Cultive buenos hábitos de conducción
PRECAVIDO, cuidadoso, sereno, prudente, extremadamente prudente, imprevisible, descuidado, peligroso..., con términos como estos se califica a los conductores. ¿Cuál de ellos le califica a usted? Puede que la mayoría de los conductores se consideren prudentes y seguros, mientras que sus acompañantes y otros conductores tal vez no sean tan indulgentes.
Un requisito para conducir con seguridad es que el vehículo esté en condiciones aptas para la circulación.
¿Está su vehículo en condiciones aptas para la circulación?
En algunos países se hace una inspección periódica de los vehículos. Los resultados a menudo son sorprendentes. En Francia, por ejemplo, en una reciente inspección practicada en vehículos con solo cinco años de uso, se observó que un 73% estaba en condiciones pobres, muy pobres o hasta peligrosas.
Para ayudarle a comprobar el estado de su vehículo, le resultará práctico hacer un chequeo muy parecido al que hacen los pilotos de las líneas aéreas a fin de asegurarse de que todo está listo para el despegue. En la página 8 encontrará una lista de las cosas que deben comprobarse.
Como es natural, si dispone de un vehículo apto para la circulación, debidamente asegurado y conforme a las leyes vigentes en el país, necesita además un permiso de conducir. Para conseguirlo, tendrá que examinarse. ¿Aprobará o suspenderá?
El examen de conducir
Muchas de las personas que aprenden a conducir consideran dicho examen como un obstáculo. Lo cierto es que, para ellos, se convierte en un tema de conversación de máxima importancia. Estos exámenes varían de un país a otro.
En Francia, como en muchos otros lugares, la persona que aprende a conducir tiene que pasar dos exámenes: el teórico y el práctico. En Alemania, el cursillo incluye la enseñanza de normas de primeros auxilios que han de administrarse en el lugar del accidente. Además, las autoridades alemanas consideran preceptivo que el curso incluya un mínimo de hora y media de prácticas de conducción en horas nocturnas, así como unas dos horas de conducción en autopista. Si la persona aprueba el examen, se le extiende un permiso probatorio, válido por dos años. Si ese período de tiempo transcurre sin que la persona tenga accidentes, se le concede un permiso permanente.
En Japón se exigen de treinta a sesenta horas de instrucción práctica con un buen profesor, seguidas de un examen que se divide en tres partes: revisión médica (se comprueba la visión, si hay daltonismo y la audición), conducción (habilidad al volante) y escrito (basado en el código de la circulación).
Según el periódico The Times de Londres, “el examen de conducir británico ha hecho fracasar, por su dureza, a centenares de furiosos americanos [residentes]”. Debido al 51% de suspensos registrados (comparado con el 15% en E.U.A.), se ha dicho que este examen es “uno de los más rigurosos del mundo”.
Las diferencias van más allá de los tecnicismos. Según Yoshida, director de una autoescuela de Nueva York, “en Tokio, el inspector examina al conductor en perspectiva desde el punto de vista de su dominio técnico del automóvil, mientras que en Estados Unidos se examina con el fin de probar con cuánta seguridad conduce la persona”.
Prescindiendo de las diferencias, todo conductor debe esforzarse por conducir prudentemente. ¿Cómo?
Una señora inglesa que se examinó a los cincuenta años de edad y aprobó consideró que le fue muy conveniente prepararse para el examen por medio de estudiar detenidamente el Highway Codea (Código de la circulación) de Gran Bretaña. Pero, como suele ocurrir con toda otra aptitud, reconoció que no bastaba con estudiar un libro de texto.
La práctica es fundamental. Si usted es un conductor inexperto, aprenda a conducir con cuidado bajo diferentes circunstancias. Por ejemplo: cuando las condiciones climatológicas cambian, el estado de la superficie de la carretera sufre alguna modificación. Aunque solo haya lloviznado un poco, las ruedas de su vehículo no se adherirán al firme de la carretera tan bien como cuando está seca. Por consiguiente, es imperativo disminuir la velocidad y estar muy pendiente de las incidencias de la carretera. La lluvia fuerte puede ocasionar problemas adicionales, como ocurre cuando el vehículo que va delante salpica agua sobre el parabrisas de su automóvil, impidiéndole la visión. Acostúmbrese a conducir en condiciones climatológicas diferentes y ajuste su conducción según esas diferencias.
Puede que usted no tenga grandes conocimientos mecánicos. “Ni siquiera uno de cada cinco conductores sabe qué presión deben llevar las ruedas de su automóvil o el calendario de mantenimiento”, afirma el periódico londinense Daily Mail, y añade que “ni siquiera uno de cada tres ha leído alguna vez un manual, y prácticamente todos se sienten desconcertados ante la mecánica de los automóviles modernos”. ¿Y usted?
Aunque no es necesario conocer todos los pormenores mecánicos intrincados de los vehículos modernos, resulta útil conocer los detalles básicos. Esto le ayudará a comprender su automóvil.
Mejore su conducción
Aprobar el examen de conducir le producirá una sensación grata o un sentido de logro. Pero ¿y después? ¿Tenderá a exigir menos de sí mismo? Según comentó el instructor de una autoescuela, “después de aprobar el examen, muchos conductores se hacen un poco negligentes”. Luego ofreció este consejo: “Sea consciente de sus limitaciones y de las limitaciones de su vehículo bajo diversas condiciones. En tanto usted no se conciencie de estas, es probable que tenga un accidente”. Un conductor reconoció: “Si condujese como lo hice durante las primeras semanas después de haber aprobado el examen, sería un conductor más seguro”. ¿Por qué? Él admite: “Ahora me arriesgo más”.
Cuando usted aprobó el examen de conducir, demostró que, básicamente, era un conductor seguro. Para llegar a ser un buen conductor, es necesario que continúe mejorando su conducción. Casi con toda seguridad, usted puede mejorar su habilidad si adquiere más experiencia y presta atención a su forma de conducir.
Esté cada vez más alerta a los posibles peligros. Según Alex Miller, inspector de conducción de la policía británica, “la falta de previsión y vigilancia respecto a lo que ocurre delante, detrás o en torno al automóvil cuando uno conduce es el defecto principal de los conductores de hoy”. Procure contar con lo inesperado. Aprender a “leer la carretera” le ayudará. (Véase el recuadro de la página anterior.)
La seguridad tiene que ver con su actitud
De acuerdo con Alex Miller, “lo más importante es el temperamento”. Un conductor con treinta años de experiencia, tanto en África como en Europa, ofrece esta apreciación: “La conducción tiene que ver con la personalidad. Los hábitos de conducción de una persona reflejan su modo de tratar con otros en su vida cotidiana”.
Un conductor canadiense realza la importancia de tener una actitud correcta durante la conducción, al decir: “Cuando se considera el permiso de conducir como un ‘privilegio’ y no como un ‘derecho’, los buenos modales en la conducción mejorarán sensiblemente nuestra seguridad en la carretera”.
El manual de la conducción publicado por el Departamento Británico de Transportes dice: “Si se considera la seguridad como una actitud mental, entonces la humildad deberá ser uno de sus principales ingredientes”. Para muchos, esto supondrá hacer cambios en su temperamento. ¿Es eso posible? Sí. Implica tener consideración a otras personas, altruismo. Como tan acertadamente lo expresa la regla áurea bíblica: “Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos”. (Mateo 7:12.)
Pero, llevado a la práctica, ¿cuál es el resultado? “Cuando se está a punto de perder la paciencia en la carretera, es verdaderamente difícil cultivar buenas cualidades”, dijo un conductor inglés. Seguramente usted está de acuerdo. El deseo de desquitarse es fuerte. “Sin embargo —añadió—, cuando esto ocurre, pongo una casete con música para calmarme. El efecto es sorprendente.” (Véase el recuadro de la página 9.)
Un experto conductor japonés aconsejó: “Esfuércese por controlar cualquier sentimiento de irritación. Si por alguna razón está molesto, tararee o cante”.
No espere demasiado de otras personas. Las estadísticas sobre los accidentes ponen claramente de manifiesto el riesgo que suponen para otras personas los conductores peligrosos. Determínese a conducir a la defensiva, o, como lo expresó un conductor, “conduzca como si todos los demás conductores fuesen un peligro en potencia”.
Además, reconozca que puede aprender de otros. Analice su conducción. (Véase el recuadro de esta página.)
Jim Kenzie, en un artículo publicado en el periódico The Toronto Star, dijo: “Para llegar a ser un as del volante, no hacen falta milagros. Todo cuanto se necesita es algún conocimiento, algo de sentido común y consideración a los demás”. Prescindiendo de que usted sea un conductor inexperto o experimentado, recuerde que la carretera no es el lugar para exhibiciones, impaciencia o actitudes egoístas.
Si comprende su automóvil, “lee la carretera”, se concentra y cultiva una actitud previsora y humilde, tendrá éxito en conducir... con seguridad.
[Nota a pie de página]
a Desde su presentación en 1931, esta publicación estatal —“en segundo lugar, después de la Biblia, en la lista de los libros más vendidos de todos los tiempos” en Gran Bretaña— ha sido actualizada muchas veces, y ofrece claras normas de seguridad para el conductor.
[Fotografía en la página 7]
El examen de conducir sirve para determinar si usted es un conductor seguro
[Recuadro/Fotografías en la página 8]
¿Es su vehículo apto para la circulación?
Cosas que uno debe comprobar antes de ponerse en carretera:
Parabrisas y ventanas: ¿Están limpios?, ¿ha llenado el depósito de agua de los limpiaparabrisas?, ¿están estos en buenas condiciones?
Luces, luz de freno e intermitentes: ¿Funcionan?
Ruedas: ¿Tienen algún corte profundo o grietas, rozaduras, bultos u otros desperfectos?
Frenos: Tan pronto como se ponga en marcha, compruebe si funcionan debidamente.
Revisiones periódicas según el manual del fabricante:
Motor: ¿Está el nivel del aceite a la altura de la línea máxima? No la sobrepase.
Radiador (si tiene): Compruebe el nivel del líquido refrigerante del radiador. ¿Está adecuadamente protegido contra las bajas temperaturas?
Ruedas: Compruebe la presión, la profundidad de las hendiduras y la uniformidad del desgaste.
Batería: Compruebe el nivel de agua destilada en cada vaso. No sobrepase los niveles.
[Recuadro en la página 9]
Distracciones al conducir
Los aparatos de radio y radiocasetes para el automóvil facilitan la audición de música y noticias durante la conducción. ¿Podrían entorpecer la concentración del conductor? Las opiniones varían. Algunos conductores afirman que pueden concentrarse bien sin importar lo que escuchen. Otros prefieren limitarse a poner música de fondo únicamente cuando el tráfico es muy denso. Esto concuerda con la advertencia que se dio en el manual de la Conducción: “La audición de programas de contenido serio puede entorpecer su concentración”. Si tiene teléfono en su automóvil, ¿debe usarlo mientras conduce? El manual recomienda: “Detenga el automóvil cuando haga o reciba una llamada”.b
[Nota a pie de página]
b En Gran Bretaña, se recomienda a los conductores que solo instalen en su automóvil teléfonos de transmisión y recepción sin auricular, así no es necesario retirar la mano del volante; pero, aun en estos casos, se aconseja usarlo únicamente cuando no haya riesgo de distracción.
[Recuadro en la página 10]
Lea la carretera
En una serie de folletos preparados para ayudar tanto al aprendiz como al conductor cualificado, la RoSPA, de Gran Bretaña (Real Sociedad para la Prevención de Accidentes), agradece a la industria del motor la inversión que ha hecho con el fin de fabricar vehículos que satisfagan criterios de alta seguridad. Pero les recuerda a los conductores que “un automóvil solo puede ser seguro si el conductor que está al volante también lo es”. Recomienda a todos los conductores que ‘lean la carretera’. ¿Cómo se hace esto?, y ¿qué implica?
1. Esté pendiente de los primeros indicios de complicaciones en la carretera y en el tráfico. Durante la mayor parte del tiempo, un conductor debe mirar hacia delante, pendiente de indicios que podrían alertarle de posibles peligros. Sin embargo, también estará atento a lo que pueda ocurrir a ambos lados de la carretera.
2. Tenga presente el lugar por donde circula, el tiempo, la hora y a los demás conductores. El lugar por donde usted circula, zona urbana o rural, debe modificar su conducción. Las carreteras mojadas, con hielo o llenas de nieve encierran más peligros. Las bolsas de niebla intermitentes son particularmente peligrosas. Los vientos fuertes pueden desplazarle fuera del carril que ocupa. El destello de la luz solar o de las luces de un automóvil que viene en dirección contraria puede cegarle momentáneamente o, por lo menos, mermar drásticamente su visión. Durante el período de vacaciones transitan por las carreteras muchos conductores inexpertos. Esté pendiente de los peatones y de los animales. Observe las sombras que delatan la presencia de peatones que se disponen a cruzar por delante del autobús al que usted va a adelantar en ese momento.
3. Prevea cómo lo que usted observa puede afectar su conducción. Decida detenidamente cómo resolver esas incidencias y pase por ellas con cuidado.
Según la RoSPA, “estas son las recomendaciones que los conductores expertos siempre tienen presentes. [...] Deben contribuir a mejorar sus normas de conducción”. Lo que es más, “se sabe que han ayudado a disminuir las posibilidades de accidentes”.
[Recuadro en la página 11]
Recomendaciones de los expertos
Enorgullézcase de ofrecer a los ocupantes de su automóvil un viaje confortable y suave.
Considere la conducción como una habilidad que puede mejorarse.
Asegúrese de que su vehículo esté en condiciones óptimas.
Al conducir, mire hacia delante, a larga, media y corta distancia.
Compruebe en los retrovisores lo que hay detrás de usted y a la izquierda de su vehículo.
Tenga presente que la visión que tiene a través de los retrovisores deja un punto ciego.
Antes de cambiar de sentido, compruebe el retrovisor y dé la señal de su movimiento con suficiente antelación.
Si es necesario, en lugar de solo fiarse de los retrovisores, antes de cambiar de sentido vuelva la cabeza para comprobar si viene algún vehículo.
Sea paciente. Conserve la calma.
Conducir con seguridad significa obedecer las leyes de tráfico.