‘No es el edificio, sino lo que hay en su corazón’
“No sé lo que es —dijo cierto inspector de construcción de una ciudad en Colorado, E.U.A.—, pero si el mundo fuera como ustedes los testigos de Jehová, no habría ningún problema que no se pudiera resolver.”
¿Qué impulsó a este funcionario municipal a hacer un comentario como ése? ¡Acababa de ver cómo se había edificado un Salón del Reino, desde su fundamento hasta haber una casa de adoración ya terminada, en menos de dos días! Cuadrillas de trabajadores voluntarios que se componían de testigos de Jehová trabajaron día y noche en la construcción de un lugar de reunión para la congregación local de los testigos de Jehová.
Ahora, 42 horas después de haber resonado el primer golpe de martillo dado a un clavo, lo cual anunció el comienzo de la construcción, la congregación se reunió para tener su primera reunión. Antes que diera comienzo el servicio, el inspector, que estaba allí para firmar el Certificado de Ocupación, pidió permiso para dirigirse brevemente a la congregación.
“¡Ustedes me sorprenden! —dijo él—. Solo quería decir que ha sido un honor trabajar con ustedes. He estado en diferentes partes del mundo con cuadrillas de construcción, pero nunca había visto la unidad, el vigor, la cooperación y el compañerismo que todos ustedes han mostrado.” Él mencionó este ejemplo: “Vi a un carpintero bajar del techo, quitarse el delantal y comenzar a palear grava. Normalmente, eso es algo que no se ve. ¡Ustedes tienen cierto vigor que no acabo de entender!”.
En el Canadá y en los Estados Unidos los trabajadores voluntarios construyen por lo menos 15 Salones del Reino en dos días todos los meses. Como promedio, cada uno de estos salones tiene un área de 370 metros cuadrados (4.000 pies cuadrados) y tiene cabida para sentar a 200 personas. ¡Y algunos salones se construyen en menos de 24 horas! ¿Qué hubiera comentado el inspector sobre esto?
Finalmente llegó el momento de firmar el Certificado de Ocupación. El inspector pasó a decir a la congregación: “El edificio de ustedes será llamado una iglesia [designación oficial de zonificación], pero el edificio no es lo que hace la iglesia... es lo que hay en el corazón de ustedes lo que hace que sea una iglesia. He inspeccionado muchas iglesias en esta ciudad, pero ésta está mucho mejor construida que las demás. Supera todos los requisitos municipales.
”La próxima vez que les pregunten quiénes son, no les digan su nombre —siguió diciendo él—. ¡Digan que son testigos de Jehová, y sientan orgullo de serlo!”
Para concluir, el inspector dijo: “Dios bendiga este edificio. ¡Estoy seguro de que lo hará!”.