Enseñemos al conducir estudios bíblicos
1 Una de las experiencias más gozosas que podemos tener en nuestro ministerio es enseñar a otros a ser verdaderos cristianos, así como Jesús nos mandó que hiciéramos (Mat. 28:19, 20). ¿Está usted experimentando este gozo?
2 Aunque nos esforzamos por ser maestros en todo rasgo de nuestro ministerio, la actividad de conducir estudios bíblicos en los hogares nos ofrece la mayor oportunidad de enseñar. Así que, si usted no conduce un estudio bíblico con regularidad, haga de este asunto un objeto de oración y una meta hacia la cual trabajar. Por haber hecho esto, muchos han sido bendecidos con estudios bíblicos y así se les han presentado excelentes oportunidades para enseñar a otros a ser verdaderos cristianos.
¿PUEDE HACERLO USTED?
3 Se requiere tiempo y estudio diligente para que una persona llegue a convencerse del mensaje bíblico acerca del Reino de Dios (Mat. 10:11). Por eso tenemos el arreglo de conducir estudios bíblicos en los hogares. Este arreglo presenta un amplio programa de estudio que abarca muchos temas que se presentan en orden lógico en las publicaciones de la Sociedad. Mediante conducir con regularidad un estudio bíblico con la ayuda de una de nuestras publicaciones de estudio, la mayoría de nosotros podemos ayudar a estudiantes sinceros a adquirir conocimiento de Dios y de Cristo. (Juan 17:3; 1 Juan 5:20.)
4 Jesucristo fue un maestro sumamente hábil; por lo tanto, deberíamos aprender y emplear sus métodos. ¿Cómo enseñaba él? Planteaba preguntas que ayudaban a discernir (Mat. 17:24-26; Luc. 10:25-36). ¿Por qué hacía eso? Para ayudar a las personas a razonar y examinarse a la luz de las enseñanzas de él. Mediante hacer preguntas llegaba discretamente al corazón de las personas. Aquellas personas a quienes él enseñó tenían que mostrar si genuinamente deseaban ser seguidores de él o si los motivos de ellas eran insinceros. (Mat. 13:10-17; Mar. 8:34-38.)
5 Además, la enseñanza de Jesús incluía ilustraciones y lecciones prácticas, además de otros métodos eficaces que él empleó (Mat. 4:18, 19; Luc. 15:3-10; Juan 13:2-16). También, él presentaba los asuntos de manera sencilla, breve y clara. (Mateo, capítulos 5-7.) Podemos estar agradecidos de que las publicaciones de la Sociedad utilicen los mismos métodos de enseñar.
6 Prepárese bien para el estudio. Piense en las porciones que tal vez sean difíciles de entender para los estudiantes, puntos sobre los cuales probablemente planteen preguntas, y asuntos que sean especialmente interesantes y prácticos para su vida cotidiana.
CÓMO ENSEÑAR EN UN ESTUDIO
7 Un estudio bíblico ya establecido debe comenzarse con oración. El que se pida en oración la guía y la bendición de Jehová dará énfasis a la seriedad y dignidad del estudio, y también mostrará la sinceridad de usted como ministro de Dios. Quizás sea apropiado un repaso breve de la lección anterior que dirija al estudio actual.
8 Muchas de las ayudas bíblicas que usamos en el ministerio del campo tienen preguntas ya preparadas para cada párrafo. Este rasgo es una ayuda docente que se puede usar para ayudar a los estudiantes a expresarse en sus propias palabras. Cuando no se dé la respuesta correcta a la pregunta, quizás usted desee parafrasear la pregunta. Pero no convierta el estudio en un mero juego de adivinanzas. El aprender la verdad se basa en la razón y la lógica.
9 Por lo general, el período de estudio dura aproximadamente una hora. A menudo se puede cubrir un capítulo entero, pero esto depende de la capacidad de las personas con quienes conducimos el estudio. Anime a los estudiantes a prepararse de antemano y a contestar en sus propias palabras. Adhiérase a la Palabra de Dios en su enseñanza (Tito 1:9). La Palabra de Dios es la que ejerce poder y la que moverá a las personas a acción (Heb. 4:12). Por consiguiente, según lo permita el tiempo, busquen y lean los textos bíblicos claves.
UN PRIVILEGIO MARAVILLOSO
10 Es un privilegio maravilloso enseñar a otros la verdad acerca de Jehová Dios, Jesucristo y el Reino (1 Cor. 3:6-9). ¡El año pasado en este país se condujeron un promedio de 416.987 estudios bíblicos cada mes! ¿Está usted disfrutando de este maravilloso privilegio de servicio? Esperamos que Jehová Dios escuche nuestras oraciones y bendiga nuestros esfuerzos para ser maestros al conducir estudios bíblicos.