Sacerdote reprende a feligrés
Un testigo de Jehová que trabaja en una fábrica en Francia estaba siendo continuamente ridiculizado por su capataz por ser testigo de Jehová. Un día el sacerdote de la parroquia visitó la fábrica. El capataz no perdió tiempo; llamó al sacerdote y dijo burlándose: “Aquí tiene usted a un testigo de Jehová, un pagano.” Sin embargo, el sacerdote replicó: “Usted está equivocado, Monsieur. Los testigos de Jehová no son paganos. Son cristianos como nosotros, y Jehová es el nombre de Dios. Usted no debe burlarse de los testigos de Jehová, pues ellos tienen una fe fuerte.” El capataz quedó estupefacto, y rápidamente se fué de allí. El sacerdote se volvió al joven testigo y susurró: “Cuando yo predico, los obreros no me creen. Ellos dicen que lo hago para ganar dinero. Pero usted les puede hablar. Usted es un trabajador como ellos, y ellos le escucharán.” A propósito, desde ese día en adelante el capataz no ha vuelto a ridiculizar al testigo.