BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g92 22/8 págs. 9-11
  • Se busca la causa

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Se busca la causa
  • ¡Despertad! 1992
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • Anomalías en el cerebro
  • Posibles causas
  • Numerosos factores
  • Una señal de los últimos días
  • Cómo combatir el SFC
    ¡Despertad! 1992
  • ¿Es una enfermedad real?
    ¡Despertad! 1992
  • Se admite la existencia de una misteriosa enfermedad
    ¡Despertad! 1992
  • De nuestros lectores
    ¡Despertad! 1993
Ver más
¡Despertad! 1992
g92 22/8 págs. 9-11

Se busca la causa

SE TARDÓ años en descubrir qué trastornaba el sistema inmunológico de los enfermos de sida, pero se está tardando aún más en identificar qué causa estragos en el cuerpo y el cerebro de los pacientes de fatiga crónica. Aunque no se ha determinado todavía la causa de este síndrome, diferentes autoridades en el campo de la medicina pueden presentar pruebas convincentes de que produce anomalías físicas en los pacientes. De hecho, tales pruebas han sido utilizadas en los tribunales.

La publicación canadiense Medical Post informó que en una causa judicial ciertos médicos especialistas presentaron testimonio para apoyar la afirmación de la defensa de que la enfermedad había deteriorado el raciocinio del paciente. Eso motivó al juez William G. N. Egbert a deducir lo siguiente: “La enfermedad afecta todo campo de juicio. [...] Lesiona algunas zonas pequeñas del cerebro”.

¿Es eso cierto?

Anomalías en el cerebro

La investigación médica apoya el argumento de que el síndrome afecta al cerebro. En The New York Times del 16 de enero de 1992 apareció el siguiente titular: “Un estudio detecta anomalías en el cerebro de pacientes de fatiga crónica”. El artículo, basado en un informe publicado el día anterior en Annals of Internal Medicine, hizo la siguiente observación:

“El estudio más exhaustivo realizado hasta ahora sobre el síndrome de fatiga crónica ha encontrado pruebas de inflamación en el cerebro de los pacientes; es la primera documentación de la existencia de una anomalía neurológica relacionada con la misteriosa dolencia.” Y añadía: “Este es el último de una serie de estudios recientes que demuestran la existencia de diferencias inmunológicas y hormonales entre los que padecen dicho síndrome y las personas sanas”.

En la publicación Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism de diciembre de 1991 se hizo referencia a otro estudio que llamó mucho la atención. En él se descubrieron indicios de deficiencias hormonales en las glándulas endocrinas y en el cerebro de pacientes de SFC. Estos datos corroboraron la teoría de que ciertos factores bioquímicos e inmunológicos producen los síntomas del síndrome.

Mientras trabajaba en el CDC (Centro para el Control de la Enfermedad), el doctor Walter Gunn verificó muchos de los estudios que se hicieron con pacientes de fatiga crónica. Observó que “un grupo de buenos científicos está empezando a interesarse en la investigación del SFC”. Aunque los hallazgos de tales investigadores acostumbraban a señalar diferentes razones como posibles causas, el doctor Gunn enfatizó: “Lo único consecuente es que nadie informa que no se produzcan anomalías”.

¿Qué agente o agentes podrían ser los causantes del SFC? ¿Se trata de uno o más virus? En ese caso, ¿cómo se desencadena el síndrome? ¿Qué efectos adversos produce en el sistema inmunológico? ¿Cómo podría la disfunción de dicho sistema provocar los síntomas que se manifiestan en los pacientes de fatiga crónica?

Posibles causas

Los estudios confirman que una posible causa son los virus, pero ¿cuáles? Los investigadores mencionan muchos. Entre los más probables y altamente controvertidos están “los retrovirus, los espumavirus, los enterovirus, el virus de Epstein-Barr y el herpesvirus humano del tipo 6”, comentó el pasado mes de noviembre The Journal of the American Medical Association.

¿Cómo pueden los virus provocar el SFC? No se sabe. Sin embargo, el doctor Anthony L. Komaroff, un eminente investigador del síndrome, indicó: “El patrón que está emergiendo es la permanente activación del sistema inmunológico del organismo, un sistema inmunológico que ha emprendido algún tipo de guerra permanente contra algo que considera extraño”.

La reacción de un sistema inmunológico sano ante uno o más virus enemigos es la de pelear contra los invasores liberando unas sustancias químicas denominadas citoquinas. Una vez atendida la emergencia, suele cesar la producción de citoquinas. No obstante, en los pacientes de SFC parece que el sistema inmunológico no se desactiva. Es significativo que en casi todos los pacientes de fatiga crónica se descubra un incremento en la producción de citoquinas.

Este dato es importante, pues no es el virus lo que hace que la persona se sienta enferma cuando invade su organismo. Se siente enferma porque las células de su cuerpo producen citoquinas, y estas provocan fiebre, dolores y fatiga. El doctor estadounidense William Carter, catedrático de Medicina, comentó: “Las citoquinas permanecen y empiezan a dañar a la persona hasta que finalmente vemos al paciente postrado en cama sin poder casi ni moverse”.

Pero ¿a qué se debe que el sistema inmunológico continúe produciendo citoquinas cuando debería haber cesado la producción? El doctor Jay A. Goldstein explica que “mediante algún tipo de mecanismo se activa un virus latente y eso hace que las células del sistema inmunológico produzcan [citoquinas] en cantidades anormales”.

Además, parece que en los pacientes de SFC las células asesinas naturales y los macrófagos —defensas situadas en primera línea para atacar a los organismos invasores⁠— se encuentran en menor cantidad o han disminuido su actividad, con lo que se desequilibra aún más el sistema inmunológico. Lo significativo es que el funcionamiento del sistema inmunológico de los pacientes de SFC parece defectuoso, aunque existen diferentes opiniones respecto al porqué de su mal funcionamiento.

Como se indicó en el artículo anterior, los médicos a menudo observan que en muchos pacientes la depresión no es la causa del SFC. Sin embargo, en el caso de otros pacientes, algunos médicos piensan que algún problema psicológico, como la depresión, puede ser un factor causativo. Cabe mencionar que, según las investigaciones, la depresión puede dañar el sistema inmunológico. “La angustia psicológica puede producir trastornos en la función neurohormonal e inmunológica”, escribe el doctor Kurt Kroenke, del Centro Médico Militar Walter Reed de Washington, D.C.

Así pues, en algunos casos la depresión puede desencadenar cambios en el sistema inmunológico que contribuyan al SFC. Sin embargo, probablemente haya muchos factores más que también desequilibren el sistema inmunológico.

Numerosos factores

La mayoría de los investigadores concuerdan en que es muy poco probable que haya una sola causa para el SFC. “Al contrario, el SFC tal vez sea una enfermedad que se presenta en un individuo vulnerable en el que una depresión, [alergias], infecciones virales u otros factores han producido cierto deterioro inmunológico”, explicó la revista médica Cortlandt Forum.

Un médico escribió lo siguiente al periódico canadiense Medical Post: “Podría haber cierta susceptibilidad hereditaria, y, por otra parte, un cuerpo muy agotado pudiera constituir otra predisposición. Entonces la persona agotada se ve atacada por una crisis aguda, normalmente una infección vírica aguda. Todos estos factores combinados probablemente ocasionan daño al sistema inmunológico”.

“Hemos observado que el estrés es uno de los principales factores iniciadores —dijo el doctor Charles Lapp⁠—. A veces hemos visto que intervienen ciertas sustancias químicas. [...] Y, curiosamente, varios de mis pacientes (aunque nunca hemos llevado a cabo un estudio) han mencionado que el inicio de su enfermedad parece haber tenido alguna relación con el uso de insecticidas, pinturas y barnices.”

Nunca antes en la historia se han visto expuestas las personas a mayores ataques contra su organismo a causa de la contaminación medioambiental. Los aditivos alimentarios y los fármacos también pueden perjudicar el organismo y afectar adversamente el sistema inmunológico. Algunos médicos incluso afirman que tratamientos prolongados con antibióticos debilitan el sistema inmunológico.

También puede haber implicados otros factores en el sufrimiento de los miles de pacientes de SFC. Pero aunque existen tentadores indicios e intrigantes posibilidades, la verdadera causa del síndrome todavía se desconoce.

Una señal de los últimos días

En su importante profecía sobre los últimos días del sistema mundial, Jesucristo predijo: “Habrá [...] en un lugar tras otro pestes”. (Lucas 21:11.) ¡Cómo encajan estas palabras con nuestros tiempos! Muchas enfermedades actuales no tienen una causa conocida, lo cual, sin embargo, no las convierte en menos reales o debilitantes.

Al parecer, el SFC es tan solo otra de las enfermedades que componen la señal que Jesús dijo que caracterizaría los últimos días. Pero el reconocer este hecho no hace la vida más fácil para los pacientes de fatiga crónica. ¿Cómo pueden hacer ellos frente a su situación?

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir