Un hipopótamo acude al rescate
EL HIPOPÓTAMO, que puede alcanzar las 4 toneladas de peso, es el segundo mamífero terrestre vivo más grande. Con sus potentes mandíbulas puede partir en dos una canoa de una sola dentellada. Por eso, un grupo de hombres que se encontraba en el Parque Nacional de Hwange (Zimbabue), se sorprendió al ver a un hipopótamo actuar de una forma cuando menos insólita en este animal.
Los hombres vieron en las proximidades de una represa a nueve licaones, o perros cazadores, perseguir implacablemente a dos impalas. No hallando otra escapatoria, los impalas se zambulleron en el agua. Los licaones se pusieron a trotar a lo largo de la orilla, calculando por dónde saldrían sus presas.
Finalmente, uno de los impalas, ya exhausto, empezó a nadar hacia una orilla lejana, sin apercibirse de que los licaones lo estaban esperando allí. Sin embargo, cuando se acercaba a tierra, un hipopótamo que nadaba por las inmediaciones se dirigió hacia él y, al alcanzarlo, explica la revista African Wildlife, “lo giró y lo empujó ligeramente en dirección opuesta”. El impala obedeció. Su rescatador lo siguió, dándole empujoncitos cuando parecía inseguro.
Una vez que llegó a la orilla, los hombres vieron cómo el hipopótamo lo impulsaba suave pero firmemente hacia fuera. El impala dio unos cuantos pasos vacilantes, tras lo cual se detuvo y empezó a temblar. Pero enseguida reinició la marcha. El hipopótamo lo siguió hasta que ambos se perdieron de vista.
¿Qué le sucedió al otro impala? Los hombres contaron que los licaones “estaban tan absortos observando el rescate que el otro impala se escabulló sin que se dieran cuenta”.