Observando el mundo
Nada como la leche materna
“La leche materna es el medicamento por excelencia”, señala la revista Newsweek, que añade: “Aporta a los niños los nutrientes necesarios para el buen desarrollo del cerebro, al tiempo que reduce el riesgo de padecer todo tipo de enfermedades, sean alergias, infecciones, diarreas, eccemas o neumonías”. De ahí que la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación Dietética Estadounidense recomienden a las madres amamantar al recién nacido por lo menos un año. “Pero este recurso excepcional se desaprovecha con frecuencia”, señala la citada revista. ¿Por qué? Muchas veces por desinformación. A algunas mujeres les preocupa la posibilidad de no producir toda la leche que precisa el niño para mantenerse sano. Otras creen que su hijo requiere otros alimentos en fecha temprana. “En realidad, la mayoría de las madres pueden satisfacer a plenitud las necesidades nutritivas del bebé hasta los seis meses de edad, cuando deben comenzar a introducir alimentos sólidos en su dieta”, señala el artículo, que luego añade: “Y no importa qué alimentos coman ya, los niños de hasta dos años pueden beneficiarse de los anticuerpos y ácidos grasos de la leche materna”. La lactancia también es provechosa para la mujer, pues reduce el peligro de tener cáncer de mama y acelera la pérdida de peso posnatal.
La pobreza no distingue países
Según el diario International Herald Tribune, un estudio reciente de la ONU revela que la pobreza está en alza, aun en las naciones más ricas del planeta. Muchos ciudadanos de países industrializados se hallan privados de “necesidades básicas del ser humano”, como el empleo, la educación y la atención médica. De acuerdo con el informe, viven en la pobreza el 16,5% de los estadounidenses y el 15% de los británicos. En el mundo industrializado hay 100 millones de personas sin hogar, 37 millones sin empleo y casi doscientos millones con “una esperanza de vida inferior a 60 años”.
No son mascotas cariñosas
“Si creía que el animal más peligroso de África es el león o el búfalo cafre, puede ir cambiando de idea —indica el diario The Wall Street Journal—. Es el hipopótamo.” Aunque los dibujos animados y los cuentos infantiles lo presenten como criatura amigable y risueña, lo que explica la gran aceptación de los peluches con que se le representa, este cuadrúpedo mata a más personas en África que cualquier otra fiera. Algunos guías señalan que el punto más peligroso del continente se halla “entre un hipopótamo y su trayecto al abrevadero”, y que “el siguiente punto tal vez esté entre la madre hipopótamo y su cría”. Aunque estos mamíferos parecen muy tranquilos cuando descansan cerca de los profundos remansos del río, son muy celosos de su territorio y suelen reaccionar con gran agresividad cuando se les sorprende o provoca. Además, tienen una fuerza descomunal. “Las fauces de un hipopótamo furioso pueden partir en dos a un cocodrilo y despedazar una canoa”, señala un guía. Entonces, ¿por qué algunas personas viajan en canoa entre los hipopótamos? Por las espectaculares vistas del río y de los animales de la orilla, comentan los guías, y porque “tal vez sea menos peligroso que otras actividades turísticas de la zona, como saltar atado a una cuerda elástica desde el puente de las cataratas Victoria”.
Resurgen las señales que presagiaron el Holocausto
“Hoy día, las violaciones de los derechos humanos siguen modelos funestos que lamentablemente evocan los lúgubres días de los años treinta, cuando sucedieron hechos semejantes que presagiaron el Holocausto”, indica Irwin Cotler, profesor de Derecho de la Universidad McGill y copresidente de la organización Canadian Helsinki Watch Group, según The Toronto Star. Señala Cotler que un estudio realizado en 41 países por la Federación de Helsinki para la defensa de los Derechos Humanos pone de relieve una clara señal de peligro: Aumentan los comentarios que destilan odio a las minorías. A menudo se difunden en los medios de comunicación y las publicaciones oficiales, lo que propicia la persecución de grupos minoritarios. Cotler comentó lo siguiente sobre esta tendencia: “Es una lección de la segunda guerra mundial que no hemos aprendido”. Otra lección olvidada es, según Cotler, “el delito de la indiferencia, la conspiración del silencio”.
Víctimas bélicas infantiles
“De acuerdo con Olara Otunnu, representante especial de la ONU, las guerras y las luchas del último decenio han dejado entre los niños un saldo de dos millones de muertos, más de un millón de huérfanos y seis millones de heridos graves y mutilados”, indica el diario alemán Grevener Zeitung. El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado todas las prácticas que atentan contra la infancia. Es causa especial de inquietud el que existan en el mundo más de trescientos mil niños soldados. A muchos menores de ambos sexos —la tercera parte son niñas— se les obliga a servir en la milicia. A menudo se emplea a soldados infantiles como asesinos suicidas. Recientemente se ha formado una coalición de organizaciones no gubernamentales que exige el establecimiento de un protocolo internacional destinado a elevar a los 18 años la edad mínima para ser militar.
El Vaticano en Internet
El Vaticano firmó un contrato en 1994 para abrir un sitio en Internet. Mediante la Red ya se accede a servicios religiosos como la confesión directa y las consultas a sacerdotes sobre “cualquier duda” en materia de religión, comenta el rotativo El Financiero. En una página, el “cibercatólico” puede pedir que recen por él. Tiene también la posibilidad de ver en vivo cada domingo la bendición papal. Dispone además de “ofertas de compra y venta sobre materiales religiosos”. “El problema es que muy pocas páginas católicas son visitadas con frecuencia”, dice El Financiero, que añade: “La página del Vaticano recibe menos de 25 visitantes diarios, y generalmente su público proviene de la prensa católica”.
Prefieren seguir enfermos
“La tuberculosis sigue siendo el mayor asesino del mundo”, señala el periódico Cape Times. Hace estragos entre los desheredados de Sudáfrica, al grado de segar más de trece mil vidas cada año e imposibilitar la vida laboral de muchos más. Estos últimos reciben del estado pensiones de incapacidad, así como terapia médica. Sin embargo, la escasez de empleos y los bajos salarios llevan a muchos pacientes a interrumpir el tratamiento antituberculoso para seguir percibiendo la ayuda. “La pensión es diez veces mayor que la paga que suelen obtener con los trabajitos que realizan —explicó Ria Grant, directora de la organización sudafricana TB Care—. Al ver cuánto dinero reciben, prefieren la enfermedad al remedio.”
Conductores soñolientos
“En opinión de algunos expertos, el sopor es tan peligroso para la conducción como la ebriedad”, dice The Journal of the American Medical Association, que agrega: “A menudo se infravalora el papel de la somnolencia en los choques [automovilísticos], y los conductores adormilados constituyen una grave amenaza a la salud y seguridad públicas”. Según The Toronto Star, ciertos estudios indican que el individuo es incapaz de predecir cuándo va a quedarse dormido, así como de evaluar cuánto sueño tiene. “El sueño es una necesidad, como comer y respirar”, señala Stephanie Faul, portavoz de la Fundación para la Seguridad Vial de la Asociación Automovilística Estadounidense. “Cuando el cuerpo precisa dormir, puede apagarse sin avisar.” ¿Qué debe hacer uno si nota que en repetidas ocasiones bosteza, se le caen los párpados, o deja desviar el coche? “Las medidas habituales para despertarse, como bajar el cristal o subir la radio, no surten efecto —agrega The Toronto Star—. La cafeína es buena para despejarse durante un breve período, pero no reduce la necesidad fisiológica de dormir.” Es conveniente que el conductor amodorrado se retire a dormir un poco en un lugar seguro.
¿Cuántas bacterias hay?
Las bacterias son organismos muy comunes en la Tierra. Existen bajo el lecho marino más profundo y a 60 kilómetros de altura en la atmósfera. Su masa conjunta sobrepasa a la de toda otra forma de vida. Un equipo de científicos de la Universidad de Georgia (E.U.A.) acaba de publicar lo que pudiera ser la primera tentativa rigurosa de calcular su número. Estiman que la cifra es de un 5 seguido de 30 ceros. “Aunque la generalidad de los ciudadanos creen que las bacterias ocasionan enfermedades —señala el diario londinense The Times—, solo una minúscula fracción son patógenas. Aun si sumáramos el número de las que viven en todos los animales, solo obtendríamos un 1% del total. La mayoría no solo son inofensivas, sino esenciales, pues colaboran en procesos como la digestión.” Es sorprendente que entre el 92 y el 94% se hallen en sedimentos situados a más de 10 centímetros del lecho marino, y a más de nueve metros de profundidad en el suelo subyacente. Antes se creía que estas zonas estaban prácticamente desprovistas de vida. Cerca de la mitad del peso neto de las bacterias es carbono, elemento fundamental para la vida. “Las bacterias contienen casi tanto carbono como todas las plantas del mundo juntas”, agrega The Times.