Informes contradictorios sobre la marea negra del Exxon Valdez
EL PASADO mes de abril, cuatro años después de la catastrófica marea negra del Exxon Valdez en el golfo del Príncipe Guillermo, los científicos de la compañía Exxon por fin hicieron públicos los resultados de sus investigaciones. Según la revista New Scientist, Exxon dijo que “el daño provocado por la marea negra duró solo unos meses y que el golfo se ha recuperado casi por completo”. Muy distintas fueron las apreciaciones de los científicos del gobierno de Estados Unidos que han estudiado los efectos de la marea negra durante estos cuatro años: “Es evidente que la recuperación completa dista mucho de haberse logrado. En algunos casos tardará bastantes años”. De hecho, presentaron la siguiente acusación: “Exxon ofrece una información selectiva e interesada para poder afirmar que se ha conseguido la recuperación”. Los siguientes extractos de las conclusiones del biólogo marino y empresario de pesca Rick Steiner describen el estado actual del golfo.
“Es particularmente preocupante la muerte de nutrias marinas, patos arlequín, araos comunes y ostreros. [...] En las zonas que quedan al descubierto durante las mareas, se pueden apreciar grandes bancos naturales de mejillones con restos de petróleo de hace cuatro años [...]. Los pescadores tuvieron que esperar hasta el regreso del salmón el verano pasado para comprobar si el petróleo había dañado a los alevines del salmón rosado del tiempo de la marea negra. El resultado fue catastrófico: tan solo se obtuvo de un cuarto a un tercio de lo que se había calculado. [...] Los científicos federales y estatales han encontrado que el petróleo ha provocado trastornos en diversos organismos —de peces a ballenas—, que incluyen daños cerebrales; insuficiencia reproductora; deformidades estructurales, tales como curvaturas en la espina dorsal, aletargamiento y disminución en los niveles de crecimiento y de peso; trastornos en los hábitos alimentarios, reducción del tamaño de los huevos, tumores en los ojos, aumento en la cantidad de parásitos, daños en el hígado y anomalías en el comportamiento.
”Si algo está claro, es que no existe una vuelta a la situación anterior a la marea negra. Sencillamente, no podemos arreglar un ecosistema destrozado como arreglaríamos una máquina estropeada. Darse cuenta de este hecho ha resultado ser un trago amargo para muchos.” (Revista National Wildlife EnviroAction.)
Un científico del gobierno manifestó: “Las investigaciones no se llevan a cabo con imparcialidad. La ciencia está dirigida por abogados, que deciden qué estudios apoyarán sus demandas por daños y perjuicios o cuáles les permitirán enfrentarse a dichas demandas”. La revista New Scientist hace surgir una pregunta que viene muy bien al caso: “¿Sirve de algo la ciencia cuando hay intereses creados tan poderosos de por medio?”.
[Reconocimiento en la página 31]
Wesley Bocxe/Sipa Press