Vegetación versátil
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Zambia
MUCHAS personas admiran la belleza de la vegetación. Hasta cierto poeta dudó que hubiera “un poema tan hermoso como un árbol.” Por otra parte, a algunas personas les emociona ver a un gigante del bosque caer a tierra para ser llevado al aserradero o ser convertido en materia prima para el fabricante de papel.
En algún punto entre esos extremos se encuentra el punto de vista de la vegetación que tienen los que viven de la tierra. Quizás vivan en las selvas del valle del Amazonas, en las zonas habitables de las montañas del Asia, o en las aldeas de la maleza africana.
Estas personas aprecian profundamente la versatilidad de la vida vegetal y de los árboles. Mientras que los habitantes de los países “adelantados” a menudo van a las farmacias en busca de preparados para combatir los síntomas de las enfermedades, los individuos que viven de la tierra a menudo hallan a su alrededor remedios que crecen en su forma natural y producen efectos similares.
“¿Qué le pasa a mi pobre bebito esta mañana?” pregunta una madre zambiana mientras menea ligeramente al niño que lleva sobre la espalda. “Me parece que sus dientes le están molestando de nuevo.” Envía a uno de los niños mayores a obtener la corteza del árbol muSompa (Brachystegia floribunda, según los botánicos). Tan rápidamente como usted pudiera reconocer la etiqueta de una botella de aspirina, el jovencito reconoce el árbol correcto con su corteza de un color pardo oscuro, cuarteada y escamosa. El niño se apresura a casa con una mano llena de escamas de la corteza, y observa con interés mientras su madre hace con ella una mezcla para calmar las encías del lloroso infante.
Algo común entre las familias que viven en condiciones primitivas es la diarrea de los infantes. A este respecto también muchos han llegado a apreciar la vegetación versátil. Un pequeño árbol de fruto parecido al albaricoque ha demostrado ser útil para tratar esta dolencia. La corteza y raíces de este árbol, conocido por ciertas tribus de Zambia como muBangalume, contienen un agente para limpiar los intestinos.
Hay muchas dolencias y también son muchas las plantas medicinales que se usan para tratarlas. Por ejemplo, ciertas raíces trituradas alivian el dolor de muelas y el dolor de oído. Las cortadas y las llagas responden favorablemente a una preparación hecha de la corteza de un árbol que los lozis conocen como mWangula y los tongas de Zambia como muKamba. Provechoso también es el árbol baobab, común en África tropical. Produce crémor tártaro y pectina, y la pulpa de su fruta seca tiene la más alta concentración de vitamina C conocida. Disuelta en agua, esta pulpa es una bebida refrescante.
¿Sería prudente que alguien sin experiencia experimentara con las plantas a fin de tratar las enfermedades? ¡Cuidado! Hasta las plantas que tienen propiedades medicinales pueden ser perjudiciales si se toma una dosis incorrecta de ellas. La corteza del árbol muBangalume que se mencionó antes es un ejemplo de esto. Aunque en dosis pequeña esta corteza corrige la diarrea de los infantes, se dice que una sobre dosis puede causar inflamación de los riñones y puede producir la muerte.
Algunas plantas son mortíferas, aunque quizás tengan nombres inocentes. Por ejemplo, cierto arbusto que en el África occidental se conoce como “pastel de cerezas” tiene una sustancia alcaloide parecida a la quinina en sus hojas. Ésta puede hacer que los animales sean sensitivos a la luz ultravioleta, producir dermatitis y hemorragia intestinal. Pocos asociarían el peligro con las habas. No obstante, las semillas y hojas de ciertas habas (no el grano en sí mismo) contienen elementos que pueden matar a un animal en el lapso de una hora después de entrar en el estómago. También son peligrosas las semillas del guisante de olor silvestre. Se ha sabido de niños que las han comido y han muerto después de síntomas de vómitos, diarrea y movimientos espasmódicos de las extremidades.
El arbusto que los botánicos conocen como Caparis tormentosa es raro. Su fruto, que los monos y aves comen vorazmente, es venenoso a los seres humanos. Otra planta venenosa es muWa, que tiene flores con pétalos de color púrpura. Y nuestra lista no estaría completa si no nos refiriéramos a lo que aquí se conoce como fwaka. Esta es la planta del tabaco que se cultiva extensamente por toda el África central. La hoja contiene nicotina, un alcaloide líquido sumamente venenoso que produce la muerte por parálisis del sistema respiratorio. La reacción a la nicotina es extremadamente rápida cuando se le toma en su estado crudo.
Sin embargo, los venenos naturales también pueden servir un propósito provechoso. En Zambia la bulbosa Scilla hyacinthina, de poca estatura y con hojas de manchas de color púrpura y flores de color púrpura verdoso, se usa como veneno para ratas. La corteza y las vainas de la jeringuilla silvestre, las semillas del melón silvestre y la corteza y la savia roja del árbol muKwa sirven para embotar a los peces a fin de poderlos pescar con facilidad. Sin embargo, antes de comerlos, es preciso hervir los peces que se pescan así.
Ciertamente hay muchas variedades de vegetación y se les puede usar de numerosas maneras. El meditar sobre este hecho nos hace exclamar con el salmista: “¡Cuántas son tus obras, oh Jehová! Con sabiduría las has hecho todas. La tierra está llena de tus producciones.”—Sal. 104:24.