Ponderando las noticias
¿Por qué evangelizar?
Algunas autoridades han relacionado el que los feligreses no participen en evangelizar con el que haya disminuido la cantidad de miembros de las iglesias de las religiones más conocidas. Preocupación por esto en 1988 impulsó a la Iglesia Unida de Cristo a adoptar como punto primordial por cuatro años el “evangelismo y aumento de miembros”.
El periódico St. Petersburg Times informa que otras prominentes confesiones estadounidenses, entre ellas la Iglesia Presbiteriana y la Iglesia Episcopal, han adoptado medidas parecidas. Sin embargo, una encuesta reciente de más de 200 congregaciones de la Iglesia Unida de Cristo reveló que muchos de sus 1.600.000 miembros apenas se interesan en hablar a otras personas acerca de su fe. Cierto miembro preguntó: “¿Por qué tenemos que hablar a otros si estamos haciendo el bien?”. Otro dijo: “Si uno vive según su fe, no tiene que hablar de ella”.
No obstante, en el libro American Mainline Religion (Religiones más conocidas de los Estados Unidos), el coautor Wade Clark Roof reconoció que “lo que la gente dice de su vida religiosa y espiritual se relaciona de lleno con la supervivencia de la fe misma”.
Si ‘hacer el bien’ y tener “fe” bastan para agradar a Dios, ¿por qué escribió el apóstol Pablo: “¡Ay de mí si no declarara las buenas nuevas!”? Él explicó a compañeros de creencia romanos: “Si declaras públicamente aquella ‘palabra en tu propia boca’, que Jesús es Señor, y en tu corazón ejerces fe en que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se presenta declaración pública para salvación”. (1 Corintios 9:16; Romanos 10:9, 10.)
Explotación de lo sexual
Más de la mitad de unos 1.100 relatos cómicos de diversas publicaciones japonesas, incluso publicaciones para niños, representaban actos sexuales, dijo el profesor Mamoru Fukutomi. En Tokio él hizo una encuesta de más de 390 revistas y otras publicaciones que obtuvo en el transcurso de un mes.
‘La mayoría de las representaciones del acto sexual —dice el profesor Fukutomi— presentan el modelo de hombres que coaccionan a mujeres [a tener relaciones sexuales con ellos], y las mujeres por fin reaccionan activamente.’ Casi el 80% de las 6.861 fotografías de las revistas populares analizadas “representaban a las mujeres como sensuales y provocativas”, informa el periódico The Daily Yomiuri. Mientras que en la mayoría de las fotos las mujeres aparecían “en ropa interior, traje de baño o desnudas”, y solo el 40% estaban vestidas, el 75% de los hombres de las fotos examinadas estaban vestidos.
¿Cómo afectará a los jóvenes esa explotación de lo sexual? El libro bíblico de Proverbios describe gráficamente a un joven “que carece de buen motivo” y se siente atraído a la casa de una prostituta. (Proverbios 7:7, nota de la Biblia con Referencias.) ¿Qué hay de la prostituta? “Ahora está fuera, ahora está en las plazas públicas, y cerca de todas las esquinas se pone al acecho. Y se ha asido de él.” (Proverbios 7:8-13.) En tiempos modernos, hasta la página impresa ‘está al acecho para asirse’ de los jóvenes. Con todo, la Biblia aconseja: “No se desvíe tu corazón a los caminos de ella. Ni, andando errante, entres en sus veredas”. (Proverbios 7:25.)
¿Quién es el “mejor” cristiano?
“Prescindiendo de lo que decida un cristiano: ser soldado o ser objetor de conciencia, haría mal en afirmar que posee un grado de cristianismo superior al del otro, o siquiera poner en duda que el otro sea cristiano porque apoye una postura diferente de la suya.”
Eso declaró el Concilio de la Iglesia Evangélica Luterana de Alemania en julio de 1989. ¿Por qué? Ejecutivos dijeron que fue para contrarrestar la postura que han adoptado algunos de la iglesia de que la objeción de conciencia es “[más] auténtica indicación” de ser cristiano que el servicio militar. Aunque el Concilio de aquella iglesia reconoció que los cristianos podrían eliminar la guerra por “abstenerse personalmente de la violencia”, sostuvo que eso también podría realizarse combatiendo la violencia con poder militar para asegurar la paz.
Edward Gibbon, en su libro History of Christianity (Historia del cristianismo), escribió que los cristianos del primer siglo “rehusaban toda participación activa en el ramo civil de la administración pública o en la defensa militar del imperio”, y que “era imposible que los cristianos, sin renunciar a un deber más sagrado, asumieran el carácter de soldados, de magistrados o de príncipes”.
Por lo tanto, la cuestión no es quién es el “mejor” cristiano, sino si el que sigue un derrotero contrario al del cristianismo primitivo es en verdad cristiano o no. Pablo escribió: “Porque aunque andamos en la carne, no guerreamos según lo que somos en la carne. Porque las armas de nuestro guerrear no son carnales”. (2 Corintios 10:3, 4.)