¿Cuánto se interesa usted?
¿SE INTERESA usted realmente en la vida? ¿Está usted interesado en vivir en paz con su familia y sus vecinos, libre de temor? ¿Aprecia usted qué gran bendición puede ser una buena salud? ¿Goza usted de las bellezas naturales que se encuentran en la Tierra, sus pájaros y animales?
Su interés por estas cosas indica cualidades semejantes a Dios. Porque Dios hizo al hombre a “su imagen,” y Su Palabra muestra que Él mismo tiene en mucho la vida, la paz y la libertad. Creó al hombre de modo que reconociera y apreciara la belleza, tal como Él lo hace.—Gén. 1:27; Ecl. 3:11.
La pregunta es: “¿Cuánto se interesa usted? ¿Y, cómo puede mostrar la sinceridad de su interés?
Hoy algunas personas critican a Dios de carencia de interés por la humanidad. Sin embargo, ellas mismas tratan la vida como si tuviera poco valor. La usan mal, a sabiendas, y, en realidad, envenenan lentamente su cuerpo, ya sea con tabaco u otras drogas; se buscan enfermedades permitiéndose excesos en las comidas, en el beber, en el sexo; corren riesgos innecesarios por emoción o por amor al exceso de velocidad, o solo por impaciencia; y al mismo tiempo ponen en peligro la vida o la salud de otros.
Indudablemente, para muchos esto sencillamente se debe a que no tienen verdaderas esperanzas, verdaderas metas en la vida para hacerla genuinamente digna de vivir. Dicen, como los antiguos griegos de Corinto: “Comamos y bebamos, porque mañana hemos de morir.”—1 Cor. 15:32.
Pero si realmente nos interesa la vida y la apreciamos, estaremos dispuestos a investigar la esperanza de vida que la Biblia nos ofrece. No diremos que estamos “demasiado ocupados” o que no tenemos tiempo para hacer el esfuerzo necesario para averiguar el verdadero contenido de esa Palabra. Reconoceremos, también, las señales “de peligro” que ahora se ven por toda la Tierra y que están cumpliendo profecías bíblicas que señalan a nuestra generación como la generación en que terminará un viejo orden de sufrimiento y corrupción y será reemplazado por un justo nuevo orden. (Mat. 24:3, 7, 8, 21, 22, 34; Luc. 21:25-33) No tomaremos a la ligera el consejo de Jesús que se encuentra en Lucas 21:34-36:
“Mas presten atención a ustedes mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso y por las inquietudes de la vida, y de repente esté aquel día sobre ustedes instantáneamente como un lazo. Porque vendrá sobre todos los que moran sobre la haz de toda la tierra. Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre.”
Sincero interés por otros
¿Cuánto se interesa usted por otras personas? ¿Cuán vivamente siente los sufrimientos de ellas y se apena por la opresión o las injusticias que soportan?
Algunos culpan a Dios de ser insensible y desinteresarse en los sufrimientos de las personas, y sin embargo su propia vida diaria a menudo muestra que son egocéntricos y que se interesan solamente en su propia familia o por su propia raza. En su negocio o empleo quizás sigan al mundo en su modo general de tratar de “destrucción mutua,” empleando prácticas “astutas” a expensas de otros, tergiversando, falsificando. Muchos son nacionalistas o tienen muchos prejuicios contra la gente de un color de piel o idioma diferentes. Todo esto es totalmente contrario a la personalidad y caminos de Dios, como se muestra en su Palabra, la Biblia.
Quizás alguien diga: “¿Qué importa realmente cuánto me intereso? ¿Qué puedo hacer acerca de ello?” Cierto, uno no puede alimentar ni vestir a los hambrientos y pobres del mundo, no puede abolir el crimen, terminar con la enfermedad, detener la contaminación o traer paz mundial duradera.
Pero uno sí puede mostrar que no concuerda con el punto de vista egoísta de la vida que es responsable por tanto sufrimiento humano y mostrar que reconoce el fracaso de la gobernación humana independiente de Dios. Se puede poner firmemente del lado de Dios, quien es completamente capaz de remediar todas estas cosas y promete “causar la ruina de los que están arruinando la tierra,” haciendo esto por causa de su propio nombre y en beneficio de todas las personas de corazón justo. Entonces, verdaderamente, los mansos o los de genio apacible “heredarán la tierra” y podrán gozar de ella libres de la opresión.—Rev. 11:18; Mat. 5:5.
Dios ya ha demostrado en pequeña escala que puede traer salud y vida a las personas que sufren. Mostró esto por medio de su Hijo Jesucristo, el Mesías, que sanó a personas de enfermedades de todas clases y hasta levantó a personas de la muerte.—Mat. 8:13; Luc. 6:18; Juan 11:38-44.
La Biblia dice del Hijo de Dios: “Al ver las muchedumbres se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor.” (Mat. 9:36) ¿Qué hizo él a favor de ellas? El relato paralelo de Marcos 6:34 dice: “Y comenzó a enseñarles muchas cosas.” Les enseñó acerca del Reino, el gobierno que Dios usará para llevar a cabo su voluntad en la Tierra; edificó la fe de ellos y la confianza en el interés de Dios por ellos. (Mat. 6:9, 10, 25-33) Hoy nosotros podemos ayudar a otros de manera similar. No hay una fuente de alivio mayor o más perdurable.
Por medio de llegar a un mejor conocimiento de la Biblia uno puede equiparse para satisfacer las necesidades más vitales de su familia. El aplicar los principios bíblicos puede contribuir mucho a la paz y felicidad de la familia, protegerla de ser constantemente dividida por las influencias separativas que hoy están en aumento. Estos mismos principios pueden ayudarlo a vivir de un modo más pacífico con sus vecinos, aun en estos tiempos turbulentos. (Heb. 12:14) El saber por qué las condiciones están como están y el saber lo que depara el futuro le puede dar a uno la paciencia, aguante e indulgencia que producen relaciones pacíficas y agradables con otros.
Lo más importante, un conocimiento del propósito de Dios para esta Tierra y la humanidad en ella le ayudarán a desarrollar un amor genuino por Dios. Al llegar a apreciar sus cualidades, uno puede desarrollar la fe, no solo de que él existe, sino que “viene a ser remunerador de los que le buscan encarecidamente.” (Heb. 11:6) Entonces uno puede ponerse en posición de estar entre los que se aprovechan de las provisiones que Dios le habló a Abrahán, diciendo: “Por medio de tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra.” (Gén. 22:18) El que reciba o no esa bendición depende de usted.
Los testigos de Jehová se ponen a su servicio para ayudarlo a hallar las respuestas a sus preguntas con respecto al contenido de la Palabra de Dios la Biblia. Alegre y libremente le darán de su tiempo para ayudarlo a enterarse de las provisiones de Dios para la vida en su nuevo orden de paz y vida. Más bien que seguir un derrotero independiente o depender de la sabiduría de los líderes humanos imperfectos de este mundo, siga el consejo del inspirado apóstol, quien nos insta: “Humíllense, por lo tanto, bajo la poderosa mano de Dios, . . . a la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes.”—1 Ped. 5:6, 7.
[Ilustración de la página 24]
¿Cuántas personas que se quejan acerca de una falta de interés de parte de Dios se interesan sinceramente por otras? Muchos practican la falta de honradez y muestran una actitud egoísta
[Ilustración de la página 25]
La promesa del justo nuevo orden de Dios nos permite hallar gozo en el vivir ahora y nos proporciona una maravillosa esperanza para el futuro
[Ilustraciones de la página 23]
Algunas personas envenenan lentamente su cuerpo con tabaco u otras drogas; algunos corren riesgos innecesarios. Aunque ellos mismos muestran una falta de interés por la preciosidad de la vida humana, critican a Dios.