Bienvenido a la cena del Señor
¿CREE usted en la existencia del Creador, el Dios que hizo el cielo y la Tierra? ¿Respeta usted su Palabra, la Santa Biblia? ¿Reconoce usted con aprecio que Dios ‘tanto amó al mundo que envió a su Hijo unigénito a la Tierra para que entregara su vida, a fin de que todo el que crea en él no sea destruido sino consiga vida eterna’? (Juan 3:16) Si así es, entonces usted está cordialmente invitado a reunirse con los testigos de Jehová en uno de sus Salones del Reino en la noche del domingo 22 de marzo de 1970, para conmemorar la muerte de nuestro Señor Jesucristo.
¿Por qué conmemoran los testigos de Jehová la muerte del Señor? ¿Cómo la conmemoran? ¿Por qué en esta fecha?
Debido a que la muerte de Jesús hizo posible la salvación de la humanidad es sumamente apropiado que se conmemore. Además, por su fidelidad hasta la muerte Jesús vindicó el nombre de su Padre, limpiándolo del vituperio que amontonó sobre él Satanás el Diablo, que desafió a Dios con escarnio diciendo que podría apartar de él a todos los hombres. Y también es sumamente apropiado el que conmemoremos su muerte cuando tomamos en cuenta lo que le costó a Jesús efectuar estas cosas. Dejó la gloria celestial y “tomó la forma de esclavo y vino a estar en la semejanza de los hombres.” Entonces “se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la . . . muerte en un madero de tormento.”—Fili. 2:7, 8; Job, capítulos 1 y 2; Pro. 27:11.
Ciertamente un derrotero tan noble y tan altruista, que resultó en provecho tan grande para la humanidad y honor para su Padre celestial, merece que se conmemore. Además, Jesucristo dio instrucciones explícitas para que sus seguidores conmemoraran su muerte, diciéndoles: “Sigan haciendo esto en memoria de mí.” (Luc. 22:19) Siendo ésta la única fiesta o celebración que a los cristianos se les manda celebrar, ¡ciertamente ninguno de los seguidores de Cristo querría menospreciarla!
¿Cómo debe conmemorarse la muerte de nuestro Señor? Más de un escritor bíblico nos da los detalles. En esta ocasión habrá instrucción y exhortación excelentes en cuanto al significado de la muerte de Cristo y el ejemplo que él puso a sus seguidores. También habrá oraciones fervientes a Jehová Dios y el canto de apropiadas canciones de alabanza. Y también habrá pan sin levadura y vino tinto puro. ¿Por qué pan sin levadura? Porque se usó pan sin levadura cuando Jesús instituyó el memorial de su muerte. Muy apropiadamente representa el cuerpo sin pecado de Jesús, así como el vino tinto puro es símbolo adecuado de su sangre.—1 Cor. 5:7, 8; 11:23-25; Juan, capítulos 13 a 17; Mat. 26:26-30.
Entre otras cosas, el orador de la cena aclarará quiénes han de participar del pan y el vino emblemáticos. Éstos no solo son cristianos, personas dedicadas a hacer la voluntad de Dios, sino que han sido engendrados por espíritu santo de Dios a una esperanza celestial y por eso tienen el testimonio del espíritu de que son hijos de Dios. Todos ellos están en el pacto para un reino que Jesús hizo con sus seguidores, tal como él indicó en la noche que instituyó su cena. (Luc. 22:28-30; Rom. 8:14-17) Además, éstos, para participar dignamente, tienen que vivir en conformidad con su voto de dedicación, tanto en lo que toca a fielmente cumplir su comisión de predicar como en lo que toca a su propia conducta personal.—1 Cor. 11:27-34; 2 Cor. 5:20, 21.
El año pasado 2.719.860 personas asistieron a esta celebración de la cena del Señor en asociación con los testigos de Jehová, pero solo 10.368 participaron de los emblemas. ¿Por qué asistieron todos éstos aunque no participaron? ¿Por qué debería usted asistir? Por más de una buena razón. Debe asistir para cumplir con el mandato de la Biblia de no abandonar el reunirse con el pueblo de Dios. (Heb. 10:23-25) Además, en esta ocasión se relatará lo que Jehová ha hecho para la humanidad y en particular lo que Jesucristo efectuó al venir a la Tierra. También se pondrán de relieve las excelentes instrucciones que Jesús dio y el excelente ejemplo que puso a sus seguidores. De modo que, al asistir, usted se beneficiará mucho espiritualmente.
Pero quizás usted pregunte: ¿Por qué debe efectuarse esta celebración de la muerte de nuestro Señor el 22 de marzo este año, y por qué en toda la Tierra en la misma fecha? Porque ése es el 14 de Nisán, según el calendario judío, fecha en la cual Jesús instituyó la celebración de su muerte. Esa fecha le hace a uno recordar la noche de 1.545 años antes cuando la nación de Israel fue libertada de la esclavitud en Egipto al tiempo en que murieron todos los primogénitos de Egipto. Esa liberación ciertamente merecía ser conmemorada, y por eso Jehová Dios mandó que se conmemorara. ¡Cuán apropiado que la muerte de Jesús, que hace posible que toda la humanidad reciba liberación de la esclavitud al pecado y la muerte, aconteciera y se conmemorara esa misma noche!—Éxo. 13:1-16.
Los testigos cristianos de Jehová están especialmente interesados en que todas las personas con quienes estudian la Biblia se asocien con ellos en la noche mencionada en sus Salones del Reino. Si usted es una de ellas, deseamos expresarle encomio por estar consciente de su necesidad espiritual y por estar progresando en entendimiento de la Palabra y los propósitos de Dios. El asistir en esta ocasión aumentará su aprecio de lo que Jehová Dios y Jesucristo han hecho para usted, y también descubrirá que es una ocasión feliz. En realidad, instamos a todos los que han estudiado la Biblia con los Testigos o que disfrutan de leer su literatura bíblica a asistir. El cumplimiento de las profecías bíblicas indica que estamos viviendo en los “últimos días” y que las oportunidades para demostrar dónde nos situamos en el asunto de la adoración pura están acabándose.—2 Tim. 3:1-5; Rev. 18:4.
Por eso, usted está cordialmente invitado a la celebración de la cena del Señor en uno de los Salones del Reino de los testigos de Jehová el 22 de marzo de 1970. Venga y aumente el aprecio que le tiene a lo que Jehová Dios y Jesucristo han hecho. También entérese de lo que ellos están efectuando ahora y todavía efectuarán para la humanidad. Sí, venga y aprenda cómo usted puede conseguir la aprobación de Dios y vida eterna.—Juan 17:3.