La sociedad del Nuevo Mundo progresa en el Perú
EL 14 de noviembre de 1953, N. H. Knorr, presidente de la Sociedad Watch Tówer, y M. G. Hénschel, su secretario y miembro de la junta directiva de la Sociedad, partieron de Nueva York para hacer una gira de la América del Sur en el interés de la sociedad del Nuevo Mundo. En el número anterior de esta revista acompañamos a estos dos viajeros en su visita a Venezuela, Colombia y el Ecuador, especialmente disfrutando junto con ellos de las experiencias que tuvieron en las diferentes asambleas que se celebraron en esos países.
Fué un suave vuelo nocturno sobre las nubes el que llevó a los hermanos Knorr y Hénschel hacia el sur del Ecuador a Lima, Perú. Estaban tan espesas y bajas las nubes sobre Lima que el piloto tuvo que aterrizar guiándose sólo por las indicaciones de los instrumentos. Un grupo bastante grande de testigos peruvianos de Jehová y misioneros estaba en el aeropuerto esperando para dar la bienvenida a los viajeros que llegaron justamente antes de la medianoche del 1 de diciembre. Todos se hallaban altamente excitados debido a la asamblea de cuatro días de la sociedad del Nuevo Mundo que estaba a punto de empezar en Lima. De paso, es bueno mencionar que ésta fué la tercera vez que el presidente de la Sociedad visitó al Perú.
El primer día se pasó en la oficina de la sucursal considerando los problemas locales que tienen que ver con el testimonio del Reino. Esa noche todos los misioneros, 39 en conjunto, se reunieron y recibieron buenos consejos respecto a los problemas que son peculiares de la obra misionera. La mayor parte de las dos horas se dedicó al asunto de cómo tratar con las personas que están viviendo juntas incorrectamente. Se explicó que solamente las personas que se amoldan a los principios de Jehová sobre la correcta manera de vivir pueden aceptarse para bautismo en símbolo de que han dedicado su vida al servicio de Jehová Dios. Si hay personas que no quieren llegar a estar limpias y conformarse a los principios de la Biblia después de haber estudiado la Biblia con los misioneros por una temporada razonable, ya no debe perderse más tiempo con ellas. En la convención misma, se hizo notar el punto de que a nuestra fe tenemos que añadir virtud, y virtud significa la conformidad de la vida y del comportamiento a la ley moral.—2 Ped. 1:5, margen.
La gente católica aquí en América del Sur y en otros lugares oye un poco de lo que dice el clero sobre lá moral, pero parece que de vez en cuando su iglesia pronuncia un gran discurso sobre la moral y trata de engañar al mundo por medio de propaganda, para aparentar ser “tan santos.” Por ejemplo, hace poco el papa advirtió a la gente de Italia acerca de los peligros de la televisión. Los periódicos informaron que a los sacerdotes de Italia se les exhortó a que no dejaran entrar en los hogares “la fuerza inicua y devastadora de la cinematografía” por medio de la televisión. Uno se pregunta por qué será que el papa no se interesa en los millones de personas que viven en las Américas del Centro y Sur y hace que sus sacerdotes en esos países pongan en buen orden la vida de los que se entregan a la vida inmoral, porque en la América latina hay muchísimo adulterio y fornicación, además de mentira y robo. A estas cosas no se les da publicidad en los periódicos de América del Sur, porque se aceptan como práctica común y la mayoría de la gente no las considera incorrectas. Es patente que no se le ha dado la debida instrucción respecto a los principios de vida que fijó el Creador del hombre, que sabe mejor que nosotros lo que es bueno para el cuerpo y la mente y lo que es malo. Esto hace que el trabajo de los misioneros de los testigos de Jehová sea tanto más importante para la gente, pero también lo hace más difícil.
EMPIEZA LA ASAMBLEA NACIONAL DEL PERÚ
El jueves por la mañana la convención tuvo su principio en el magnífico Salón Majestic, que se prestaba muy bien a los propósitos de la convención. En la plataforma se colocó en un lugar de prominencia el texto del año para 1954, a saber, “¡Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre por los siglos y eternamente!” (Sal. 145:2), y en el telón de atrás estaban representados los diferentes tipos nacionales comunes al Perú viniendo a la carretera que lleva al nuevo mundo, tal como es el caso hoy día.
Los testigos cristianos de Jehová vinieron a la asamblea procedentes de toda parte del Perú. Cinco vinieron de Arequipa, a gran distancia al sur, un ministro especial que dedica todo su tiempo a la obra vino de Iquitos en el río Amazonas al este y veintiocho vinieron de Trujillo hacia el norte.
Se contaron muchas experiencias interesantes en la asamblea. Un ministro relató que se le había dicho que no fuera a cierta casa porque nadie vivía allí, pero después de reflexionar le pareció que sería mejor asegurarse de ello él mismo, de modo que fué a la casa de todos modos. Halló a un señor, que tenía más de ochenta años de edad, leyendo la Biblia, el cual, aunque era sordo físicamente, mostró un buen entendimiento espiritual y que tenía oídos para oír. Otro contó de haber dado el testimonio incidentalmente a un tendero japonés, lo cual resultó no sólo en colocar literatura con él sino también en empezar un estudio bíblico en su tienda, para cual estudio, por primera vez en su vida, cerró su tienda durante las horas de negocio. Pertenecía a la Iglesia adventista reformada pero ahora concurre con regularidad al Salón del Reino.
En Trujillo tres misioneros han sido tan eficaces que ahora hay treinta y cinco testigos activos allí, incluyendo a cuatro precursores locales, o sea ministros de 100 horas al mes. El último ministro que ha emprendido la obra de tiempo cabal en Trujillo tuvo el gozo de ver a seis de las personas con quienes él ha estado estudiando venir a ser ministros dentro de un corto período de tiempo, cinco de las cuales fueron bautizadas el pasado octubre y estuvieron presentes en la asamblea, muy ocupadas en ayudar en cuanto podían en la asamblea y dando testimonio en el campo.
En un programa en el que se entrevistó a varios de estos precursores respecto a su ministerio, a uno de ellos se le preguntó si estaba casado y tenía familia. Contestó: “¡Cómo no!” ¿Y por qué no debe un hombre casado y con familia participar en el ministerio de precursores que dedican cien horas al mes a la obra? Hay hombres casados que tienen familia haciendo esto en otros países; ¿por qué no en el Perú?
Muchos de los discursos que se habían presentado en la asamblea que se celebró en el estadio Yanqui durante el verano de 1953 se pronunciaron en esta asamblea y le ocasionaron gran gozo y satisfacción al auditorio peruviano. Los hermanos Knorr y Hénschel pronunciaron varios discursos que fueron recibidos con gran aprecio por los substanciosos puntos respecto a la vida práctica en conexión con el servicio de Dios. Una parte especial de sorpresa en el programa de la asamblea fué la presentación de un discurso grabado en cinta que el hermano Franz, vicepresidente de la Sociedad, había pronunciado en español al grupo de habla hispana que se reunió en el estadio Yanqui el verano pasado, discurso que se llamaba “La sociedad del Nuevo Mundo atacada desde el Norte lejano.” Aunque a los hermanos les hubiera gustado tener con ellos personalmente al hermano Franz, les fué un deleite oír su voz en el grabado de este excelente discurso.
En esta asamblea los hermanos del Perú recibieron por primera vez el Cancionero en español y, con la ayuda de acompañamiento musical, estuvieron entonando bien los nuevos cánticos. También tuvieron el deleite de recibir para distribución otras dos publicaciones en español, El camino de Dios es el de amor y La evolución contra el nuevo mundo.
La reunión de servicio de la asamblea, que trató de los aspectos prácticos del ministerio en el campo, en nada fué inferior a las reuniones celebradas por los testigos de Jehová en otros países. Todo se hizo con gran entusiasmo y se presentó una pantomima excelente en la cual se contrastó al hermano Desaseado con el hermano Aseado. Los ministros de las buenas nuevas no pueden traer consigo e introducir en su actividad predicadora sus viejas costumbres de desaliño. Las demostraciones que pusieron de manifiesto los cambios que deben efectuarse fueron muy eficaces.
Debido a que el presidente de la Sociedad tenía que partir tarde por la noche del sábado, dirigió la palabra a la asamblea dos veces ese día. Un punto que él recalcó fué el asunto de prestar constante atención a nosotros mismos de modo que cumplamos con los buenos consejos de las Escrituras y así nos aseguremos de entrar en el nuevo mundo, sirviendo como base para sus comentarios el texto de 1 Timoteo 4:15, 16 (NM): “Reflexiona acerca de estas cosas, absórbete en ellas, para que tu progreso sea manifiesto a toda persona. Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te, salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.” Para que uno preste constante atención a sí mismo es muy necesario que estudie privadamente en casa y en la congregación, y entonces utilizar lo que se ha aprendido en la predicación de casa en casa y conduciendo estudios bíblicos con la gente.
Esa noche el hermano Knorr habló de la obra de expansión en el Perú y mostró que estaba logrando buen progreso. Durante la sesión de la noche la Resolución, que primero se presentó y fué adoptada en la asamblea del estadio Yanqui el verano pasado, también fué presentada aquí y los 375 testigos peruvianos que estaban presentes la adoptaron entusiasta y unánimemente. Inmediatamente después que terminó el programa de la noche el hermano Knorr partió para tomar el avión de la medianoche con rumbo a Antofagasta, Chile.
La convención, sin embargo, iba a durar todavía otro día, y el domingo por la mañana treinta y tres hermanos y hermanas fueron bautizados en el natatorio municipal, el cual se les había proporcionado gratis para esta ocasión. El domingo por la tarde el hermano Hénschel pronunció en español el discurso público “Después del Armagedón—el nuevo mundo de Dios” a un auditorio de 602 personas. Este número de concurrentes eclipsó todo record anterior en lo que toca a los testigos de Jehová en el Perú. El domingo por la noche la convención se enteró de que su cuota para el aumento de veinte por ciento para 1954 era 340 publicadores y que ya habían excedido su cuota de diez por ciento para diciembre porque hubo 317 ministros que informaron de su actividad durante el mes de octubre en el Perú. Los testigos peruvianos estaban seguros de que realizarían su cuota de 340 ministros antes que terminara el año de servicio de 1954. Un discurso por el hermano Hénschel sobre el significado profético de Daniel en el foso de los leones concluyó la asamblea.
Esta asamblea fué importante en la historia de la sociedad del Nuevo Mundo de los testigos de Jehová en el Perú. Parecía que era otro punto de partida para mayor progreso en la predicación de las buenas nuevas. Todos abrigaban las mayores esperanzas de ver realizada una mayor expansión en el futuro cercano. Todos parecían estar ansiosos de ayudar en la obra de recoger a las “otras ovejas” para que éstas puedan disfrutar de las bendiciones de vida en el nuevo mundo junto con ellos.