Se siega lo que se siembra

MUCHAS personas desaprueban el que los hippies tomen drogas, su conducta sexual relajada y el que rechacen la autoridad. Les parece que eso es exagerar las cosas.

Pero, ¿de dónde sacaron estas ideas los jóvenes? Bueno, ¿qué ejemplo han tenido? Recuerde que un principio bíblico dice: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará.”—Gál. 6:7.

Ahora bien, ¿quiénes sembraron primero falta de respeto a la autoridad? ¿Qué clase de respeto a la autoridad se edificó cuando las naciones descartaron tratados de paz y se pusieron a matarse atrozmente unas a las otras, incluso a matar mujeres y niños inocentes? ¿Qué ejemplo fue para los jóvenes el que sus mayores comenzaran guerras que solo en este siglo mataron e hirieron a 100 millones de personas?

¿Se edifica respeto a la autoridad cuando los jóvenes ven a las personas que están en puestos encumbrados mentir, defraudar y robar? ¿Respetarán los jóvenes preocupados e inteligentes a la autoridad que a menudo permite que los millonarios no paguen impuestos, pero que hace que la gente que vive en lo que se considera pobreza tenga que pagar impuestos?

¿Qué hay del respeto a la más elevada autoridad.... Dios? ¿Quiénes han llevado la delantera en restarle importancia a su supremacía y autoridad, a sus leyes y principios rectos? ¿Quiénes le han robado en décadas recientes a la juventud la creencia sólida en esta Autoridad Suprema? ¿Quiénes han promovido la teoría de la evolución que hace “innecesario” a Dios?

El ejemplo

Usted sabe que no son los jóvenes quienes ponen el ejemplo. Es la generación de los mayores la que lo pone. Lamentablemente, han puesto un ejemplo digno de lástima. Ellos mismos le han faltado al respeto a toda clase de autoridad. Líderes mundiales a menudo han pisoteado la ley internacional y han mostrado falta de respeto a los derechos de otros.

Educadores y hasta clérigos han promovido la teoría de la evolución, como, por supuesto, lo han hecho los científicos. Esta teoría hace “innecesario” a Dios. Por consiguiente, mina su autoridad. También, muchos clérigos han destruido la Biblia a la vista de los jóvenes. Le han restado importancia y han dicho que partes de ella son mito y leyenda. Si no se debe creer en partes de ella, entonces los jóvenes se preguntan por qué deberían creer en cualquier parte de ella. ¿Y por qué, razonan ellos, deberían adherirse al consejo de la Biblia de respetar la ley y la autoridad, tanto la del hombre como la de Dios?

Una vez que la generación mayor se lanzó por el camino de rechazar la ley y la autoridad, particularmente la de Dios, fue un asunto sencillo el que los jóvenes imitaran su ejemplo. Después de todo, si las personas mayores pueden rechazar a Dios, Su Palabra la Biblia y la ley internacional, entonces los jóvenes tienen poco estímulo para respetar a autoridades menores como los padres y los funcionarios.

Sí, la generación mayor ha sembrado falta de respeto a la autoridad. Ahora está segando... con interés, pues sus jóvenes están rechazando la autoridad de ellos.

Valores morales

Los hippies abogan por “libertad sexual.” Pero, ¿es ésta una idea nueva? ¿Quiénes desecharon primero las normas morales de la Biblia? Una muestra típica de la actitud de muchos adultos fue la de un “intelectual” tenido en muy alta estima que declaró: “Objetamos a la moralidad de la Biblia porque estorbaba nuestra libertad sexual.”

Muchas investigaciones han revelado que un elevado porcentaje de adultos, incluso padres y madres, participan en fornicación y adulterio. Moradores de suburbios se han entregado a diversas formas de “intercambio de esposas.”

¿No están reflejando los hippies de manera franca lo que de ese modo muchos adultos hacen, o apoyan, de manera más “sofisticada”? Los jóvenes alertos de hoy ciertamente no dejan de notar la vida sexual desenfrenada de adultos que se ponen un velo de decencia. A menudo la completa franqueza de expresión y conducta de los hippies es una expresión de su desdén a la hipocresía de los adultos.

También, el mundo de los adultos promueve las películas, los programas de televisión y las piezas teatrales que hacen héroes de actores y actrices que llevan vidas inmorales. ¿Está calculado eso para mejorar el respeto de los jóvenes a la moralidad? Y el contenido de muchos de estos programas... ¿no tiende a desmoralizar a sus espectadores jóvenes?

¿Qué hay de fumar marihuana? Bueno, ¿quiénes han promovido el fumar cigarrillos? Los adultos han introducido a empujones en la mente de los jóvenes durante toda su vida esto, por medio de películas, anuncios y por el ejemplo de los adultos. Y puesto que los adultos continúan fumando cigarrillos perjudiciales, los jóvenes creen que no hay mucha diferencia entre eso y el fumar marihuana.

También razonan que su uso de drogas no es muy diferente de que los adultos utilicen toda clase de píldoras para disminuir sus tensiones y dificultades. Considere, también, el hecho de que los adultos ingieren en exceso bebidas alcohólicas. El alcohol en demasía produce efectos muy parecidos a los que producen algunas drogas. De modo que si los adultos pueden “sentirse en las nubes,” dicen los jóvenes, ¿por qué no puede sentirse así su prole?

Los esfuerzos de muchos clérigos para llegar a ser más aceptables haciéndose “modernos,” al excusar o hasta recomendar la fornicación, el adulterio, la homosexualidad y el tomar drogas, resultan contraproducentes. Recientemente cuando a algunos jóvenes se les preguntó por qué ya no iban a la iglesia, uno contestó:

“Yo estaba en un grupo donde el ministro seguía hablándonos acerca de toda la gente que él conocía que fumaba marihuana. Los muchachos se reían a espaldas de él. Pensaban que era un hipócrita. Un ministro debe ser una persona que crea firmemente en la existencia de Dios y en las leyes morales que debemos seguir.”—Daily Star de Toronto, 8 de marzo de 1969.

Por consiguiente, hoy muchos jóvenes simplemente no respetan las religiones ortodoxas como lo hacían las generaciones anteriores. A los hippies les parece que los clérigos farisaicos que “dicen y no hacen” no practican la “regla áurea,” el hacer a otros como uno quiere que ellos le hagan a uno. (Mat. 23:3) Como le dijo un hippie a un entrevistador: “Un obispo es casi lo más alejado de Dios que yo puedo imaginarme que se pueda ser. No se veía a Jesús andando vestido de terciopelo mientras la gente se moría de hambre.”

No obstante, con todo este idealismo que se afirma tener, ¿están edificando los hippies una sociedad mejor para ellos mismos? ¿Tienen ellos las respuestas a los problemas que plagan a la humanidad? ¿Mejoran su felicidad?