De nuestros lectores

Perder peso Gracias por el artículo sobre cómo perder peso (22 de mayo de 1989). El pasado mes de abril, con cincuenta y ocho años de edad, tenía diabetes e hipertensión, pesaba 80 kilogramos y estaba muy deprimida. Ahora peso 72 kilogramos, necesito menos insulina, la presión arterial va muy bien y la sombra de la depresión también ha desaparecido. Lo conseguí vigilando la cantidad de azúcar y de grasa que consumía y caminando 5 kilómetros cada mañana con una pesa de 2 kilogramos en cada muñeca. Quizás resulte cómico verme caminar, pero he ganado unas cuantas batallas y creo que ganaré la guerra. De nuevo, gracias.

E. P., Canadá

La tragedia de Lockerbie Los comentarios que hicieron sobre el obispo de Galloway en el artículo sobre el desastre de Lockerbie me dejaron preocupada (22 de julio de 1989). Le han interpretado mal al decir que había dirigido “a Dios unas amargas palabras” cuando le preguntó: “¿Por qué permitiste que sucediese esto?”.

A. W., Gran Bretaña

Nosotros citamos fielmente las palabras del obispo tal como aparecieron en “The New York Times” del 26 de diciembre de 1988. No obstante, después hemos recibido una copia del sermón del obispo, y parece que en realidad la intención de sus palabras era transmitir los pensamientos de otros, no los suyos propios. Sin embargo, citamos sus palabras para mostrar que no dio a esa pregunta una respuesta basada en la Biblia ni tampoco señaló a la esperanza que la Biblia ofrece para los muertos. (Juan 5:28, 29.)—La dirección.

Habla soez El artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Cómo evitar el habla soez?” llegó en el momento preciso (8 de septiembre de 1989). Con un cónyuge opuesto al cristianismo, a veces me cuesta mucho refrenar la lengua. Cuando me vienen a la mente palabrotas, me siento avergonzada e indigna del amor de Dios. Este maravilloso artículo me dio la dirección que necesitaba para resistir la tentación de recurrir al habla soez.

C. D., Estados Unidos

Evitó que la violasen La mujer que citaron en su artículo (22 de agosto de 1989) dijo: “Evité que me violara gracias a la ayuda de Jehová”. ¿Significa esto que las que sí son violadas no tienen la ayuda de Dios? ¿Por qué iba Él a ayudar a una persona y no a otra?

V. R., Estados Unidos

La Biblia no dice que Dios protege milagrosamente a su pueblo de sufrir daño. Las leyes de Dios a Israel indicaron que cabía la posibilidad de que una sierva fiel de Dios fuese violada. (Deuteronomio 22:23-27.) No obstante, Dios nos ha suministrado la guía de la Biblia, que puede sernos de beneficio si la aplicamos. El consejo bíblico de oponer resistencia al violador resultó ser una protección para la mujer en cuestión. Por eso es apropiado que ella agradezca a Dios esta útil información que ha suministrado.—La dirección.

Fumar La portada de la revista titulada “Se vende muerte” (8 de julio de 1989) captó la atención de la gente. Yo visito con regularidad a una mujer de edad avanzada que es una fumadora empedernida. Aunque lleva años suscrita a la revista ¡Despertad!, pocas veces lee los artículos. Hace poco la visité y noté que por fin se podía respirar en su casa. Sí, estaba tratando de dejar de fumar. Cuando vio ese número de la revista, lo leyó de principio a fin y ahora quiere estudiar la Biblia y asistir al Salón del Reino. Gracias por hacer nuestras revistas tan llamativas.

C. P., Estados Unidos