Observando el mundo
La epidemia de cólera ataca África oriental
“Un brote de cólera ha alcanzado proporciones epidémicas en África oriental”, comenta un despacho de la agencia Associated Press procedente de Nairobi (Kenia). El cólera, enfermedad intestinal infecciosa que causa diarrea grave, puede ser mortal si no se trata. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de sesenta y un mil personas de África oriental contrajeron esta enfermedad en 1997, y se informaron 2.687 muertes. Los brotes de cólera son comunes en países que carecen de la higiene y la atención médica adecuadas. La situación se agrava cuando las lluvias estacionales se llevan el excremento humano y contaminan el agua potable. La doctora Maria Neira, directora de un equipo que lucha contra la propagación del cólera, dijo que la región probablemente no se libre por completo del cólera hasta que haya disponibles alcantarillas y agua potable en todas las regiones afectadas.
¿Ayuda para los muertos?
En Hong Kong, los esfuerzos por salvar las apariencias no siempre terminan cuando uno muere, pues para algunos se extienden hasta el más allá. La razón es que el rendir culto a los antepasados desempeña un papel importante en la vida diaria de los chinos. “Creen que es muy importante mostrar que tienen riquezas incluso en el mundo de los espíritus”, dice Kwan Wing-ho, propietario de una tienda. Para ayudar a los familiares y amigos sobrevivientes a mejorar la situación de sus seres queridos fallecidos, el señor Kwan vende reproducciones de diversos bienes materiales, entre ellos teléfonos celulares, computadoras, microondas e incluso un Mercedes Benz de tamaño natural. “Los bienes se queman durante los siete días que siguen al fallecimiento de la persona, durante los aniversarios de su muerte y cuando un familiar sueña que el difunto necesita ir de compras”, comenta la agencia Associated Press. “Es un buen negocio —afirma el señor Kwan—, porque el cliente no puede volver para quejarse.”
Gemas radiactivas
Las gemas que se vendieron a un negociante en Bangkok provocaron un estado de alerta en el comercio internacional cuando se supo que eran radiactivas. Sahabudeen Nizamudeen, experto comerciante de gemas, sabe si cierta transacción será provechosa o no. Por eso, cuando un negociante indonesio le ofreció 50 ojos de gato a un precio muy inferior al habitual, los compró enseguida. “Cada uno tenía un precioso tono de color chocolate, y estaba dividido por la raya clara característica que se asemeja a la pupila rasgada de un gato”, informa la revista Asiaweek. No obstante, el brillo de las gemas había sido producido por otra fuente. Se les había irradiado para realzar el color a fin de aumentar su valor. Otra gema que se encontró en una feria de joyería en Hong Kong contenía un grado de radiación veinticinco veces superior al límite permitido en Asia. “Hasta ahora, el problema solo se encuentra en el crisoberilo llamado ojo de gato”, afirma la revista.
Hábitos de lectura
Los brasileños leen, como promedio, 2,3 libros al año, informa la revista Jornal da Tarde. Después que terminan la escuela, la mayoría de ellos ya no leen libros. “El verdadero problema —dice el secretario de Política Cultural del Ministerio de Cultura, Ottaviano de Fiore—, es que el 60% de los libros que se leen en Brasil constituyen lectura obligatoria” para los escolares. “Del 40% de los libros restantes, la mayoría son religiosos y esotéricos, de sexo o de autoayuda”, indica el periódico. Respecto a los hábitos de lectura, De Fiore comenta: “Los niños están con la familia, en la escuela y frente al televisor. Si no hay lectores en la familia, no recibirán ningún incentivo allí”. Agrega: “Las grandes cadenas televisivas no tienen interés en estimular al público a leer”.
Forman su propia religión
Muchos latinoamericanos practican una religión que ellos mismos han formado, dice el sociólogo Fortunato Mallimaci. La gente está desvinculándose de las iglesias y los credos y se siente libre de hacer cursos de yoga, leer un libro sobre misticismo oriental, acudir a reuniones en las que los predicadores ofrecen sanar a las personas, o asistir a ceremonias afrobrasileñas. “Esto no significa que la gente se haya hecho indiferente a la religión. Creen, pero han creado su propia religión”, dice el señor Mallimaci. Al dirigir la palabra en la Cuarta Conferencia de Centros Laicos del Cono Sur, el sociólogo dijo que “el catolicismo está pasando por un proceso de reestructuración ‘que implica serias divisiones y conflictos internos’”, informa la publicación ENI Bulletin.