Esos temibles desechos químicos... ¿habrá solución?
CADA minuto, tan solo las industrias estadounidenses producen 69.260 kilos de mortíferos desechos químicos. Menos de la décima parte de esta cantidad de residuos se elimina por métodos apropiados. Se ve, pues, que hay una verdadera posibilidad de que parte de esta inundación de veneno penetre en la vida de uno.
¿Qué impide la eliminación apropiada de los residuos?
LA AVARICIA. Los métodos más seguros son costosos. En vez de emplear esos métodos, muchas compañías se valen de modos ilegales, pero baratos, de disponer de los desechos químicos. Se informa que, aunque cuesta de 20 a 155 dólares por cada gran tonel metálico el deshacerse apropiadamente de estos desperdicios, en algunas áreas los vertedores ilegales lo hacen por 1,50 dólares el tonel.
EL SISTEMA ECONÓMICO. Para algunas compañías el deshacerse de sus residuos químicos apropiadamente significaría que tendrían que aumentar los precios, o hasta enfrentarse a ruina financiera. El resultado pudiera ser la pérdida de millones de puestos de empleo. El sistema económico quedaría arruinado. Por eso, los gobiernos y personas de las masas obreras no están muy dispuestos a protestar con demasiado vigor en contra de la contaminación ocasionada por los desechos químicos.
¿Está la solución “más allá de lo que el hombre puede hacer”?
Se han encontrado mortíferas sustancias químicas en la leche de las madres en Suecia, Alemania, el Japón, el Canadá y los Estados Unidos. “Cuando sustancias químicas como dioxin, PCB y PBB pueden convertir la leche de la madre en un veneno, algo marcha mal,” fue la declaración que se hizo en el libro The Poison That Fell from the Sky (El veneno que cayó del cielo).
Sin embargo, cuando examinamos el universo, o aun nuestro propio planeta en los lugares donde el hombre no lo ha arruinado, vemos evidencia de orden, hermosura y diseño excepcional. El autor Merril C. Tenny escribió: “El aseverar que un mundo tan complejo como el nuestro haya salido del caos por casualidad es tan razonable como el afirmar que los dramas de Shakespeare fueron compuestos por un montón de monos desenfrenados en un taller de imprenta.” Este mundo “complejo” provino de Dios. Ciertamente no parece razonable pensar que Dios haya de ponerse a contemplar ociosamente al hombre destruir esa obra de Él.
El libro de mayor venta del mundo presenta la solución
Puesto que el Creador de la Tierra sabe que lo que ha causado el problema es el sistema de este mundo, él anuncia en su Palabra, la Biblia, el fin de este sistema. Después que éste haya sido eliminado, el reino de Dios bajo Cristo reinará sobre una Tierra limpia y llena de personas justas. (Mat. 24:3; Sal. 37:10, 11, 29) Pero al considerar el terrible daño que se ha hecho a la Tierra y a sus habitantes, especialmente durante los últimos decenios, usted quizás pregunte: ¿Por qué ha permitido Dios estas calamidades?
Dé consideración pausada a esto: Con el amanecer del siglo veinte, la tecnología logró rápido progreso. La química moderna hizo grandiosas promesas. Un informe que se publicó en 1939 llevaba este encabezamiento: “Los químicos hacen un nuevo mundo.” ¡Ahora, 42 años después, contemple el “nuevo mundo” que hicieron! Un escritor italiano, después del desastre que aconteció en Seveso, admitió lo siguiente:
“La fe incondicional que teníamos en la ciencia y en la capacidad de ésta para curar los males del mundo ha llegado a su fin. La inquietud que Seveso ha provocado . . . plantea, ante la conciencia de los que acaso tengan una, una pregunta, que es ésta: ‘¿Adónde vamos?’”
¿No parece estar claro que un proceder que pase por alto a Dios resulta finalmente en desastre? No habríamos tenido evidencia tan convincente de lo cierto de esto si Dios hubiese detenido el desenvolvimiento de los asuntos más temprano, aun si hubiese hecho tal cosa hace unos cuantos decenios. Ciertamente se ha demostrado enérgicamente que el hombre no tiene lo que se requiere para dirigir sus pasos en independencia de Dios. (Jer. 10:23) Muchas personas humildes están reconociendo esto y están cifrando su fe en Dios y en la guía que da la Biblia. Esperan con anhelo el tiempo en que Dios elimine a los que pasan por alto Sus leyes.
¿Cómo será aquel mundo? ¡Entre otras cosas, estará libre de la contaminación! Entonces se obedecerá la norma fundamental: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.” Y esto encierra, entre otras cosas, el que “el amor no obra mal al prójimo.” Los vertederos de sustancias químicas tóxicas ciertamente obran mal al prójimo. El amor hará que sean eliminados.—Rom. 13:9, 10.
¿Significa esto que se suspenderá toda forma de industria y que la humanidad volverá al modo de vivir de tiempos primitivos? La Biblia no nos informa sobre eso. Hoy día no es la fabricación misma de productos químicos lo que causa la contaminación; es el modo descuidado de manejar los desechos tóxicos. Cuando el hombre reciba más conocimiento de Dios acerca de su creación, fácilmente pudiera conocer nuevos modos de evitar la contaminación del aire, el agua y la tierra. Por ejemplo, aun hoy, los científicos han aprendido por sus estudios que los jacintos de agua pueden “comerse” la contaminación, y se informa que ya se les está utilizando para tratar aguas residuales así como algunos desechos químicos.
Sin importar en qué actividad divinamente aprobada participen las personas en ese nuevo sistema, podemos estar seguros de que “no harán ningún daño ni causarán ninguna ruina.”—Isa. 11:9.
[Ilustración en la página 16]
El reino de Dios pronto limpiará la Tierra de toda contaminación y hará posible un paraíso con aguas y tierra limpias
[Recuadro en la página 15]
MÉTODOS TENIDOS POR MÁS SEGUROS PARA LA ELIMINACIÓN DE RESIDUOS
INCINERACIÓN A ALTA TEMPERATURA Algunas sustancias químicas se hacen inocuas al quemarlas a temperaturas muy elevadas... hasta de 1.300 grados centígrados.
FIJACIÓN QUÍMICA Se puede hacer que algunos residuos reaccionen con otra sustancia química y se pongan duros como el cemento; entonces, en esta forma, según se dice, pueden enterrarse sin peligro.
LABRANZA DE DESECHOS Algunos residuos de compuestos orgánicos han sido enterrados al arar tierra; en el terreno, ciertas bacterias pueden hacerlos inocuos.
DESINTOXICACIÓN POR MICROONDAS Y PLASMA Se dirigen microondas a intensidad elevada hacia un gas portador, usualmente oxígeno, y se crea una masa incandescente. El desecho se descompone al inyectarse en este plasma.