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  • La resistente cucaracha
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¡Despertad! 1992
g92 22/1 págs. 21-23

La resistente cucaracha

AUNQUE millones de personas han oído la alegre canción popular mexicana “La cucaracha”, pocas amas de casa se ponen a cantarla a voz en cuello cuando ven a estos pequeños insectos corriendo por el suelo de la cocina tratando de esconderse. La mayoría de la gente ve las cucarachas como una plaga molesta. Desde luego, su aspecto no es muy atractivo, al menos para nosotros. Transmiten enfermedades y su olor acre es repulsivo.

Sin embargo, las cucarachas siguen abundando a pesar de que el hombre las aborrece. Su gran capacidad de reproducción, aunada a la escasez de enemigos naturales y a la facilidad con que se adaptan al entorno y se protegen, contribuye a que se multipliquen mucho y en poco tiempo. Por ejemplo, es fácil que la cucaracha alemana tenga más de treinta y cinco mil descendientes en un año. Y este es el promedio, no el máximo, que puede superar los cien mil descendientes al año. ¿Cómo es posible? La ooteca —cápsula que encierra los huevos⁠— de la cucaracha alemana puede contener hasta cuarenta y ocho huevos. La hembra produce siete ootecas durante los ciento cuarenta días que vive como promedio. En condiciones normales, si cada hembra de cada generación produce la misma cantidad de huevos, en muy poco tiempo consiguen procrear decenas de miles de cucarachas.

La mayoría de las más de tres mil quinientas especies de cucarachas que existen vive al aire libre, por lo que nos pasan desapercibidas. Pero a unas pocas, como la cucaracha alemana, les gusta instalarse en las casas. Debe decirse que la nación o región del mundo a la que aluden los nombres de las distintas especies (americana, australiana, alemana, oriental, etcétera) no identifican necesariamente su procedencia. Parece ser que los europeos daban a las cucarachas el nombre de países vecinos. Los romanos, por su parte, las denominaban lucifuga, pues, en efecto, son insectos lucífugos, es decir, que huyen de la luz. Cabe destacar también que el término inglés “cockroach” se deriva del vocablo español “cucaracha”.

Algunos entomólogos dicen haber observado que las cucarachas tienen una vida de familia feliz. Se ha visto a individuos adultos llevar a cuestas a algún pequeñín, y a las madres ayudar a las crías que nacen a escapar de la ooteca. Una vez que los huevos han eclosionado, la madre suele mantener juntas a las crías para protegerlas, y normalmente se ve a unos pocos individuos adultos junto a las colonias de ninfas (uno de los estados por los que pasan después de salir del huevo).

No son exigentes con la comida

Las cucarachas se alimentan de casi todo. Comen cualquier cosa que coman los humanos y muchas más, como cuero, cabello, papel y cuerpos de animales muertos. También comen libros —sobre todo si están manchados de sudor⁠—, y se comerán las encuadernaciones para conseguir el engrudo. En algunas partes del mundo no se puede utilizar pergamino para los documentos legales porque las cucarachas lo estropean o hasta lo destruyen. Aunque les encantan los lugares mugrientos y la suciedad, pueden infestar hasta los lugares más higiénicamente limpios.

En realidad, las cucarachas no necesitan mucha comida. Una docena de cucarachas puede alimentarse de la cola de un solo sello de correos durante una semana. Sin embargo, el agua es más importante para ellas, lo que explica que suela encontrárselas en las cocinas y los cuartos de baño.

Se ha culpado a las cucarachas de ser portadoras de bacterias y virus que provocan, entre otras, hepatitis infecciosa, intoxicación alimentaria, infecciones del aparato urinario, alergias y disentería. Contaminan la comida y los utensilios por los que pasan, y dejan un olor desagradable producido por una combinación de su excremento, el fluido que exudan de las glándulas olorosas y un fluido de color oscuro que regurgitan para ablandar el alimento antes de comerlo. Los platos que han ensuciado deben lavarse bien y escaldarse; en caso contrario, el ofensivo olor reaparecerá cuando se sirva en ese plato comida caliente.

¿Sirven para algo?

¿No hay nada bueno que decir de las cucarachas? Lo cierto es que se trata de una pequeña criatura bastante compleja. Sus sensores detectan cambios en la presión y la temperatura del aire, localizan agua y advierten que se acercan predadores. Las antenas tienen unas cuarenta mil terminaciones nerviosas, que ejercen las funciones del tacto, gusto y olfato para la cucaracha. Los órganos sensoriales más grandes de la cucaracha son sus ojos compuestos, que constan de muchas pequeñas lentes, aunque de todas formas la cucaracha no ve los objetos con claridad. Sin embargo, es muy sensible al movimiento y nota en seguida hasta un cambio mínimo en la intensidad de la luz. Los cercos —el par de apéndices sensoriales segmentados situados en el extremo del abdomen⁠— detectan vibraciones, ondas sonoras o movimientos del aire, y provocan en el insecto la reacción de escapar corriendo hacia la grieta o rendija más cercana. La cucaracha puede reaccionar y escabullirse ante una señal de alarma en tan solo ¡54 milésimas de segundo!

La cucaracha respira a través de los espiráculos, unos orificios situados a cada lado del cuerpo. Un enorme tubo que recorre toda la longitud del cuerpo bombea la sangre. Una cucaracha decapitada puede sobrevivir durante más de un día, lo suficiente como para que una hembra deposite sus huevos sin problemas. Y se ha comprobado que la cucaracha americana es capaz de subsistir sin comida ni agua hasta seis semanas.

Pues sí, es una criatura asombrosa, pero ¿beneficia en algo al hombre? Un aspecto positivo es que se la conoce como enemiga de las chinches. Además, la cucaracha americana suele utilizarse en los laboratorios para investigación científica debido a su tamaño y su facilidad para reproducirse. Unos investigadores japoneses incluso consiguieron utilizar en cierta ocasión un extracto de cucaracha para tratar problemas hepáticos en ratones de laboratorio, y veían con optimismo la posibilidad de que también tuviesen éxito con seres humanos. Otro beneficio es el uso que dan algunos pescadores a la cucaracha oriental: servir de cebo para pescar bremas. Pero este animalito es esencialmente carroñero, y cumple con la función para la que se le creó: devolver a la tierra la basura y los cuerpos muertos.

Cómo librar la casa de ellas

“Pero, ¿cómo han logrado meterse en mi casa?”, pregunta una señora. Puede que ellas o sus huevos hayan entrado ocultas en alguna bolsa de la compra, un saco de patatas o de cebollas o en alguna caja de bebidas. También es posible que hayan entrado volando. Por otra parte, como las cucarachas pueden caminar muy pegadas al suelo, quizás hayan pasado por debajo de la puerta principal de la casa. O puede que hayan entrado enganchadas a los zapatos o la ropa si usted o sus invitados han estado en algún lugar donde había cucarachas. Se cuelan en los edificios de apartamentos por las grietas de las paredes o de los suelos o recorriendo las “autopistas de las cucarachas”: las cañerías del agua y del vapor.

¿Cómo conseguir que se marchen y no vuelvan? Para ello es esencial una limpieza de la casa muy esmerada. Los posibles escondrijos —las grietas y rendijas de los suelos, los zócalos y las rejillas de la ventilación⁠— deberían limpiarse con frecuencia. Mantenga limpios todos los rincones de la cocina, en especial alrededor de los electrodomésticos —cocina, frigorífico y demás⁠— y de los armarios de cocina. Recoja de inmediato absolutamente todas las migas y restos de alimento que se le caigan. No deje los platos sucios durante toda la noche en el fregadero o dentro de un armario de cocina. Guarde la comida en recipientes bien cerrados. Como la comida preparada para animales atrae a las cucarachas, es mejor guardarla en un recipiente con tapadera y no poner en el plato más comida de la que su perro o gato comerá. Revise las bolsas de la compra y las cajas de refrescos que lleva a casa para asegurarse de que no haya en ellas ningún insecto escondido ni sus huevos. Saque la basura de la casa todos los días. Repare cualquier grifo que gotee. Y recuerde que aunque una cocina limpia hará que la “señora cucaracha” no se sienta bien recibida allí, si usted come en el salón o en alguna otra habitación de la casa, quizás descubra que le está extendiendo una invitación para que le haga una visita.

En caso de que haya muchas cucarachas en una habitación, tal vez sea necesario recurrir a un insecticida. No obstante, poner demasiado puede ser contraproducente, pues las cucarachas lo evitarán o se harán inmunes al veneno. Así que lea con atención la etiqueta y siga las instrucciones al pie de la letra. Tome las precauciones necesarias, y tenga presente en especial a los niños, las personas de edad avanzada y cualquier persona que tenga un problema respiratorio.

En el caso de una plaga doméstica, será necesario recurrir a profesionales. Además, como los huevos tardan treinta días en eclosionar, quizás haga falta que durante un tiempo repitan la operación todos los meses. Si decide buscar la ayuda de profesionales, le será útil hacer lo siguiente: antes de que lleguen, limpie a fondo la cocina y asegúrese de sacar de los armarios todos los alimentos, así como los platos y utensilios de cocina. Estos pueden colocarse de momento sobre una mesa y protegerse con un plástico, y los alimentos pueden guardarse en el interior del horno o en el frigorífico. Si dichos profesionales le dan algunas sugerencias o le recomiendan ciertos cambios, coopere al máximo con ellos.

La guerra contra las cucarachas lleva librándose bastante tiempo. Las cucarachas se han defendido y se han hecho resistentes a la mayoría de los insecticidas utilizados en el transcurso de los años. Actualmente los científicos recurren a las armas biológicas. Un compuesto descubierto hace poco —una hormona sintética llamada hydroprene⁠— impide que las cucarachas se reproduzcan al no dejar que pasen a la fase adulta. Sin embargo, aunque estéril, esa generación sigue viviendo. De modo que los resultados no son inmediatos a menos que la hydroprene se combine con otro insecticida.

Por supuesto, queda por ver si estas plagas domésticas serán eliminadas totalmente de las casas. Pero de momento la cucaracha ha resistido, y lo ha hecho sobresalientemente bien.

[Recuadro en la página 23]

Libre su casa de cucarachas

◻ Mantenga limpia toda la cocina. Dé atención especial a todos los rincones que haya alrededor y debajo de los electrodomésticos —cocina, nevera y demás⁠— y de los armarios de cocina.

◻ Limpie con frecuencia todos los posibles escondites —grietas y rendijas de los suelos, zócalos y rejillas de ventilación⁠—. Siempre que sea posible, calafatee las grietas y rendijas de la cocina y los cuartos de baño.

◻ Saque la basura a diario.

◻ Guarde la comida en recipientes bien cerrados.

◻ Recoja de inmediato absolutamente todas las migas y restos de alimento que se le caigan.

◻ Examine todas las bolsas y cajas que entren en su casa para asegurarse de que no haya en ellas ni insectos ni huevos.

◻ Evite humedades. Repare todos los escapes de agua y no deje los platos en remojo durante toda la noche.

◻ Use un buen cebo para cucarachas.

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