El mundo del hombre de los hielos y su ideología
REGRESEMOS a Ötzi. ¿Era primitivo, imbécil y carente de gusto estético? ¿Qué denotan sus utensilios, armas y vestimenta?
El armamento refleja pericia balística. Con objeto de girar en vuelo y ganar en precisión, aun en distancias de 30 metros, los extremos de las dos flechas acabadas llevaban las plumas habituales pegadas al astil en ángulo. La ropa de cuero (de varios tipos) nos da una idea de la moda de la época. Además de la funcionalidad, hoy la ropa persigue la belleza estética. ¿Era igual en tiempos de Ötzi? Al describir los hallazgos, la revista Time dice: “Las piezas de la túnica estaban primorosamente cosidas con fibras de tendones y plantas, según un patrón de mosaico”. Las piezas y costuras buscaban el “efecto de la labor de retazos”, explica el libro Der Mann im Eis (El hombre que se hallaba en el hielo). Sobre la túnica llevaba “una capa de hierba trenzada, ideal para protegerse del frío y utilizable durante las siestas como ‘colchón’ para aislar el cuerpo del terreno”. (Focus.)
La revista Time también señala que en el equipo se había “cuidado de los detalles a un grado inesperado”. Así, el puñal tenía una “vaina de factura refinada, elaborada con plantas entrelazadas”. A todas luces, el hombre de los hielos vivió en una época “intensa y culturalmente rica”, como la define Giovanni Maria Pace en su obra Gli italiani dell’Età della pietra (Los italianos de la Edad de Piedra).
Cabe mencionar, asimismo, los hongos que aparecieron cerca de Ötzi. Tal vez sirvieran para encender la lumbre, aunque los expertos ven más probable que los llevara como medicina, por sus propiedades antibióticas, en un “botiquín de primeros auxilios”.
Contrario a la imagen prevalente, los contemporáneos del hombre de los hielos dominaban campos muy diversos, como lo revela el que poseyera gusto estético, capacidad intelectual, conocimiento terapéutico y pericia en los campos de la metalistería, la agricultura, la ganadería y las artes. El Dr. Lawrence Barfield, arqueólogo británico, comentó: “Hoy pocos tenemos las habilidades que dominaba la mayoría de la gente del cuarto milenio [antes de nuestra era]”. Sus gustos refinados afloran, por ejemplo, en las representaciones artísticas y en las piezas de metal y cerámica recuperadas de las tumbas.
Ambiente religioso
“Si nos atenemos a los descubrimientos de los expertos, jamás ha habido un solo pueblo, sin importar época ni lugar, que no haya sido religioso en algún sentido”, señala The New Encyclopædia Britannica. Tocante a la importancia de la religión en la antigüedad, el Dizionario delle religioni (Diccionario de las religiones) destaca que existe “desproporción entre la cantidad de objetos y fuerzas reservados para fines religiosos y los empleados para uso profano”.
Todo da a entender que el sentimiento religioso era dominante en tiempos de Ötzi. Los enterramientos de muchos lugares dan fe de la variedad y riqueza de los ritos funerarios. Se han hallado decenas de figuritas de cerámica que representan a dioses de antiguos panteones.
La historia antigua y la Biblia
Las civilizaciones que surgen al estudiar la antigüedad son, por consiguiente, muy complejas. No encajan en la imagen de culturas primitivas que, asediadas por miles de dificultades, luchan por hacer progresos, apenas perceptibles, encaminados a crear una sociedad plenamente desarrollada. Según los historiadores, estas comunidades de diverso tamaño estaban totalmente formadas.
Todo esto es significativo para el estudiante de la Biblia. El libro de Génesis indica que en los albores de la historia del hombre, particularmente cuando la humanidad ‘se esparció sobre toda la superficie de la tierra’, surgieron civilizaciones complejas y plenamente desarrolladas, cuyos miembros tenían dotes intelectuales y espirituales. (Génesis 11:8, 9.)
La Biblia atestigua que, aun en las épocas más remotas, el género humano tenía destrezas técnicas y artísticas, como la forja “de toda clase de herramienta de cobre y de hierro”. (Génesis 4:20-22.) Según explican las Escrituras, el hombre siempre ha deseado dar culto a alguna divinidad. (Génesis 4:3, 4; 5:21-24; 6:8, 9; 8:20; Hebreos 11:27.) Si bien es cierto que esta religiosidad degeneró con el paso del tiempo, el hombre sigue siendo “irremediablemente religioso”, dice The New Encyclopædia Britannica.
En busca de los orígenes
Aunque la arqueología no despeja todas las incógnitas sobre Ötzi, nos permite conocer mejor su complejo mundo, muy distinto a la imagen típica de la llamada prehistoria y mucho más moderno de lo que suele creerse.
En definitiva, aparte de los hechos deducidos a partir de la apariencia del hombre de los hielos y de sus pertenencias, “casi todos los demás aspectos sobre su persona son mitad misterio, mitad especulación”, indicó National Geographic. Entretanto, Ötzi yace en una cámara frigorífica de Innsbruck (Austria) donde más de ciento cuarenta autoridades en diversas disciplinas tratan de resolver algunos de los misterios que rodean al personaje que surgió del frío.
[Fotografía en la página 8]
Expertos forenses examinan en Innsbruck el cuerpo del hombre de los hielos
[Reconocimiento]
Foto: Archiv Österreichischer Alpenverein/Innsbruck, S.N.S. Pressebild GmbH