Contestada su oración
Un testigo de Jehová de Massachusetts (E.U.A.) tuvo esta experiencia: “Toqué a la puerta no hace mucho y, cuando empecé a testificar, la señora, sonriendo, dijo: ‘¿Es usted un testigo de Jehová?’ Dije que sí. Entonces ella me invitó a entrar en la casa y me dijo que acababa de orar pidiendo que un Testigo la visitara. Y tan pronto había orado sonó el timbre de la puerta, y allí estaba yo. Lo significativo de la visita fue que yo no tenía la intención de visitar ese hogar cuando salí de mi automóvil. Antes había dejado dos revistas a un hombre que mostró muy poco interés, pero entonces, súbitamente me vino la idea de visitar el lugar de todos modos.”