¿Por qué nacen deformes algunos bebés?
DESPUÉS que la madre dio a luz, se le dijo que su hijo tenía un defecto congénito y pronto quedaría totalmente ciego. La madre informó: ‘La conmoción hizo que comenzara a poner en duda la justicia de Dios. ¿Por qué tenía que sufrir un niñito indefenso? Yo había cuidado de mi salud antes y después del embarazo. ¿Por qué me había pasado esto?’ Se calcula que, por toda la Tierra, de cada veinte bebés, uno nace con alguna deformidad. Muchos padres angustiados se preguntan ...
¿Es Dios responsable de ello?
¡De ninguna manera! Aunque muchos creen que tales tragedias son “la voluntad de Dios,” o que él está castigando a los padres por algún pecado del pasado, la Biblia, la Palabra de Dios, muestra que no es así.
Por ejemplo, los discípulos de Jesús preguntaron por qué cierto hombre había nacido ciego. Preguntaron a Jesús: “¿Quién pecó, este hombre o sus padres, para que naciera ciego?” Jesús entonces mostró claramente que los defectos congénitos no son castigo de Dios, pues dijo: “Ni este hombre pecó ni sus padres.”—Juan 9:1-3.
¿Qué los causa?
Hay una variedad de causas para los defectos congénitos. A veces ocurren debido a un desorden en los cromosomas o genes microscópicos del bebé. Dicho defecto puede haberse heredado de los padres o no. Sin embargo, Textbook of Medicine declara: “En la mayoría de los casos de malformaciones no se puede identificar un factor principal, y se puede suponer que éstas se deben a la interacción complicada de influencias genéticas y ambientales, o a raras combinaciones genéticas especiales.”
Se cree que entre los factores que desempeñan un papel en causar defectos congénitos están los siguientes: enfermedad de la madre o exposición de ésta a ciertas enfermedades durante el embarazo, lesión causada por radiación, contaminación química, drogas (incluso algunas a las que se considera inocuas durante el embarazo), cantidades excesivas de ciertas vitaminas, desnutrición, alimentación inadecuada, ciertas condiciones de vida, la edad de la madre, la raza de ésta y hasta la estación del año en que nace el bebé. Con frecuencia las guerras y el comercialismo avaro han causado condiciones que han resultado en defectos congénitos.
Por otro lado, ciertos modos de proceder del padre o de la madre pueden aumentar el riesgo de defectos congénitos. Algunos llevan una vida disoluta e inmoral que resulta en detrimento de su prole aún no nacida. El bebé puede nacer deforme debido a que los padres hayan contraído una enfermedad venérea, o debido a que la relación de éstos haya sido incestuosa. Además, los padres pueden causar daño al feto que está en estado de desarrollo por medio de entregarse a los narcóticos y al uso del tabaco.
No obstante, la causa fundamental de que los niños nazcan deformes es la desobediencia de la primera pareja, Adán y Eva. El pecado que ellos cometieron contra Dios hizo que perdieran su perfección de mente y cuerpo y produjeran hijos “defectuosos.” Cada generación sucesiva se alejó más y más de la perfección. Por consiguiente, aunque no hubiera tecnología perjudicial, guerras, desnutrición ni conducta inmoral, todavía habría niños deformes debido a que nacemos de padres imperfectos.
¿Qué hacer si esto ocurre?
Dependiendo del tipo de deformidad, a menudo se puede lograr mucho. Diariamente los investigadores médicos están desarrollando nuevas técnicas para ayudar a curar deformidades o para hacer que éstas sean más llevaderas. Brazos y piernas mecánicos han contribuido a que muchos que han nacido sin dichos miembros tengan una vida más agradable.
Hay instituciones que están haciendo muchos esfuerzos por rehabilitar a niños deformes. Muchos sicólogos que se especializan en los niños están probando que cuando el entrenamiento especializado se comienza a una edad suficientemente temprana “infantes de cualquier nivel de inteligencia pueden desarrollarse y aprender.” A veces quizás el padre o la madre no tenga más remedio que poner al niño en una institución. Sin embargo, el amor de los padres es vital. “El amor logrará más que todo el entrenamiento especial,” declaró el padre de un niño que nació con mongolismo.
Muchos niños que nacieron completamente incapacitados han recibido ayuda y ahora, como adultos, llevan una vida productiva. Hasta algunas mujeres sin brazos han criado a sus propios hijos. A pesar de sus desventajas, estas personas están alegres, contentas de estar vivas.
¿Llegarán a estar sanos alguna vez los niños que están en tales circunstancias? Sí, llegarán a estarlo. Jesús manifestó las “obras de Dios” al sanar a un hombre que había nacido ciego. Este milagro, por el poder de Dios, muestra que Dios verdaderamente se interesa en la situación difícil de los que nacen deformes. Estas “obras de Dios” se harán más patentes todavía en el futuro cercano. Dios promete que eliminará al sistema egoísta actual y traerá “nuevos cielos y una nueva tierra” donde “la justicia habrá de morar.”—2 Pedro 3:13; Juan 9:3.
Tal como Jesús, mientras estuvo en la Tierra, sanó ojos ciegos, piernas deformes y una mano seca, así los ojos cerrados y oídos tapados desde el nacimiento serán abiertos y destapados respectivamente en la “nueva tierra.” ¡Los que tienen miembros inútiles o carecen de ciertos miembros recobrarán estos miembros o el uso de éstos, para su gozo! Toda lágrima de tristeza desaparecerá bajo la gobernación celestial de Jesús. ¡Hasta la muerte desaparecerá!—Marcos 3:1-5; Revelación 21:3, 4.
Esta esperanza sirve de estímulo a los que tienen hijos deformes. La madre de un niño de quince años de edad que manifiesta retraso mental y es sordomudo de nacimiento admitió: “Hubo ocasiones en que mi hija y yo nos sentimos impulsadas a darnos por vencidas, pero el conocer a Jehová Dios y darnos cuenta de que en el futuro él librará a mi hijo de esta condición nos dio esperanza. Esto fue lo que nos ayudó a seguir adelante.”
Aprenda más acerca de lo que la Biblia dice sobre esta esperanza inspiradora y cómo usted y su familia pueden disfrutar de ella. Los testigos de Jehová se complacerán en ayudarle gratuitamente.
[Recuadro en la página 27]
Lo que dicen algunos padres de bebés deformes
“Antes de que él naciera yo solía tener muy mal genio, al atenderlo aprendí a ser paciente y bondadosa. Esto hasta me ayudó a ser más considerada al tratar con otras personas.”—Madre de un joven de quince años de edad que es sordo, mudo y atrasado mental y tiene deformidades esqueléticas
‘Muchas veces hemos pensado en el médico que quería que le diéramos permiso para dejarla morir. ¡Qué bendición ha sido nuestra niñita para nosotros! Aunque tiene tantas limitaciones, el niño afligido de retraso mental parece estar dotado de una sobreabundancia de amor.’—Padre de una niña de diez años de edad que tiene mongolismo