Las agencias sociales como enemigas de la delincuencia
● “Es difícil pensar en los niños como escaladores, gangsters, adictos a las drogas o asesinos. Esa ha venido a ser la realidad, sin embargo,” dijo un informe de la Prensa Asociada, el 3 de enero de 1953, que habló acerca de que un millón de niños se meten en dificultad con la policía cada año. Una carta al Times de Nueva York, del 13 de enero, comentó que esto es a pesar de los esfuerzos de las agencias de trabajo social, y dió la siguiente ilustración de esta delincuencia: “Vivo en lo que anteriormente era el famoso vecindario de ‘callejón sin salida’ de Nueva York. Una noche calurosa a fines del verano pasado yo fui un interesado fisgón, vía la ventana de mi sala, de una reunión entre dos bandas de menores de edad que planeaban una lucha de bandas para la noche siguiente. Después que todos los detalles de la pelea proyectada fueron aclarados uno de los muchachos mayores (de unos 18 años de edad) pidió que las dos bandas suministraran muchachos voluntarios de 11 años para que en caso de que hubiera interferencia policíaca las bandas tuvieran a mano miembros adecuados para cualesquier arrestos. Luego vino el colmo. En las palabras del jefe de la banda—‘Todo lo que le tienen que decir al obrero social en la corte es que odian a sus mamás y saldrán en unas pocas horas.’” Las agencias no han tenido buen éxito en hacerse cargo de la tarea en la cual los padres fracasaron cuando no ejercieron la autoridad que el Libro inspirado por el Hacedor del hombre dice que deben ejercer. Es el rechazamiento de la instrucción de ese Libro lo que ha hecho que ambos grupos fracasen.