BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g74 22/6 págs. 17-19
  • Cuando la energía eléctrica falla

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Cuando la energía eléctrica falla
  • ¡Despertad! 1974
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • Anteriores fallas de energía
  • Un apagón casero
  • Tratando con apagones parciales y totales
  • ¿Qué sucede cuando hay un apagón?
    ¡Despertad! 1977
  • La crisis de energía... la demanda aventaja al suministro
    ¡Despertad! 1972
  • Tenga cuidado con la electricidad
    ¡Despertad! 1973
  • De dónde sacamos nuestra energía
    ¡Despertad! 1972
Ver más
¡Despertad! 1974
g74 22/6 págs. 17-19

Cuando la energía eléctrica falla

“¡LA ESCASEZ de energía eléctrica se apodera del país!” Esos titulares se hacen cada vez más probables a medida que se agudiza la crisis de la energía. Lo que una falla prolongada de energía significaría para ciudades grandes como Nueva York, Londres, París, Roma y Tokio es terrible siquiera de imaginar. Sin embargo la perspectiva de fallas de energía eléctrica a diario se convierten en una probabilidad cada vez más verdadera.

Lo que verdaderamente significa para las comunidades el estar sin energía eléctrica por solo unos pocos días, lo relató el Times de Nueva York del 19 de diciembre de 1973, bajo el encabezamiento “Muchos en la zona de los tres estados carecen de calefacción, luz y teléfonos.” Esto fue ocasionado por una tormenta de nieve y lluvia congelada en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut.

La lluvia congelada hizo estragos en miles de árboles y líneas de alto voltaje. Como resultado, 450.000 hogares quedaron sin electricidad, algunos por corto tiempo otros por días. El informe del Times dijo que después de dos días todavía había 70.000 hogares sin electricidad y 3.000 hogares sin teléfonos. En una “zona de desastre” de Connecticut no se veía luz en ninguna parte. Las familias con hogares de chimenea abrieron sus casas para los vecinos sin calefacción, usaron velas para la iluminación, e hirvieron agua y cocinaron los alimentos con la madera recogida de los desperdicios de la tormenta. Las comunidades transformaron las casas de ayuntamiento, cuarteles de bomberos y las iglesias en centros de refugio.

Anteriores fallas de energía

El 9 de noviembre de 1965, la gente que vivía en el nordeste de los Estados Unidos y en el colindante Canadá tuvo otra pequeña prueba de lo que puede significar una total falla de energía eléctrica. En esa ocasión se quedaron sin energía varias ciudades de una hora y media hasta trece horas y media. Ese notable apagón abarcó unos 200.000 kilómetros cuadrados y se extendió desde Búfalo en el oeste hasta el cabo Cod en el este, y desde tan al sur como la ciudad de Nueva York hasta tan al norte como 560 kilómetros más allá de Toronto, Canadá. Unos treinta millones de personas fueron afectadas.

Por supuesto, donde más se sintió fue donde los edificios eran más altos y la población estaba más concentrada. Las personas quedaron aisladas por horas en ascensores y vagones de trenes subterráneos atascados, en estaciones de ferrocarriles y aeropuertos. Los que rara vez usaban escaleras de súbito se hallaron bajando unos cuarenta pisos con la ayuda de la luz de fósforos o velas. En muchos lugares no había agua potable ni agua para limpiar los inodoros. Las calles así como las casas, los edificios de oficina y otros lugares de comercio estaban a oscuras.

También, en el verano de 1972 los Estados Unidos sufrieron una grave escasez de energía eléctrica, debido al calor y a una demanda de electricidad sin precedentes para hacer funcionar acondicionadores de aire. Varios sectores en la parte oriental del país sufrieron fallas de energía, algunas de las cuales llegaron a ser bastante costosas debido a que se echaron a perder los alimentos en las carnicerías, las tiendas de comestibles y los hogares privados.

Un apagón casero

Por supuesto, la clase de apagón más común en el hogar es cuando se quema un fusible o un cortacircuitos es disparado. Por lo general cada dueño de casa sabe dónde se hallan éstos. Pero la gente que vive en apartamentos o en casas de huéspedes quizás hallen que éstos están ubicados en algún lugar fuera de su propio apartamento o habitación.

Donde se usan cortacircuitos, todo lo que hay que hacer es volver a colocar en su lugar el cortacircuitos. En cuanto a un fusible quemado, también, es fácil de detectar, porque su mirilla está oscurecida o nublada, o uno puede ver elementos rotos o fundidos a través de su mirilla.

Siempre debería haber a mano fusibles extras y se debe ejercer cuidado de tener fusibles con el límite de resistencia correcto; por lo general para los hogares en los Estados Unidos éste es de quince o veinte amperes. Como precaución, es importante apagar el artefacto que hizo que se quemara el fusible o, de otro modo, reducir la carga antes de reemplazar el fusible para evitar dificultades. Por razones de precaución, use solo una mano al reemplazar los fusibles, y si el piso está húmedo, asegúrese de pararse sobre una madera seca.

Si sus fusibles se queman repetidamente, usted quizás pueda resolver el problema usando más salidas y así distribuir sus artefactos sobre más circuitos. Si eso no soluciona el problema, quizás la instalación de su hogar necesite una mejora. Por supuesto, el problema puede ser una instalación defectuosa en un artefacto o en el portalámparas. Para verificar esa posibilidad, apague todos los artefactos y lámparas. Entonces proceda a encender uno a la vez hasta descubrir el culpable.

Tratando con apagones parciales y totales

Una falla de energía puede ser un apagamiento parcial o total. Un apagamiento parcial es la condición que se produce cuando la compañía generadora reduce la energía de modo que las luces no brillan tanto como de costumbre; este es un modo que tienen las compañías de electricidad de ahorrar energía. Si solo la reducen de 3 a 5 por ciento uno no lo notará, pero cuando la reducen 8 por ciento o más muy probablemente lo notará. Una reducción de esa clase no daña las lámparas ni artefactos de cocinar, como tostadoras, sartenes eléctricos para freír u hornos. Pero donde hay motores, como en el caso de refrigeradores y acondicionadores de aire, una merma notable de energía puede producir recalentamiento, arruinando el motor. Así es que en un apagón parcial, vigile sus motores, y si se comienzan a recalentar, apáguelos, por lo menos temporalmente.

Como lo muestran los hechos, una falla de energía total puede ocurrir casi en cualquier tiempo, si no es debido a escasez de combustible, entonces debido a tormentas o accidentes que derriban las líneas de alto voltaje. Si esto ocurre, ¿qué debe hacer uno? Primero, y lo más importante: No deje que el pánico se apodere de usted. Mantenga la calma. Muchos neoyorquinos hicieron esto muy bien durante el apagón de 1965, mostrando un buen sentido del humor y tomando las cosas con ecuanimidad. Eso, junto con circunstancias afortunadas, evitaron lo que de otro modo pudiera haber sido un gran desastre.

La preparación de antemano es útil para hacer frente a problemas como éste. Por ejemplo, puede que desee tener en su hogar fósforos de seguridad y velas muy resistentes, así como linternas con pilas nuevas. Algunas personas también tienen una radio de las que funcionan a pilas para así poder saber por las noticias que se difunden la causa del apagón y su posible duración.

La preparación para una falla de energía eléctrica incluye estar mentalmente consciente de lo que ésta puede significar. No solo que uno no podrá usar sus artefactos eléctricos, sino que su teléfono puede estar inactivo, sus termostatos y caldera no funcionarán, si ésta es de las que queman petróleo. Si vive en un edificio de apartamentos elevados, pronto se quedará sin agua, y no podrá limpiar el inodoro. Así es que tan pronto como falle la energía, propóngase obtener una provisión de agua para beber en ollas y palanganas. Si el agua resulta estar contaminada, entonces hiérvala, si puede, o desinféctela con cloro usando algún compuesto como halazone.

Otra cosa en la que hay que pensar es el alimento, especialmente si el apagón dura más de unas pocas horas. Para tal emergencia de corta duración una provisión modesta de algunos alimentos que no requieran cocción o calentamiento, como los cereales secos, las nueces, las frutas secas, la leche en lata o en polvo, pueden resultar útiles. Se puede obtener calor envasado, y algunas personas tienen unas pocas latas a mano para un caso de emergencia.

Por lo general los alimentos que pueden pasarse se mantendrán en una refrigeradora de treinta y seis a cuarenta y ocho horas, pero todo eso depende de cuán fresco era el alimento cuando se acabó la energía. En cuanto a las carnes congeladas, se nos asegura que éstas pueden volverse a congelar si no quedaron descongeladas por demasiado tiempo. Pero cuando al fin las use, sería bueno examinarlas cuidadosamente para asegurarse de que todavía son comestibles. Con respecto a todos los alimentos de esta clase, aplique la regla: ¡Si en duda, arrójelo!

Por supuesto, los ascensores no funcionan sin electricidad. Si queda atrapado en un ascensor cuando se apaga la energía, no deje que el pánico se apodere de usted. Los ascensores tienen dispositivos de seguridad para impedir que caigan en caso de fallas de energía. También tienen respiraderos que se pueden abrir para ventilación. Es cierto, quizás suba la temperatura, haciéndolo sentir incómodo, pero no es necesario que tema; no se sofocará.

Tendrá que ser cuidadoso en cuanto a usar su automóvil. Si lo tiene estacionado en un garaje elevado, olvídese de él hasta que vuelva la energía. Si lo puede usar, recuerde que las luces de tránsito no funcionan. Además, es muy probable que tampoco funcionen las bombas de las estaciones de gasolina, así es que asegúrese de que su provisión lo lleve a su destino.

Dependiendo de la estación del año, quizás lo mejor sea sencillamente ir a la cama para mantenerse abrigado y conservar su propia energía por medio de conseguir todo el descanso que uno pueda, especialmente si el alimento escasea. Por supuesto, si un desastre de grandes proporciones ha azotado su zona y se evacua su apartamento o ciudad, entonces no demore en huir con el resto de la gente.

Una palabra de precaución. En estos tiempos críticos ha habido un elevado incremento en el crimen. Así es que no corra riesgos. Si ocurre un apagón manténgase alejado de las calles oscuras. Como dice la Biblia, la gente que hace cosas malas ama la oscuridad.—Juan 3:19-21.

En resumen, si falla la energía, no deje que el pánico se apodere de usted, mantenga su juicio, conserve la calma, sea precavido, ingenioso, sacando el mejor partido de las circunstancias.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir