De nuestros lectores
La adoración del emperador En su artículo “Exequias para un ex dios” (22 de diciembre de 1989), le echaron la culpa del conflicto entre Japón y occidente a quien no la tuvo. Lo que sucedió fue consecuencia de los esfuerzos de occidente por dominar Asia, esfuerzos que quedaron interrumpidos al convertirse Japón en una potencia mundial. No, el emperador Hirohito no era un dios, pero es posible que el Señor lo utilizase para conducir a la gente oprimida de Asia hacia la libertad.
T. M., Estados Unidos
No es razonable llegar a la conclusión de que Dios apoyase la terrible carnicería que provocó aquel conflicto. (Habacuc 1:13.) Se mencionó la trágica gobernación del emperador Hirohito para ilustrar que la gobernación humana obra en perjuicio del hombre y que este necesita urgentemente la gobernación de Dios. (Eclesiastés 8:9.)—La dirección.
¿Era buena y apropiada la lectura de esos artículos para un cristiano? Al leer los detalles respecto al emperador Showa, ¿no está ‘nuestra mente puesta en las obras que son inicuas’? (Colosenses 1:21.)
Y. F., Japón
Es comprensible que los artículos quizás hayan evocado recuerdos dolorosos, sobre todo entre los lectores que vivieron aquellos acontecimientos. No obstante, el propósito de escribirlos fue exponer lo insensato que es adorar a cualquier ser humano y dirigir a los lectores al “Dios vivo”. (Hechos 14:15.)—La dirección.
Escoger una carrera Les agradezco los consejos que dieron a los jóvenes sobre el valor de una educación universitaria (8 de mayo de 1989). Durante los últimos veintidós años he sido profesor en una importante universidad estatal, y —dejando al margen los aspectos espirituales— puedo asegurar a sus lectores jóvenes que mucho de lo que se enseña estos días en las universidades tiene poco valor práctico. Las normas académicas han decaído y suele suceder que el nivel de preparación de los graduados no es suficiente para abrirse camino en el mercado laboral.
También en el pasado hubo quienes opinaban que un cristiano joven no debería cursar una carrera universitaria bajo ninguna circunstancia. Por eso me gustó el punto de vista equilibrado que se manifiesta en su artículo.
F. S., Estados Unidos
Los padres son quienes deben decidir el nivel de educación académica que recibirán sus hijos. Y aunque a los jóvenes se les recomienda que hagan del ministerio cristiano su carrera, el que un joven reciba cierto adiestramiento laboral más allá de lo que se ofrece en la escuela secundaria no es censurable de por sí. En algunos países puede ser práctico o hasta necesario. Los padres deberán sopesar los beneficios de tal adiestramiento en contraste con los efectos que este podría tener en la espiritualidad de sus hijos. De todas formas, lo que debe tener prioridad para un cristiano es el adelanto de los intereses del Reino, no las ventajas económicas. (Mateo 6:33.)—La dirección.
Mis padres solían animarme a que aprendiese un oficio en la escuela, pero yo no hacía caso. Desde que leí su artículo, estudio unos cursos que me ayudarán a conseguir un empleo que me gusta cuando acabe la escuela. No obstante, sin importar cuál sea el oficio que aprenda, pienso hacer del ministerio mi carrera.
V. L., Estados Unidos
Qué es el asma Mis más sinceras gracias por su artículo (22 de marzo de 1990). El día antes de recibirlo, el médico había diagnosticado que nuestra hija era asmática. Así que el artículo nos fue de gran consuelo. Iré poniendo en práctica muchas de las sugerencias que se presentan.
V. H., Inglaterra
Crucigramas Soy una asidua lectora de ¡Despertad!, y en especial disfruto con los crucigramas, pues me ayudan a memorizar textos bíblicos. ¿Seguirán publicándolos?
J. W., Inglaterra
Sí, continuarán publicándose de vez en cuando.—La dirección.