¿Tiene el hombre la culpa de que los arrecifes coralinos se mueran?
EN EL Simposio Internacional sobre Arrecifes Coralinos celebrado en 1992 se dijo que el hombre, directa o indirectamente, ha causado la muerte de entre el 5 y el 10% de los arrecifes vivos del mundo, y que en los próximos veinte a cuarenta años podríamos perder un 60% más. Según Clive Wilkinson, del Instituto de Ciencias del Mar de Australia, los únicos arrecifes que se mantienen bastante sanos son los de lugares remotos. La revista USA Today dijo que hay “arrecifes [dañados] en Asia (Japón, Taiwan, Filipinas, Indonesia, Singapur, Sri Lanka e India), África (Kenia, Tanzania, Mozambique y Madagascar) y las Américas (República Dominicana, Haití, Cuba, Jamaica, Trinidad y Tobago, y Florida). Si bien las causas de degradación varían, en todas esas zonas hay dos factores comunes: una gran densidad de población en la costa y una intensa explotación costera”.
Por lo general, los arrecifes coralinos medran en temperaturas acuáticas de entre 25 y 29 °C, dependiendo de su ubicación. Pero el limitado margen de temperaturas en el que puede subsistir el coral sano está muy próximo a la temperatura letal. Un aumento de uno o dos grados por encima de la temperatura máxima habitual en verano podría ser fatal. Aunque es posible identificar diversas causas para decoloraciones de coral localizadas y su subsiguiente desaparición, muchos científicos sospechan que una causa común en todo el mundo es el calentamiento del planeta. La revista Scientific American publicó la siguiente conclusión: “Los informes de 1987 sobre la decoloración del coral coincidieron con la creciente preocupación por el calentamiento de la Tierra. Por eso, es comprensible que algunos científicos y otros observadores llegaran a la conclusión de que los arrecifes coralinos eran como los canarios en las minas de carbón: el primer indicio de que las temperaturas marinas habían ascendido en todo el planeta. Aunque parece que el aumento localizado de la temperatura del agua del mar ha provocado decoloraciones, por el momento no puede vincularse este efecto de manera concluyente al calentamiento de la Tierra”.
La revista U.S.News & World Report dijo: “Los estudios que se han efectuado recientemente en el Caribe apoyan la hipótesis de que los últimos brotes se debieron a las temperaturas del agua anormalmente elevadas”. Thomas J. Goreau, director de la Alianza Mundial de Arrecifes Coralinos, comparó con pesimismo la difícil situación de los arrecifes a la reducción de la pluviselva amazónica. “Dentro de cincuenta años todavía quedarán algunas pluviselvas —dijo—, pero al paso que van, los arrecifes coralinos no durarán tanto tiempo.”
Las múltiples causas de su destrucción a escala mundial
En 1983 murió el 95% del coral que crecía a lo largo de la costa occidental de Centroamérica. Al mismo tiempo ocurrió una decoloración similar, aunque menos destructiva, en la región central y occidental del océano Pacífico. La Gran Barrera de Arrecifes de Australia y algunas zonas del Pacífico y el Índico sufrieron graves decoloraciones. Tailandia, Indonesia y las islas Galápagos también informaron daños. Posteriormente, se produjo una extensa decoloración cerca de las Bahamas, Colombia, Jamaica y Puerto Rico, así como en la zona sur de Texas y Florida (E.U.A.).
Se observaba a nivel mundial el mismo patrón de destrucción de arrecifes. La revista Natural History comentó: “En el período relativamente breve durante el que se han estudiado los ecosistemas de los arrecifes, jamás se había visto una decoloración a la escala actual. Peter Glynn, biólogo de la Universidad de Miami, ha examinado corales de 400 años en el gravemente decolorado Pacífico oriental y no ha encontrado ningún indicio de catástrofes similares en el pasado. La grave decoloración indica que el calentamiento general que hubo durante la década de los ochenta puede haber tenido consecuencias drásticas en los arrecifes coralinos, y tal vez prediga el futuro de los arrecifes si se da el caso de que el efecto invernadero resulta en temperaturas aún más elevadas. Lamentablemente, es casi seguro que el calentamiento de la Tierra y el deterioro del medio ambiente persistirán y se acentuarán, lo que aumentará la frecuencia de los ciclos de decoloración por todo el mundo”.
La revista U.S.News & World Report señaló otra posible causa: “La reducción de la capa de ozono, que protege a los seres vivos de la nociva radiación ultravioleta, también puede tener parte de la culpa por la reciente muerte de arrecifes”.
En las zonas costeras, donde vive más de la mitad de la población mundial, la actitud irresponsable del hombre ha perjudicado mucho los arrecifes coralinos. Un estudio efectuado por la Unión Mundial por la Conservación y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente descubrió que el hombre ha dañado o destruido cantidades importantes de arrecife en 93 países. Muchas zonas en vías de desarrollo vierten directamente al mar sus aguas residuales sin depurar, y lo contaminan.
Los mangles, que viven en agua salada y filtran las impurezas, son talados para utilizarlos como madera y leña. Los arrecifes son despedazados y explotados para obtener materiales de construcción. En Sri Lanka y la India, secciones enteras de arrecife han sido convertidas en cemento. Embarcaciones grandes y pequeñas anclan en los arrecifes o encallan en ellos, destrozándolos.
La revista National Geographic comentó lo que sucede en el Parque Estatal John Pennekamp Coral Reef de Florida: “Sus embarcaciones contaminan el agua y todo lo que hay en ella con derivados del petróleo y aguas residuales. Hay personas incompetentes que chocan con los arrecifes. Ensucian el mar con vasos de espuma plástica, latas, vidrio, bolsas de plástico, botellas y millas de sedal enredado. Estos residuos no desaparecen: son prácticamente indestructibles”.
[Reconocimientos de las páginas 16 y 17]
Por cortesía de Australian International Public Relations
Por cortesía de Bahamas Ministry of Tourism