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  • “Hippies” que hablan claro
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  • Materialismo, hipocresía
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“Hippies” que hablan claro

¿HAN hallado las respuestas los hippies? ¿Ha resultado ser su modo de vivir el camino a la felicidad? ¿Son sus tratos entre unos y otros genuinamente amorosos y edificantes? ¿Qué están segando de la vida que han sembrado?

A usted le interesará enterarse de lo que dicen personas que han sido hippies. Pueden hablar claro. Por supuesto, no todos han tenido las mismas experiencias. Sin embargo, las siguientes representan bien lo que muchos han dicho.

¿Hallando las respuestas?

Una joven de los Estados Unidos entró en el movimiento hippie con el mismo idealismo que otros. Quería respuestas. Escuche su experiencia según la relató a la revista ¡Despertad!:

“Lo que realmente estábamos haciendo todos al principio era tratar de hallar las respuestas a los problemas abrumadores de la vida. En esta búsqueda llegué a envolverme con las drogas y con la adoración del sexo. Más tarde llegué hasta a estar más envuelta con lo oculto, el misticismo y el demonismo.

“Sin embargo, con todo esto, nada tenía significado. Por medio de mi llamado ‘guru’ me envolví más en lo místico y oculto y en tomar drogas. Sin embargo, descubrí que todo se me estaba haciendo más difícil de aceptar. Empecé a sentir una depresión tan grande que más de una vez tuve que dominar el impulso de saltar desde un puente.

“Muchos de mis amigos eran ahora adictos a la heroína y alcohólicos. Uno usó una aguja sucia cuando se inyectó una droga y le sobrevino gangrena, con envenenamiento de la sangre. Casi murió. Otro finalmente consiguió un revólver y se mató. Simplemente no pudo enfrentarse a todo, en particular a las fuerzas del espiritismo que funcionaban en nosotros.

“Esto realmente me sacudió. Creía que no podía aguantar más esta vida, ya que definidamente no estaba suministrándome las respuestas que yo buscaba. Me habían ‘colmado el plato’ estos llamados ‘santos.’”

No, ella no encontró las respuestas que buscaba. Tampoco el modo de vivir de los hippies resultó en una vida mejor para ella. No le trajo ni felicidad ni esperanza para el futuro.

Materialismo, hipocresía

Un joven de California que fue hippie por años también esperaba las respuestas y un modo de vivir mejor. Estaba ‘harto’ del materialismo y la hipocresía de la sociedad. Dice él:

“Seguro que probé las drogas... todas las que se venden. Me dejé crecer el pelo hasta la mitad de la espalda. Llevaba aretes de oro, barba... todo.

“Había tan poco interés en los jóvenes por parte de otros. Hoy los muchachos están hartos del sistema. Es por eso que toman drogas... es un escape. Ven que alrededor de ellos la gente arruina la tierra y el agua contaminándolas sin importarles hacerlo. Protestan contra la hipocresía del mundo de hoy.”

No obstante, después de más de cinco años de vivir como hippie, ¿qué observó entre sus filas? Dice:

“El hippie es tan hipócrita como la gente a la que critica. El materialismo es tan malo en el movimiento hippie como en cualquier otra parte. El hippie habla acerca de amor, pero no en el sentido bíblico, ni lo practica en ese sentido. En su mayor parte es sexo... de hecho, adoración del sexo. Realmente no se preocupan por los demás.”

Un diccionario define el materialismo como “la doctrina de que el interés propio es y debe ser la primera ley de la vida.” De modo que es materialista, o egoísta, el pensar principalmente en los propios deseos de uno.

¿Piensan los hippies principalmente en sus propios deseos? Bueno, ¿no dejan la responsabilidad a los padres y a otros, sin importar el efecto que esto tenga? ¿No rompen egoístamente y a menudo el corazón de sus padres que, a pesar de todas sus faltas, por lo general han trabajado duro para criar a sus hijos? ¿No se entregan egoístamente los hippies a satisfacer todo antojo pasional? Y en ningún aspecto es más patente este egoísmo que en su deseo de drogas.

¿De las drogas a dónde?

Muchos hippies tienen el problema continuo de tratar de obtener suficientes drogas. Las drogas son costosas. Se necesita dinero para comprarlas.

Para obtener drogas, algunos hippies recurren a mendigar por las calles. Otros admiten que hurtan para conseguir el dinero. Algunos han logrado que las mujeres con las cuales viven participen en actos de prostitución para obtener el dinero. ¿Qué es el frenesí de adquirir drogas, sino materialismo craso?

El fumar marihuana solo es el primer paso. Muy a menudo esto lleva a usar drogas más fuertes. ¿A qué conduce esto? ¿A hallar respuestas? ¿A edificar ánimo? ¿A felicidad? ¿A un modo de vivir mejorado? Un escritor que se hizo pasar por hippie y vivió con ellos escribió acerca de su experiencia en la revista Look. Lo que describió es semejante a lo que muchos hippies y ex-hippies admiten que es la verdad. Él dijo esto acerca del “pad” (habitación de hippies) donde vivió:

“La casa de Rick y Kathy era una fortaleza de drogas sucia, llena de basura y atestada que apestaba mucho más y era menos higiénica que una cloaca, puesto que había gente tratando de vivir en ella. A lo largo del pasillo, cuando caminamos por él, había por lo menos media docena de hippies que se hallaban en diversas etapas de estupor causado por las drogas. Y en los dormitorios oscurecidos había varones y hembras de rostro inexpresivo sentados en el piso estupefactos mientras salía música de “rock” a todo volumen de los radios y centenares de moscas daban vueltas y más vueltas a través de capas de fragante humo de marihuana....

“[Un hippie] estaba tan narcotizado cuando llegó que hablaba con una voz quejosa, de falsete medroso... no obstante, sin importar qué droga hubiese estado usando, todavía no le bastaba. Alrededor de las cinco de la mañana, desperté brevemente y alcancé a verlo... inyectándose agua azucarada en las venas del cuello, puesto que se le habían acabado las drogas verdaderas así como los lugares disponibles donde introducir la aguja. Cada vez que se inyectaba, gemía: ‘Uuuuu, uuuuu, esto es lo mío... esto es lo mío,’ y se trastornaba rodando por el piso, golpeándose y aleteando y ululando como una lechuza.”

Los hippies critican correctamente a los de la sociedad que hacen del dinero su dios, que siguen tras cosas materialistas. Pero el frenético entregarse a las drogas por muchos hippies es tan materialista como aquello, quizás aun más. ¿Y los resultados?

Un médico del Hospital General de San Francisco calculó que el hospital admitía semanalmente de quince a veinte pacientes trastornados por las drogas. Declaró: “Los que las usan llegan aquí privados de sueño, desnutridos y a menudo con enfermedades causadas por las agujas. . . . Muchos que las usan desarrollan enfermedades de las vías respiratorias debido a la desnutrición.” Un fiscal de California reveló: “Cada 60 horas alguien del distrito de Haight-Ashbury muere trágicamente debido a las drogas.”

Aun los que se escapan de consecuencias trágicas inmediatas todavía tienen que enfrentarse a los posibles efectos tardíos del tomar drogas. Uno de estos efectos de la LSD ha sido descrito como “rompimiento de cromosomas” en las células del cuerpo. Puede suceder, se informa, “después de usarla solo una o dos veces. . . . Tal rompimiento, según muestran experimentos que se han hecho, podría hacer que los hijos que después tuvieran los usadores les nacieran anormales o retardados o con ambos defectos.”

¿Amor al prójimo?

El amor al prójimo ocupa un lugar elevado en la filosofía de los hippies. Pero, ¿qué sucede en la práctica misma? ¿Es verdaderamente amor a una persona el suministrarle drogas, como hacen los hippies unos para otros? ¿Cuántas mentes se quebrantan y trastornan debido a las drogas? ¿Cuántos cuerpos se despedazan y se consumen? Los hippies promueven el uso de la metedrina, la LSD, el peyote, la heroína y otras drogas. Pero vuelven las espaldas impotentes o con falta de interés cuando la mente de un compañero hippie comienza a convertirse en jalea por tomarlas.

También, ¿qué clase de “amor” es la “libertad sexual”? Una muchacha de dieciséis años explicó que a ella no le importaba entregarse a diferentes hombres, diciendo: “Es una cosa bastante común.” Pero, ¿cuáles son los derivados de esta vida de promiscuidad sexual? Además de celos, amargura y odios que se despiertan entre ellos mismos, viene la desastrosa propagación de las enfermedades venéreas. Sujetos egoístas, sin escrúpulos, se deslizan entre los hippies buscando “libertad sexual.” Dejan un rastro de personas infectadas.

Poniendo de manifiesto su grave falta de conocimiento de los peligros verdaderos de las enfermedades venéreas, una hippie cándidamente le dijo a un reportero: “Sucede. Ese es el riesgo que uno corre con el amor libre. De modo que uno va a una clínica y se libra de ello.” Muchos, para pesar suyo, están descubriendo ahora que no es tan fácil una curación permanente.

El embajador norteamericano en Afganistán, Robert Neumann, dijo de los hippies de Kabul: “Se están destruyendo en Afganistán. Hay suicidio, horrible condición en cuanto a saneamiento y enfermedades. Viven en cuchitriles.” ¿Le parece a usted que esto es producto del genuino amor al prójimo?

Dicho claramente

Algunas personas quizás se sientan atraídas al movimiento de los hippies en una sincera búsqueda de felicidad, de respuestas a los problemas de la vida, de libertad. Pero la realidad demuestra que lo que están hallando está lejos de eso. Su búsqueda ha conducido a mucha infelicidad, a ninguna respuesta y hasta a esclavitud... a las drogas, a sus propias pasiones y al ‘Establecimiento’ hippie.

Dijo un reportero del distrito de Haight-Ashbury: “Algunos de los hippies que vagan se ven más agobiados, más preocupados y menos felices que los corredores de bolsa de la calle Montgomery que según se afirma ellos escarnecen.” Otro dijo: “El distrito de Haight-Ashbury, en otro tiempo la ciudadela del amor, . . . ahora es un pueblo fantasma, una ciudad de temor, de violación, asesinato, asalto y robo.”

En consecuencia, hablando claro, un reportero dijo: “Pocos hallaron lo que vinieron a buscar . . . en cambio la mayor parte de ellos encontró un paraíso perdido, lleno de drogas, suciedad y gritos de miseria.”

Nadie puede culpar a las personas por desear un mejor sistema de cosas, puesto que el actual se encuentra en una condición horrible. Pero, ¿es la respuesta una manera de vivir que no mejora los asuntos, y que a menudo los empeora? Las experiencias de los que han sido hippies y que hablan claro muestran que la respuesta tiene que ser: No.

Pero entonces, ¿cuál es la respuesta para los problemas de la vida? ¿Regirá siempre este corrompido sistema de cosas de la manera que rige ahora de modo que los jóvenes tengan pocas esperanzas para el futuro? ¿Exactamente adónde puede dirigirse una persona honrada y sincera para obtener felicidad genuina ahora y una esperanza sólida para el futuro?

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