Observando el mundo
Enfermedades letales
“De los 50 millones de muertes que se producen anualmente [en todo el mundo], 46,5 millones son causadas por las enfermedades —comenta la revista Newsweek—. Las enfermedades infecciosas y las parasitarias son las que más muertes causan (17,5 millones), seguidas en importancia por las cardiacas, la apoplejía y otras afecciones circulatorias (11 millones), y el cáncer (5,1 millones).” Un informe de la Organización Mundial de la Salud dice que en un momento dado más de mil millones de personas en el mundo —una de cada cinco— sufren de alguna enfermedad. Aunque muchas otras no padezcan de una enfermedad declarada, tienen la enfermedad latente. Entre estas se cuentan los 2.000 millones que portan el virus de la hepatitis B, de 30 a 40 millones infectados con el VIH y los 1,7 millones que tienen el bacilo de la tuberculosis.
El Papa proclama que “Yahveh” es el único Dios
“Dios da a conocer su nombre a la humanidad”, decía un titular que encabezaba una página de la edición inglesa del rotativo vaticano L’Osservatore Romano. Bajo este titular se reprodujo el texto de la homilía que pronunció el papa Juan Pablo II en su visita a la parroquia romana de San Leonardo Murialdo. “Dios nos da a conocer su nombre en un pasaje del Éxodo”, comenzó diciendo el Papa. Después de citar los versículos 13 y 14 del capítulo 3 de Éxodo 3:13, 14, donde Dios manda a Moisés que diga a los israelitas: “‘YO SOY’ me ha enviado a vosotros”, el Papa añadió: “Esta expresión ‘yo soy’, que también se traduce con el término Yahveh, significa que Dios es el que existe, el trascendente [...]. De ahí que Yahveh sea único, un Dios solo”.
Violaciones en Estados Unidos
Un estudio sobre la mujer en Estados Unidos publicado recientemente descubrió que 683.000 mujeres de ese país fueron violadas en 1990. Este cálculo, basado en el testimonio de 4.000 mujeres entrevistadas, es cinco veces mayor que la cifra de 130.000 violaciones o tentativas de violación que entregó la National Crime Survey para ese año. El estudio también reveló que solo el 16% de las víctimas denunciaron los hechos ante la policía, lo que explica por qué solo se informaron 102.560 violaciones en 1990. En la mayoría de los casos, los violadores eran conocidos de las víctimas: parientes, vecinos o amigos. La encuesta también halló que 12,1 millones de mujeres estadounidenses habían sido violadas por lo menos una vez en la vida. La mayoría de ellas (62%) dijeron que se las había violado cuando eran menores de edad, y un 29% de estas, cuando tenían menos de once años.
No hay motivos para el racismo
Con la ayuda de los últimos adelantos en la genética, los científicos han empezado a descifrar la información que ha estado oculta por mucho tiempo en el código genético del hombre. El periódico francés Le Figaro dice que estos descubrimientos han echado por tierra los conceptos tradicionales que se tenían respecto a las razas. A pesar de la variedad aparentemente infinita que existe entre los humanos, con todas sus diferencias externas visibles, como la altura, el color de la piel y otros rasgos, los genetistas ahora concuerdan en que todos los pueblos de la Tierra proceden indudablemente de unos padres comunes y de una ubicación común en el pasado no tan distante. “Todas las explicaciones ideadas para defender el racismo han quedado reducidas a la nada”, dice Le Figaro.
La revolución tranquila vacía las iglesias de Quebec
Los términos “francocanadiense” y “católico” han sido sinónimos por mucho tiempo en Quebec. En cierta época, el único organismo estructurado de la sociedad francocanadiense era la Iglesia, representada por el párroco. Casi todo el mundo asistía a la iglesia. Pero “con la revolución tranquila, los quebequeses han desarrollado un sentido crítico hacia esta —dice Le Journal de Montréal—. En menos de quince años, la Iglesia de Quebec ha perdido lo que edificó en casi cuatrocientos”. Aunque la Iglesia todavía casa al 80% de la población y bautiza al 89% de los bebés, como mucho solo el 30% de la población va a misa. “La gente no se siente obligada a practicar [la religión]”, admite el sacerdote André Lamoureux, de la archidiócesis de Montreal. Según Le Journal de Montréal, la iglesia ha asumido un nuevo papel social.
“Ojo por ojo”
En vista de que las condenas a prisión por lo general no significan gran cosa para los delincuentes empedernidos, el juez Joe B. Brown, de Memphis (Tennessee, E.U.A.), ha cambiado de método al sentenciar a los ladrones que comparecen ante él. Según informa el diario The Wall Street Journal, “invita a las víctimas a visitar la casa del ladrón y ‘sustraer’ algo en cambio. En varios casos recientes, el [...] juez del Tribunal Penal ha traducido la frase bíblica ojo por ojo en, por ejemplo, dos abrigos de invierno por un reloj Rolex de oro y altavoces estereofónicos por un par de bicicletas. Si el ladrón ha usado su propio auto para huir, este también se incluye en lo que se puede tomar, al igual que la ropa, las joyas y otros objetos de valor”. Sus reglas permiten que la víctima vaya al hogar del ladrón cuantas veces sea necesario para compensar la deuda y a cualquier hora del día o de la noche. Sin embargo, hay ciertas pautas específicas, y un delegado judicial se cerciora de que los objetos que se tomen no hayan sido robados a otras personas.
Belleza y nutrición
“La nutrición y humectación o hidratación de la piel dependen de la calidad de lo que las personas comen. El principal cosmético es una correcta alimentación”, declaró Ida Caramico, profesora de Ciencia Farmacéutica de la universidad de São Paulo (Brasil). Según la revista brasileña Globo Ciência, la contaminación, los alimentos tóxicos, los problemas emocionales, la excesiva exposición a la luz solar e, irónicamente, el uso indebido de cosméticos contribuyen al envejecimiento de la piel. A fin de suavizarla y regenerarla, la revista sugiere beber por lo menos ocho vasos de agua al día y tener una dieta que incluya cantidades suficientes de frutas, verduras y cereales completos. También añade: “Se pueden emplear todas las formas de cuidado externo para mejorar la apariencia, pero ningún producto —natural o artificial— supera los resultados de una buena alimentación”.
Imán de maniacos
La antigua ciudad de Jerusalén no solo atrae a miles de turistas, sino también a multitud de enajenados mentales que se creen personajes bíblicos o están convencidos de que son los únicos que poseen la clave para la paz mundial y que deben revelarla en los muros de Jerusalén. “Los cristianos suelen creerse Jesús o la Virgen, o, más comúnmente, Juan el Bautista, y a menudo pierden el juicio al llegar a lugares asociados con la vida de Jesús, como la Vía Dolorosa y la Tumba del Jardín —dice el periódico The New York Times—. Los judíos prefieren creerse Moisés, el Rey David y otros personajes del Antiguo Testamento, y enloquecen en el monte de los Olivos o en el Muro Occidental.” Hace poco un turista se volvió loco en la iglesia del Santo Sepulcro, donde arrojó una cruz al suelo, rompió lámparas y trató de hacer añicos una estatua mientras gritaba que no se adoraran ídolos. Todos los años llegan al hospital psiquiátrico Kfar Shaul de 50 a 200 personas víctimas de lo que los psiquiatras denominan el síndrome de Jerusalén. Aquellos que habían sufrido con anterioridad trastornos mentales cuadruplicaron a los que no habían padecido tales males, y el número de hombres doblaba el de las mujeres.
Oro en la basura
Gracias a la tecnología moderna, una empresa italiana extrae metales preciosos de los desechos industriales. Según el diario Il Messaggero, la fábrica, situada en la ciudad italiana de Arezzo, recibe desechos de diferentes partes del mundo y extrae de ellos oro, plata y otros elementos preciosos. Entre los objetos de los que se sacan los metales preciosos están el papel fotográfico, el papel de aluminio, los microchips, las cámaras fotográficas, los ordenadores y otros aparatos electrónicos desechados. El periódico Il Messaggero informa que esta fábrica de Arezzo por sí sola recupera una media anual de unas ciento veinte toneladas de oro, doscientas toneladas de plata, cuatro toneladas de paladio, una tonelada de platino, cien kilogramos de rodio y pequeñas cantidades de iridio y rutenio.
En la perspectiva correcta
A la gente que vive en países donde los ingresos son bajos no necesariamente le va mal. El periódico The New York Times informa que el ingreso per cápita en China es de solo 350 dólares (E.U.A.) al año. Por ejemplo, el salario combinado de una pareja de mediana edad de Guiyang asciende a menos de 42 dólares mensuales (ella es profesora, y él, técnico de una fábrica). No obstante, sus ingresos reales equivalen a más del doble de esa cantidad, alrededor de 85 dólares al mes, gracias a bonos y subsidios y a la subvención que reciben por tener un solo hijo. Aunque sus ingresos son bajos, también lo son sus gastos. No pagan impuestos ni facturas médicas. Por el alquiler de su apartamento pagan menos de un dólar al mes, y reciben gratis la calefacción y la luz eléctrica. Los precios de los alimentos también son relativamente bajos, pues solo gastan 37 dólares de su presupuesto en alimentación. En vestuario gastan otros 19 dólares, lo que les permite ahorrar todos los meses 10 dólares más o menos, una cantidad que parece modesta para posibles gastos futuros. Pero no temen que se les despida del trabajo y saben que cuando se hagan mayores se cubrirán sus gastos médicos y se les asignará una pensión.
Estudiantes activos sexualmente
La preocupación por el aumento de las enfermedades de transmisión sexual y el riesgo de que los jóvenes contraigan sida motivó a que los CDC (siglas en inglés para Centros para el Control de las Enfermedades) hicieran su primera encuesta sobre los hábitos de salud de los estudiantes de noveno a duodécimo grado (entre los catorce y dieciocho años) en los 50 estados de Estados Unidos, así como en Puerto Rico y las islas Vírgenes. Los resultados, publicados este año, muestran que el 54% de los estudiantes ya no son vírgenes. “Estamos preocupados en particular por el aumento del porcentaje en cada curso”, dijo el Dr. Lloyd Kolbe, director de la División de Sanidad de los Adolescentes y las Escuelas del CDC. Según la encuesta, el 40% de los estudiantes de noveno grado han tenido relaciones sexuales, el 48% de los de décimo grado, el 57% de los de undécimo y el 72% para el último año. Uno de cada veinticinco estudiantes admitió que tenía una enfermedad de transmisión sexual.