Trayendo los niños al estudio
Una señora de Indiana, EE. UU., y que es cristiana dedicada, cuenta lo que llevó a un estudio bíblico que ahora conduce con dos señoras que son hermanas carnales: “Hace como quince años una Testigo conducía un estudio bíblico con una madre y sus dos hijitas. El estudio se celebró por un año y medio y entonces se detuvo. El esposo de esta señora había muerto y esto la había obligado a buscar trabajo para cuidar su familia. La responsabilidad añadida con su exigencia de tiempo hizo que su deseo de adquirir conocimiento de la Palabra de Dios se fuera desvaneciendo. El estudio no se reanudó; no obstante, las semillas de la verdad que se habían plantado estaban tan arraigadas que la madre no envió otra vez a las hijas a los lugares de religión falsa. A veces las hijas iban a iglesias con amigas por respeto a la amistad, pero se disgustaban con el sermón. Después de casarse nunca fueron a las iglesias con sus esposos. En muchas ocasiones estas dos hermanas hablaban entre sí sobre la verdad; finalmente, hicieron la decisión de estudiar con los testigos de Jehová. Aun después de quince años recordaban el nombre de la señora que había estudiado con la madre de ellas y la llamaron por teléfono. La visita me fue encargada a mí, comencé un estudio con ellas, y ahora testifican incidentalmente en toda ocasión, y también estimulan a su madre a reanudar su estudio bíblico y hallar la paz y el gozo que ellas tienen.”