De nuestros lectores

Representación falsa de los gitanos

Tenemos que protestar en los términos más enérgicos posibles con relación a la representación engañosa que se hace de una gitana en la portada y las páginas de su número del 22 de agosto de 1986. El estereotipo, promovido por la publicidad, de la gitana ante una bola de cristal, collares y el pañuelo en la cabeza está muy lejos de lo que somos en realidad. Miembros de su religión murieron con nosotros en la Alemania de Hitler; nos asombra que ustedes tengan tan poca consideración por nuestra dignidad y nuestros sentimientos.

S.C., Unión Romani, Estados Unidos

No fue nuestra intención herir los sentimientos de los gitanos que, de hecho, ni se mencionan en nuestros artículos sobre “El misterio tras lo oculto”. Lo que queríamos ilustrar era la práctica de adivinación mediante el uso de la bola de cristal, algo que fácilmente se relaciona con lo oculto por todo el mundo. Aunque algunos gitanos se especializaban en la adivinación, esta ocupación de ninguna manera se limita a los gitanos. Además, aunque los gitanos han usado extensamente los collares y los pañuelos, mucha gente de otras culturas y antecedentes étnicos también viste de esta forma. Muchas veces los adivinadores usan tal vestuario aunque no tengan orígenes ni conexiones gitanos. Sírvase consultar nuestro artículo “Los gitanos... ¿incomprendidos?” (22 de mayo de 1986) para más información.—La dirección.

¿Por qué no copiar en las pruebas?

¡Qué oportuna y necesaria fue la información de su artículo “Los jóvenes preguntan... Copiar en las pruebas ¿Por qué no?”! (8 de junio de 1986.) Nuestro hijo, que ahora tiene once años de edad, ha sido criado conforme a los principios bíblicos desde que tenía dos años de edad. Pero para desaliento nuestro, una mañana recibimos una llamada telefónica de su profesora para hacernos saber que nuestro hijo había estado copiando en las pruebas de la clase. ¡Qué incompetentes e inadecuados nos sentimos como padres cristianos! ¿Qué más podíamos decir para inculcarle la gravedad de lo que había hecho? Recibí una sorpresa cuando mi esposo me entregó la revista ¡Despertad! del 8 de junio entre la correspondencia del día. ¡En este número el artículo “Los jóvenes preguntan...” era exactamente lo que necesitábamos para ayudar a nuestro hijito! Como padres, ¡cuánto agradecemos la ayuda que recibimos mediante tales artículos! Oramos que los días por venir demuestren que esta información ha llegado no solo a la mente de nuestro hijo, sino también al corazón.

P. W., Estados Unidos

Dejar de fumar

Como fumador, que por más de diez años fumaba 20 cigarrillos al día, leí con gran interés su número “¡Enviciado! ¿Podrá librarse el mundo del hábito del tabaco?” (8 de abril de 1986). He tratado casi todo método disponible para vencer este hábito malo, pero sin resultados. Ahora considero que tengo que dejar de fumar, y que puedo hacerlo, puesto que es muy importante para mí hacer lo que a Jehová le agrada. Gracias por su ayuda.

H. F. D., Brasil

Gracias por su artículo reciente sobre el fumar intitulado “Por qué la gente fuma y por qué no debería hacerlo” (22 de julio de 1986). No solo beneficiará a los que tratan de dejar el hábito de fumar, sino que es una gran ayuda para nosotros los que lo hemos abandonado y queremos seguir en el camino correcto. De hecho, la ansiedad de dejar el hábito es peor que el abandonarlo súbitamente. Traté de librarme de los cigarrillos mediante usar cigarros pequeños, también algo que me recetaron para usarlo en la boca, lo cual hacía que el tabaco fuera tan desagradable que me quitaba el deseo de fumarlo. Nada dio resultado, pues me la pasaba jugando con el tabaco en la boca. Adonde había que llegar era al corazón. Significaba que tenía que vestirme de “la nueva personalidad”. (Colosenses 3:10.)

L. C., Estados Unidos