Ponderando las noticias
¿Hay vida más allá de la muerte?
● El 73 por ciento de la población estadounidense cree que hay vida después de la muerte, según una reciente encuesta Gallup. Como supuesta prueba de esta creencia, los proponentes de ella han señalado a sentimientos que han descrito personas a las cuales se ha revivido de muerte clínica. Según se informa, estas sensaciones incluyen tranquilidad, una paz intensa, euforia y una sensación de estar flotando libres del cuerpo o fuera de él.
Algunas personas están dispuestas a aceptar esas “pruebas,” pero otras consideran los asuntos desde un punto de vista diferente. Por ejemplo, “Science Digest” informa: “No tan dispuesto a creer se muestra el Dr. Russell Noyes, profesor de psiquiatría en la Universidad de lowa, quien por años ha estado estudiando a personas que han estado muy cerca de la muerte. Él señala que las personas que recobran el conocimiento después de haber sido declaradas muertas clínicamente y las que experimentan estar bajo la amenaza de morir informan haber tenido sentimientos similares de tranquilidad y a menudo euforia. Estas y otras experiencias fuera del cuerpo, dice él, con suma probabilidad son proyecciones de la fantasía... la manera en que la mente se enfrenta al abrumador espectro de la muerte.”
Ciertamente varían las conclusiones a las que llegan los investigadores, pero no se debe pasar por alto el testimonio de las Santas Escrituras. En vez de apoyar la teoría de vida después de la muerte, la Biblia dice: “Los muertos mismos no alaban a Jah [Jehová].” ¿Por qué no? Porque han ‘bajado al silencio,’ y “en cuanto a los muertos, ellos no están conscientes de nada en absoluto.” (Sal. 115:17; Ecl. 9:5, 10) No, no hay vida continua, ininterrumpida, más allá de la muerte. Pero, para las masas de la humanidad que están dentro de la provisión de Dios, hay la esperanza segura de ser restauradas a la vida mediante resurrección durante el reinado de mil años de Jesucristo.
Mejoraron sin televisión
● Un ama de casa japonesa escribió lo siguiente al “Daily Yomiuri” de Tokio algún tiempo después de descomponérsele su televisor: “Ha habido un cambio notable en la forma de la vida de mis dos hijos, de siete y cinco años de edad, desde entonces. Antes de descomponerse la TV, lo único que hacían mis hijos era ver la TV después de cenar. Nunca prestaban atención a la sugerencia que les daba de que leyeran libros. Pero ahora que está descompuesta la TV, se muestran bastante deseosos de leer libros.”
Esta madre también dijo: “Lo que más me sorprendió es que mi hijo de cinco años ha dominado por sí solo el kana [silabario japonés] de 48 caracteres en 10 días. Ahora puede escribir tarjetas postales a su abuela y amigos que viven en el campo.” Agregó: “Puesto que fueron criados con TV, al principio se quejaron por no tenerla. Pero ya no se quejan por no tenerla.” Muchos otros padres también han notado mejoras tanto en el comportamiento como en las tareas escolares de sus hijos después de regular más cuidadosamente los hábitos de televisión de éstos.
Con frecuencia los niños imitan lo que ven. Y mucho de lo que ven en la televisión tiene que ver con violencia e inmoralidad. Tocante a esto, un funcionario de la Asociación Nacional de Padres y Maestros de los Estados Unidos de América declaró: “Hay una relación causal entre la violencia que se ve en la TV y el comportamiento agresivo, violento, entre los niños.”
Por lo tanto, los padres sabios regulan cuidadosamente el alimento mental que ingieren las mentes jóvenes, puesto que lo que sirve de alimento a una mente joven determina en gran manera la clase de adulto que el joven llega a ser. La Palabra de Dios da este consejo: “Hijo mío, oh de veras presta atención a mi sabiduría. A mi discernimiento inclina tus oídos, para guardar las habilidades para pensar.”—Pro. 5:1, 2.