Una provisión amorosa para ayudarnos
1 En el primer siglo la congregación cristiana prosperó espiritualmente y creció rápidamente. ¿Por qué? La Biblia muestra que uno de los factores sobresalientes fue la provisión de que los superintendentes viajantes visitaran las congregaciones. Estas visitas ayudaron a las congregaciones a ‘hacerse firmes en la fe y aumentar en número.’—Hech. 15:22; 16:4, 5.
2 Hoy día la necesidad de tal ayuda no ha disminuido. Seguramente apreciamos que estamos en los últimos días prefigurados por los sucesos culminantes del primer siglo. Más que nunca antes necesitamos que se nos haga firmes en la fe y se nos anime a continuar haciendo declaración pública de nuestra esperanza. Además de la ayuda amorosa que están suministrando los ancianos locales, se envía a los superintendentes de circuito con el fin de que nos ayuden a ser firmes, tanto como congregación como individualmente. Pero, quizás usted pregunte: “¿Cómo puede ayudarme personalmente la visita del superintendente de circuito?”
CÓMO ÉL NOS AYUDA
3 El horario de actividad del superintendente de circuito con la congregación se planea teniendo presente los intereses espirituales de ustedes. Sus discursos basados en la Biblia quizás le ayuden a entender mejor las enseñanzas de ésta y a ver cómo puede aplicar sus principios en su vida cotidiana. Él se complace en pasar tiempo dándole estímulo bondadoso si ve que usted se siente deprimido. Quizás necesite consejo; con gusto le dará eso también, interesándose genuinamente en su bienestar y, sobre todo, en su relación con Jehová. Por palabra y ejemplo él se esforzará por ayudarlo a mostrar aprecio más cabal por sus bendiciones, privilegios y responsabilidades. Todos sus esfuerzos están dirigidos ‘a fin de que ustedes sigan andando de una manera digna de Dios.’—1 Tes. 2:11, 12.
4 Además, usted se beneficia indirectamente de muchas maneras de la ayuda que él da a los ancianos. La consideración provechosa de diversos asuntos de la congregación hace que esta reunión sea muy provechosa para los ancianos, y esto, a su vez, se difunde a los otros publicadores de maneras prácticas y amorosas. Él puede compartir mucha de la experiencia que ha obtenido al trabajar con otras congregaciones que tienen necesidades similares a las de ustedes.
5 El superintendente de circuito imita el ejemplo de Jesús de ‘predicar y declarar las buenas nuevas del reino de Dios’ diariamente durante su semana con la congregación. (Luc. 8:1) El acompañarlo a él (o su esposa, si está casado) en unas cuantas puertas pudiera darle algunas ideas nuevas, un modo de abordar diferente o una manera más eficaz de llevar el mensaje a los que no están dispuestos a escuchar. ¿Tiene usted un estudio bíblico? Él con gusto lo acompañará a su estudio y hasta lo conducirá si usted lo desea. Una semana de vigorosa actividad de esta índole pudiera serle muy remuneradora, como usted fácilmente se da cuenta. Seguramente debemos estar agradecidos por esta provisión que está diseñada para ayudarnos a hacernos más fuertes y firmes en la fe.