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  • g99 22/11 págs. 28-29
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  • Observando el mundo
  • ¡Despertad! 1999
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  • Alerta contra la ceguera
  • El ruido urbano, enemigo del sueño plácido
  • ¿Alabar la inteligencia, o el esfuerzo?
  • Pirómanos alados
  • Ir armado es peligroso
  • “La ruta de las tortugas”
  • Más soldados infantiles
  • Los mayores también usan Internet
  • El sida: “la enfermedad infecciosa más mortífera”
  • Madres agobiadas, hijos agobiados
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¡Despertad! 1999
g99 22/11 págs. 28-29

Observando el mundo

Alerta contra la ceguera

“Más de doscientos mil canadienses padecen glaucoma, aunque solo lo saben la mitad de ellos”, señala el rotativo The Prince George Citizen. Esta enfermedad, uno de los principales desencadenantes de ceguera, mata lentamente las células nerviosas de la parte posterior del ojo, con la consiguiente pérdida gradual de la visión periférica, pero no afecta a la visión central sino hasta etapas tardías. Muchos pacientes no reciben tratamiento porque no sienten dolor y son capaces de conducir, leer y desempeñar la mayoría de sus labores. Según la Sociedad Canadiense para el Estudio del Glaucoma, corren mayor riesgo los ancianos, los individuos con antecedentes familiares de este mal, las personas de raza negra mayores de 40 años y los aquejados de alta presión intraocular. “Si conseguimos que la población de riesgo acuda al médico, tendremos media batalla ganada”, indicó la doctora Neeru Gupta, directora de la unidad del glaucoma del hospital St. Michael, de Toronto, quien luego agregó: “El punto es que la detección y tratamiento en fase precoz puede salvar la visión”.

El ruido urbano, enemigo del sueño plácido

Según el Ministerio de Medio Ambiente de Italia, más de cuarenta millones de italianos —cerca del setenta y dos por ciento del total— soportan de día niveles excesivos de ruido. Entre las posibles secuelas de la exposición prolongada a dicha contaminación acústica figuran taquicardias, variaciones de la tensión arterial y de la capacidad respiratoria, gastritis y náuseas, señala el Corriere della Sera. En las grandes urbes, el estruendo del tránsito dificulta el sueño normal. Los niveles nocturnos llegan a superar los 70 decibelios, lo que aumenta el riesgo de reducción del sueño profundo y los sueños. Lucia Venturi, responsable científica de la asociación ambiental italiana Legambiente, dice: “Se calcula que cada uno de los 18.000.000 de residentes de las grandes áreas urbanas duerme treinta minutos menos por noche. Representa veintidós noches en vela por cabeza, todos los años”.

¿Alabar la inteligencia, o el esfuerzo?

Aunque muchos padres creen que los hijos se benefician de recibir encomio por su inteligencia, tales alabanzas pudieran afectar su motivación y rendimiento futuro, según estudios recientes referidos en la revista Columbia Magazine, de la Universidad de Columbia en Nueva York. La profesora Carol Dweck considera que es mucho mejor elogiarlos por el esfuerzo que realizan, pues así se potencia su capacidad de afrontar las dificultades de la vida. “Si se ensalza la inteligencia del niño, este se preocupa principalmente por parecer listo, lo que muchas veces lo induce, en un afán de lucimiento, a sacrificar oportunidades de aprender algo valioso”, señala la doctora Dweck. Por otro lado, el informe indicó que los jóvenes elogiados por su esfuerzo y tenacidad son más propensos a centrarse en el aprendizaje y superar los fallos. “Por aprender, estos chicos sacrifican oportunidades de parecer listos —dice Dweck—. Además, tienen una gran capacidad de recuperación, pues no toman los errores como algo personal.”

Pirómanos alados

Se sospecha que los cuervos iniciaron dos incendios en Kamaishi (Japón). Al sofocar el primero, en un pastizal cercano a un cementerio, los bomberos vieron indicios de la intervención de estas aves. El periódico Nihon Keizai Shimbun explica lo sucedido: “Los cuervos se llevaron tortas que se habían colocado en una tumba, y acto seguido se inició el fuego en la dirección en que volaron. Faltaban también varitas de incienso, que se habían dejado prendidas, y en el lugar donde comenzó el fuego se hallaron velas, al parecer soltadas por los cuervos”. Según informa el rotativo The Daily Yomiuri, un año después se declaró otro incendio en una ladera de la misma zona. Un bombero vio un cuervo que volaba con una caja de cartón encendida en el pico y luego la dejaba caer en un río cercano. Los bomberos descubrieron otra caja quemada cerca del punto donde se inició el fuego. ¿De dónde sacaron los cuervos esta vez las antorchas? Un vecino había quemado en un brasero cajas vacías de papas fritas.

Ir armado es peligroso

“Durante el secuestro de un vehículo, el riesgo de que el conductor reciba disparos se cuadruplica cuando este porta un arma de fuego”, afirma el rotativo sudafricano The Natal Witness. La noticia agrega que “la probabilidad de que la víctima sea despojada del arma es cuatro veces mayor que la de que pueda utilizarla”. El examen de archivos policiales revela que los atacantes dispararon a las víctimas en el 12% de los secuestros. Sin embargo, la cifra asciende a un 73% en los casos de quienes sacaron un arma en defensa propia. El investigador Antony Altbeker llega a la siguiente conclusión: “Aunque la tenencia de un arma nos haga sentir más seguros, no se traduce en verdadera seguridad”.

“La ruta de las tortugas”

Todos los años, 10.000 tortugas verdes viajan en diciembre a la isla atlántica de Ascensión para reproducirse. Según el diario londinense The Times, la localización por satélite ha permitido a varios científicos británicos e italianos descubrir una “ruta de las tortugas” entre la isla y las zonas donde se alimentan, cerca de la ciudad costera de Recife (Brasil). Tras siete meses de nidificación, todas vuelven juntas a Brasil por la misma ruta durante los primeros 300 kilómetros. Luego se separan en grupos para dirigirse a los diversos lugares donde se alimentan. Pero ¿y las crías, que no tienen la fuerza precisa para recorrer a nado los 2.000 kilómetros restantes hasta Brasil? Dejan que las corrientes oceánicas las lleven por el Atlántico y el Caribe, y se alimentan de medusas y plancton. Se cree que cada una llega por sí misma a los terrenos brasileños cinco o seis años después. Cuando tienen unos 20 años, se unen a la emigración masiva a la isla de Ascensión para reproducirse.

Más soldados infantiles

“La cantidad de menores empleados de forma continua en las contiendas ha crecido de unos doscientos cincuenta mil, hace dos o tres años, a 300.000 hoy día”, dice la revista Go Between, del Servicio de Enlace No Gubernamental de las Naciones Unidas. Los soldados infantiles —algunos de solo ocho años— luchan por todo el mundo en más de treinta guerras. Olara Otunnu, Representante Especial para Niños en Conflictos Armados, designado por el secretario general de la ONU, dice que “los menores son obligados a convertirse en instrumentos bélicos, ya que son reclutados o secuestrados para ser niños guerreros, y forzados así a expresar con violencia los odios de los adultos”. A fin de frenar el aumento en el número de combatientes infantiles, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia respalda una propuesta “que elevaría a 18 años la edad de reclutamiento militar y que exhorta a considerar crimen de guerra el reclutamiento de quienes no alcancen dicha edad”, señala la publicación Facts & Figures 1998.

Los mayores también usan Internet

“El último estudio demográfico de la Red —dice la periodista Maria Seminerio, de ZDNet— revela que las personas mayores de 50 años recurren a Internet en cantidades que superan anteriores estimaciones.” De acuerdo con Tim Cobb, presidente de la institución que realizó el sondeo, “este hecho demuestra que la utilización de la Red se va generalizando, y que ya no constituye un dominio exclusivo de los ases de la tecnología”. Por ejemplo, al menos el 40% de los estadounidenses mayores de 50 años poseen computadora; de estos, el 70% navega por la Red.

El sida: “la enfermedad infecciosa más mortífera”

“El sida es ya la enfermedad infecciosa más mortífera del mundo”, afirma Peter Piot, director ejecutivo del programa de la ONU para el sida. La revista Science indica que, mientras que en 1997 el sida ocupaba el séptimo puesto en la lista de causas de muerte en el mundo, en 1998 sobrepasó a todas las demás salvo a las cardiopatías isquémicas, las enfermedades cerebrovasculares y las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores, todas ellas no infecciosas. El sida es ahora también la principal causa de muerte en África, por encima incluso de las enfermedades no infecciosas. Se calcula que ocasionó 1.830.000 defunciones el año pasado tan solo en África, el doble que las debidas al paludismo, la segunda causa de muerte en el continente.

Madres agobiadas, hijos agobiados

Según el diario canadiense National Post, el desarrollo del feto puede verse perjudicado si la gestante vive con altos niveles de tensión nerviosa. Pathik Wadhwa, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kentucky, de Lexington (Kentucky, E.U.A.), señala que el medio uterino “condiciona el crecimiento de la criatura, que puede resultar predispuesta a las enfermedades a consecuencia de las presiones excesivas que sufra la madre”. El informe indica que es “más probable” que las madres abrumadas “den a luz prematuramente”. Varios investigadores de la Universidad de Clemson (Carolina del Sur, E.U.A.) afirman que “los ejercicios de relajación pueden ayudar a reducir la presión arterial de las embarazadas tensas y favorecer así un ambiente uterino más saludable”.

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