Abril
Viernes 1 de abril
Las cosas que fueron escritas anteriormente fueron escritas para nuestra enseñanza (Rom. 15:4).
¿Estamos pasando por alguna prueba difícil? Tal vez algún hermano de la congregación nos ha hecho daño (Sant. 3:2). O es posible que nuestros compañeros de escuela o de trabajo se burlen de nosotros porque servimos a Jehová (1 Ped. 4:3, 4). ¿Y qué hay si alguien de nuestra familia está tratando de que dejemos de ir a las reuniones o de hablar con otros sobre nuestra fe? (Mat. 10:35, 36). Si la prueba nos está haciendo sufrir mucho, puede que nos sintamos tentados a tirar la toalla. Pero podemos estar seguros de que, ante cualquier problema que tengamos, Jehová nos dará tanto la sabiduría como las fuerzas para hacerle frente. En su Palabra, Jehová nos ha dado explicaciones en detalle de cómo humanos imperfectos se enfrentaron a situaciones difíciles. Lo ha hecho para que aprendamos de ellos. Eso es lo que escribió el apóstol Pablo por inspiración. Leer estos relatos nos puede dar consuelo y esperanza. Pero, para ello, no basta con solo leer la Biblia. Debemos permitir que lo que leemos moldee nuestra forma de pensar y llegue a nuestro corazón. w21.03 11:1, 2
Sábado 2 de abril
Miren, los campos están blancos, listos para la cosecha (Juan 4:35).
¿Pensamos que las personas a quienes predicamos son como el grano que está listo para la cosecha? En ese caso, sucederán tres cosas. Primero, predicaremos con más sentido de urgencia. Como la época de la cosecha tiene una duración limitada, no hay tiempo que perder. Segundo, nos sentiremos felices al participar con empeño en esta labor. La Biblia dice: “La gente se alegra en el tiempo de la cosecha” (Is. 9:3). Y, tercero, veremos a cada persona como un futuro discípulo, así que adaptaremos nuestra presentación al tema que le interese. Jesús no pensó que los samaritanos fueran un caso perdido, como quizás habrían pensado sus seguidores. Más bien, los vio como futuros discípulos. Así es como debemos ver a las personas de nuestro territorio. El apóstol Pablo nos puso un excelente ejemplo a este respecto. Él conocía un poco las creencias de quienes lo escuchaban, comprendía lo que les interesaba y los veía como futuros discípulos de Jesús. w20.04 15:3, 4
Domingo 3 de abril
La Tumba y el lugar de la destrucción están expuestos a la vista de Jehová. ¡Cuánto más el corazón del hombre! (Prov. 15:11).
En vez de juzgar a una persona por lo que hace, esforcémonos por comprender cómo se siente. El único que nos entiende a la perfección es Jehová. Así que pidámosle que nos ayude a ver en los demás lo que él ve y a saber cómo mostrarles compasión. No podemos escoger qué hermanos merecen nuestra tierna compasión. Todos tienen problemas, y muchos de estos son parecidos a los que sufrieron Jonás, Elías, Agar y Lot. En algunos casos, ellos mismos se los han buscado. Pero, siendo realistas, ¿quién de nosotros no se ha causado problemas alguna vez? Por tanto, es lógico que Jehová nos pida que nos mostremos empatía unos a otros (1 Ped. 3:8). Cuando lo obedecemos, contribuimos a la unidad de nuestra preciosa familia mundial, que es tan variada. Así pues, esforcémonos por mostrar interés por nuestros hermanos y ser compasivos con ellos. w20.04 16:15-17
Lunes 4 de abril
Cristo sufrió por ustedes y así les puso el ejemplo para que siguieran fielmente sus pasos (1 Ped. 2:21).
Jesús fue el ejemplo perfecto de obediencia a Dios. Así que una manera importante de obedecer a Jehová es seguir los pasos de Jesús lo más fielmente posible (Juan 8:29). Para seguir andando en la verdad, debemos estar convencidos de que Jehová es el Dios de la verdad y de que, por lo tanto, todo lo que nos dice en su Palabra es cierto. También debemos estar convencidos de que Jesús es el Mesías prometido. Hoy día, muchas personas no creen que Jesús fue ungido para ser el Rey del Reino de Dios. Juan advirtió que había “muchos impostores”, que podían engañar a los que no estuvieran convencidos de la verdad sobre Jehová y Jesús (2 Juan 7-11). Juan escribió: “¿Quién es el mentiroso? ¿No es el que niega que Jesús es el Cristo?” (1 Juan 2:22). La única forma de evitar que nos engañen es estudiando la Palabra de Dios. Solo así llegaremos a conocer a Jehová y a Jesús (Juan 17:3). Y solo entonces estaremos convencidos de que tenemos la verdad. w20.07 30:4, 5
Martes 5 de abril
Estén decididos a no poner ningún estorbo delante de un hermano (Rom. 14:13).
Si no queremos ser un estorbo para nuestros compañeros de la carrera, debemos ceder cuando sea posible y no insistir en nuestros derechos (Rom. 14:19-21; 1 Cor. 8:9, 13). Esto es muy diferente de lo que le sucede al corredor en una carrera literal, que se esfuerza por ser el único ganador. Por lo general, nunca piensa en los demás. Así que tal vez intente abrirse paso para ponerse a la cabeza de la carrera. En cambio, nosotros no competimos contra nuestros hermanos (Gál. 5:26; 6:4). Nuestro objetivo es ayudar a todos los que podamos a cruzar la meta con nosotros y conseguir el premio de la vida. Por ello nos esforzamos por seguir el consejo inspirado de no buscar solo nuestros propios intereses, “sino también los de los demás” (Filip. 2:4). Por amor, Jehová nos garantiza que todos los que terminen la carrera ganarán el premio de la vida eterna, sea en los cielos o en el Paraíso en la Tierra. w20.04 18:10, 12
Miércoles 6 de abril
Ellos son los que salen de la gran tribulación (Apoc. 7:14).
Millones de cristianos sobrevivirán y entrarán en el nuevo mundo. Estos hombres y mujeres verán con sus propios ojos otra victoria sobre la muerte: la resurrección de miles de millones de personas que murieron en el pasado. ¡Qué momento tan feliz! (Hech. 24:15). Y todos los que se mantengan completamente leales a Jehová también lograrán la victoria sobre la muerte heredada de Adán y podrán vivir para siempre. Todos los cristianos que estamos vivos hoy día agradecemos muchísimo las reconfortantes palabras sobre la resurrección que Pablo les escribió a los corintios. Tenemos muy buenas razones para obedecer el consejo de Pablo de estar “siempre muy ocupados en la obra del Señor” (1 Cor. 15:58). Si somos leales y hacemos todo lo que podemos en esa obra, nos espera un futuro muy feliz, mucho más maravilloso de lo que nos podamos imaginar. Entonces veremos que nuestro trabajo relacionado con el Señor no ha sido en vano. w20.12 50:16, 17
Jueves 7 de abril
Sus ejércitos se reunieron para guerrear contra el jinete de aquel caballo y contra su ejército (Apoc. 19:19).
Por lo visto, las profecías de Ezequiel 38:10-23; Daniel 2:43-45; 11:44-12:1 y Apocalipsis 16:13-16, 21 hablan del mismo periodo de tiempo y de los mismos sucesos. Si es así, podemos esperar los siguientes acontecimientos. En algún momento después del estallido de la gran tribulación, “los reyes de toda la tierra habitada” formarán una coalición de naciones (Apoc. 16:13, 14). La Biblia llama a esta coalición “Gog de la tierra de Magog” (Ezeq. 38:2). Este grupo de naciones lanzará un ataque final contra el pueblo de Dios e intentará destruirlo por completo. En relación con este momento, el apóstol Juan vio que caía sobre los enemigos de Dios una tormenta de piedras de granizo excepcionalmente grandes. Quizás esta tormenta represente el severo mensaje de condena que proclamarán los siervos de Jehová y que impulsará a Gog de Magog a atacar al pueblo de Dios con el objetivo de borrarlo del mapa (Apoc. 16:21). w20.05 20:13, 14
Viernes 8 de abril
Si ustedes, aunque son malos, saben darles buenos regalos a sus hijos, ¡con mucha más razón el Padre en el cielo les dará espíritu santo a quienes se lo piden! (Luc. 11:13).
La fuerza activa de Dios es un tesoro que debemos valorar mucho. Podemos sentir más gratitud por el espíritu santo si reflexionamos en lo que está logrando en la actualidad. Antes de subir al cielo, Jesús les dijo a sus discípulos: “Recibirán poder cuando el espíritu santo venga sobre ustedes. Y serán mis testigos [...] hasta la parte más lejana de la tierra” (Hech. 1:8). Con el apoyo del espíritu santo, más de ocho millones y medio de personas de todos los rincones del planeta han decidido servir a Jehová. Además, estamos en un paraíso espiritual, ya que el espíritu santo nos ayuda a cultivar hermosas cualidades que son parte del “fruto del espíritu”, como el amor, la felicidad, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fe, la apacibilidad y el autocontrol (Gál. 5:22, 23). Sin duda, el espíritu santo es un regalo de gran valor. w20.05 22:10, 13
Sábado 9 de abril
Como la muerte vino mediante un hombre, la resurrección de los muertos también viene mediante un hombre (1 Cor. 15:21).
Hay varios motivos por los que creemos que los que reciban a los resucitados podrán reconocer a sus seres queridos. Por ejemplo, por las resurrecciones mencionadas en la Biblia, parece que Jehová volverá a crear a las personas de manera que tengan el mismo aspecto y la misma manera de hablar y de pensar que tenían poco antes de morir. Además, recordemos que Jesús dijo que estar muerto es como estar dormido y que resucitar es como despertar de un sueño (Mat. 9:18, 24; Juan 11:11-13). Cuando la gente se despierta, su aspecto, su voz y sus recuerdos son los mismos que cuando se fueron a dormir. Pensemos en el caso de Lázaro. Cuando Jesús lo resucitó, llevaba cuatro días muerto, así que su cuerpo había empezado a descomponerse. Pero sus hermanas lo reconocieron al instante, y es obvio que él las recordaba a ellas (Juan 11:38-44; 12:1, 2). w20.08 33:3, 8
Domingo 10 de abril
¡La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero! (Apoc. 7:10).
Los ungidos y las otras ovejas son igual de importantes para Dios. Él siente el mismo amor por los dos grupos. A fin de cuentas, pagó el mismo precio —la vida de su querido Hijo— para comprar tanto a los ungidos como a las otras ovejas. La única diferencia entre los dos grupos es que tienen diferentes esperanzas, pero ambos tienen que ser leales a Dios y a Cristo (Sal. 31:23). Y no olvidemos que Dios puede hacer que su espíritu actúe con la misma fuerza sobre todos sus siervos. Jehová puede darle su espíritu a cada persona según lo que necesita, sin importar que sea ungida o de las otras ovejas. Jehová le ha dado a cada uno de sus siervos dedicados una maravillosa esperanza (Jer. 29:11). La Conmemoración de la muerte de Cristo nos da a todos una oportunidad de oro de alabar a Dios y a Cristo por lo que han hecho para que podamos vivir para siempre. Sin duda, la Conmemoración es la reunión más importante del año para los cristianos verdaderos. w21.01 3:16, 19
Lunes 11 de abril
Sigan haciendo esto (1 Cor. 11:25).
La mayor parte de los que asisten a la Conmemoración tienen la esperanza de vivir en la Tierra. Entonces, ¿por qué van? Por la misma razón por la que muchas personas van a la boda de un amigo. Lo hacen porque quieren demostrarle su cariño y su apoyo a la pareja que se casa. Del mismo modo, los de las otras ovejas asisten a la Conmemoración porque quieren demostrarles su amor y su apoyo a Cristo y a los ungidos. Además, de esta manera demuestran su gratitud por el sacrificio de Jesús, que hace posible que puedan vivir para siempre en la Tierra. Otra razón importante por la que las otras ovejas asisten a la Conmemoración es para obedecer el mandato de Jesús. Cuando él instituyó esta cena con sus apóstoles fieles, les dijo: “Sigan haciendo esto en memoria de mí” (1 Cor. 11:23-26). Así que las otras ovejas seguirán asistiendo a la Cena del Señor mientras haya ungidos en la Tierra. w21.01 3:13, 14
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 9 de nisán) Juan 12:12-19; Marcos 11:1-11
Martes 12 de abril
Así es como el amor de Dios fue revelado en nuestro caso: Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que consiguiéramos la vida por medio de él (1 Juan 4:9).
El amor se tiene que demostrar con acciones (compare con Santiago 2:17, 26). Por ejemplo, Jehová nos ama (1 Juan 4:19). Y nos expresa su amor con hermosas palabras en la Biblia (Sal. 25:10; Rom. 8:38, 39). No obstante, sabemos que nos ama no solo por lo que dice, sino también por lo que hace. Jehová permitió que su amado Hijo sufriera y muriera por nosotros (Juan 3:16). Así que estamos convencidos de que él nos ama. Demostramos que amamos a Jehová y a Jesús obedeciéndolos (Juan 14:15; 1 Juan 5:3). Y Jesús nos mandó que nos amemos unos a otros (Juan 13:34, 35). Ese amor se lo debemos expresar a nuestros hermanos no solo con palabras, sino también con hechos (1 Juan 3:18). w21.01 2:6, 8
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 10 de nisán) Juan 12:20-50
Miércoles 13 de abril
Los llamo amigos, porque les he contado todas las cosas que le he escuchado decir a mi Padre (Juan 15:15).
Los cristianos ungidos con espíritu santo esperan estar con Jesús para siempre y gobernar con él en el Reino de Dios. Lo verán, hablarán con él y pasarán tiempo con él (Juan 14:2, 3). Los que esperan vivir en la Tierra también gozarán del cariño y la atención de Jesús. Aunque no lo verán, su amistad con él se fortalecerá más y más mientras disfruten de la vida que Jehová y Jesús habrán hecho posible para ellos (Is. 9:6, 7). Cuando aceptamos la invitación de Jesús de ser sus amigos, recibimos muchas bendiciones. Por ejemplo, contamos con su amor y su apoyo ahora. Además, tenemos la oportunidad de vivir para siempre. Y, por encima de todo, nuestra amistad con Jesús nos dará la amistad más valiosa de todas: la de su Padre, Jehová. Qué gran honor es ser amigos de Jesús. w20.04 17:15, 16
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 11 de nisán) Lucas 21:1-36
Jueves 14 de abril
En el Cristo todos recibirán vida (1 Cor. 15:22).
El apóstol Pablo les dirigió su carta a los cristianos de Corinto, que eran ungidos y por tanto resucitarían en el cielo. Ellos habían sido “santificados en unión con Cristo Jesús” y “llamados para ser santos”. Pablo también mencionó a “los que se han dormido en la muerte en unión con Cristo” (1 Cor. 1:2; 15:18; 2 Cor. 5:17). Y, en otra de las cartas que escribió por inspiración, dijo: “Si estamos unidos a él [a Jesús] en una muerte como la suya, también estaremos unidos a él en una resurrección como la suya” (Rom. 6:3-5). Jesús resucitó como ser espiritual y fue al cielo. Eso mismo les espera a todos los que están “en unión con Cristo”, es decir, a todos los ungidos. Pablo escribió que Cristo resucitó “como primicias de los que se han dormido en la muerte” (1 Cor. 15:20). Jesús fue el primero que resucitó como ser espiritual y recibió la vida eterna. w20.12 49:15, 16
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 12 de nisán) Mateo 26:1-5, 14-16; Lucas 22:1-6
FECHA DE LA CONMEMORACIÓN
(tras la puesta del sol)
Viernes 15 de abril
Siempre estaremos con el Señor (1 Tes. 4:17).
Hoy día, los cristianos ungidos que terminan su vida en la Tierra resucitan de inmediato en el cielo. ¿Cómo lo sabemos? Por las palabras del apóstol Pablo de 1 Corintios 15:51, 52. Una vez que resuciten, estos hermanos de Cristo tendrán felicidad completa. La Biblia explica qué harán en el cielo los que son cambiados “en un abrir y cerrar de ojos”. Jesús les dice: “Al que venza y se mantenga en mis caminos hasta el fin le daré autoridad sobre las naciones, así como yo he recibido autoridad de mi Padre. Y él pastoreará a la gente con vara de hierro, de modo que serán hechos pedazos como vasijas de barro” (Apoc. 2:26, 27). w20.12 50:14, 15
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 13 de nisán) Mateo 26:17-19; Marcos 14:12-16; Lucas 22:7-13 (tras la puesta del sol: 14 de nisán) Juan 13:1-5; 14:1-3
Sábado 16 de abril
Cristo fue levantado de entre los muertos (1 Cor. 15:20).
Al llamar a Jesús “primicias”, el apóstol Pablo dio a entender que después también habría otras personas que resucitarían para vivir en el cielo (1 Cor. 15:18). Con el tiempo, todos los que estuvieran “en unión con Cristo” —entre ellos los apóstoles— resucitarían para vivir en el cielo, igual que Jesús. Para cuando Pablo escribió a los corintios, la resurrección celestial de los que estuvieran “en unión con Cristo” todavía no había comenzado. De hecho, dio a entender que sucedería en un momento futuro. Dijo: “Cada uno en su debido orden: Cristo como primicias, y después los que le pertenecen al Cristo durante su presencia” (1 Cor. 15:23; 1 Tes. 4:15, 16). Como vemos, los apóstoles y otros ungidos tendrían que esperar hasta la presencia de Cristo para recibir su recompensa celestial y estar “unidos a él en una resurrección como la suya” (Rom. 6:5). Ahora vivimos en la predicha “presencia” de Cristo. w20.12 49:12, 16, 17
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 14 de nisán) Juan 19:1-42
Domingo 17 de abril
Se siembra en corrupción y se resucita en incorrupción (1 Cor. 15:42).
El apóstol Pablo se refería a quienes resucitan con un cuerpo celestial, es decir, “uno espiritual” (1 Cor. 15:43, 44). Cuando Jesús estuvo en la Tierra, tuvo un cuerpo físico. Pero, al resucitar, “se convirtió en un espíritu que da vida” y regresó al cielo. De manera parecida, los ungidos resucitarían como seres espirituales. Pablo explicó: “Tal como somos la imagen del que fue hecho del polvo, seremos también la imagen del que es celestial” (1 Cor. 15:45-49). Recordemos que Jesús no resucitó con un cuerpo humano. Pablo explicó por qué: “Carne y hueso no pueden heredar el Reino de Dios” en el cielo (1 Cor. 15:50). Los apóstoles y los demás ungidos tampoco irían al cielo con cuerpos de carne y hueso, que se corrompen. w20.12 50:10-12
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 15 de nisán) Mateo 27:62-66 (tras la puesta del sol: 16 de nisán) Juan 20:1
Lunes 18 de abril
Muerte, ¿dónde está tu victoria? Muerte, ¿dónde está tu aguijón? (1 Cor. 15:55).
Dios inspiró a algunos discípulos de Jesús del siglo primero para que escribieran sobre la esperanza celestial. El apóstol Juan explicó: “Ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que cuando él sea manifestado seremos como él” (1 Juan 3:2). Así que los ungidos no saben cómo será eso de vivir en el cielo y tener un cuerpo espiritual. Lo que sí saben es que cuando reciban su recompensa verán a Jehová. La Biblia da algunos detalles sobre esto. Los ungidos estarán con Cristo cuando él destruya “todo gobierno y toda autoridad y poder”, lo que incluye al “último enemigo, la muerte”. Finalmente, Jesús y los que gobiernen con él se someterán ellos mismos y someterán todas las cosas a Jehová (1 Cor. 15:24-28). ¡Qué momento tan emocionante! w20.12 50:2
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 16 de nisán) Juan 20:2-18
Martes 19 de abril
Tengo esperanza de que va a haber una resurrección tanto de justos como de injustos (Hech. 24:15).
Los cristianos fieles que no tienen la esperanza de vivir en el cielo con Cristo también abrigan la esperanza de una resurrección. Lo sabemos porque la Biblia explica que el apóstol Pablo y los demás que van al cielo se benefician de “la resurrección más temprana de entre los muertos” (Filip. 3:11). ¿Verdad que esto da la idea de que habría una resurrección posterior? Esto encajaría con lo que Job dijo sobre su futuro (Job 14:15). “Los que le pertenecen al Cristo” estarán con Jesús en el cielo cuando él destruya “todo gobierno y toda autoridad y poder”. Entonces, hasta “el último enemigo, la muerte, será destruido”. Queda claro, por tanto, que quienes resuciten en el cielo nunca morirán (1 Cor. 15:23-26). Los que esperan vivir en la Tierra basan su esperanza en las palabras de Pablo que leemos en el texto de hoy. Como está claro que en el cielo no puede entrar ninguna persona injusta, esas palabras tienen que referirse a una resurrección futura en la Tierra. w20.12 49:18, 19
Miércoles 20 de abril
Cristo me amó y se entregó por mí (Gál. 2:20).
Puede que nos preguntemos: “¿Cómo puedo estar seguro de que Jehová no me ve como un caso perdido?”. En cierto sentido, al hacernos esta pregunta ya la estamos respondiendo. ¿Por qué lo decimos? Hace varias décadas, La Atalaya lo explicó así: “Otro problema surge a veces cuando nos encontramos tropezando y cayendo muchas veces por causa de alguna mala costumbre que ha mordido más profundamente en nuestro anterior modelo de vida de lo que nos habíamos dado cuenta”. Y añadió: “No decida que usted ha cometido el pecado imperdonable. Exactamente así le gustaría a Satanás que usted razonara. El hecho de que usted se siente afligido y enfadado con usted mismo es prueba en sí mismo de que usted no ha ido demasiado lejos. Jamás se canse de dirigirse humilde y sinceramente a Dios, buscando su perdón y limpiamiento y ayuda”. El apóstol Pablo cometió pecados graves antes de hacerse cristiano. Recordaba lo que había hecho (1 Tim. 1:12-15). Pero veía el rescate como un regalo que Dios le había hecho a él. Así logró evitar el exceso de culpa y centrarse en darle a Jehová lo mejor de ahí en adelante. w20.11 48:14, 17
Jueves 21 de abril
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida constantemente a Dios, y la recibirá, porque él da generosamente a todos y sin reproches (Sant. 1:5).
Satanás nos pone muchas tentaciones para que pequemos. ¿Cómo reaccionamos? Sería fácil justificarnos pensando algo como: “Al fin y al cabo, no me van a expulsar por hacer esto, así que no será tan grave”. Esa forma de pensar es totalmente errónea. Es mejor que nos hagamos preguntas como las siguientes: “¿Está Satanás usando esta tentación para dividir mi corazón? Si me dejo llevar por malos deseos, ¿mancharé el nombre de Jehová? ¿Me acercará esto más a mi Dios, o me alejará de él?”. Reflexionemos en estas preguntas. Pidámosle sabiduría a Jehová para responderlas sinceramente, sin engañarnos. Esto será una verdadera protección. Nos ayudará a rechazar la tentación de plano, igual que Jesús cuando dijo: “¡Vete, Satanás!” (Mat. 4:10). Recordemos que tener un corazón dividido no nos hace ningún bien. w20.06 24:16, 17
Viernes 22 de abril
Le digo a cada uno de ustedes que no piense de sí mismo más de lo que debe pensar, sino que piense de un modo que demuestre buen juicio (Rom. 12:3).
Los siervos de Jehová somos humildes y obedecemos sus normas, pues entendemos que él siempre sabe lo que es mejor para nosotros (Efes. 4:22-24). La humildad nos lleva a poner su voluntad por encima de la nuestra y a pensar que los demás son superiores a nosotros. Como resultado, tenemos una buena relación con Jehová y con nuestros hermanos (Filip. 2:3). Ahora bien, si no tenemos cuidado, la actitud orgullosa y egoísta de las personas del mundo de Satanás podría influir en nosotros. Al parecer, algunos cristianos del siglo primero corrían este peligro, ya que el apóstol Pablo le dio este consejo a la congregación de Roma: “Le digo a cada uno de ustedes que no piense de sí mismo más de lo que debe pensar, sino que piense de un modo que demuestre buen juicio”. Como vemos, Pablo reconoció que debemos tener cierto grado de autoestima. Pero la humildad nos ayudará a tener una opinión equilibrada de nosotros mismos y a no darnos demasiada importancia. w20.07 27:1, 2
Sábado 23 de abril
Había paz en la región. No hubo guerras contra él (2 Crón. 14:6).
En los días del rey Asá, la paz de la que disfrutaba la nación de Judá se acabó, pues un ejército etíope de un millón de soldados fue a atacarla. Su comandante, Zérah, estaba convencido de que derrotarían a Judá. Pero Asá confiaba en Jehová. Por eso le rogó: “Ayúdanos, Jehová nuestro Dios, porque confiamos en ti, y es en tu nombre que vinimos a enfrentarnos con esta multitud” (2 Crón. 14:11). Aunque el ejército etíope tenía casi el doble de soldados que el ejército de Judá, Asá sabía que Jehová tenía el poder para ayudar a su pueblo. Y Jehová no lo defraudó. El ejército etíope sufrió una humillante derrota (2 Crón. 14:8-13). Aunque no sabemos con exactitud lo que le espera a cada siervo de Dios, lo que sí sabemos es que la paz que tal vez disfrutemos ahora en algún momento se acabará. Recordemos que Jesús predijo que en los últimos días “todas las naciones” odiarían a sus discípulos (Mat. 24:9). w20.09 38:14-16
Domingo 24 de abril
Me alegra recibir insultos (2 Cor. 12:10).
A nadie le gusta que lo insulten. Pero, si nos preocupamos demasiado cuando los enemigos nos insultan, podemos desanimarnos (Prov. 24:10). Entonces, ¿cómo debemos ver sus ataques? Podemos hacer como el apóstol Pablo y alegrarnos al “recibir insultos”. ¿Por qué? Porque los insultos y la oposición son prueba de que somos verdaderos discípulos de Cristo (1 Ped. 4:14). Jesús dijo que sus seguidores sufrirían persecución (Juan 15:18-20). Y eso fue lo que pasó en el siglo primero. Por ejemplo, para los que se habían dejado influir por la cultura griega, los cristianos eran ignorantes e inferiores. Y para los judíos eran “hombres comunes y con poca educación”, como dijeron de los apóstoles Pedro y Juan (Hech. 4:13). Muchos pensaban que los cristianos eran débiles, pues no tenían influencia política ni poder militar, y la sociedad los despreciaba. Los primeros cristianos no permitieron que las opiniones negativas de sus enemigos los detuvieran. w20.07 29:3, 4
Lunes 25 de abril
Sigamos amándonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios (1 Juan 4:7).
El apóstol Juan amaba mucho a sus hermanos y se interesaba en su bienestar espiritual. Ese sentimiento se refleja con claridad en los consejos que dio en las tres cartas que escribió por inspiración. Cuánto nos anima saber que los hombres y mujeres que irán al cielo a gobernar con Cristo tienen la misma clase de sentimientos que tenía Juan (1 Juan 2:27). Tomemos en serio los consejos que dio Juan. Resolvámonos a andar en la verdad y a obedecer a Jehová en todo lo que hagamos. Estudiemos su Palabra y confiemos en ella. Fortalezcamos nuestra fe en Jesús. Rechacemos las ideas humanas y lo que dicen los apóstatas. Luchemos contra la tentación de llevar una doble vida y ceder al pecado. Dejémonos guiar por las elevadas normas morales de Jehová. Y ayudemos a nuestros hermanos a mantenerse fuertes perdonando a los que nos ofenden y ayudando a los que lo necesitan. Entonces, sin importar las batallas que tengamos que luchar, seguiremos andando en la verdad. w20.07 30:15-17
Martes 26 de abril
Dios colocó cada uno de los miembros del cuerpo como él quiso (1 Cor. 12:18).
Con amor, Jehová le da un lugar en su congregación a cada uno de sus siervos fieles. Aunque tenemos diferentes funciones, todos somos valiosos y todos nos necesitamos unos a otros. El apóstol Pablo destacó que no podemos mirar a otro siervo de Jehová y pensar “No te necesito” (1 Cor. 12:21). Para que haya paz en la congregación, debemos valorarnos y cooperar unos con otros (Efes. 4:16). Cuando hay unidad, los hermanos se fortalecen y se sienten queridos. A todos los ancianos se les nombra por el espíritu santo de Jehová, pero cada uno tiene sus talentos y sus puntos fuertes (1 Cor. 12:17). Puede que algunos estén recién nombrados y no tengan mucha experiencia, mientras que otros no puedan hacer tanto por la edad o la mala salud. Pero ningún anciano debería mirar a alguno de sus compañeros y pensar “No te necesito”. Más bien, todos deben seguir el consejo de Pablo que se encuentra en Romanos 12:10. w20.08 35:1, 2, 4
Miércoles 27 de abril
La escena de este mundo está cambiando (1 Cor. 7:31).
Jehová utiliza la parte terrestre de su organización para guiarnos en el camino que lleva a la vida. Por supuesto, cuando la organización de Dios publica una explicación nueva sobre alguna enseñanza bíblica o nos da guía sobre temas morales, lo aceptamos sin dudar. Pero ¿cómo reaccionamos cuando hace un cambio que afecta a otros campos de nuestra vida, como por ejemplo vender el Salón del Reino al que asistimos? Algo que nos ayudará a no perder la alegría es recordar que trabajamos para Jehová y que él está dirigiendo a su organización (Col. 3:23, 24). El rey David nos puso un buen ejemplo cuando contribuyó económicamente a la construcción del templo. Dijo: “¿Quién soy yo y quién es mi pueblo para poder hacerte estas ofrendas voluntarias? Pues todo proviene de ti, y lo que te hemos dado viene de tus propias manos” (1 Crón. 29:14). Cuando hacemos donaciones, nosotros también estamos dándole a Jehová lo que viene de sus propias manos. Aun así, Jehová agradece el tiempo, las energías y los recursos que contribuimos para apoyar la obra que él quiere que hagamos (2 Cor. 9:7). w20.11 47:14-16
Jueves 28 de abril
El que mira las nubes no cosechará (Ecl. 11:4).
Los testigos de Jehová no medimos nuestro éxito por la cantidad de personas que traemos a la organización de Dios (Luc. 8:11-15). Si seguimos predicando las buenas noticias y enseñando a otros, Jehová estará contento con nuestra labor. ¿Por qué? Porque estamos obedeciéndolos a él y a su Hijo (Mar. 13:10; Hech. 5:28, 29). Tenemos un motivo adicional para predicar ahora: que el fin de este sistema se acerca a pasos agigantados. Queda muy poco tiempo para participar en esta obra salvavidas. No piense que para colaborar en esta labor tan importante tiene que esperar hasta tener las circunstancias ideales. Este es el momento de fortalecer su motivación, de aumentar su conocimiento de la Biblia, de ser valiente y de aprender a ser disciplinado. Únase a los más de ocho millones de pescadores de hombres que hay por toda la Tierra, y sentirá “la felicidad que viene de Jehová” (Neh. 8:10; Luc. 5:10). Decídase a participar al máximo en esta obra hasta que Jehová diga basta. w20.09 36:18-20
Viernes 29 de abril
Cuida de lo que se te ha confiado (1 Tim. 6:20).
No podemos darnos el lujo de dejar que el deseo de tener más cosas nos distraiga. “El poder engañoso de las riquezas” podría ahogar nuestro amor a Jehová, nuestra gratitud por su Palabra y el deseo de llevarla a otras personas (Mat. 13:22). Si queremos cuidar de las cosas que Jehová nos ha confiado, debemos actuar rápido ante los peligros. Ensayemos de antemano qué haremos si de repente, mientras usamos Internet o vemos una película o un programa de televisión, nos encontramos con información apóstata o con una escena inmoral o violenta. Si estamos preparados, actuaremos con rapidez para protegernos del daño espiritual y estar limpios a la vista de Jehová (Sal. 101:3; 1 Tim. 4:12). Los cristianos debemos cuidar de las cosas valiosas que Jehová nos ha dado: las preciosas verdades de la Biblia y el honor de enseñarlas a otros. Si lo hacemos, tendremos la conciencia tranquila, una vida con verdadero sentido y la felicidad de ayudar a otros a conocer a Jehová. w20.09 40:16-19
Sábado 30 de abril
Verás a tu Gran Instructor con tus propios ojos (Is. 30:20).
Si estamos bautizados, eso significa que hemos expresado en público que tenemos fe en Jehová y que estamos dispuestos a servirle con su organización. En la actualidad, la forma en que Jehová dirige a su organización refleja su personalidad, su propósito y sus normas. Veamos tres características de Jehová que se reflejan en su organización. Primero, “Dios no es parcial” (Hech. 10:34). El amor impulsó a Jehová a dar a su Hijo como rescate por todos (Juan 3:16; 1 Tim. 2:6). Para ayudar a cuantas personas sea posible a beneficiarse de ese rescate, Jehová utiliza a su pueblo para llevar las buenas noticias a todos los que deseen escucharlas. Segundo, Jehová es un Dios de orden y de paz (1 Cor. 14:33, 40). Así que es de esperar que su pueblo le sirva de manera ordenada y pacífica. Tercero, Jehová es el “Gran Instructor” (Is. 30:21). Por eso, su organización se dedica a enseñar su Palabra, tanto en la congregación como en la predicación. w20.10 43:1-3