De nuestros lectores
Llegar tarde Me gustó mucho el artículo “¿Llega usted siempre tarde?” (8 de junio de 1989). Allí se recomendaba prever las situaciones en las que uno tendrá que esperar, y llevar consigo algo para leer con el fin de aprovechar el tiempo mientras se espera. Sus sugerencias han resultado ser verdaderamente prácticas.
I. D., Nigeria
Abusones Aunque en la escuela no amenazan con pegarme, sí se meten mucho conmigo porque mi madre es de otro país y su aspecto es diferente. Su artículo sobre los abusones en la escuela (8 de agosto de 1989) me enseñó a no hacerles caso, y eso me ha ayudado. Ahora también me doy cuenta de que muchos de esos jóvenes vienen de hogares divididos y simplemente están pagando con otros la frustración que sienten. Me alegro mucho de que ustedes puedan comprendernos a nosotros los jóvenes.
M. D., Estados Unidos
Marea negra Al principio, el título “¡La marea negra!” (22 de septiembre de 1989) no despertó mi interés. Como en los periódicos y las revistas ya había leído mucho acerca de la marea negra, me preguntaba qué podría añadir a ello la revista ¡Despertad! Pues bien, mis dudas cejaron después de leer la información tan completa y con un enfoque tan distinto. Ustedes también fueron más allá que los periódicos y las revistas al mostrar que la verdadera solución para los problemas de la humanidad se verá en el nuevo mundo de Dios.
C. K., Estados Unidos
Necesidades especiales Estoy a punto de cumplir catorce años y simplemente quería agradecerles el artículo sobre las personas con necesidades especiales publicado en la revista ¡Despertad! del 22 de agosto de 1989. Cuando cursaba estudios primarios teníamos tres niños sordos en nuestra clase y los demás actuaban como si no existieran y hablaban de ellos porque no podían oír. De modo que unos cuantos nos pusimos de acuerdo y aprendimos a comunicarnos con ellos. Cuando nuestros condiscípulos vieron lo bonito que era aquello, ¡se pusieron a aprender también! Espero que algún día podré servir de intérprete para los sordos en las asambleas de los testigos de Jehová.
A. B., Estados Unidos
Historia religiosa Les agradezco mucho la serie de artículos titulada “El futuro de la religión en vista de su pasado”. Encuentro a muchas personas de distintos antecedentes religiosos y sé que estos artículos ayudarán a muchos a seguir la historia de la religión desde su comienzo hasta el día actual.
D. S., Estados Unidos
Estoy leyendo la serie de artículos sobre la historia de la religión. He aprendido mucho, incluso más que en la escuela.
B. J., Estados Unidos
Niños que mueren Tengo una nieta de diez meses que enfermó con diarrea. El hospital la envió a casa y la niña se ponía cada día peor. Recordé su artículo sobre salvar niños por medio de utilizar una receta para la terapia de rehidratación oral (22 de septiembre de 1988). Seguí las instrucciones y al día siguiente mi nieta empezó a recobrar las fuerzas. La diarrea cesó y ya está recuperada por completo.
R. M., Estados Unidos
Animales de compañía Trabajo en un centro de protección de animales y con frecuencia pronuncio conferencias para educar al público respecto a las responsabilidades que conlleva el ocuparse de un animal de compañía. Me alegré mucho cuando justo el día antes de hacer una presentación ante un grupo grande de estudiantes recibí su artículo “¿Cree que puede ocuparse de un animal de compañía?” (8 de junio de 1989). Mis colegas quedaron favorablemente impresionados con el artículo y quieren utilizarlo en nuestro próximo boletín de otoño. Con demasiada frecuencia la gente se decide por un animal de compañía porque se han dejado llevar por la emoción del momento. Es admirable, sin embargo, la forma en que expusieron las realidades y responsabilidades que una persona tiene que sopesar antes de decidirse a tener un animal de compañía.
C. S., Estados Unidos