“Yo era hechicera”
“Yo era hechicera”, escribió cierta mujer xhosa de Transkei. La carta que ella envió a la sucursal de la Sociedad Watch Tower de Sudáfrica continúa diciendo: “Yo tenía mis propios pacientes o estudiantes a quienes tenía que entrenar para que fueran hechiceros. Trabajaba arduamente para ayudarles, aunque mi salud iba desmejorando. Las manos, los pies y las rodillas estaban hinchados y me dolían mucho. Tenía que consultar con un médico europeo, pero fue necesario hacer llegar un automóvil hasta la misma puerta de mi casa y entonces me cargaron y me metieron en él, como una imagen esculpida que tiene extremidades pero no las puede usar. Mientras estuve enferma, los testigos de Jehová vinieron a mi hogar. Consideraron conmigo lo que dice Deuteronomio 18:9-12 y Eclesiastés 9:5, 6, 10”.
Como resultado, esta señora comenzó a aceptar las verdades de la Biblia respecto a la hechicería y la condición de los muertos, y comprendió por qué sus creencias anteriores no servían para nada en cuanto a aliviar su sufrimiento. Aceptó un estudio bíblico y después se bautizó, convirtiéndose así en testigo de Jehová. Sin embargo, esto requirió que ella hiciera algunos cambios, como ella pasa a explicar: “Cuando aprendí que Jehová desaprueba la hechicería, quemé toda la ropa que yo usaba como hechicera, todas las medicinas y todo lo relacionado con dicha práctica. Los testigos de Jehová estuvieron presentes el día en que derramé queroseno sobre dichos artículos y los quemé (Hechos 19:19, 20). Ahora me siento mucho mejor de salud y, con gratitud, ‘cantaré a Jehová durante toda mi vida’ (Salmo 104:33)”.
Han pasado aproximadamente dos años desde que esta ex hechicera escribió esta carta. Hoy ella sigue mostrando su agradecimiento para con Jehová Dios por medio de participar celosamente y con regularidad en la obra de ayudar a otras personas a entender Su Palabra.