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Examinemos las Escrituras todos los días 2023
es23

Marzo

Miércoles 1 de marzo

Todo lo que le hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños me lo hicieron a mí (Mat. 25:40).

Las “ovejas” que menciona la parábola de Mateo 25:31-36 representan a las personas justas que viven en el tiempo del fin y que tienen la esperanza de vivir en la Tierra, es decir, las otras ovejas. Con lealtad, apoyan al resto de hermanos ungidos de Cristo sobre todo ayudándoles a llevar a cabo la obra mundial de predicar y enseñar (Mat. 24:14; 28:19, 20). Todos los años, en las semanas previas a la Conmemoración, las otras ovejas demuestran el apoyo que les dan a los hermanos de Cristo. ¿Cómo? Participando de lleno en la campaña mundial para invitar a asistir a las personas interesadas. Por todo el mundo, hacen los preparativos necesarios para celebrar la Conmemoración. Las otras ovejas se sienten muy felices de poder apoyar así a los hermanos de Cristo. Saben que para Jesús todo lo que ellas hacen por los ungidos es como si lo hicieran por él (Mat. 25:37-40). w22.01 4:11, 12

Jueves 2 de marzo

El que me ha visto a mí ha visto al Padre también (Juan 14:9).

Imitamos a Jehová cuando imitamos las cualidades y la manera de tratar a otros de Jesús; por ejemplo, la ternura con la que trató a un leproso, la empatía que le mostró a una mujer que tenía una angustiosa enfermedad y la compasión con la que trató a quienes habían perdido a un ser querido (Mar. 1:40, 41; 5:25-34; Juan 11:33-35). Cuanto más nos esforzamos por ser como Jehová, más cerca estamos de él. Si seguimos los pasos de Jesús, no nos distraeremos con este mundo malvado. Su última noche en la Tierra, Jesús pudo decir: “He vencido al mundo” (Juan 16:33). Lo que quiso decir es que se negó a permitir que este mundo influyera en sus metas y en su manera de pensar y actuar. Se esforzó por nunca perder de vista el motivo por el que había venido a la Tierra: santificar el nombre de Jehová. ¿Qué haremos nosotros? Hay muchas cosas que podrían distraernos. Pero, si nos concentramos en hacer la voluntad de Jehová, como hizo Jesús, nosotros también lograremos “vencer al mundo” (1 Juan 5:5). w21.04 14:7, 8

Viernes 3 de marzo

Nada podrá separarnos del amor de Dios (Rom. 8:39).

El apóstol Pablo conocía muy bien la promesa de Jesús de que todo aquel que demuestre tener fe en él tendrá vida eterna (Juan 3:16; Rom. 6:23). No había ninguna duda de que Pablo tenía fe en el rescate. Estaba convencido de que Jehová está dispuesto a perdonar incluso a aquellos que han cometido un pecado grave si están arrepentidos (Sal. 86:5). Además, tenía fe en que Dios lo amaba mucho porque sabía que Dios había enviado a Jesús a morir por él. Fijémonos en las palabras tan reconfortantes que encontramos al final de Gálatas 2:20. Pablo dijo: “El Hijo de Dios [...] me amó y se entregó por mí”. Pablo no pensaba que el amor de Dios por él tuviera un límite, como si dijera: “Entiendo por qué Jehová quiere a mis hermanos, pero es imposible que me quiera a mí”. De hecho, les recordó a los romanos: “Cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom. 5:8). El amor de Dios no tiene límites. Pablo estaba totalmente convencido del poder del amor de Dios. Sabía que Jehová había sido muy paciente con la nación de Israel. w21.04 17:8-10

Sábado 4 de marzo

El amor a Dios consiste en esto: en que obedezcamos sus mandamientos (1 Juan 5:3).

Cuando demos clases de la Biblia, ayudemos al estudiante a amar a Jehová. Busquemos momentos para hablar de las cualidades de Jehová. Ayudemos al estudiante a ver que Jehová es un Dios feliz que siempre está ahí para los que lo aman (1 Tim. 1:11; Heb. 11:6). Mostrémosle cómo se beneficiará de poner en práctica lo que aprende y expliquémosle que esto es una prueba del amor que Jehová siente por él (Is. 48:17, 18). Cuanto más amor sienta por Jehová, más grande será su deseo de hacer los cambios necesarios. Para llegar al bautismo, el estudiante tendrá que hacer sacrificios. Puede que algunos tengan que renunciar a cosas materiales. Es posible que muchos tengan que cortar la amistad con personas que no aman a Jehová. Otros tal vez sufran el rechazo de familiares que están en contra de los testigos de Jehová. Jesús prometió que Jehová bendeciría a sus discípulos con una cariñosa familia espiritual (Mar. 10:29, 30). w21.06 22:8, 9

Domingo 5 de marzo

Levanten la vista y miren, los campos están blancos, listos para la cosecha (Juan 4:35).

El apóstol Pablo comparó la obra de hacer discípulos a la labor de cultivar plantas, y así mostró que no basta con sembrar semillas. Les recordó a los corintios: “Yo planté, Apolos regó [...]. Ustedes son el campo de Dios que él está cultivando” (1 Cor. 3:6-9). Los que trabajamos en “el campo de Dios” no solo plantamos las semillas, sino que las regamos y estamos muy pendientes de su crecimiento. Pero sabemos que es Dios quien hace que las semillas crezcan. ¡Qué gran honor es predicar y enseñar la verdad! Es una obra que nos hace realmente felices. El apóstol Pablo, que ayudó a muchas personas de Tesalónica a hacerse discípulos, expresó así cómo se sentía: “¿Cuál es nuestra esperanza, nuestra felicidad o nuestra corona de alegría delante de nuestro Señor Jesús durante su presencia? ¿No lo son ustedes? Sí, ustedes son nuestra gloria y felicidad” (1 Tes. 2:19, 20; Hech. 17:1-4). w21.07 26:5, 17

Lunes 6 de marzo

Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños (Mat. 18:10).

Jehová nos ha traído a cada uno de nosotros hacia él (Juan 6:44). Pensemos en lo que eso significa. Mientras examinaba con cuidado a los miles de millones de personas del mundo, vio en nosotros algo valioso: un corazón sincero que podía amarlo (1 Crón. 28:9). Jehová nos conoce, nos comprende y nos ama. ¿Verdad que eso nos tranquiliza? Jehová siente un profundo amor por usted, y también lo siente por cada uno de nuestros hermanos cristianos. Para ayudarnos a entenderlo, Jesús puso un ejemplo. Si un pastor tiene 100 ovejas y se le pierde una, ¿qué hará? “Dejará a las otras 99 en las montañas y se pondrá a buscar a la que anda perdida”. Cuando la encuentre, no se enojará con ella, sino que estará contento. ¿Cuál es la idea? Que para Jehová, que es como un pastor, cada oveja es importante. Jesús dijo: “Él no desea que ni uno solo de estos pequeños se pierda” (Mat. 18:12-14). w21.06 25:1, 2

Martes 7 de marzo

Acérquense a Dios (Sant. 4:8).

Cuando reflexionamos en que el amor que Dios nos tiene nunca falla, lo amamos más y nos sentimos más unidos a él (Rom. 8:38, 39). Además, queremos copiar el ejemplo de Jesús (1 Ped. 2:21). Los días antes de la Conmemoración, repasamos los relatos de la Biblia sobre la última semana de Jesús en la Tierra, su muerte y su resurrección. Luego, en la noche de la Conmemoración, el discurso nos recuerda el amor que Jesús nos tiene (Efes. 5:2; 1 Juan 3:16). Leer sobre el espíritu de sacrificio de Jesús y meditar en él nos motiva “a seguir andando como aquel anduvo” (1 Juan 2:6). Esto nos ayuda a estar más decididos a continuar en el amor de Dios (Jud. 20, 21). Cuando hacemos todo lo posible por obedecerle, santificar su nombre y alegrar su corazón, nos mantenemos en su amor (Prov. 27:11; Mat. 6:9; 1 Juan 5:3). Asistir a la Conmemoración nos da más fuerzas para decirle a Jehová cada día con nuestros actos: “¡Quiero seguir siendo tu amigo para siempre!”. w22.01 4:17-19

Miércoles 8 de marzo

Elijan a quién van a servir (Jos. 24:15).

Jehová nos ha dado la libertad de decisión. Gracias a este regalo, podemos decidir lo que haremos con nuestra vida. Nuestro cariñoso Dios se alegra cuando decidimos servirle (Sal. 84:11; Prov. 27:11). Hay muchos campos en los que podemos usar bien nuestra libertad de decisión. Jesús decidió poner en primer lugar los intereses de los demás, y nosotros podemos seguir su ejemplo. En cierta ocasión, Jesús y sus apóstoles estaban muy cansados, así que fueron a un lugar tranquilo para descansar. Pero no lo lograron, pues una gran multitud de personas llegó adonde estaban para escuchar las enseñanzas de Jesús. Lejos de molestarse, él se conmovió por aquellas personas y “se puso a enseñarles muchas cosas” (Mar. 6:30-34). Cuando imitamos a Jesús al usar nuestro tiempo y energías para ayudar a los demás, le damos gloria a nuestro Padre celestial (Mat. 5:14-16). w21.08 30:7, 8

Jueves 9 de marzo

Que cada uno se alegre por lo que él mismo ha hecho, sin compararse con otra persona (Gál. 6:4).

A Jehová le encanta la variedad. Solo hay que ver su asombrosa creación, incluidos los seres humanos. No hay dos personas iguales, por eso Jehová nunca nos compara con los demás. Él se fija en nuestro corazón, en lo que somos por dentro (1 Sam. 16:7). También toma en cuenta nuestros puntos fuertes, nuestros puntos débiles y nuestro pasado. Y no nos pide más de lo que podemos dar. Tenemos que seguir su ejemplo y vernos como él nos ve. Si lo hacemos, demostraremos “buen juicio” y no pensaremos de nosotros mismos ni más ni menos de lo debido (Rom. 12:3). Claro está, no hay nada de malo en fijarse en el ejemplo de un hermano que sea muy hábil en el ministerio (Heb. 13:7). Eso nos puede ayudar a ser mejores maestros (Filip. 3:17). Pero no es lo mismo fijarse en el buen ejemplo de alguien para imitarlo que para determinar si somos mejores o peores. w21.07 29:1, 2

Viernes 10 de marzo

Levanten la vista al cielo y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? (Is. 40:26).

Si observamos con atención a los animales, las plantas y las estrellas, fortaleceremos nuestra fe en el Creador (Sal. 19:1). Cuanto más estudiemos estas cosas, más convencidos estaremos de que Jehová es el Creador. Cuando estudiemos la creación, fijémonos en lo que esta nos enseña sobre él (Rom. 1:20). Por ejemplo, el Sol no solo da la luz y el calor necesarios para que haya vida en la Tierra, sino que también emite rayos ultravioleta, que son dañinos. ¿Cómo estamos protegidos de ellos los seres humanos? La Tierra cuenta con una capa de gas llamado ozono, que actúa como un escudo que impide que nos llegue esa radiación perjudicial. Cuando la intensidad de los rayos ultravioleta aumenta, la cantidad de ozono también aumenta. ¿No es lógico creer que detrás de todo esto hay un Creador inteligente y cariñoso? w21.08 32:9, 10

Sábado 11 de marzo

Que el que ama a Dios ame también a su hermano (1 Juan 4:21).

Cuando alguien se bautiza, debemos seguir amándolo y respetándolo (1 Juan 4:20). Por ejemplo, siempre que sea posible, démosle el beneficio de la duda y no sospechemos que ha hecho algo con mala intención o por egoísmo. Más bien, mostrémosle honra y pensemos que es superior a nosotros (Rom. 12:10; Filip. 2:3). En realidad, debemos ser misericordiosos y amables con todas las personas. Si queremos formar parte de la familia de Dios para siempre, debemos vivir de acuerdo con lo que enseña la Biblia. Por ejemplo, Jesús enseñó que debemos ser misericordiosos y amables con todas las personas, incluso con nuestros enemigos (Luc. 6:32-36). Puede que a veces nos parezca que hacer eso es muy difícil. Si este es nuestro caso, debemos aprender a pensar y actuar como Jesús. Cuando ponemos todo nuestro empeño en obedecer a Jehová e imitar a Jesús, le demostramos a nuestro Padre celestial que queremos formar parte de su familia para siempre. w21.08 30:14, 15

Domingo 12 de marzo

Verán que les abro las compuertas de los cielos y derramo sobre ustedes bendiciones (Mal. 3:10).

Aprendamos a confiar en Jehová. Si confiamos en él y le damos lo mejor, él promete derramar sobre nosotros una lluvia de bendiciones. La Biblia está llena de ejemplos de personas que se esforzaron al máximo en su servicio a Dios. En muchos casos, tuvieron que dar el primer paso antes de que Jehová les diera bendiciones especiales. Por ejemplo, Dios bendijo a Abrahán solo después que este dejó su hogar “aunque no sabía adónde iba” (Heb. 11:8). Por su parte, Jacob recibió una bendición especial solo después de luchar con un ángel (Gén. 32:24-30). Y, cuando la nación de Israel iba a entrar en la Tierra Prometida, el pueblo solo pudo cruzar el río Jordán después de que los sacerdotes se metieran en sus caudalosas aguas (Jos. 3:14-16). También podemos aprender de los ejemplos de Testigos de la actualidad que han confiado en Jehová y han buscado formas de hacer más para él. w21.08 34:12-14

Lunes 13 de marzo

No digas: “¿Por qué los tiempos pasados eran mejores que los de ahora?” (Ecl. 7:10).

Hermanos mayores, por su experiencia saben cómo se hacían las cosas en el pasado, pero también ven la importancia de adaptarse a los cambios. Y, si algunos de ustedes se han bautizado hace poco, también tienen mucho que ofrecer. A los más jóvenes les encantará escuchar sus experiencias y las lecciones que han aprendido. Si tienen “la costumbre de dar” de toda la experiencia que tienen, Jehová los bendecirá muchísimo (Luc. 6:38). Si los mayores se acercan a los más jóvenes, pueden darse apoyo unos a otros (Rom. 1:12). Cada uno tiene algo valioso que el otro no tiene. Los mayores tienen la sabiduría y la experiencia que se adquieren con el paso de los años. Y los jóvenes tienen energías y fuerzas. Cuando jóvenes y mayores colaboran como amigos, honran a nuestro amoroso Padre celestial y son una bendición para toda la congregación. w21.09 36:3, 17, 18

Martes 14 de marzo

Predicamos a Cristo ejecutado en el madero, algo que para los judíos es un obstáculo (1 Cor. 1:23).

¿Por qué hizo tropezar a muchos judíos la forma en que Jesús murió? Porque pensaban que el hecho de que Jesús muriera en un madero era más propio de un delincuente y de un pecador que del Mesías (Deut. 21:22, 23). Los judíos que rechazaron a Jesús no quisieron reconocer que era inocente, que fue víctima de falsas acusaciones y que fue tratado injustamente. El juicio de Jesús fue una farsa. El tribunal supremo judío se reunió de forma apresurada y no respetaron los procedimientos legales (Luc. 22:54; Juan 18:24). En vez de escuchar con imparcialidad los cargos y las pruebas, los jueces mismos buscaron “algún testimonio falso contra Jesús para que lo mataran” (Mat. 26:59; Mar. 14:55-64). Y, después de que Jesús resucitó, estos jueces corruptos les pagaron “una buena cantidad de monedas de plata” a los soldados romanos que vigilaban su tumba para que contaran una mentira que justificara por qué estaba vacía (Mat. 28:11-15). w21.05 19:12, 13

Miércoles 15 de marzo

Ahora bien, el día y la hora no los sabe nadie, ni los ángeles de los cielos ni el Hijo; solo el Padre (Mat. 24:36).

Jehová podría acabar con este mundo malvado en cualquier momento. Pero ¡cuánto nos ha beneficiado su paciencia! Todos los descendientes de Adán y Eva nacemos siendo imperfectos. Aun así, Jehová nos ama y nos cuida, y ha prometido que acabará con este sistema malvado (1 Juan 4:19). Ya ha fijado el día para acabar con todo el sufrimiento de sus hijos. ¿No debería impulsarnos su amor a aguantar con él todo el tiempo que sea necesario? Jehová es el mejor ejemplo de aguante. Y Jesús lo imitó a la perfección. Cuando estuvo en la Tierra, Jesús aguantó por nosotros palabras hostiles, humillación y el madero de tormento (Heb. 12:2, 3). Sin duda, el ejemplo de su Padre lo ayudó a aguantar. A nosotros también puede fortalecernos. w21.07 27:15-17

Jueves 16 de marzo

Sean misericordiosos, así como su Padre es misericordioso (Luc. 6:36).

Todos los días, nuestro Padre celestial nos muestra misericordia (Sal. 103:10-14). De manera similar, aunque los discípulos de Jesús eran imperfectos, él les mostró misericordia y los perdonó. Llegó al punto de dar su vida para que se nos pudieran perdonar los pecados (1 Juan 2:1, 2). Cuando perdonamos con generosidad, fortalecemos el amor que hay en nuestra familia espiritual (Efes. 4:32). Claro, a veces no es nada fácil perdonar, pero tenemos que esforzarnos por hacerlo. Una hermana cuenta que le fue de mucha ayuda el artículo de La Atalaya titulado “Perdónense liberalmente unos a otros”. Ella escribe: “Este artículo explicaba que estar dispuesto a perdonar a alguien no significa aprobar su mal comportamiento o restarle importancia al daño que este causa. Pero sí significa desterrar el resentimiento por las malas acciones de esa persona y no perder la paz”. Cuando perdonamos con generosidad a nuestros hermanos, demostramos que los amamos y que imitamos a nuestro Padre, Jehová. w21.09 38:15, 16

Viernes 17 de marzo

Los que adoran a Dios tienen que adorarlo con espíritu y con verdad (Juan 4:24).

Jesús amaba la verdad, es decir, la verdad sobre Dios y sus propósitos. Vivió en armonía con ella y se la dio a conocer a los demás (Juan 18:37). Los verdaderos seguidores de Jesús también sentían un profundo amor por ella (Juan 4:23). De hecho, el apóstol Pedro llamó al cristianismo el “camino de la verdad” (2 Ped. 2:2). Los cristianos del siglo primero amaban muchísimo la verdad, y por eso rechazaron las ideas religiosas, las tradiciones culturales y las opiniones personales que iban en contra de ella (Col. 2:8). De la misma manera, los cristianos verdaderos en la actualidad se esfuerzan por seguir “andando en la verdad” (3 Juan 3, 4). ¿De qué manera? Asegurándose de que todas sus creencias y su forma de vivir estén de acuerdo con la Palabra de Jehová. Los testigos de Jehová no afirman tener un conocimiento absolutamente perfecto de la Biblia. A veces han cometido errores en su manera de explicar alguna enseñanza bíblica o de organizar la congregación. Cuando ha sido necesario, han hecho las correcciones oportunas. w21.10 42:11, 12

Sábado 18 de marzo

Al que confía en Jehová lo rodea su amor leal (Sal. 32:10).

En tiempos bíblicos, las murallas que rodeaban una ciudad protegían de los enemigos a sus habitantes. De manera parecida, los actos de amor leal de Jehová son como una muralla que nos protege de cualquier peligro espiritual. Además, por su amor leal, Jehová nos atrae a él (Jer. 31:3). David empleó otra comparación para explicar cómo Dios protege a su pueblo. Escribió en un salmo: “Dios es mi refugio seguro, el Dios que me muestra amor leal”. Y también dijo: “Él es mi amor leal y mi fortaleza, mi refugio seguro y el que me rescata, mi escudo y aquel en quien encuentro abrigo” (Sal. 59:17; 144:2). ¿Por qué relacionó David el amor leal de Jehová con un refugio y una fortaleza? Porque, sin importar en qué parte de la Tierra vivamos, mientras seamos sus siervos, Jehová nos dará toda la protección que necesitamos para conservar nuestra valiosa relación con él. w21.11 44:14, 15

Domingo 19 de marzo

Meditaré en todas tus actividades (Sal. 77:12).

En cierta ocasión en la que Jesús y sus discípulos viajaban en una barca, se levantó en el mar una tormenta. Jesús aprovechó esta oportunidad para ayudarlos a ver que necesitaban más fe (Mat. 8:23-26). La tormenta era tan fuerte que las olas cubrían la barca, pero Jesús dormía plácidamente. Muy asustados, los discípulos fueron a despertarlo y a pedirle que los salvara. Con calma, el Señor les dijo: “Hombres de poca fe, ¿por qué están tan asustados?”. ¿Está usted lidiando con una tormenta fuerte en su vida? Quizás está sufriendo por culpa de un desastre natural. O tal vez su “tormenta” sea un problema grave de salud que lo ha dejado abrumado y sin saber qué hacer. Puede que a veces se sienta preocupado, pero no permita que eso le robe la confianza en Jehová. Ábrale su corazón y dígale todo lo que siente. Fortalezca su fe meditando en las ocasiones en las que Jehová lo ayudó en el pasado (Sal. 77:11). Puede estar seguro de que jamás lo abandonará, ni ahora ni nunca. w21.11 47:7, 10

Lunes 20 de marzo

No roben (Lev. 19:11).

Alguien podría concluir que, para obedecer ese mandamiento, bastaba con asegurarse de no tomar nada que no fuera suyo. Pero podría estar robando de otras maneras. Por ejemplo, si un comerciante usaba balanzas o medidas inexactas para engañar a sus clientes, en realidad les estaría robando. Levítico 19:13 conecta el robo con la falta de honradez en los negocios al decir: “No defraudes a tu prójimo”. Así que, si alguien es poco honrado en sus tratos comerciales o laborales, está robando. El octavo mandamiento prohibía robar, pero los detalles que añadía Levítico nos ayudan a entender cómo podemos aplicar el principio en el que se basaba esa ley. Es bueno que meditemos en cómo ve Jehová la falta de honradez y el robo. Preguntémonos: “En vista de lo que dice Levítico 19:11-13, ¿debería hacer algún cambio, especialmente en mis tratos comerciales o en mis hábitos de trabajo?”. w21.12 49:6-8

Martes 21 de marzo

Jehová los perdonó con generosidad a ustedes, así que hagan ustedes igual (Col. 3:13).

En nuestras oraciones personales, pensemos en los errores que hemos cometido durante el día y pidámosle a Jehová que nos perdone. Aunque, si hemos cometido un pecado grave, también tendremos que pedirles ayuda a los ancianos. Ellos nos escucharán y nos aconsejarán con cariño usando la Biblia. Además, orarán con nosotros y le pedirán a Jehová que nos perdone gracias al sacrificio de Jesús para que nos podamos recuperar espiritualmente (Sant. 5:14-16). También es bueno que meditemos en el rescate. Puede que nos emocionemos al pensar en lo mucho que sufrió el Hijo de Dios. Pero, cuanto más meditemos en el sacrificio que Jesús hizo, más los amaremos a él y a su Padre. Cada año nuestra gratitud por el rescate aumenta al asistir a la Conmemoración de la muerte de Jesús y al invitar con entusiasmo a otros a hacer lo mismo. ¡Qué honor es que Jehová nos haya encargado enseñarles a otros sobre su Hijo! w21.04 16:13-16

Miércoles 22 de marzo

Se puso a enseñarles muchas cosas (Mar. 6:34).

Pensemos en cuál fue la reacción de Jesús cuando una multitud de personas fue a verlo a la ladera de una montaña. Había estado toda la noche orando, así que debía estar muy cansado. Pero, cuando vio a todas aquellas personas, se compadeció de los pobres y los enfermos. No solo los curó, sino que también dio uno de los discursos más motivadores de todos los tiempos: el Sermón del Monte (Luc. 6:12-20). Él también estuvo dispuesto a dedicarles tiempo a los demás. Imaginemos la situación: Jesús acababa de enterarse de que su amigo Juan el Bautista había sido ejecutado. La Biblia dice: “Cuando Jesús recibió la noticia, se fue de allí y salió en una barca a un lugar retirado para estar solo” (Mat. 14:10-13). Pero una gran multitud ya estaba esperándolo en aquel lugar retirado (Mar. 6:31-33). Jesús se dio cuenta de que necesitaban con urgencia alivio espiritual, y se lo dio sin pensarlo dos veces (Luc. 9:10, 11). w22.02 9:4, 6

Jueves 23 de marzo

Vivan en paz con todos (Rom. 12:18).

¿Qué debemos hacer si nos damos cuenta de que hemos ofendido a otro cristiano? Debemos orar de corazón a Jehová y pedirle que bendiga nuestros esfuerzos por hacer las paces con él. Además, debemos dedicar tiempo a autoexaminarnos. Por ejemplo, podemos preguntarnos: “¿Estoy dispuesto a tragarme mi orgullo, pedir disculpas con humildad y hacer las paces? ¿Cómo se sentirán Jehová y Jesús si tomo la iniciativa y hago las paces con mi hermano o hermana?”. Las respuestas pueden impulsarnos a escuchar a Jesús y a acercarnos a nuestro hermano con humildad para hacer las paces. Si vamos a hablar con un hermano para resolver un problema, debemos hacerlo con una actitud humilde (Efes. 4:2, 3). Debemos acercarnos a él con el objetivo de sanar cualquier herida que haya en su corazón. Recordemos que recuperar la paz con nuestro hermano es más importante que ver quién actuó bien o quién actuó mal (1 Cor. 6:7). w21.12 51:13-16

Viernes 24 de marzo

Cuando llegó cerca de la ciudad y la vio, lloró por ella (Luc. 19:41).

Jesús estaba muy triste porque sabía que la mayoría de los judíos no aceptarían el mensaje del Reino. Por esa razón, Jerusalén sería destruida y a los judíos que lograran sobrevivir se los llevarían prisioneros (Luc. 21:20-24). Por desgracia, tal como Jesús había predicho, la mayoría de la gente lo rechazó. ¿Cómo responden generalmente las personas al mensaje del Reino en la zona donde usted vive? Si a pesar de sus esfuerzos por enseñarles la verdad pocas responden de manera favorable, ¿qué puede aprender usted de las lágrimas de Jesús? Jehová ama a las personas. Las lágrimas de Jesús nos recuerdan lo mucho que Jehová se interesa por la gente. “No desea que ninguno sea destruido, sino que todos lleguen a arrepentirse” (2 Ped. 3:9). Nosotros demostramos que amamos al prójimo al seguir esforzándonos de buena gana por que las buenas noticias lleguen a su corazón (Mat. 22:39). w22.01 3:10-12

Sábado 25 de marzo

Me aferro a ti; tu mano derecha me agarra con fuerza (Sal. 63:8).

Nuestra fe se hará más fuerte al meditar en lo que Jehová ha hecho por su pueblo en general y por nosotros en particular. También amaremos más a Jehová, y este es el beneficio más importante. ¿Por qué? Porque el amor es la cualidad que más nos puede motivar a obedecer a Jehová, a hacer sacrificios para agradarlo y a aguantar cualquier prueba (Mat. 22:37-39; 1 Cor. 13:4, 7; 1 Juan 5:3). No hay nada más importante que ser amigos de nuestro querido Dios, Jehová (Sal. 63:1-7). Recordemos que orar, estudiar y meditar forman parte de nuestra adoración. Hagamos como Jesús y busquemos momentos y lugares tranquilos para pasar tiempo con Jehová. Evitemos las distracciones innecesarias. Y, cuando estemos realizando alguna actividad espiritual, pidámosle a Jehová que nos ayude a concentrarnos. Si aprovechamos el tiempo de la mejor manera, Jehová nos bendecirá con vida eterna en el nuevo mundo (Mar. 4:24). w22.01 5:18-20

Domingo 26 de marzo

Detesten lo que es malo (Rom. 12:9).

Lo que pensamos influye en lo que hacemos. Por eso Jesús enseñó que debemos rechazar cualquier pensamiento que nos pueda llevar a cometer un pecado grave (Mat. 5:21, 22, 28, 29). ¿Verdad que queremos agradar a nuestro Padre celestial? En ese caso, es muy importante que rechacemos de inmediato cualquier mal pensamiento. Jesús dijo: “Las cosas que salen por la boca vienen del corazón” (Mat. 15:18). Así es. Nuestras palabras dicen mucho de lo que somos por dentro. Pregúntese: “¿Digo siempre la verdad, aunque hacerlo me perjudique? Si estoy casado, ¿tengo cuidado de no coquetear con otras personas? ¿Evito por completo las conversaciones inmorales? ¿Respondo con calma cuando alguien me saca de quicio?”. Dedique tiempo a pensar en estas preguntas. Si nos esforzamos por evitar los insultos, las mentiras y las conversaciones inmorales, nos será más fácil quitarnos la vieja personalidad. w22.03 10:12-14

Lunes 27 de marzo

La sabiduría acompaña a los que piden consejo (Prov. 13:10).

Quienes piden consejo en vez de esperar a que se lo den a menudo progresan más en sentido espiritual. Así que tomemos la iniciativa y pidamos consejos. ¿En qué situaciones podríamos pedir consejo a alguien de la congregación? Veamos algunas. 1) Una hermana le pide a un publicador de experiencia que la acompañe a dar una clase y luego le pregunta en qué puede mejorar. 2) Una hermana soltera quiere comprarse unos pantalones, así que le pide a una hermana madura que le dé su opinión sincera sobre los que ha elegido. 3) Un hermano tiene su primer discurso público en la congregación y le pide a un orador de experiencia que lo escuche con atención cuando lo presente para que luego le dé algunas sugerencias. Incluso quienes llevan muchos años dando discursos hacen bien en pedirles consejos a otros hermanos y ponerlos en práctica (Prov. 19:20). w22.02 7:15-17

Martes 28 de marzo

No estoy solo, sino que el Padre, que me envió, está conmigo (Juan 8:16).

Jehová nos demuestra su amor tal como se lo demostró a su Hijo cuando estuvo en la Tierra (Juan 5:20). Atendió todas sus necesidades espirituales, emocionales y físicas. Y no dudó en expresarle su amor y su aprobación (Mat. 3:16, 17). Jesús nunca se sintió solo, pues sabía que siempre contaba con su amoroso Padre celestial. Como Jesús, todos hemos sentido en muchas ocasiones el amor de Jehová. Pensemos en esto: Jehová nos trajo a él y nos regaló una familia espiritual llena de amor y unidad que nos hace felices y nos apoya en sentido emocional (Juan 6:44). También nos da un constante suministro de alimento espiritual nutritivo. Y nos ayuda a cubrir las necesidades físicas de cada día (Mat. 6:31, 32). Cuando pensamos en el amor que Jehová nos tiene, nuestro amor por él aumenta. w21.09 38:8, 9

Miércoles 29 de marzo

Quítense la vieja personalidad y sus prácticas (Col. 3:9).

¿Cómo era su vida antes de estudiar la Biblia con los testigos de Jehová? A muchos no nos gusta ni siquiera pensarlo. Puede que nuestra actitud y forma de ser reflejara lo que el mundo dice sobre lo que está bien y lo que está mal. Si ese era nuestro caso, no teníamos esperanza y estábamos “sin Dios en el mundo” (Efes. 2:12). Pero, al ir estudiando la Biblia, usted aprendió que tiene un Padre celestial que lo ama mucho. Comprendió que, si deseaba agradar a Jehová y ser parte de la familia de siervos suyos, tendría que hacer cambios importantes en su manera de vivir y de pensar. Tendría que aprender a respetar las elevadas normas de Dios (Efes. 5:3-5). Como Jehová es nuestro Creador y nuestro Padre celestial, tiene el derecho de decir cómo deben comportarse los miembros de su familia. Y a los que quieren bautizarse él les dice: “Quítense la vieja personalidad y sus prácticas”. w22.03 10:1-3

Jueves 30 de marzo

Tengo otras ovejas (Juan 10:16).

Las otras ovejas asisten felices para observar la celebración de la Conmemoración y reflexionan en su esperanza. Desean escuchar el discurso de la Conmemoración, pues buena parte se centra en lo que Cristo y los 144.000 que gobiernen con él harán por los seres humanos fieles durante el Reinado de Mil Años. Bajo la dirección de su Rey, Jesucristo, estos gobernantes celestiales ayudarán a transformar la Tierra en un Paraíso y a que la humanidad obediente alcance la perfección. Qué emocionante es para los millones que observan la Conmemoración imaginarse el día en el que se cumplan profecías bíblicas como las de Isaías 35:5, 6; 65:21-23 y Apocalipsis 21:3, 4. Al verse en el nuevo mundo con sus seres amados, se fortalece su esperanza y su determinación de seguir sirviendo a Jehová (Mat. 24:13; Gál. 6:9). w22.01 4:5-7

Lectura bíblica para la Conmemoración: (tras la puesta del sol: 9 de nisán) Mateo 26:6-13

Viernes 31 de marzo

El Hijo del Hombre vino para dar su vida como rescate a cambio de muchas personas (Mar. 10:45).

¿Qué es el rescate? Es el precio que Jesús pagó para recuperar lo que Adán había perdido (1 Cor. 15:22). ¿Por qué lo necesitamos? Porque, según la Ley, la norma de justicia de Jehová exigía que se diera “vida por vida” (Éx. 21:23, 24). Adán perdió su vida humana perfecta. Así que, para cumplir con la norma de justicia divina, Jesús tenía que dar su vida humana perfecta (Rom. 5:17). De esta manera, llega a ser el “Padre Eterno” de todos los que ponen su fe en el rescate (Is. 9:6; Rom. 3:23, 24). Jesús estuvo dispuesto a sacrificar su vida por el gran amor que siente por su Padre y por nosotros (Juan 14:31; 15:13). Ese mismo amor lo motivó a ser leal hasta la muerte y a hacer la voluntad de su Padre. Gracias a eso, se cumplirá el propósito original de Jehová para los seres humanos y para la Tierra. w21.04 16:2, 3

Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 9 de nisán) Mateo 21:1-11, 14-17

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