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Seamos valientes al andar con Dios
wcg cap. 51 pág. 228-pág. 231

51 BERNABÉ

“Hijo del consuelo”

Edición impresa
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SAULO de Tarso llevaba tres años fuera de Jerusalén y, cuando volvió, se puso a buscar a los cristianos que había allí (Gál. 1:15-19). Ahora él los veía como sus hermanos, pero ellos lo seguían viendo como un cruel perseguidor. Al parecer, muchos no sabían que Saulo ya era completamente diferente. Sin embargo, un hombre tuvo el valor de acercarse a él y lo ayudó con compasión. ¿Quién fue? Alguien que llegó a ser conocido como Bernabé.

Los cristianos de Jerusalén no se atrevían a ayudar a Saulo de Tarso, pero Bernabé tuvo el valor de hacerlo

La primera vez que aparece este cristiano en la Biblia se dice que su nombre era José. Resulta que, en la época del Pentecostés del año 33, vendió un terreno y donó el dinero para ayudar a los cristianos que lo necesitaban. Como era tan amable y estaba siempre dispuesto a consolar a otros, los apóstoles lo llamaron Bernabé, que significa “hijo del consuelo”. Y cuando Saulo llegó a Jerusalén —más o menos en el año 36— Bernabé le mostró mucha bondad. Con valor, “fue a ayudarlo y lo llevó ante los apóstoles”. Desde entonces, los unió una amistad entrañable.

Mientras dos apóstoles están en una casa leyendo unos rollos, Bernabé llega con una gran sonrisa para presentarles a Saulo.

Saulo predicaba con tanto fervor en Jerusalén que algunos judíos fanáticos querían matarlo, y por eso los hermanos lo enviaron a Tarso, su ciudad natal. Unos nueve años después, a Bernabé lo enviaron a Antioquía de Siria para animar a los nuevos discípulos. La Biblia dice que él “era un hombre bueno que estaba lleno de espíritu santo y fe”. La gente en Antioquía respondió tan bien al mensaje que Bernabé no se daba abasto, así que fue a Tarso a buscar a su amigo Saulo. Predicando, formaban un gran equipo. Además, colaboraron en organizar las labores de socorro para ayudar a los hermanos con pocos recursos en Judea.

Saulo, que luego llegó a ser conocido como Pablo, empezó un viaje misional con Bernabé. Su valor se puso a prueba vez tras vez. Por ejemplo, algunos judíos querían matarlos en Iconio, pero ellos fueron prudentes y huyeron a Listra. Aunque primero la gente de allí creía que eran dioses, luego llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio y pusieron a la gente en contra de Pablo. Terminaron apedreándolo y, como lo dieron por muerto, lo sacaron de la ciudad. Cuando los cristianos de Listra se juntaron a su alrededor, se dieron cuenta de que él estaba vivo. Entonces él se levantó y volvió caminando a la ciudad. ¡Qué alivio debió sentir Bernabé al verlo! Aunque luego se fueron de Listra, al poco tiempo volvieron para animar a los hermanos de allí. ¡Qué valientes!

Juntos, Bernabé y Pablo pasaron por situaciones angustiosas y también vivieron experiencias fascinantes. Ahora bien, un día sucedió algo que casi rompe su amistad. Bernabé estaba decidido a llevarse a su primo Marcos en su próximo viaje, pero Pablo no quería porque este joven ya los había abandonado una vez. Como ninguno daba su brazo a torcer, hubo “un fuerte estallido de ira” y cada uno se marchó por su lado.

Lo que pasó puso a prueba el valor de Bernabé. Cuando surge un fuerte desacuerdo entre hermanos, lo fácil podría ser guardar rencor, hablar mal de esa persona e incluso alejarse de la congregación. Hay que ser valiente para resistir la tentación de hacer esto. Los valientes se esfuerzan por mantener la paz con Dios y con sus hermanos.

Está claro que ninguno de los dos dejó que esa discusión empañara su servicio a Jehová. ¿Cómo lo sabemos? Bernabé y Marcos zarparon a Chipre, donde continuaron con su obra de hacer discípulos. Y Pablo siguió su viaje con Silas, un viaje en el que lograron cosas extraordinarias gracias a Jehová.

¿Siguieron enojados Bernabé y Pablo? Pues no. De hecho, Pablo habló bien de él en sus cartas. Por ejemplo, en una dijo que su amigo Bernabé, al igual que él, trabajaba duro para mantenerse y seguir predicando (1 Cor. 9:6). Las cosas con Marcos también se arreglaron. En otra carta, pidió que recibieran con gusto al “primo de Bernabé” (Col. 4:10, 11). La Biblia no dice si Bernabé y Pablo volvieron a ser compañeros de predicación, pero no hay duda de que siguieron siendo buenos amigos. Podemos estar seguros de que Bernabé siguió haciendo honor a su nombre: consoló a otros con las buenas noticias por el resto de su vida. Seguro que mientras trabajaba con Marcos le enseñó mucho. Y precisamente del valor de Marcos hablaremos en el capítulo 52.

Lea el relato bíblico

  • Hechos 4:34-37; 9:23-31; 11:19-30; 12:25-13:5, 42-52; 14:1-26; 15:35-41

¿Qué diría?

¿De qué maneras demostró valor Bernabé?

Investigue un poco más

  1. 1. Los levitas no heredaban tierras en Israel. ¿Cómo es posible que Bernabé, que era levita, tuviera un terreno? (Núm. 18:20; Hech. 4:36, 37; w98 15/4 20 párr. 4, nota).

  2. 2. ¿Por qué se dice que Bernabé era apóstol? (Hech. 14:14; it “Bernabé” párr. 3).

  3. 3. En Chipre, Bernabé y Pablo le predicaron a un hombre llamado Sergio Paulo. ¿Fue exacto Lucas, el escritor del libro de Hechos, al referirse a él como “el procónsul”? (Hech. 13:7, 12; it “Chipre” párr. 7). A

    Bank of Cyprus Cultural Foundation Collection

    Imagen A: Moneda acuñada durante el reinado de Claudio, el emperador que estaba en el poder cuando Bernabé y Pablo visitaron Chipre. La moneda llama al gobernador de la isla “el procónsul”.

  4. 4. ¿Por qué no es extraño que la gente de Listra quisiera ofrecerles sacrificios a Bernabé y Pablo para darles la bienvenida? (bt 97, recuadro).

Piense en las lecciones

  • ¿De qué maneras podemos imitar la generosidad de Bernabé?

  • En el primer viaje misional que hicieron juntos, Bernabé fue el encargado de organizarlo todo. Pero después Pablo llegó a recibir más responsabilidades que él. Aun así, nada indica que Bernabé le tuviera envidia. ¿En qué situaciones podríamos imitarlo? B

    Serie de imágenes: 1. Un hermano de mediana edad dirigiendo con entusiasmo el Estudio de “La Atalaya” en el Salón del Reino. Mientras, un hermano más joven disfruta del privilegio de leer “La Atalaya”. 2. Algunos años después, el anciano disfruta del Estudio de “La Atalaya” sentado en el auditorio mientras el hermano más joven dirige la reunión.

    Imagen B

  • ¿De qué maneras puede usted copiar el ejemplo de valor de Bernabé?

Vea el cuadro completo

  • ¿Qué me enseña este relato sobre Jehová?

  • ¿Cómo se relaciona este relato con el propósito de Jehová y el tema principal de la Biblia?

  • ¿Cómo se siente al pensar en que Dios eligió a Bernabé para gobernar con Cristo en el cielo, y por qué?

Para saber más

Vea cómo el ejemplo de Bernabé y Pablo nos enseña que podemos trabajar unidos aunque tengamos personalidades muy diferentes.

“¿Resolveremos los desacuerdos y promoveremos la paz?” (w17.06 16-20)

Vea cómo se pueden resolver los desacuerdos entre cristianos, tal como lo hicieron Bernabé y Pablo.

“Teníamos que arreglar las cosas” (3:23)

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