¡Tenemos lo que ellos necesitan!
1 Ya hace 100 años que La Atalaya se ha mantenido vigilante en sentido espiritual. Ha suministrado a sus lectores “consuelo de las Escrituras” y guía confiable que solo la Palabra de Dios, la Biblia, puede proveer. (Rom. 15:4; Sal. 119:105) La mayoría de nosotros debemos a buen grado nuestro progreso y crecimiento espiritual a La Atalaya. ¡Qué agradecidos estamos por el “alimento a su debido tiempo” que el “esclavo fiel y discreto” suministra!—Mat. 24:45.
2 Sin embargo, algunos observadores han dicho que la gente en general ya no se dedica a leer, especialmente en lo que tiene que ver con religión. Esto hace surgir las siguientes preguntas: ¿Qué hay de La Atalaya? ¿Es de valor práctico para el público en general? ¿Satisface las necesidades personales de la gente? ¿De qué maneras puede la revista ayudar a las personas?
LO QUE DICEN LOS LECTORES
3 No hay duda de que a mucha gente del mundo no le gusta La Atalaya. Por otro lado, centenares de miles de personas sinceras de todas partes del mundo han expresado aprecio por la ayuda que ésta suministra. Un estudiante universitario del Japón dijo: “Lo que particularmente fortalece mi fe son las claras explicaciones de las profecías bíblicas. La extraordinaria y profunda sabiduría de Dios que he percibido por medio de estos excelentes artículos me ha asombrado.” Un agradecido joven lector escribió: “La primera vez que me presentaron La Atalaya, era un adolescente desilusionado. Me sentía inseguro, me comunicaba muy poco con mis padres y necesitaba guía desesperadamente. La Atalaya satisfizo esas necesidades.”
4 Además de expresar aprecio general, se han hecho muchos comentarios sobre el material práctico y oportuno de cada número de la revista. Por ejemplo, un lector de África del Sur escribió: “Quiero decirles que disfruto y me beneficio mucho de los artículos sobre los Salmos. Los Salmos siempre han sido difíciles de entender para mí, y estoy muy agradecido por estos artículos. También agradezco mucho los artículos sobre el Sermón del Monte.” Y noten este interesante comentario de un judío que leyó la revista que consideró el tema “Algo nuevo acerca del nombre de Dios”: “Crecí siendo judío, pero nunca había oído ese nombre. Ustedes no se imaginan lo emocionado que me sentí cuando leí la evidencia irrefutable en ese artículo reciente. Estoy deseoso de obtener más ejemplares de la revista.”
5 Así que volvemos de nuevo a las preguntas: ¿Es la revista de valor práctico para muchas personas del público? ¿Satisface las necesidades personales de éstas? La contestación es un definitivo: ¡Sí! Ciertamente tenemos en las páginas de La Atalaya lo que ellas necesitan, y tenemos toda razón para ser positivos al recomendarla a otras personas.
6 Este mes ofreceremos la suscripción con un libro gratis por $2.50. (Vea Anuncios para más detalles.) También se verá que el número del 1 de abril de La Atalaya destaca artículos sobre el Milenio, los cuales se pueden usar con relación a 2 Pedro 3:13 y Revelación 21:4. Quizás hallen útil usar el artículo que considera las bendiciones que habrá sobre la Tierra durante el Milenio con el Tema de Conversación actual, “La promesa de Dios de algo nuevo,” que podemos seguir usando provechosamente.
7 En estos tiempos turbulentos La Atalaya ciertamente cumple con su propósito como vigilante espiritual y contiene “buenas nuevas” para los que la reciben con aprecio. Usemos toda oportunidad que tengamos para ofrecer la suscripción, de modo que podamos ayudar a un mayor número de personas ‘mantenerse alerta.’—Mat. 24:42.