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  • Observando el mundo
  • ¡Despertad! 1991
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  • Nos esperan más desastres
  • Aumenta el coste de la Justicia
  • Recuperación de vehículos mediante satélites
  • Las drogas en las escuelas
  • Una comparación de tratamientos
  • ¿Demasiada limpieza?
  • Más cuarteles que hospitales
  • Problemas con los humidificadores
  • Biblias de tamaño de bolsillo en versión electrónica
  • Un bochornoso error de datación
  • El precio del fraude y de los incendios premeditados
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¡Despertad! 1991
g91 22/9 págs. 28-29

Observando el mundo

Nos esperan más desastres

“Como consecuencia de la destrucción del medio ambiente —dice el periódico alemán Schweinfurter Tagblatt con referencia a una declaración de la OMS (Organización Mundial de la Salud)—, el número de desastres naturales aumentará considerablemente para el año 2000.” Según la OMS, “hoy día cada vez hay más desastres ecológicos provocados por el mismo hombre”. Como ejemplos se mencionaron: las catástrofes químicas de Bhopal (India) y Séveso (Italia), el accidente del reactor nuclear de Chernobyl (U.R.S.S.), la marea negra en las costas de Alaska y la quema de los campos petrolíferos de Kuwait. “La contaminación del aire, el agua y el suelo, así como la reducción de la capa de ozono y el efecto invernadero, indican que el crecimiento industrial es destructivo —añade el artículo—. Más de cincuenta millones de personas han perdido sus hogares debido a desastres naturales en lo que va de siglo.”

Aumenta el coste de la Justicia

Los canadienses pagaron “el año pasado más de 7.700 millones de dólares (cantidad nunca antes alcanzada) en policía, tribunales, cárceles y abogados de oficio”, informa el periódico The Toronto Star. Esto significa que cada canadiense gasta 295 dólares al año para mantener el sistema judicial. A pesar de ese gran desembolso de dinero, “los delitos aumentaron en un 32%”, dice el Star. Entre 1981 y 1987, la cantidad de presos aumentó en un 37%. Sherry Kulman, directora ejecutiva de la Sociedad John Howard de Toronto, comentó sobre el elevado costo de la justicia: “Siete mil millones es mucho dinero, y es muy sorprendente que la gente no diga: ‘Un momento, ¿qué está pasando aquí?’”. Luego añadió: “¿No va siendo tiempo de que la gente se dé cuenta de que el sistema no funciona?”.

Recuperación de vehículos mediante satélites

Como el robo de vehículos alcanza proporciones alarmantes en África del Sur, la última de una serie de innovaciones para recuperar vehículos robados es la de seguir su pista mediante satélites. Un periódico de Johannesburgo, The Star, explica que el conductor que ha instalado el sistema en su vehículo solo tiene que activar un transmisor en caso de robo. Seguidamente, un satélite sigue la pista del vehículo y la transmite a la pantalla de un ordenador situado en una “sala de control, donde se detecta su ubicación sobre un mapa con un ‘pip’”. La sala de control avisa a unidades de seguridad, que utilizan helicópteros o vehículos para seguir al automóvil robado. El informe añade: “Las pruebas piloto han demostrado hasta ahora que es posible localizar un vehículo [...] en unos quince minutos, y que el índice de recuperación es del 95%”.

Las drogas en las escuelas

¿Cómo se hacen adictos a las drogas los escolares? “No son extraños los que introducen las drogas en las escuelas, sino los propios estudiantes —dice Abílio Pereira, jefe de policía de Rio Grande do Sul (Brasil)—. Nadie acepta drogas de un desconocido.” Y añade: “Estaba acostumbrado a encontrar marihuana en poder de muchachos de diecisiete años. Ahora tenemos problemas con niños de doce y hasta de diez años”. Es posible que, para empezar, las drogas se ofrezcan gratis o a un precio muy reducido, pero una vez que los jóvenes están ‘enganchados’, los traficantes las cobran. “No hay ninguna escuela en la que no entren drogas”, dice Alberto Corazza, jefe de policía de distrito de São Paulo. La revista Veja comenta: “Nunca había sido tan fácil comprar droga en las escuelas, nunca ha sido tan extensa la red de traficantes entre los estudiantes y nunca ha sido tan difícil controlar este tipo de negocio”.

Una comparación de tratamientos

A los enfermos terminales de cáncer a los que se administran tratamientos convencionales no les va ni mejor ni peor que a los que se trata con métodos no ortodoxos, afirma un estudio publicado en The New England Journal of Medicine. En el estudio se utilizó a más de 150 enfermos de cáncer con una esperanza de vida de un año o menos. A la mitad se les administraron tratamientos tradicionales —como quimioterapia y radioterapia—, y a la otra mitad se les trató con una dieta vegetariana, enemas de café y vacunas para estimular el sistema inmunológico. Los pacientes padecían grados avanzados de cáncer de pulmón, de colon, de páncreas o melanomas malignos. Un año después, poco más de la mitad de los pacientes de cada grupo estaban vivos, y dos años después, solo sobrevivía el 15%. “Los resultados indican muy claramente que nuestros tratamientos probablemente no prolonguen la vida de los pacientes con cánceres avanzados —reconoció el doctor Barrie Cassileth, autor del documento—. Tenemos que preguntar qué podemos hacer para que estas personas se sientan más cómodas, y en algunos casos eso puede significar no administrarles absolutamente ningún tipo de tratamiento.”

¿Demasiada limpieza?

Cuando el petrolero Exxon Valdez encalló en las costas de Alaska, la marea negra resultante mató a una gran cantidad de animales: según los últimos recuentos, aproximadamente 580.000 aves, 5.500 nutrias marinas y 22 ballenas. Aunque se dijo que esta catástrofe produciría daños permanentes, la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional afirma que eso no es cierto, y que la mayoría de las especies deberían volver a tener la misma población que antes al cabo de unos cinco años. “La recuperación posiblemente habría sido más rápida si no se hubiesen lavado algunas playas con chorros de agua caliente a presión para calmar las protestas de la gente —informa la revista Fortune—. Estudios efectuados por [esta] agencia indican que mueren más organismos pequeños a causa del agua caliente que debido al petróleo.” Según la eminente científica Sylvia Earle, “ante un desastre ecológico, a veces lo mejor, e, irónicamente, lo más difícil, es no hacer nada”.

Más cuarteles que hospitales

Los gobiernos de todo el mundo gastan el 5,4% de su producto interior bruto en actividades militares, pero solo el 4,2% en atención sanitaria, informa Demos, un boletín publicado por el Instituto Demográfico Interuniversitario Holandés. En los países en vías de desarrollo, los índices están aún más desproporcionados: el 5,6% para defensa y solo el 1,4% para atención médica. Demos indica que los gobiernos del sudeste asiático están a la cabeza de la lista, pues gastan siete veces más en el campo militar que en el de la salud.

Problemas con los humidificadores

“Graves afecciones, como la fiebre del humidificador o una especie de gripe que afecta a grupos de oficinistas, pueden atribuirse a los humidificadores grandes en los que el agua se queda estancada y acumula organismos”, comenta The Medical Post, de Canadá. Los humidificadores domésticos producen efectos similares cuando se crían bacterias y hongos en el agua estancada con la que después se rocía el aire. Según The Medical Post, un experto sugirió que cuando deba humidificarse el aire por razones médicas, los pacientes deberían pensar en “la humidificación de la habitación mediante vapor, incluyendo algo tan sencillo como mantener hirviendo una olla de agua”.

Biblias de tamaño de bolsillo en versión electrónica

“Por ahora, en el mundo de la electrónica, lo pequeño es hermoso”, comenta la revista Newsweek. Entre los últimos aparatos de bolsillo, una empresa de Nueva Jersey (E.U.A.), ha producido tres versiones de la Biblia, dos de ellas son la Revised Standard y la King James, a 400 dólares cada una. “¿Por qué gastar 400 dólares en una Biblia? —pregunta Newsweek—. Porque tiene un teclado parecido al de una máquina de escribir y algo de inteligencia.” Si se le ha olvidado dónde se encuentra cierto pasaje de la Biblia, puede localizarlo con solo escribir algunas palabras claves que recuerde. El artículo dice que la empresa “posiblemente haya dado con el mercado de clérigos desmemoriados. En seis meses ya lleva vendidas 50.000 Biblias electrónicas”.

Un bochornoso error de datación

Hace once años, una mujer mayor sudafricana llamada Joan Ahrens hizo sobre unas rocas unas hermosas pinturas, en las que imitaba el arte tradicional de los bosquimanos. Tiempo después, se recogió una de sus rocas pintadas en la estepa cercana a su anterior vivienda de la ciudad de Pietermaritzburg. Con el tiempo, llegó a manos del conservador del museo de la ciudad. Desconociendo el origen de la pintura, la envió a Inglaterra para que la unidad de aceleración de radio carbono de la universidad de Oxford la datase. Los expertos calcularon que la pintura tenía ¡mil doscientos años de antigüedad! ¿A qué obedeció ese bochornoso error? “El periódico sudafricano Sunday Times comenta que desde entonces se ha determinado que la pintura al óleo utilizada por la señora Ahrens contenía aceites naturales en los que había carbono, y esa fue la única sustancia datada por la universidad de Oxford.”

El precio del fraude y de los incendios premeditados

En Gran Bretaña, el fraude cometido con las tarjetas de crédito cuesta a los bancos y a las casas financieras 75 millones de libras esterlinas (150 millones de dólares [E.U.A.]) al año, informa el periódico londinense The Times. No obstante, incluso esta suma es insignificante en comparación con el coste de los incendios premeditados: 500 millones de libras esterlinas (1.000 millones de dólares [E.U.A.]) tan solo en 1990, cuando el total de pérdidas por incendios se valoró en una cifra sin parangón de 1.000 millones de libras (2.000 millones de dólares [E.U.A.]). Aunque la causa más común de los incendios premeditados es el vandalismo perpetrado por varones que tienen entre diez y veinticinco años, hasta un 20% de los casos de estos siniestros están relacionados con el fraude: negocios, automóviles y hogares son destruidos deliberadamente para cobrar el seguro. Según The Times, las cifras del ministerio del Interior de Gran Bretaña también revelan que 1.008 escuelas sufrieron daños o quedaron destruidas debido a incendios premeditados en el año 1988.

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