BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g83 8/9 págs. 8-10
  • ¿Qué puede hacer usted?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Qué puede hacer usted?
  • ¡Despertad! 1983
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • La medicina ambiental
  • Cómo mejorar el ambiente en el hogar
  • El ambiente en el trabajo
  • La nutrición y el modo de vida
  • ¿Sufre usted debido a la contaminación ambiental?
    ¡Despertad! 1983
  • ¿Qué nivel de contaminación hay en su casa?
    ¡Despertad! 1998
  • ¿Cuánto éxito hemos tenido en salvar el medio ambiente?
    ¡Despertad! 2003
  • Ayudas para enfrentarse a la contaminación del aire
    ¡Despertad! 1971
Ver más
¡Despertad! 1983
g83 8/9 págs. 8-10

¿Qué puede hacer usted?

‘NO BEBA el agua que está en reserva en las zanjas. Está contaminada con sustancias químicas que pueden causar cáncer del hígado.’ Este aviso se dirigió a las personas del condado de Qidong (China). Según la encuesta, de las 67.000 personas que bebieron el agua de la zanja, 107 llegaron a padecer de cáncer del hígado; en contraste, ninguna de las 6.000 personas que bebieron agua de pozo contrajo la enfermedad. Muchos hicieron caso de la advertencia. Cinco años más tarde se efectuó un estudio entre 23.000 personas que bebían agua de pozo, y entre ellas solo hubo un caso de cáncer del hígado. ¡Entre las 47.000 personas que todavía usaban el agua de las zanjas, hubo 216 casos de cáncer del hígado!

No todas las enfermedades causadas por la contaminación ambiental pueden evitarse tan fácilmente. Pero usted sí puede dar pasos para proteger su salud. Como dice la Biblia: “El hombre precavido ve el mal y se esconde, los incautos siguen adelante y la pagan”. (Proverbios 22:3, Levoratti-Trusso.)

Quizás usted se pregunte: ‘¿Cómo puedo saber si se trata del ambiente?’. Puede que no sea fácil determinar esto debido a que en muchos casos los síntomas se manifiestan gradualmente. Pero si usted pasa las vacaciones en una zona relativamente libre de contaminación y se siente muy bien de salud, y al regresar a casa enferma de nuevo, la enfermedad podría estar relacionada con algo que esté en el ambiente. Para hallar claves, procure recordar cuándo se siente peor que nunca. ¿Es al dirigirse al trabajo, mientras está en el trabajo, cuando está en la cocina o el jardín, o al estar usando sustancias químicas como quitamanchas?

Pero si usted tiene un grave problema de salud que no se haya resuelto, tal vez le sea provechoso consultar con un médico, pues podría tratarse de una enfermedad física que no esté relacionada con lo ambiental. Claro, tiene que usar discernimiento al decidir qué médico consultará, pues algunos de ellos, aunque tengan buenas intenciones, tal vez no reconozcan el efecto de sustancias contaminadoras. En la revista JAMA (siglas en inglés para The Journal of the American Medical Association) del 16 de enero de 1981, Peter Breyesse declaró: “Es importante que el médico reconozca tales problemas ambientales. Muchos de los adultos a quienes se entrevistó dijeron que habían estado bajo tratamiento médico, algunos de ellos por más de cuatro años, sin que mejorara su condición”.

La medicina ambiental

Millie (vea la página 3) era sensible a casi todo. Con la ayuda de su médico de cabecera, ella ingresó en el Centro Médico de Brookhaven, de Dallas, Texas, donde se especializan en tales problemas. Permaneció por varias semanas en el Centro para el Control del Ambiente... que consiste en habitaciones que están especialmente diseñadas para estar libres de todo elemento contaminador del ambiente y de materiales sintéticos. Por medio de pruebas se determinó a qué cosas ella era sensible. Después de pasar un breve período de ayuno, ella emprendió un programa riguroso para fortalecer su sistema de inmunidad mediante recibir inyecciones, hacer ejercicios y tomar suplementos de vitaminas. Ella tenía que evitar estrictamente ciertas sustancias contaminadoras y ciertos alimentos hasta que su cuerpo se fortaleciera. Con el tiempo, ella fortaleció su resistencia y ahora lleva una vida más normal.

La ayuda que Millie recibió provino de una especialidad médica que es cada vez más popular —pero no obstante, controvertible— que se llama ecología clínica. El caso de Millie era excepcional, y su hospitalización costó varios miles de dólares. A menudo, casos menos severos se tratan en el consultorio del médico. El Dr. Randolph, al ser entrevistado por los editores de la revista ¡Despertad!, definió el proceder: “Esencialmente se trata de la medicina ambiental. Adoptamos el punto de vista holístico, es decir, que consideramos el cuerpo como un todo y examinamos cómo responde al ambiente. Procuramos tratar las causas más bien que los efectos de la enfermedad”. Pero en el libro An Alternative Approach to Allergies (1980), el Dr. Moss, coautor con el Dr. Randolph, admite: “No es una cura para todo caso de dolor de cabeza, depresión, artritis o cansancio crónico”. Entre otros tratamientos figuran los de especialistas en alergias que utilizan métodos tradicionales, y los de toxicólogos clínicos. La revista ¡Despertad! no está respaldando a ninguno de estos tratamientos; simplemente está proporcionando información al respecto. Pero ¿qué puede hacer usted para mejorar su ambiente?

Cómo mejorar el ambiente en el hogar

Puesto que usted tal vez pase 70 por 100 de su vida en el hogar, el aire contaminado de adentro es en muchos casos un peligro mayor que la contaminación de afuera. ¿Significa esto que no deberían usarse sustancias químicas para limpiar la casa, pulverizadores, desodorantes para las habitaciones e insecticidas? No necesariamente... a no ser que usted o algún miembro de la familia experimente una reacción desfavorable cuando se utilizan estos productos en cantidades moderadas. Por lo general, basta con airear la casa diariamente, especialmente en el invierno, cuando se acumulan las sustancias contaminadoras.

Puesto que un horno de gas que no tenga ventilador puede producir, en cuestión de una hora, niveles de contaminación del aire que sean tres veces mayores que la contaminación del aire de la ciudad, asegúrese de que su cocina de gas tenga un buen ventilador que lleve el gas de escape hacia afuera. Algunas personas han tenido que usar calentadores eléctricos y utensilios de cocina eléctricos en vez de los hornos de gas.

Al usar pinturas, disolventes y sustancias químicas para quitar la pintura, asegúrese de que haya buena ventilación. ¡Lea las instrucciones y sígalas cuidadosamente! Si usted está lijando pintura vieja, yeso o algún compuesto que se usa en las ensambladuras, o si está mezclando cemento de asbesto, póngase el tipo de máscara apropiado para no inhalar partículas que sean potencialmente tóxicas. Puesto que hay muchos compuestos para enyesar, y hasta cemento para aislar cañerías y hornos, que se fabrican sin asbesto, usted tal vez prefiera éstos.

Advierta a sus hijos que no se pongan pedacitos de pintura vieja en la boca y que ni siquiera se pongan en la boca las manos llenas del polvo de la casa. No deje que juegen cerca de donde haya mucho tráfico de automóviles. Si usted consume alimentos o bebidas que vienen envasados en latas soldadas con plomo, entonces, una vez que haya abierto la lata, no guarde el contenido en ésta.

Funcionarios de la localidad pueden examinar el agua potable si usted sospecha que está contaminada. La solución tal vez sea usar agua no contaminada de botella o usar un filtro que elimine las sustancias químicas (el cual debe cambiarse con regularidad).

El ambiente en el trabajo

“Creo que las personas deberían examinar las condiciones del lugar de empleo y preguntarse cómo les está afectando el estar expuestas a ellas”, declaró el Dr. Anger. “Pero no es necesario asustarse. Si uno tiene problemas de salud, si nota cambios de personalidad o si se siente mucho mejor los fines de semana, entonces debe consultar con otros empleados para ver si a ellos les sucede lo mismo. Los empleados pueden pedir que la compañía o el gobierno determine si están expuestos a cantidades excesivamente altas de sustancias potencialmente peligrosas.” A veces hay sustancias peligrosas en los trabajos que uno menos sospecha. Por ejemplo, las zapatas de los frenos contienen asbesto, ¡así que los mecánicos de automóviles deben tener cuidado!

Use el equipo protector que las compañías responsables proporcionan, y use su sentido común. A cierto obrero se le vio comer un emparedado en el comedor, y tenía insecticida en el bigote. Por eso, lávese antes de comer. En ciertos casos, quizás sea necesario cambiarse de ropa antes de ir a casa, a fin de proteger a la familia.

¿Sabía usted que durante la guerra se usaron ciertos insecticidas en formas más concentradas como gases que atacan el sistema nervioso? Por eso es peligroso beber agua que haya quedado expuesta cerca de campos fumigados, o bañarse en ella. Los insecticidas pueden absorberse por la piel. Nunca use para alguna otra cosa las latas metálicas o las bolsas plásticas que hayan contenido insecticidas. Espere hasta que haya pasado el tiempo requerido antes de regresar a campos fumigados con algún insecticida. Los niños son especialmente propensos a envenenarse con los insecticidas, de modo que vigile cuidadosamente dónde trabajan o juegan.

La nutrición y el modo de vida

Por años el agua potable de cierta provincia de Chile contenía altos niveles de arsénico. Después de considerar quiénes enfermaron debido al veneno y quiénes fueron los cinco niños que murieron, los investigadores concluyeron: “Es muy probable que el bajo nivel de nutrición de estos infantes y niños haya contribuido considerablemente a los efectos crónicos del envenenamiento por arsénico”. (Las letras bastardillas son nuestras.) Las deficiencias en el régimen alimentario pueden agravar los efectos producidos por las sustancias tóxicas. Por eso, esfuércese por tener un régimen de alimentación que sea nutritivo y equilibrado. Puede ser que esto se haga difícil debido a la situación económica. Pero en muchos casos los alimentos sencillos, como las habichuelas o frijoles, las verduras y las frutas son ricos en vitaminas y minerales.

De acuerdo con el libro Nutrition and Environmental Health (La nutrición y la salud ambiental), las investigaciones de laboratorio han mostrado que puede ser que la vitamina C proteja contra el veneno que contiene el cromo, como también contra muchos compuestos que son tóxicos y que causan cáncer; la vitamina A ha disminuido el peligro que resulta cuando ciertos insecticidas se acumulan en el cuerpo; las vitaminas B pueden disminuir la intensidad del plomo y de más de 30 sustancias químicas compuestas que son tóxicas. Hay quienes aún no consideran que los hallazgos de tales investigaciones sean concluyentes, de modo que el simplemente llenarse de vitaminas —sin la guía de un médico competente— podría ser dañino.

El fumar cigarrillos puede causar bronquitis crónica; empeora la enfisema y puede causar cáncer del pulmón. Estos hechos deberían servir de razones adicionales para ‘limpiarnos de toda contaminación [polución, Kingdom Interlinear, en inglés] de la carne y del espíritu’, como aconseja la Biblia. ¡Sí, deje de fumar! (2 Corintios 7:1.)

Lo que usted contribuya a sus sentimientos o pensamientos, su “espíritu”, le afecta también. “El espíritu del hombre puede aguantar su dolencia; pero en cuanto al espíritu herido, ¿quién puede soportarlo?” (Proverbios 18:14). Cierto grupo de empleados que estuvieron expuestos a un ‘gas misterioso, cuya fuente no se conocía’ experimentaron mareos y náuseas, y algunos hasta se desmayaron. Pero ¡un estudio reveló que los que experimentaron los síntomas más severos fueron los que estaban más descontentos con el trabajo en primer lugar! Esto no significa que toda reacción adversa se deba a un “espíritu herido”, pero muestra que hay otros factores, además del estar expuesto a ciertas condiciones, que desempeñan un papel en provocar ciertas reacciones.

De modo que podemos contribuir para mejorar la calidad de nuestro ambiente. Pero ¿qué esperanza hay de una solución permanente?

[Ilustración en la página 9]

¡No guarde alimentos en latas abiertas!

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir