La juventud no es obstáculo
● Aunque se reconoce que la Biblia es el más grande almacén de sabiduría y la personificación de la doctrina religiosa correcta, no necesariamente se requieren la vejez y la mucha experiencia para entender algunas de sus verdades fundamentales. Como dijo en una ocasión el joven Eliú: “No son aquellos que solo abundan en días quienes resultan sabios, ni los meramente ancianos quienes entienden el juicio.” (Job 32:9) Esto se ejemplificó por la experiencia que se contó en una reciente asamblea de circuito de los testigos de Jehová. Dijo una niña de once años:
“Siempre había deseado participar aunque fuera poco en hacer discípulos de gente de todas las naciones. Pero desde que me bauticé deseaba más que eso... deseaba conducir un estudio bíblico con alguien. Se me presentó la oportunidad el verano pasado. Había colocado una Biblia y el folleto ‘Estas buenas nuevas del reino’ con una señora a solo tres cuadras de casa. De modo que Kathy, mi hermana menor, y yo pudimos ir solas a hacer la revisita.
“Nos preparamos bien antes de salir a hacer la visita. La señora convino en dejarnos estudiar con ella. Debido a su trabajo a veces nuestros estudios se terminaban antes de la hora. Pero durante todo el verano dejábamos de jugar, nos aseábamos e íbamos a conducir este estudio con regularidad. Después de terminar varios folletos comenzamos el libro ‘Imposible que mienta.’ Para este tiempo su interés había aumentado tanto que las preguntas que hacía eran muy difíciles para que yo las contestara, de modo que mi madre nos acompañó para ayudarnos. ¿El resultado? La señora viene ahora al Salón del Reino con regularidad y da testimonio a sus parientes.
“La parte que me gusta más es que ella estaba perpleja en cuanto a por qué insistía en que ella estudiara sus lecciones con anticipación. Ahora comprende que esto es lo que ella había estado buscando toda su vida, y yo participé en ayudarla.”