sexual, la violencia y el ocultismo (Prov. 6:16-19; Rev. 21:8). Cuando vemos los grandes beneficios de obedecer a Jehová, crece el amor y el aprecio que sentimos por él y sus normas. w18.06 3:5, 6

Domingo 26 de julio

¿Eres tú el rey de los judíos? (Juan 18:33).

Mientras estuvo en el cargo, una de las grandes preocupaciones de Pilato fueron las sublevaciones políticas. Así que quizás tenía miedo de que Jesús ocasionara una rebelión. Pero Jesús le respondió: “Mi reino no es parte de este mundo” (Juan 18:36). Él no se iba a meter en política, pues su Reino sería un gobierno celestial. Además, le aclaró que su labor en la Tierra era “dar testimonio acerca de la verdad” (Juan 18:37). Jesús tenía muy claro qué obra debía hacer. Si nosotros también tenemos claro qué obra debemos hacer, no apoyaremos los movimientos políticos independentistas, ni siquiera en el corazón. Esto puede resultarnos difícil. Un superintendente viajante indica: “La gente en nuestra zona es cada vez más radical. Predomina un espíritu nacionalista, y muchos dan por sentado que la independencia política mejorará sus vidas. Afortunadamente, los hermanos han protegido su unidad cristiana al concentrarse en predicar las buenas nuevas del Reino. Confían en que Dios resolverá la injusticia y los demás problemas que afrontamos”. w18.06 1:6, 7

Lunes 27 de julio

Opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes (Sant. 4:7).

El término Satanás, que significa “Opositor”, solo aparece en tres libros de las Escrituras Hebreas: 1 Crónicas, Job y Zacarías. ¿Por qué dio Jehová tan poca información sobre este enemigo antes de la venida del Mesías? Al parecer, Jehová no quería darle un protagonismo indebido a Satanás. Por eso, no dedicó porciones extensas de las Escrituras Hebreas a hablar de él y sus obras. El motivo principal por el que inspiró esa parte de la Biblia fue ayudar a la gente a reconocer y a seguir al Mesías (Luc. 24:44; Gál. 3:24). Cuando este llegó, Jehová los usó a él y a sus discípulos para dar a conocer gran parte de lo que sabemos sobre Satanás y los ángeles que se pusieron de su lado. Y es apropiado que así sea, pues Jehová utilizará a Jesús y a los ungidos para aplastar a Satanás y sus seguidores (Rom. 16:20; Rev. 17:14; 20:10). Recordemos que el poder del Diablo es limitado. Contamos con el apoyo de Jehová, Jesús y los ángeles fieles. Con su ayuda, podemos resistir sus ataques. w18.05 3:2-4

Martes 28 de julio

Todo sarmiento en mí que no lleva fruto, él lo quita (Juan 15:2).

Para que Jehová nos considere sus siervos, tenemos que producir fruto (Mat. 13:23; 21:43). Por lo tanto, en el pasaje de Juan 15:1-5, dar fruto no puede significar hacer discípulos (Mat. 28:19). ¿Por qué no? Porque eso significaría que los hermanos fieles que no logran hacer discípulos porque predican en territorios poco productivos serían como las ramas inútiles de las que habló Jesús. Pero eso es impensable, pues no podemos obligar a la gente a aceptar el mensaje. Además, Jehová nos ama y nunca nos rechazaría por no lograr algo que está fuera de nuestro alcance. Él no nos pide hacer cosas imposibles (Deut. 30:11-14). Entonces, ¿qué es el fruto que debemos producir? Sin duda, debe ser algo que todos podemos llevar a cabo. ¿Y qué obra nos ha mandado Jehová a todos sus siervos? La predicación del mensaje del Reino (Mat. 24:14). w18.05 1:8, 9

Miércoles 29 de julio

Ustedes proceden de su padre el Diablo, un mentiroso y el padre de la mentira (Juan 8:44).

Pastores, curas, rabinos, maestros espirituales... Se llamen como se llamen, el mundo está hoy lleno de líderes religiosos. Al igual que los fariseos, “suprimen la verdad” de la Palabra de Dios y han cambiado “la verdad de Dios por la mentira” (Rom. 1:18, 25). Enseñan falsedades, como “una vez salvo, siempre salvo”, la inmortalidad del alma, la reencarnación y la absurda idea de que Dios acepta la vida homosexual y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Los políticos han utilizado la mentira para engañar a la gente. Una de las mayores mentiras que pronto dirán es que han logrado “paz y seguridad”. Pero “entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente”. No permitamos que nos engañen con sus intentos de esconder el desastroso estado de este mundo. Nosotros sabemos muy bien “que el día de Jehová viene exactamente como ladrón en la noche” (1 Tes. 5:1-4). w18.10 1:6-8

Jueves 30 de julio

Tienen que prestar ayuda a los que son débiles, y tienen que tener presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hech. 20:35).

Vivimos en tiempos difíciles, así que es fácil que nos sintamos tristes o desanimados. Jesucristo nos suministra ánimo y guía mediante sus “príncipes”, que son los ancianos, tanto ungidos como de las otras ovejas. Los ancianos no son “amos sobre la fe” de sus hermanos, sino “colaboradores para su gozo”. Ellos desean ayudarnos a ser felices y permanecer fieles (Is. 32:1, 2; 2 Cor. 1:24). Hacen bien en copiar el ejemplo del apóstol Pablo. Él escribió a los cristianos que sufrían persecución en la ciudad de Tesalónica: “Teniéndoles tierno cariño, nos fue de mucho agrado impartirles, no solo las buenas nuevas de Dios, sino también nuestras propias almas, porque ustedes llegaron a sernos amados” (1 Tes. 2:8). Para mostrar que a veces no basta con animar con palabras, Pablo les dijo a los ancianos de la ciudad de Éfeso las palabras del texto de hoy. w18.04 4:6-8

Viernes 31 de julio

Jehová es el Espíritu; y donde está el espíritu de Jehová, hay libertad (2 Cor. 3:17).

Para disfrutar y beneficiarnos de esa libertad, tenemos que volvernos a Jehová. Esto significa llegar a tener una amistad estrecha con él (2 Cor. 3:16). Los israelitas que viajaban por el desierto no vieron las cosas de manera espiritual. Fue como si un velo cubriera su mente y su corazón. Solo querían usar la libertad que tenían para satisfacer sus deseos (Heb. 3:8-10). Sin embargo, la libertad que da el espíritu de Jehová es mayor que la libertad física. El espíritu de Jehová nos libera de la esclavitud al pecado y la muerte, así como de la esclavitud a la religión falsa y sus costumbres. Esto es mucho más de lo que pueden lograr los hombres (Rom. 6:23; 8:2). Esta es una libertad maravillosa. Puede disfrutarla incluso quien es esclavo o está en prisión (Gén. 39:20-23). w18.04 2:3-5

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